Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Gall el Vidente

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17/09/2022, 13:49
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montado sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hijo. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Hoja de Aventura. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

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17/09/2022, 13:50
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señor, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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17/09/2022, 21:06
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Todo inició tal y como lo soñé la noche antes. Mis temores cumplidos. Las imágenes confusas me venían a veces en sueños, como cuando me intentaban hacer una broma pesada mis arrogantes hermanos o me esperaba un día horrible. Incluso podía soñar semanas enteras y casi siempre se cumplían, aunque no recordaba todo hasta que llegaba el momento.

Era tanta información que me venía a flashbacks, pero la pesadilla que tuve era clara. Padre me mandaba a una misión importante para proteger el reino de fuerzas oscuras, y tras varios contratiempos, a punto de alcanzar mi destino, moría aplastado entre la nieve a causa de un monstruo.

No recordaba el monstruo, no recordaba los detalles... pero sí que me acordaba del terror que sentí al despertarme. Deseé que sólo fuese una pesadilla normal, pero no fue el caso. 

Al día siguiente, estaba frente a todos, y padre me estaba encomendando la misión. Tal y como lo soñé.

-Sí, Padre. - dije solemnemente. Sabía que no tenía opción de negarme. Era el más débil de los hermanos, y a menudo era tachado de cobarde. Y sí, me daba miedo casi todo, casi todo lo que no había visto en sueños. Era como quitarme una ventaja, vivir sin saber qué iba a suceder. Y por eso siempre saltaba a la mínima. Cuando me di la vuelta para marcharme por un momento sentí algo extraño en uno de mis hermanos. Una punzada en mi espalda. Me giré para ver justo a tiempo cómo mi hermano, el príncipe Gornahel, desviaba su mirada con odio. ¿Qué significaba eso?... no lo entendí. 

Mi hermana me esperaba a mi salida. Como en mi sueño. La abracé como si no fuese a verla nunca más. Como si... fuese a pasarle algo. Aunque no sabía exactamente el qué. Era una sensación horrible, haber soñado el futuro y ser capaz de ver sólo detalles en los momentos más cruciales. Sin más espera, y deseando que no se cumpliera el horrendo final que me esperaba, partí.


Nada pasó en los dos primeros días. 

*¿quizás haya marcado ya una diferencia en mi sueño? tengo la sensación de que me esperaban múltiples contratiempos... - y en esas, en el camino, encontramos a aquella vieja. La vieja.

-La vieja loca... - dije recordando, incluso antes de que me la señalara uno de los guardias. Sentí algo raro en ella, también sentí que era inofensiva... o eso esperaba. Me acerqué a preguntarle. Supe al momento que me acerqué que en mi sueño pasé de largo.

Debía cambiar las cosas esta vez, si quería sobrevivir.

Notas de juego

Interrogo a la vieja loca, paso a  123.
 

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18/09/2022, 21:25
Narrador

A medida que os acercáis al viajero, reconoces que es una vieja mujer humana, de pelo canoso y rostro inundado de arrugas. Le preguntas, pero no parece hacerte caso, aunque enseguida empieza a hablar.

-"¡Los dragones, vienen los dragones!" Grita la mujer al pasar a vuestro lado. "Los dragones vuelan por encima de las murallas y destruyen ciudades. Teshaner arde... todos mueren quemados."

-"¿Teshaner?" Al oír el nombre de la ciudad, tu interés despierta. "¿Es eso cierto, mujer? ¿De verdad vienes de la ciudad del norte?" Le preguntas, pensando en los rumores que oíste acerca de la caída de la urbe humana.

-"Sí, todos muertos, todos muertos." Dice la mujer, sus ojos ocultos bajo las arrugas, mientras muestra su dentadura mellada en una demencial sonrisa. "Los dragones incendiaron la ciudad. La noche se volvió día. La hacienda de los Señores convertida en una hoguera. ¡Todos murieron!" Chilla y estalla en una carcajada. "Pero lo peor estaba aún por llegar. Después de los dragones, apareció el Dios Cabra, envuelto en oscuridad y humo. Desde mi casa en ruinas, le vi destripar al Padre Arsman y esparcir los restos del buen religioso por la plaza."

La mujer habla y habla sin ninguna coherencia. Supones que se trata de una superviviente de la ciudad, a la que la destrucción ha afectado profundamente, arrojándola a las redes de la locura. Sin querer demorarte más, le indicas a la vieja que no abandone el camino y siga hasta el bosque, donde las patrullas elfas la ayudarán.

-"¡El Dios Cabra! ¡Todos muertos!" Sigue gritando la anciana mientras se aleja y suelta una reseca carcajada.

Espoleas suavemente tu caballo y continuáis en dirección oeste, hacia la encrucijada en la que debéis girar al norte para evitar el bosque de Shalanest oeste.

-"¿El Dios Cabra?" Te pregunta Heienor. "¿A qué se referiría con esas palabras?"

-"No lo sé, quizás sólo fuesen las divagaciones de una loca." Dices, pero tus palabras suenan falsas y sin convicción.

En silencio, seguís cabalgando por la calzada.

Notas de juego

Sección 123

Pasa a la sección 164.

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18/09/2022, 21:26
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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18/09/2022, 21:27
Narrador

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18/09/2022, 21:34
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Sí, definitivamente la vieja loca tenía información nueva. Dragones. Los dragones y el fuego que arrasaban con Teshaner... sabía en mi fuero interno que decía la verdad, pero la idea de un dios cabra me hacía tener flashes de una criatura rojiza que lanzaba garrazos por doquier.

Estremeciéndome, seguimos adelante. Y cuando nos encontramos con el carro en mitad del camino, la  sospecha de que era una trampa fue enorme. Sabía que era una trampa mortal! 

-P-pasemos de largo. Es una trampa. - los demás me miraban con evidente decepción en sus ojos - Es una trampa, en serio!

El dejavú fue enorme. Aceleré el paso mirando nerviosamente hacia detrás y delante... cuando recordé imágenes de una lluvia de flechas.

Notas de juego

opto por pasar de largo sin detenerme, paso a la sección 49.

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18/09/2022, 21:58
Narrador

Pasáis junto al carro a paso lento. Ves que una de las ruedas está destrozada y supones que eso provocó el accidente. El cuerpo del suelo permanece inerte. Por su aspecto, sospechas que se trata de un humano. Te vuelves hacia Heienor para preguntarle su opinión, cuando un chasquido se oye tras las rocas que bordean el camino. Un rápido silbido y una flecha atraviesa el cuello del veterano explorador, que cae de su montura entre ahogados gorgoteos. Tu caballo se encabrita y está a punto de arrojarte al suelo, mientras las flechas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

Sección 49

Haz una prueba de Agilidad/12. Si tienes la habilidad de Fauna y Flora, suma 4 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 16.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 197.

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18/09/2022, 22:00
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Cada vez que me acercaba, cada vez sentía que el futuro estaba más cerca. *mierda, esto no es bueno... esto no es...- ZZZZIummm! El chasquido tras las rocas dio paso al silbido que atravesó el aire, cortándome el pensamiento mientras volvía a tener la Heienor frente a mí con su expresión desencajada y una flecha atravesando su cuello lateralmente. Empezó a sacar sangre por la boca. 

-HiiEEEIeN.....!! - grité la mitad de su nombre *NO!! Esto ya sucedió! Hay que correr!!- CORRED! HAY QUE SALIR DE AQUÍ!! SÁLVESE QUIEN PUEDA!! - espoleé mi caballo y me dejé llevar por él, sin dejar de aferrarme con desesperación como si la vida me fuera en ello, rabioso y lamentando no haber sido capaz de salvarle la vida incluso habiendo soñado su muerte.

*Maldito don y maldita maldición!! - el futuro a veces no se podía cambiar, lo sabía, pero cuanto odiaba ese momento de inflexión en que perdía rendido ante mi propio destino. O al menos, el destino de los demás. Apreté los dientes furioso mientras cabalgué, marchándome de allí tan rápido como me fue posible.

- Tiradas (1)
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18/09/2022, 22:35
Narrador

Con mano firme, logras dominar a tu montura y evitas que te lance al suelo. Sin embargo, una flecha acaba con otro de tus guardias. Das la orden de huir, mientras espoleas tu caballo para escapar de la emboscada.

Notas de juego

Sección 16

Pasa a la sección 284.

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18/09/2022, 22:36
Narrador

Te encorvas sobre tu caballo y cabalgas a toda velocidad, mientras las flechas vuelan a tu lado. Diriges tu montura por la carretera hacia el norte, seguido por tus soldados. De pronto, uno de ellos es derribado con varios proyectiles alojados en la espalda. Cabalgas sin descanso durante más de un kilómetro y, tras dejar atrás una pendiente, detienes a tu caballo. Pocos segundos después aparecen los dos únicos guardias que han sobrevivido a la emboscada. Pleonh, el más joven del grupo, echa nerviosas miradas atrás con el miedo reflejado en sus claros ojos.

-"¿Quién nos ha atacado?" Pregunta, sus manos sujetando temblorosas las riendas del caballo.

-"Debemos volver." Responde Urelth, un guerrero de fuertes brazos, facciones angulosas y largo cabello negro. "No podemos abandonar así a los nuestros." Se queja, dispuesto a regresar al lugar de la emboscada.

-"Están muertos." Le detienes. "Lo único que conseguiremos es que nos maten a nosotros también. No." Niegas mientras encaras tu montura hacia el norte. "Mejor alejarnos cuanto antes. El pueblo de Bern está a apenas una hora de camino. Allí estaremos a salvo."

Sin esperar una respuesta, arrancas a cabalgar en esa dirección, confiado en que los dos exploradores te seguirán.

Notas de juego

Sección 284

Pasa a la sección 167.

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18/09/2022, 22:37
Narrador

Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest oeste se mantiene a tu izquierda. Cabalgáis sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegáis a un pequeño poblado de humanos.

-"El cielo amenaza lluvia." Dice Urelth. "No me gusta este lugar, pero estaría bien dormir bajo techo esta noche."

-"Será mejor pasar desapercibidos." Añade Pleonh, agotado tras la dura jornada. "Los humanos no suelen recibir amigablemente a los elfos, así que mantengamos en secreto nuestro origen."

Ocultos los rostros bajo las capuchas, recorréis a paso lento la calle principal entre las cochambrosas casas de ennegrecida madera. Las ventanas aparecen cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas brilla en su interior. No tardáis en encontrar una posada, un edificio de piedra de cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo.

Tras dejar los caballos en el establo y ofrecer unas monedas al mozo para que los cuide, entráis en la posada. El calor en el salón es sofocante. Un gran fuego ocupa el centro de la estancia, donde una veintena de lugareños cenan entre estruendosas conversaciones. Alguna mirada se dirige a vosotros, pero no parecéis despertar mucho interés, así que ocupáis una de las mesas y esperáis a que la muchacha venga a atenderos. Tras pedir algo de comer, preguntáis a la chica por una habitación.

-"Tenemos alguna libre, creo." Dice, dudando.

Es una mujer rechoncha y de estúpidos ojos bovinos. No estás acostumbrado a ver humanos y la primera impresión que te llevas de los habitantes de este pueblo no es muy buena. Reserváis un cuarto con dos camas, donde añadirán un colchón para que podáis dormir juntos. Seguidamente, cenáis en silencio. Al acabar, os disponéis a abandonar el salón cuando una discusión estalla en una mesa vecina.

-"¡Eso no son más que estupideces!" Grita indignado un pastor. "Si Teshaner hubiese sido atacado lo sabríamos."

-"¿Cómo puedes negar lo evidente?" Le recrimina un cazador. "Han llegado varios supervivientes y hablan de un ejército de monstruos que ha arrasado la ciudad."

-"Tonterías, tonterías." Niega el otro. "No son más que unos listillos, aprovechados que intentan timaros con esa historia para ganarse vuestra lástima y sacaros algunas monedas."

Te encuentras a medio camino de la escalera que sube a la habitación y miras con curiosidad a los dos lugareños.

Notas de juego

Sección 167

Si subes a la habitación para echarte a dormir, pasa a la sección 223.
Si quieres hacerles algunas preguntas a los dos hombres, pasa a la sección 18.
Si le pides al posadero algunas provisiones para el camino, pasa a la sección 5.

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18/09/2022, 22:38
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Más de un kilómetro después sentí la calma. La calma de cuando todo está bien, estaba a salvo, nada me iba a pasar aquí... y además... 

Me giré justo para ver lo que esperaba, Urelth y Pleonh. Fueron los únicos supervivientes. No podía decirles que sabía que el resto iban a morir, jamás podría. Su decepción y su desprecio serían enormes. Pero que podía hacer? no podía controlarlo a la perfección! *si pudiera estarían todos vivos... - pensé amargamente.

Pero la opción era clara, no podíamos volver a por ellos. Estaban muertos. Además, sabía que me seguirían hasta el pueblo. *El pueblo? ah sí... el pueblo de los humanos... .

En cuanto llegamos todo pareció ir como se esperaba. No recordé nada durante la cena, excepto aquellos ojos bovinos tan horribles de la camarera.

Una vez terminé, la conversación llamó la atención de Urelth, y me hizo gestos para que fuese a hablar con los humanos. Dudé en pedirle provisiones al posadero pero... algo en mí me decía que interactuar con nadie iba a ser una mala decisión, así que negué serio con la cabeza y fui directo a nuestra habitación.

-No debemos llamar la atención. - le dije finalmente a Urelth, quien me miraba enfadado.

 

Notas de juego

MUAJAJA! nueva opción. a ver que pasa.

Subo a la habitación para echarme a dormir, paso a la sección 223.

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18/09/2022, 22:50
Narrador

Subes a la habitación junto a tus compañeros y os disponéis a pasar la noche. A pesar de estar bajo cubierto, preferís hacer guardias de vigilancia.

Notas de juego

Sección 223

Tira 1d10 y pasa a la sección correspondiente.

Si sacas de 1 a 5, pasa a la sección 53.
Si sacas de 6 a 10, pasa a la sección 21.

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18/09/2022, 22:52
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Era una sensación extraña. Creí que estaba haciendo algo distinto a la última vez, pero sí recordaba que deicidiéramos hacer guardias. Tratando de quitarlo de mi mente, me acosté... esperando que no pasase nada.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Saco de 6 a 10, paso a la sección 21.


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18/09/2022, 23:51
Narrador

La noche pasa sin incidentes. Por la mañana, dejáis el pueblo hacia el oeste. El día es nublado y la lluvia ha convertido el camino en un barrizal, de modo que tenéis que galopar con sumo cuidado por la accidentada vía. Apenas lleváis avanzados unos pocos kilómetros, cuando Urelth empieza a sentirse mal. De pronto, se queja del estómago y el dolor le obliga a detenerse. Desmontáis y tratáis de ayudarle, pero su estado empeora por momentos, hasta que un fuerte estertor sacude su cuerpo y el robusto guerrero queda rígido, con los ojos fijos en el nublado cielo de la mañana.

-"Ha muerto." Dice Pleonh. "Envenenado." Añade el joven explorador.

Apenas pronuncia estas palabras, que su rostro también se crispa por el dolor mientras se arrodilla aferrándose el estómago.

-"El almuerzo." Dice entrecortadamente. "Debieron envenenar el almuerzo..." Es capaz de articular antes de caer muerto.

Tus guardias han sido envenenados y sólo la suerte ha querido que hoy no almorzaras con ellos. Eso te ha salvado la vida. Te encuentras pensando en esto, cuando el sonido de cascos de caballo atrae tu atención. Rápidamente, abandonas el camino y te ocultas tras una de las rocas del entorno. Permaneces junto a tus compañeros caídos hasta que un grupo de seis jinetes llega al galope por el este. Desde tu refugio, espías a tus perseguidores, que van vestidos completamente de negro y cubiertos por máscaras. Les reconoces como los asesinos que os tendieron la emboscada. El que cabalga en cabeza detiene su caballo un poco antes de llegar a donde te encuentras, desmonta con agilidad y empieza a examinar el suelo. El rastro en el barrizal que lleva hasta los cadáveres de tus compañeros es claro y el hombre no tarda en encontrarlo. Es sólo cuestión de tiempo que te descubran, así que dejas los caballos junto a los cadáveres y te apresuras hacia el sur, escapando antes de ser visto. Recorres el centenar de metros que te separa del límite del bosque de Shalanest Oeste, adentrándote entre los enredados árboles con la esperanza de dejar atrás a tus perseguidores.

Notas de juego

Sección 21

Pasa a la sección 128.

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18/09/2022, 23:58
Narrador

Nada más internarte entre los enrevesados árboles, la luz diurna parece quedar fuera. Como un techo de ramas y hojas, las frondosas copas forman una cúpula enmarañada que impide el paso de la luz solar, sumiendo el bosque en sombras. La temperatura es mucho más fría en su interior y un silencio sepulcral reina en el ambiente. La sensación de opresión aumenta a medida que avanzas, tanto que el aire parece estancado y quieto, sin una brizna de viento que sople entre las hojas. Ahora entiendes por qué el bosque fue abandonado por los elfos; a pesar de toda la exuberante vegetación, tienes la sensación de encontrarte rodeado de naturaleza muerta, como si la vida hubiese sido exterminada por completo y los árboles no fuesen más que cascarones vacíos. No se oye ni el canto de un pájaro, ni los pasos de una ardilla, ni siquiera el murmullo de las hojas. Es tal el silencio que sólo escuchas los latidos de tu corazón. Tu único consuelo es pensar que quizá este angustioso ambiente mantenga alejados a tus perseguidores.

Caminas por un sendero durante varias horas, serpenteando entre los gruesos troncos y mirando bien donde pisas, pues el lecho está cubierto de traicioneras raíces, plantas y rocas puntiagudas. Te abres paso por la espesura hasta que llegas a un lugar donde el sendero se bifurca: un ramal se abre hacia el norte y otro camino se dirige hacia el sur.

Notas de juego

Sección 128

Si vas hacia el norte, pasa a la sección 90.
Si tomas el camino del sur, pasa a la sección 257.

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19/09/2022, 00:00
Gall, el "no tan cobarde" Vidente

Dormí del tirón!! lo cual fue una sorpresa al despertarme por la mañana pues tenía pesadillas de ninjas que nos atacaban con puñales. Por suerte nadie más nos interrumpe en nuestra partida, y al marcharnos siento una renovada sensación de diferencia, de que habíamos evitado un enorme estrés y peligro...

Pero entonces sucedió lo inesperado. Urelth se retuerce, se sacude... nada podemos hacer. Muere. Sin más!! Pleonh no tarda en reconocer los signos del envenenamiento. -No! no puede ser! esto no debía suceder así!... - cuando me giro hacia él, su cara muestra el dolor y palidez que mostró Urelth minutos antes. -Pleonh!! - es lo último que alcanzo a decir antes de verlo caer muerto.

¿!Como era posible!? Y mi sueño?! Había hecho algo mal?! estaba devastado. Si no fuese porque no quise desayunar esa asquerosa comida de humanos (bastante tuve tragándome la asquerosa cena) ahora mismo yo estaría como ellos. Pero antes siquiera de poder decidir que hacer a continuación, el sonido de cascos me retumba en la mente. *Están aquí! - no sabía quien, no sabía por qué, sólo sabía que me seguían... y que planeaban matarme. 

El destino los quería muertos, pero... ¿me quería muerto a mí también? ¿Como al final de mi sueño?... Con rabia contenida abandono mi caballo y mis hombres caídos, temiendo que mi destino estuviera tan marcado como el de ellos. Al entrar por fuerza en el bosque... recordé cada árbol y cada hoja. Yo ya estuve aquí... el silencio y la angustia eran imposibles de olvidar entre aquellos árboles petrificados. 

Tras horas caminando... una desagradable sensación me recorre las entrañas... el camino del norte... no va a parar a ningún sitio bueno... una esfera oscura y una calavera se forman en mi mente. *PARA NADA UN BUEN AUGURIO... - me fui en dirección contraria... andando por caminos conocidos, o familiares... hasta que me encontré con el único rincón que no fui capaz de reconocer. 

Era distinto, era desconocido... era...

Notas de juego

No me lo puedo creer. xD primero leo contento que no nos han atacado por la noche, y luego veo que mueren LOS DOS. IGUALMENTE!!! definitivamente están destinados a morir.


mmmmmmmmmm (sacando el mapa). 

Pues me falta la 129,  y algo me dice tras la lucha contra el demonio que puedo "tener un elixir de la vida", asi que voy a ver si lo encuentro por aquí...ya que la tumba la tengo toda explorada . Definitivamente no me acerco ni loco a la fantasma de la esfera oscura xD.

Voy a la 257  --> de ahí a la 52 --> de ahí a la 129

(cruzando los dedos esperando que no sea una muerte absoluta)  >0<

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19/09/2022, 00:27
Narrador

La senda avanza muchos metros describiendo un irregular trayecto, de modo que tan pronto tienes la sensación de ir en dirección sudeste como que, tras varios giros, crees seguir en dirección norte. La poca visibilidad dentro del bosque no ayuda a orientarte, pero sigues adelante y pronto te encuentras ante un cruce.

Notas de juego

Sí, están destinados a morir.

mmmmmmmmmm (sacando el mapa).

Haces muy bien.


Sección 257

Si giras hacia el sur, pasa a la sección 52.
Si vas al este, pasa a la sección 91.
Si continúas en dirección norte, pasa a la sección 285.

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19/09/2022, 00:32
Narrador

El sendero sigue un centenar de metros, hasta que desciende abruptamente hacia un valle. Pasas por encima de varios árboles caídos y de pronto tienes una extraña sensación, como si algo se moviera a tu alrededor. Miras a un lado y otro del camino, alerta y con la mano cerca de la empuñadura de la espada. Es entonces cuando te das cuenta de que los árboles que cruzaban el camino y sobre los que acabas de pasar han desaparecido. Miras el sendero que has dejado atrás sin reconocer ninguna de sus características. Recuerdas haber descendido por una fuerte pendiente, pero ahora tiene el aspecto de una senda llana y zigzagueante. Sin comprender lo que está sucediendo, avanzas varios pasos hasta encontrarte con otra bifurcación. Perdida la orientación, no sabes que dirección lleva cada uno, sólo que uno es más ancho y recto mientras que el otro es apenas visible y sigue un trayecto más tortuoso.

Notas de juego

Sección 52

Si tomas el camino amplio, pasa a la sección 258.
Si coges el camino estrecho, pasa a la sección 129.
Si das la vuelta y regresas por el camino que has venido, pasa a la sección 285.