Partida Rol por web

Todos tomais la puerta norte junto con los dos extraños ¿aliados? no sabriais decir, uno parece pasar un poco de todo mientras que el otro parece demasiado debil como para defenderse siquiera ( de hecho podeis apreciar  que no para de jadear). Vuestros pasos atraviesan las puertas y llegais a un pasillo largo que se va cruzando con otros pasillos, por todas partes hay puertas todas ellas numeradas  con un número de latón.

---Esperemos que nuestras pertenencias esten realmente aqui, sí los soldados quisieran podrian haberlas tirado por la barandilla o esconderlas en cualquier otro sitio...- murmura Vadik mientras saca un par de billetes y los mira- Tardaremos un par de minutos en encontrar nuestras habitaciones y armarnos, sugiero encontrarnos al otro lado del pasillo ¿os parece bien?

Kelgar asintió, rezando internamente para que aquellos saboteadores no hubieran decidido tirar el equipaje por la borda. Era perder mucho tiempo, pero quién sabe si lo habrían hecho.
No sabemos si hay guardias en los pasillos. Creo que deberíamos ir en grupos de dos por mayor seguridad. Más que nada por las señoritas... miró de reojo a Lissandra y Angela. Ragn no entraba en esa categoría después de lo demostrado en el salón.

Es verdad, en el boleto había un número que supongo que es mi camarote, que es a donde estamos yendo todos ahora. Miro confundida a cada quien a entrar en el suyo. No tengo nada que haya dejado aquí, ni siquiera me hicieron guardar la espada, ahora que me doy cuenta, que a los muchachos sí se las quitaron, pero ¿por qué?
Bueno, ahora no tiene importancia.

Sólo abrí la puerta para ver cómo era por dentro, y ahora que encuentro esa cama mullidita me entristece pensar en la hermosa siesta que me estoy perdiendo. ¿Cuánto hace que no duermo en una cama así? Lo peor será pensar en cuánto tiempo pasará hasta que encuentre otra igual.
Con un suspiro largo cierro la puerta y vuelvo con los demás. No entiendo qué planean hacer, ¿buscar al causante de todo esto y darle una paliza? ¿alguno de nosotros sabe controlar la nave para que no caiga? Estoy segura de que es mucho más complicado que un barco. Se me había ido un poco el mareo, pero vuelve en cuanto recuerdo el problema serio que estamos teniendo.

- No creo que hayan tenido el humor suficiente como para ir camarote por camarote, recogiendo arcones y baules para luego acarrearlos hasta la borda. O para amontonarlos en otro lugar. - Aunque no pensó que la posibilidad planteada por Vadik fuese totalmente improbable, Emelie prefirió pensar que los rufianes que habían secuestrado el dirigible habían empleado el tiempo en asegurar los distintos compartimentos y neutralizar a la tripulación en vez de revolver el equipaje del pasaje. Tampoco es que le preocupase en demasía la suerte que hubieran corrido joyas y ropas; no así otros artículos de su equipaje.

- Quizás antes de pensar en repartirnos, debieramos poner el común los números de camarote. - Hurgó rápidamente en su bolsa colgada a la muñeca para buscar su billete. - De ese modo, podríamos plantear una ruta más óptima para recuperar lo que sea que busquemos sin exponernos ni separarnos. Parece que mi camarote es el 33... - Enunció el número de manera pensativa mientras paseaba la mirada por las placas de latón, primero para averiguar los números grabados en ellas y, luego, para adivinar el orden y distribución de las estancias.

Mientras mi poder se activaba había empezado a caminar tras mis compañeros hasta que de pronto mi respiración paro durante un momento. No, no podía ser. Tarde unos momentos en darme cuenta de que había dejado de respirar.  Que no hubiera nadie solo podía significar que ya habían pasado por allí. Por un momento no pude más que alegrarme por la muerte que el tipo emplumado había provocado al guardia que quería rendirse.

Muchas cosas estaban pasando por mi cabeza cuando les escuche hablar sobre las habitaciones. - No, esos malditos han estado ocupados, no creo que hayan hecho nada con los equipajes.- Comente mientras miraba en el billete el numero de la habitación  y buscaba el orden con la mirada.- Esto no es tan grande, si alguien se topa con un guardia no tardaríamos en reunirnos.- Respondí a Kelgar. Sin dudar mucho empecé a caminar buscando mi camarote.  Necesitaba mi maleta, o mejor dicho lo que había dentro de ella.

Al salir del salón, vi que al final dos personas más se habían unido a nosotros, lady Lissandra y lady Angélica, y aunque en el caso de la primera lo podía entender, pues seguramente venía con nosotros por si encontrábamos más heridos, o si nos herían en combate, no era así en el caso de lady Angélica.

Lady Angélica, será mejor que vuelva al salón con los demás- le dije a esta, que hablaba de organizarnos para ir por los camarotes como si el hecho de que una dama como ella nos acompañase en aquella situación fuese completamente natural, y dejando casi por completo de emplear el tono comedido y formal que había usado al principio en la mesa. Al fin y al cabo, no era el momento de andarse con remilgos ni de preocuparse por los modales -No podremos preocuparnos por protegerla mientras luchamos contra los guardias- dije, esperando que entrase en razón… eso o que se asustase. Ambas cosas serían igual de útiles.

Y lady Lissandra, si quiere acompañarnos para ocuparse de los heridos, vale… pero si no sabe usar eso, mejor que vayamos el resto delante. Incluso un solo guardia podría herirla de gravedad o matarla antes de que llegásemos hasta usted- añadí, mirando a esta y a su florete antes de avanzar en dirección a donde pensaba debía estar mi camarote mientras esperaba que ambas me hiciesen caso.

- Buen Darrick, - "Angelica" mostró su sonrisa más cordial y encantadora al tiempo que se giraba hacia el ilmorense. - aunque tomo nota de vuestra preocupación, es obvio que a esta combinación de acero y músculo le hace falta alguien que aporte una pizca de intelecto para que funcione con eficacia. Y en cuanto a mi incapacidad para defenderme, - Levantó al frente la ballesta que llevaba (boca abajo) para que el explorador pudiera verla. - es algo en lo que estoy trabajando para corregirlo. - Tras eso, volvió a apartar el arma sin perder un ápice de aire de suficiencia ni la sonrisa del rostro.

Kelgar se encogió de hombros; parecía que los pasillos de los camarotes no eran tan grandes como había pensado y podrían ir en grupo a las de cada cual.
Ahora que lo pensaba... ¿Porqué no habían desarmado a Ragn? ¿Habría aprendido a usar sus armas de mujer? La miró de reojo sopesando si habría hecho eso...
Luego Darrick sugirió a Angelica que se volviera al salón, y ciertamente razón no le faltaba, pero Kelgar también consideraba justo que la chica pudiera recoger sus cosas. Y en cierto modo tenía curiosidad por ver qué era aquello tan importante que hacía a una señorita como ella arriesgarse así.

Vayamos de una vez.
Angie, detrás nuestro... esos virotes salen con mucha potencia, mantén la ballesta firme y los pies clavados al suelo. Vamos. le dijo, llamándola con cierta familiaridad.

Si aquella discusión se alargaba, sólo conseguiría tardar más en recuperar su espada, así que le daba igual si venía la señorita o no mientras movieran de una vez.

Tras una breve discusión  decidiis todos que  es mejor ir juntos en la medida de lo posible dividiéndose en pequeños grupos, los números de los billetes pronto os  os sirven e guía y tras unos minutos  para aseguraros de que está todo en su respectivo lugar y no os han quitado nada, afortunadamente no es el caso.

Así que ya armados hasta los dientes con vuestras preciadas armas os dirigís hacia el punto de encuentro al final veis una puerta abierta y al otro lado veis al chico que parece hablar en su idioma natal con alguien que le responde en el mismo idioma, se trata de Vadik, al parecer la respuesta no le gusta al chico que niega la cabeza es entonces cuando repara en vuestra presencia y veis como se retira.

Al entrar en la sala veis que estáis en una especie de salón de bailes de aspecto  curioso pues la sal tiene forma de triangulo, cerca de vosotros veis varias mesas redondas donde la gente puede sentarse,  en el extremo oeste podéis ver una puerta  con ojo de buey que revela una barandilla que conecta el cuerpo central  con este y al norte de la misma sala  hay una plataforma que presumiblemente podía estar destinada a la orquesta e incluso para bailes pero ahora la plataforma ofrecía una paronímica del mar interior con la que os acercabais con inquietante velocidad, ya podías empezar a distinguir las crestas de las olas….

Pese a ello podéis ver a Vadik sentado en una de las mesas  mientras observaba el panorama esta vez reflejaba un aire ciertamente reflexivo como sí estuviera meditando alguna clase de decisión.

En otras circunstancias, sentir el peso de la pequeña ballesta colgada de su cinturón le hubiera supuesto cierto alivio a Emelie. Pero no cuando estaba en un dirigible, gobernado por elementos hostiles y en ruta a sobrevolar el mar. Aun así, decidió seguir con el grupo más por curiosidad que por desear realmente un conflicto abierto.

Por eso, sintió cierta decepción cuando el grupo alcanzó a Vadik en una sala de inusual configuración. Había hablado ya en varias ocasiones con su socio o compañero en un idioma desconocido y eso no le gustaba. Era un intercambio de información que no podía seguir y la sangre fría y tranquilidad de Vadik sugerían que esperaba lo que ocurría a bordo, tenía conocimiento de ello o que su autocontrol era aun más impresionante que el que la asesina había entrenado y desarrollado.

- Bonita sala de bailes. - Se permitió una sombra de mordacidad en su voz al referirse al salón triangular. Paseó la mirada por la estancia para hacerse una idea de su disposición, pero fue la plataforma al frente la que capturó su atención con fuerza; las aguas del Mar Interior ocupaban casi todo el horizonte y se acercaban por alarmante celeridad. - Pero no veo a ninguno de los amotinados, ni forma de recuperar el control del dirigible ni, mucho menos, una forma de escapar. De hecho, ir en dirección contraria - Señaló hacia la popa de la góndola en la que estaban. - parece mejor idea si pretendemos sobrevivir al impacto. Así que, ¿qué hacemos aquí? - Miró con frío interés al chico del traje emplumado. La situación apremiaba, así que llegaba el momento de que Vadik empezase a explicarse. O...

Kelgar se alegró en sobremanera de poder recuperar a Jotung.
Se afianzó el enorme espadón a la espalda, y cogió el resto del equipo como la mochila.
Una vez equipado salió para observar que ya todos habían ido recuperando sus cosas, y ante un nuevo enfrentamiento estarían más preparados.

Llegaron pues a una sala de bailes a juzgar por su aspecto, aunque lo que más llamaba la atención en esos momentos era la peligrosa cercanía de las aguas del Mar Interior.
La reflexión en voz alta de Angie tenía su lógica; si chocaban contra las aguas, esa sería la parte más damnificada.
Así que lo lógico sería ir justo al otro extremo. Pero aquello no dejaba de ser extraño; ¿secuestrar una nave para suicidarse contra el mar?
Tienes razón pero... ¿los secuestradores han montado todo esto para suicidarse en masa? Es extraño... supongo que ninguno tiene idea de dónde está la cabina del piloto, ¿verdad? miró a sus compañeros, y se fijó en Vadik sentado con toda la calma del mundo.
Le sacaba de los nervios.
¿Porqué estás tan tranquilo? Si sabes algo de utilidad, es el momento de decirlo. le dijo, sabia que el idiota ese difícilmente colaboraría y se preguntaba qué utilidad tenía llevarlo con ellos.

Creo que tenemos dos opciones; tratar de hallar la cabina del piloto, ver qué pasa y parar el choque. O ir al extremo opuesto y prepararnos para saltar... pero en medio del mar, aunque sobrevivamos al choque, no creo que haya muchas expectativas de sobrevivir.
Por lo que yo apuesto por la primera. dijo, esperando que sus compañeros dieran rápido su opinión para ponerse cuanto antes en movimiento.

---¿Me preguntais a mi?- dice el chico divertido mientras se levantaba y toma el saco que lleva mientras añade más para si que para vosotros- como se nota que sois la mayoria guerreros...mucho músculo y poco cerebro...en fin...

---Dejemos claro el asunto,niño- dice mirando fijamente a Kelgar- Estoy intranquilo pero dejarme llevar por el pánico no sirve de nada  y solo empeoraria la situación así que prefiero centrarme en encontrar una solución que en lamentarme por el problema pero sí quieres que me deje llevar por el miedo puedo hacerlo perfectamente ¿vale?

Tras eso  desvia la mirada  para recorrer al grupo que va llegando, mientras tanto vuelve a encender la pipa y comienza a fumar con cierta ansia.

--Así que intentar pensar con un atisbo de lógica sí es que teneis tal cosa- dice haciendo una mueca algo despectiva- Por un momento expongamos los puntos ¿vale?, sabemos que esta cosa tiene tres cuerpos en los cuales  se nos ha hecho subir en dos de los cuerpos extremos sí asumimos que el otro cuerpo es exactamente igual a este solo queda una única opción, el cuerpo central y sí teneis duda pensad en lo siguiente ¿pondrias el timón de un barco en una esquinita del barco?- no espera vuestras respuestas antes de añadir- No, lo pones en medio y en una zona que puedas ver perfectamente lo que tienes delante sin ninguna clase de obstaculo ¿no?- les dice como sí fuera un maestro enseñando una lección- Así que seguramente sí hay más motinadores estarán allí para mantener  todo bajo control...aunque no parece que tengan mucho éxito ¿verdad?

Llegue a la sala tras Kelgar, en mi mano derecha ahora portaba el maletín que había ido a buscar con material médico.- Oh no, nada de saltar.- Dije cuando fue mencionado.- Es una muerte segura. Hay que remontar este trasto.- Dije mientras miraba la sala en la que estábamos.- Y no creo que su plan inicial fuera suicidarse, pero si tuvieras ordenes de sabotear este barco y el rapto hubiera fracasado, ¿Cual sería la siguiente opción? Si no puede ser nuestro no será de nadie. No me extrañaría que los tipos que hayan planeado esto tengan ese pensamiento... o esas órdenes.- Mencione teniendo en cuenta que seguramente estarían bajo mandato de un pez mas grande.

-Pero si, independientemente de eso le voy a dar la razón al señor Vadik.- Comente asintiendo pero mirando con recelo aun al emplumado.- En los barcos el timón está en la parte trasera elevado, pero aquí no es posible por los globos de aire que lleva encima. Debería estar en la parte delantera central.- Dije mientras miraba la barandilla que conectaba al cuerpo central.- Pero sigo sin entender algo. El guardia que había atrás estaba dispuesto a rendirse... no creo que los amotinados tengan temperamento como para saber que avanzan hacia una muerte directa...

Como si los últimos pensamientos siguieran sin tener explicación y encontrara mas plausible que los propios guardias amotinados quisieran mantener su vida por encima de cualquier orden seguí mirando el cuerpo central.- Aunque no disponemos de tiempo como para buscar respuestas elaboradas a todo ¿no?.- Pronuncie metiendo prisa al grupo para que avanzara. Era evidente que quería saber que pasaba, pero no iba a ir en primera línea.

De no haber estado en aquella situación le habría explicado a Angélica lo que opinaba sobre su comentario acerca de la necesidad de intelecto… pero por suerte para ella no era el momento para ponerse a discutir, así que, rezando por que su empecinamiento no nos costase la vida a ninguno, di terminada la discurso con un suspiro.

Si, vamos... no perdamos más el tiempo- le dije, tras lo cual nos dirigimos hacia nuestros camarotes. Afortunadamente, los guardias no parecían haberse molestado en saquearlos, lo cual tenia sentido, ya que tendrían todo el tiempo del mundo una vez acabasen con todos los pasajeros.

Pongámonos en marcha- pensé tras salir de mi camarote, ya completamente equipado.

Como han dicho, lo lógico es que los mandos estén en la parte central de la nave...- dije -Así que si hay alguna forma de evitar que nos estrellemos es llegando hasta ellos… y más vale que nos demos prisa en hacerlo- les dije, mirando de manera significativa como el agua se iba acercando cada vez más a través de las ventanas. Evidentemente, la opción de saltar era un suicidio, así que ni me molesté en considerarla -Y diría que el único camino es este- dije, acercándome a la puerta con ojo de buey que daba a la barandilla -Por eso estamos aquí- le respondí a Angélica, con un tono que parecía añadir "obviamente" al final de la frase. Tras ello, miré por el ojo de buey para asegurarme de que no habían guardias en la barandilla -Es muy probable que la mayoría de soldados estén en esa zona- dije, desenvainando mi espada antes de abrir la puerta.

El mareo aún no se me quita, y estoy con esa sensación de sudor frío y mente difusa, con el corazón en la garganta, son demasiados eventos inesperados para los que desearía tener más experiencia. Todo lo que puedo hacer es seguir a los demás.

Entendí lo que quieren hacer, es evidente que buscan una manera de detener la caída, pero no sé la forma en que lo harán. No entiendo, ¿cómo se frena una caída en medio del aire? ni siquiera sé cómo hace todo esto para volar, así que no puedo ayudarlos con eso. Necesito calmarme, porque si hay otro combate estando así sólo voy a ser un estorbo.

"Angelica" se limitó a observar a Vadik y a Darrick con una expresión entre divertida y escéptica. En especial, había encontrado graciosa cierta referencia del emplumado y su propuesta.

- Vuestra lógica es sólida, buen Vadik. - Añadió educadamente. - Pero la lógica es predecible; si esa puerta nos da acceso a la góndola central, - Señaló en dirección a la pared occidental, donde estaba el citado elemento. - los rufianes que se han hecho con el control del dirigible también lo sabrán y tendrán controlados tales puntos. Utilizarlos supone una aproximación y confrontación directa, una táctica más propia de alguien con más músculo que cerebro. - Enunció aquellas palabras con cierta dosis de sarcasmo, en alusión a un comentario del propio Vadik. También le quedó claro que ni se había molestado en examinar el dirigible antes de embarcar; de haberlo hecho, sabría que el sistema de dirección era más complejo que el simple timón de un barco.

- Si alguien quiere considerar otro curso de acción, sugiero que retrocedamos y busquemos un medio practicable de alcanzar la góndola central pero que no sea un acceso obvio que alguien vigilaría. A ser posible cerca de la popa. Hacerse con el control de la sala de maquinas podría darnos mayor ventaja que el puente de mando. - De manera inconsciente, mientras hablaba, Emelie había comenzado a girarse hacia la puerta por la que habían entrado.

Kelgar estuvo tentado a partir en dos al idiota de Vadik.
De hecho, mucho tendrían que cambiar las cosas para que no se siguiera viendo tentado. Aquella manera de vacilarle y llamarle niñato era algo que no permitía a nadie.
Por el momento entrecerró los ojos y se calló; el muy listillo le daba lecciones cuando él mismo se había cargado a uno de los guardias que podría haberles dado información.

En todo caso, parecía que lo más lógico era ir a donde estaba el timón y eso era cruzando aquella puerta con el ojo de buey.
Pero entonces Angie dijo algo que Kelgar no comprendió del todo. Supuso que se refería a que había una habitación donde se controlaba la maquinaria del zepelín, y que desde allí podrían manejar la Dama a su antojo.
Sería pues más fácil y menos arriesgado. Y sobretodo, sería llevarle la contraria al idiota de Vadik.
¿Tenemos la certeza de que existe un lugar así? Si estás segura, vayamos. respondió, creyendo que aquella sería una buena opción.

---Por supuesto Angelica, es una alternativa sumamente válida se puede buscar otro modo de ir al otro lado pero su argumento tiene un minúsculo fallo- dice sonriendo con la pipa mientras hace un gesto elocuente hacia las vistas- Le recuerdo que no tenemos mucho tiempo, en otras circunstancias hasta lo vería perfecto pero dado estas circunstancias prefiero encarar el camino seguro, aunque vigilado, antes de ir a por una corazonada pero yo no pienso impediros hacer nada, así que sí quereis hacer eso yo seguiré por el camino seguro- dice mientras se levantaba y daba por zanjado el asunto ahora estaba en vuestra decisión decidir que camino tomabais finalmente…

Desde luego, tenía que haberla obligado a quedarse en el salón con los demás- pensé al ver como Angélica, en lugar de aportar, no hacía sino retrasarnos. Tal vez tuviese razón y accediendo a la sala de máquinas pudiésemos impedir que la nave se estrellase, y tal vez la parte trasera estaría menos vigilada… o tal vez no la tuviese y se equivocase. Lo que era seguro era que no podíamos perder el poco tiempo que teníamos en averiguarlo, así que decidí poner fin a aquello.

Como ha dicho Vadik... no tenemos tiempo- dije señalando a las ventanas -Así que dejemos de perderlo- añadí, y sin esperar respuesta alguna, abrí la puerta y, espada en mano, empecé a avanzar por la barandilla… esperando que el hecho de actuar forzase al resto a seguirme.

Quizás la idea de Angie era buena, pero no había tiempo para comprobar si lo era. Así que se apoyó su espada en el hombro, lista para usarla en caso de necesidad, y avanzó detrás de Darrick.
Estad atentos... sugirió, puesto que no sabían dónde podrían estar los guardias.