Partida Rol por web

El hombre se quedó cruzado de brazos, se había sorprendido por la centella dorada que había pasado por el radillo de su ojo, y ahora estaba delante de él, justo sobre la cara de la joven de la cual reía, pero la joven,de la cual se ría con tantas ganas, no era nada más ni nada menos que la princesa de Imlambris, y es más, la jovencita, era la preciosa princesa Alba, aunque la imaginaba más grande, bastante más grande. Levantó una ceja, porque a ese desfile se sumaba uno de los guardianes de la realeza, lo mira de reojo,y se alegra que no lo reconociera... se alegraba mucho, porque su madre rara vez dejaba de hablar de su hijito...

- junta de realiza... - rueda los ojos, y camina hacia la joven hada, poniendo su mano para que el hada se posara en su mano- soy Mark Brave, perro guardián...no me secundan título alguno, por lo menos ninguno que me dé estampa - lanza una sonrisa corva, no parece muy contento con toda esa reunión, de todas formas se muestra muy cordial con la princesa Alba,pero era evidente que conocía a los presentes,por lo menos referencias de ellos.

- será mejor que nos movamos... ya hemos pasado mucho tiempo acá... vamos, síganme, - suena a una orden, porque siendo él de la resistencia, y todos los presentes también, de una u otra forma, debía ayudarlos, y ya sentía al Koschei tan cerca... era una maldita pesadilla que siempre lo estaba acosando.

Se para en la mano del joven  y le sonrie, su pequeña cara muestra lo sonrojado de sus mejillas y sus alas, pero nota un gesto que hace,  muy suave, sólo una mueca de sus labios, y suspira la princesita, parada en la mano del hombre y girándose hacia la joven princesa.

- debería tener más cuidad....- replica cruzándose de brazos,  molesta,  y se eleva para quedar a la altura de la cara de la chica - pero bueno, la disculpo, no hay problema - le guiñó un ojo,y como está tan cerca de Ave, puede verlo, y se gira hacia Mark - ¿eh... estamos en peligro? - preguntó volando hacia donde estaba Sir Optimus,y sentándose en su lomo y apoyándose en su oreja, como si le contara un secreto. 

-quizás si le pregunta al señor Brave, sobre Derek Feroz,pueda decirnos donde está o... o... nos puede llevar...- te susurra la inquieta hada, canturreando en su perruna oreja.

- ¡Oye, tú también debes de ser un poco más discreta, imagina si me hubieras llamado “Princesa Anna” frente a un guardia de la Roja!

Tan solo de imaginar la carrera o pelea que se habría armado…

Hablo con ella como entre iguales, aunque volteo a Mark y no dejo de notar que él también hizo lo mismo. Aunque lo llamo “junta de realiza” sigue codeándose con princesas.

Esperen… ¿acaso no dijo “Brave”?

-  Te tengo…  - murmuro para mí misma, aunque con una sonrisa de triunfo. Ahora estamos parejos, ya sé quién es.

Comienzo a seguirle el paso, aunque admirada de lo extraño que resultaría este grupo para alguien que mire desde afuera.

Te mira, hay orgullo en sus ojos, está orgulloso en lo que te has convertido, un hombre valeroso, de buen corazón, le recuerdas a tu madre, pero es algo que no confiesa, sólo  te admira, eres un joven  que ha mantenido su humanidad a pesar de poder escoger otro camino, ser como tu padre, pero no fue así. Pone su mano ancha sobre tu hombro y lo masajea un poco, y cierra los ojos- pues....- queda meditando - no lo sé aún, tu hermana se llama Anna, pero responde al nombre de Ava, está escapando, pero lo último que se sabe es que está cerca de acá, ha escapado desde Imlambris y ha cruzado las montañas Melkor...- se pone de pie, para buscar tus ropas, botas y capa - lo que me preocupa es que con tu tonta acción, has traído a estas tierras al Koschei, te ha seguido, creo que eres una de sus victimas y nada y nada lo detendrá...- entrecierra los ojos.

- no te preocupes, no puede llegar acá, el Koschei es maga oscura, y este lugar ha sido bendecido por la magia de la Bruja y  me protege... pero tú mi chiquillo, no puedes quédate acá encerrado, mientras todo pasa- acaricia su mentón, - creo que debo darte esto - se pone de pie,  y va hacia un bául, el cual sabes que no podías acercarte desde chico, y lo abrió, sacando de él una caja, y  coge algo de esta, un talismán atado con un cordón de cuero.

Te entrega el talismán, es de plata, pero no te hace nada,  es muy extraño y cuando toca tu mano, la perla del centro emite un brillo, -no tengas miedo, lo creó una buena amiga mía, y te protegerá, ahora... vamos, debemos buscar a Mark que no ha llegado, anda vigilando su aparece el koschei, pero se hará de noche y puede estar en peligro... vístete, el ejercicio ayudará con tus costilla...

Ya van bajando las escaleras y saca su abrigo del perchero par poder salir, y te lanza tu abrigo a la cara, estaba muy tostado por lo que había visto, más bien, estaba particularmente molesto con lo que había visto. La campanilla de la puerta sonó cuando salieron y él se acomodó como pudo su bufanda, chasqueando lengua, aun no te responde, parece estar mascando bilis, hasta cuando lanza un bufido.

- ella puede encontrar chicos, pero no a  él-  se da cuenta de lo que dice y su tono molesto muestra algo de duda - digo, a un sujeto así... eso...- casrraspeo un poco, y siguieron caminando, bajando por la avenida principal hacia la plaza central, ahí parece más calmado, y mete hasta el fondo sus manos en los bolsillos - ese chiquillo será un problema, ya veras... un problema...- rueda los ojos y repite una y otra vez.

Van llegando a la plaza y ahí ven una carreta muy pobre con muchas cosas encima y sobre ella a tres personas, la yegua que tira la carreta luce cansada y vieja, había tenido mejores días. Ves como una joven se levanta y su cabellera blanca era deslumbrante, era como hecha de nieve... la brisa sopló agitando esas blancas hebras,  y ella se giró hacia ti, si pensante que era una anciana, ahora se disipó completamente, era muy joven,y sus labios rojos era lo que más resaltaba sobre ese lechos rostro.

- parece que ahí están... apura el paso, que hace frío y deben estar cansado - te jala del abrigo caminando más rápido hacia la carreta.

-puede ser..espero que no mi niña, - dice algo alarmada tu abuela por la mera idea de que los hayan abandonado ahí, no podían volver, su yegua no lo resistiría, y no tenían dinero  para buscar alojamiento, era una situación compleja. Además tu abuelo solo resopla ahogando un gran " te lo dije". 

En eso corre algo de viento, y tu cabello se mueve, y te pones de pie para poder cubrir a tu abuelita que se quejó del frío y ves venir hacia ti a un joven algo pálido,muy alto, con abrigo y un gorro con googles, que camina hacia ti. Lo acompaña aun hombrecito que le llega a la cintura, e incluso más abajo,  y va vestido de verde, completamente de verde como una manzana.

-pues...ummm sí, son raras.. digo,misteriosas, mejor que nadie sepa que está acá, pero no se me hace  un mal chico - se queda mirado al chico, y luego a ti - iré a hacer algo de comer para darle,mantenlo abrigado, y...ummm quizás podrías bañarlo...-levanta las cejas,es obvio lo que te está sugiriendo, y sale de la habitación, dejándolos solos.

Quedan solos, el joven se queda tendido en la cama, y luego se gira,  para quedarte mirando, está de nuevo esa sonrisa en sus labios, y puedes ver que tiene todos sus dientes, - ya estoy mejor... no se preocupe mi bella dama... - se intenta sentar en la cama, y se mira como luce, notas que sus mejilla se sonrojan, bajo la barba que lo cubre - oh... no estoy presentable para estar ante ud...- te vuelve a mirar, es un hombre fuerte, a pesar de estar delgado, su espalda es ancha y sus manos fuertes - ¿puede ayudarme con esto?... tuve que cruzar el bosque... y...- lleva su mano a su cabeza, - perdón.. no me he presentado... soy Edwards...Edwards Snow...- toma tu mano de nuevo - me gustaría saber vuestro nombre...

El  hombre se ha quedado unos pasos más atrás, escuchándote, mientras que la chica ha seguido unos pasos, distrayéndose con una vitrina con ropa, - pues... no sé... quizás una barba  sería mejor,hay un teatro cerca, podrían ayudarlo ahí - te guiña un ojo, no sabes como interpretar eso ¿te reconoció? ¿es posible?... Freud sigue se camino y jala a Sharon del brazo para seguir su camino y perderse entre las personas.

Quedas solo en medio de la calle que comenzaba a llenarse de personas, ya no puedes ver a tu hermano, y debes mirar a tu alrededor, no tardas mucho en dar con un pintorezco lugar,  es un edificio de tres  pisos, con muchas ventanas oscuras y sus paredes son de color verdos y azul, con los pilares rojos y adornos amarillos. Hay dos personas ahí ensayando, una chica y un chico, ellos, eran malabaristas, y se lanzaban clavas de un lado a otro, riendo, y entreteniendo mientras otro compañero toca el acordeón.

Anthony escucha  un gran "te lo dije", mientras comprendes que es mejor es largarse, maldita sea, ¿en que momento apreció el pirata?, te hubiera creído, o eso sumes rápidamente, pero de momento es necesario correr, largarse de las garras de ese asesino, pero no te das cuenta que justo detrás de ti hay un saco de papas que recién alguien dejó,y tropezó estrepitosamente,  rodando por el suelo, y dándose unas vueltas de carnero hasta quedar sentado en el suelo, con la capa sobre la cara y algo mareado. Sólo escucha  dos disparos...

El buen capitán ha decidido disparar, sacando rápidamente su arma  sobre los soldados, más bien sobre el alguacil,  y ambos proyectiles le dan en el pecho, echándolo hacia atrás, ante el asombro de todos, las personas que circulaban contuvieron el aliento, algunos para celebrar, pero para el mal de todos,  Rocheford en vez de caer, se quedó de pie, pasando sus dedos enguantados sobre los agujeros, no hay sangre... no hay nada...

- ¡¡¡¡¡atrápenlos!!!  -grita con furia y los hombres que lo acompañan salen en dirección de ustedes dos.!

Antes de ponerse a andar, a donde le indico su hermano, pasa por encima de su cara alguna tela para ocultar la mascara, fingiendo frio.Al caminar un buen rato, divisa el pintoresco edificio de tres plantas, a sus pies, una pareja de malabaristas al parecer y un musico.

Eizhan se dirige al grupo de artistas, para preguntar por la entrada al teatro y de si podian venderle una barba postiza.

Sus pasos son seguros, tomando la precaución de evitar cruzarse con gente con aspecto autoritorio, guardias, etc..  y no empezar ninguna pelea que pondría en peligro su mision.

Disculpen... - se dirige hacia el musico, alternando su vista con un de los malabaristas -.. estoy buscando la entrada al teatro, a dejar mas claro, la entrada de artistas, musicos , etc..Quiero hacer una broma  a mi mujer,  sorprenderla, al ir con una barba postiza, como esta la cosa, necesito hacer sonreir a mi mujer de las penurias que nos rodean.¿ creen que podrán venderme alguna barba postiza en el teatro y enseñarme a ponermela bien?

Miro inexpresivo a la Princesa Anna. Me sorprendo por su manera de dirigirse a la Princesa Alba, pero no puedo cuestionarlo. Aparentemente la vida de fugitiva la ha llevado a adoptar conductas de éstos. Lo mismo que este Mark Brave.

_Si hubiera un guardia de la Reina Roja aquí, Princesa Anna, no viviría para contárselo a nadie.

Sir Optimus estaba convencido de sus palabras, lo mejor para cualquier enemigo era mantenerse lo más alejado de ellos que pudiera. Aún así comienza a seguir a Mark y a la princesa, al menos de ella no quiere alejarse.

_¿Hacia dónde nos lleva, Mark Brave? Tenemos cosas que hacer por aquí, no podemos alejarnos mucho. ¿Alguno de ustedes sabe dónde se encuentra Derek Feroz?

- eso eso!...- exclama con fuerza Alba -si fuéramos estribos de aquel demonio, no nos hubiéramos  presentado, además, sabía que estábamos a salvo... - dio una vuelta y se sentó en el  hombro de Mark que seguía avanzando,  pero miró de reojo al hada.

- por favor silencio...- espeta  el hombre, y se voltea hacia ellos, fijándose en especial en el perro - ¿que podría querer un perro guardián con Feroz? - levantó las cejas, mientras los seguía conduciendo por el bosque - y los llevo a un lugar seguro, si es que quieren acompañarme, sino, se quedan acá, me da igual... compartimos un enemigo en común y por sólo eso los ayudo... pero no andaré suplicando que me sigan - no medió mayores palabras sobre hacia donde los dirigía.

_Pues yo te diría que me respondas de qué nos escondemos y si estamos yendo hacia el lugar donde Derek Feroz se encuentra. Estoy seguro de que mis ladridos se escucharán muy bien por todo el bosque, y tú lo que quieres es silencio... Princesa Alba, venga aquí, tengo que preguntarle algo.

En cuanto la princesa volvió a su hombro le hizo una consulta en voz baja, para luego preguntarle a la otra princesa:

_¿Y usted sabe dónde se encuentra Derek Feroz o a dónde estamos yendo?

_¿Puede ver en la brújula si estamos yendo en dirección a Derek Feroz? -le preguntó en voz baja al hada, no le interesaba compartir el secreto de la brújula con ese desconocido-.

- Perdón princesa Alba, en verdad no era mi intención. - maldita paranoia, ahora sí creo que me extralimité - disculpeme, en estos días no se sabe en quien confiar.

Sonrío por el comentario de Sir Optimus. Los guardianes son una tradición en Landover, aunque Nikolay fue el mejor que Alexey y yo pudimos tener. Pienso en mi propio padre. Cuando salió del castillo, a la misma edad que ahora tiene mi hermano, en palabras de Nikolay “no habría espantado a una liebre”. Le costó un caballo, pero a cambio ganó un maestro que le enseñó tan bien que pudo atrapar al mismo Zhar-Ptitsa. Después de todo, hasta los más pequeños pueden lograr las mayores hazañas.

Y más que un maestro, Nikolay es un amigo que aun hoy cuida de nosotros. Porque aunque yo no esté con él mi hermano si, y solo eso me da fuerza. Una preocupación menos. Una motivación más para vivir. Cuidando de Alexey cuida de mí.

Les sigo el paso, alerta, como debí de estarlo antes de que me saltara Mark, hasta que me paró en seco al escuchar “Feroz”. Les miro incrédula, creyendo por un momento que escuché mal, hasta que repiten la palabra.

¿A quien acaban de nombrar?

- ¿Cómo puedes permitir que ande así en pleno salón del trono?

Era el cuarto grito de lo que iba de la discusión entre mamá y papá. Y yo estaba escuchando todo. Inteligente de mi, entré sin permiso a robar uno de los collares favoritos de mamá para escondérselo, y cuando vi que entraban lo mejor que se me ocurrió fue esconderme debajo de la cama. Pensé que sería divertido. ¡Solo quería jugarle una broma!

Pero no, ahora estaba atrapada, escuchando como mamá se quejaba de Nikolay andando en forma lupina y papá calmándola o defendiéndolo. Si, ella acababa de tener otro pleito con Nikolay. Mi abuelo me contó que antes era peor, solo que nadie sabía porqué de pronto se ponían así de tensos. Me enojaba mucho con mamá, él no merecía esa clase de trato.

- ¡Pero si no le hace daño a nadie!

- ¿Acaso no sabes lo que es para mí ver a un lobo? ¿Acaso no recuerdas? ¿Acaso…?

Su voz comenzó a romperse hasta que para mi sorpresa ella comenzó a llorar. El colchón se sumió de un lado, gracias a dios la cama era tan grande que podía arrastrarme a un lado y todavía seguir oculta. Se volvió a sumir la cama y ahora escuchaba claramente como papá se disculpaba y prometía hablar con Nikolay.

¿Perdón?

Me dio coraje. Mucho coraje. Estuve a punto de salir y reclamarles a los dos, aun exponiéndome a un castigo, cuando lo dijo.

Yo creía que era porque Nikolay era mitad lobo, después de todo había prejuicios en Imlambris, y muchos ya nos fijábamos que cuando mamá lo veía en su forma de lobo mínimo comenzaba a temblar. Nos desconcertaba, especialmente cuando papá en luagr de reñirla como habría hecho con cualquier otro, la apartaba y comenzaba a consolarla. Nunca lo entendí... hasta ese día. No era algo contra Nikolay, era algo peor que eso. 

Mamá tenía fobia a los lobos, y ese día supe porqué.

Sigo escuchando como hablan y hablan de él, al parecer es otro rebelde. Por esa parte no puede ser malo. No, no puede ser, no puede ser ese “Feroz” el Feroz del que hablan. Si de casualidad me encontrara al degenerado, al lobo que desgració a mi madre... No, no puede ser ese lobo, lo más probable es que ni siquiera sea un lobo, podría ser incluso un apodo.

Pero si lo fuera…

Aprieto el puño: si encontrara al que se atrevió a hacerle eso... ¡lo mato con mis propias manos!