Partida Rol por web

Gunther corrió por el callejón y dobló para encontrarse con que adelante lo esperaba la calle con toda la gente, gente que seguramente lo señalaría tan pronto cómo lo viera acercrse. A un costado había una valla, y el salto qe debía dar para sortearla le pareció un desafío más fácil que perderse entre la multitud... y entonces saltó.

La patrulla dobló la esquina percatándose al instante de que ninguno de los dos perseguidos continuaban con la carrera calle abajo. Era eso o que simplemente habían sido demasiado rápidos en desaparecer. 

Gunther cayó del otro lado de la valla y oculto entre unos setos, pudo ver a los cuatro soldados de Bögenhafen detenerse y comenzar a mirar de un lado para otro. Finalmente parecieron dar con algo.

- ¡Allí! - Gritó uno de los guardias. - ¡Es ese!

Inmediatamente Alder, que trataba de ocultarse bajo su capucha, empezó de nuevo a correr. 

Gunther, por primera vez en su vida, pensó dos veces antes de actuar... Estaba a punto de salir a golpear a los guardias cuando se dio cuenta de que Alder seguramente podría correr más que los guardias y podría darles el esquinazo más fácilmente que él.

Por su parte, entendía que estaba en una situación complicada, resaltaba mucho por su tamaño y no podía correr tanto por su nueva armadura. Habiendo entendido eso, y oculto tras los arbustos, el grandullón procedió a sacarse la coraza y a cambiarla por la cota de mallas.

Adso siguió a Joseph y a Chester, había visto salir de peores situaciones a Alder, y sabía que Gunther estaba en buenas manos. El pobre monje lo único que podría hacer sería incordiar, así que no se entrometio y siguió a Joseph hasta el almacén.