Partida Rol por web

Una vez despejado el camino, el grupo, aunque receloso por los acontecimientos anormales sucedidos en el combate avanzan sin más dilación hacia el cuerpo central sin ningún incidente el cual entráis por una puerta similar por la que salisteis.

Una vez dentro, os encontráis en una intersección de dos pasillos, frente a vosotros hay un pasillo que llega hasta una puerta similar a la que habéis entrado, justo en medio de este pasillo hay dos puertas opuestas entre ellas; por otro lado, el pasillo es mucho más largo y llega al fondo del todo y torcer a la izquierda, habiendo solamente una puerta a mitad del camino.

Por lo demás, el lugar está inusualmente tranquilo y se respira un cierto aire de contención, como sí la misma realidad estuviera conteniendo el aliento por algo que está aún por suceder…

El chico se acerca  a Vadik y le dice algo con aire te temor en su idioma y este asiente  con aire sombrío.

---Yo tambien lo he notado- es lo único que comenta mientras observa con aire preocupado- ¿podrás seguir?

Ahora que  lo comenta, os fijais que desde que ha empezado todo esto veis que el chico tiene un aspecto enfermizo como sí estuviera pasando una grave enfermedad pero este simplemente asiente y sonrie con aire cansado.

Parece que está todo tranquilo, pues, porque ya están avanzando. No me quiero quedar atrás, así que devuelvo la espada a su funda y me la echo a la espalda, para tener las manos libres y así puedo mantener mejor el equilibrio, tal vez.
Voy con la mirada fija al frente, intentando no distraerme con el viento o las sacudidas, y gracias al cielo consigo llegar al otro lado sin desmayarme.

Parece que no soy la única sintiéndose mal, el muchacho ese da la impresión de estar mareado o peor. ¿Se habrán dado cuenta? —No se siente bien —le digo a Kelgar.

Después de la escaramuza en la pasarela, Emelie esperaba algo más de resistencia. Refuerzos que acudían a ayudar a sus compañeros, algo que indicase un peligro inmediato... Pero, en lugar de eso, sólo dieron con una calma tensa, quizás como la que precede a una tormenta. "Angelica" oteó el pasillo desde su posición pero no había mucho que ver; un corredor similar a los que habían recorrido, con algunas puertas a los lados, otra escotilla en el otro extremo del pasillo que les llevaría, con toda probabilidad, a una pasarela para acceder a la otra góndola lateral.

La situación parecía sugerirle guardar más silencio de lo habitual, tal vez fue por eso por lo que habló en un susurro audible a los más cercanos.

- Esas dos puertas podrían ser usadas para atraparnos en un fuego cruzado, pero intuyo que la de la derecha puede llevarnos al puente. Voy a acercarme con cuidado y veré si acierto a captar algo tras ella. - Con aquel aviso, se escurrió entre la gente para poder avanzar sigilosamente por el pasillo e intentar captar algún ruido o sonido tras ella.

Habían avanzado un tramo saliendo de la pasarela por fin y llegando a algún punto que con suerte estaría próximo al puente de mando.
Lo extraño fue que los guardias brillaban por su ausencia, y eso que les habían visto de sobras.
¿Les estarían preparando una trampa?

Entre tanto, Vadik y el joven aquel paliducho conversaron en su extraña lengua. Ragn hizo que se fijara mejor en él; realmente el pobre parecía enfermo.
He visto borrachos con resaca en mejores condiciones... murmuró en su lengua, atento a cualquier cambio en la situación delante suyo.
Angie dijo que se adelantaba a mirar, se encogió de hombros, dejando que avanzara con cautela.

Tras abandonar la pasarela, entramos en el interior de la parte central, la cual estaba tranquila… demasiado incluso, lo cual no hacía sino ponerme nervioso, motivo por el cual no envainé mi espada, pues no me fiaba.

Estoy de acuerdo...- le respondí a Angelica, pues si los guardias nos estaban esperando, lo pasaríamos mal para defendernos, por lo que dejé que se adelantase para que intentase ver si realmente nos estaban esperando.

Nuevamente en el interior respire pude relajar mi respiración. No podía considerarme alguien con miedo a las alturas pero la posibilidad de caer al vacío de un vehículo volador como el que estábamos no era algo relajante. Mis manos seguían sujetas del maletín mientas mis compañeros hablaban. Fue entonces cuando Angelica empezó a avanzar sola. Quizá confiaba en sus habilidades para no hacer ruido, pero tampoco podía considerar que el dejarla avanzar fuer algo normal.

Por otra parte el compañero de Vadik parecía cada vez encontrarse peor y aunque no entendía las palabras que tenían entre ellos finalmente no pude evitarlo.- ¿Se... se encuentra bien? ¿Que le ocurre? Quizá pueda tener algo para ayudarle.- Dije mientras levantaba el maletín. Mi voz era en susurro intentando no alertar a los guardias que pudiera haber por alli.

Ante las palabras de Lissandra el muchacho sonrie de manera tranquilizadora.

---No...estoy bien...gracias...-murmura en el mismo tono, para ser un chico tan joven su voz es grave con un leve ronroneo aunque quizas sea por el acento puesto que Vadik tambien tiene ese matiz en la voz aunque mucho más leve.

Mientras tanto Emelie se ha alejado y se acerca  a ambas puertas donde podeis como  se acerca primero a una y luego a otra, en una de ellas tras dudar un instante  la abre con cuidado y finalmente la abre por completo  y se asoma al interior sin sufrir ataque alguno, seguidamente se acerca a la  puerta opuesta y pone el oido durante unos segundos antes de abrir apenas un dedo la puerta estando solamente unos segundos antes de volver.

La primera puerta no escuchas absolutamente nada, así que la abres con cuidado al principio (para que no se note) y finalmente la abres al completo dandote cuenta de que se trata del camarote del capitán, dado que no es lo que buscas, pasas a la siguiente  donde escuchas voces ahogadas de su interior aunque no logras identificar lo que dicen así que abres la puerta un milimetro, lo suficiente para que puedas escuchar pero sin llegar a ver nada.

Por las voces atemorizadas, deduces que son los soldados que huyeron, al parecer estan hablando con alguien llamado Edmond,  estan contando vuestro encuentro en el puente y de como teneis un monstruo entre vuestras filas capaz de lanzar terribles maldiciones, el tal Edmon pregunta sí han acabado al menos con los nobles pero estos soldados niegan diciendo que habiais intervenido en el trabajo aunque el cuerpo de la derecha (vosotros estais en el de  la izquierda) han sido masacrados sin excepción.

Con la información reunida, Emelie volvió sobre sus pasos hasta reunirse con el grupo. Lo que había escuchado era alarmante pero también confuso. ¿Por qué preocuparse por asesinar sólo a los nobles, cuando había gente de otras extracciones sociales a bordo, y el dirigible iba en curso de colisión hacia el Mar Interior? Tal vez alguien del grupo tuviera alguna idea o suposición, pero lo más probable es que encontrasen la situación tan surrealista como lo hacía ella.

- Esa habitación está vacía. Creo que es el camarote del capitán. - Señaló la primera puerta a la que se había acercado mientras hablaba en susurros. - Podríamos registrarla, tal vez haya documentación sobre el manejo y control del dirigible. En esa otra, - Su dedo se movió hasta apuntar a la segunda. - hay al menos tres personas. ¿Tenéis algún amigo o conocido llamado Edmon a bordo? - Cuando preguntó aquello, de forma capciosa, "Angelica" miró alternativamente a Vadik y a su acompañante de aspecto enfermizo para ver cómo reaccionaban. Empezaba a sospechar que la presencia de aquellos dos sujetos a bordo distaba de ser casual y podía tener algo que ver con lo que estaba sucediendo.

Kelgar esperó el retorno de Angie que trajo noticias sobre lo que parecía el camarote del capitán, así como otra habitación en la que había escuchado a alguien hablar sobre un tal Edmon.
Por alguna razón la noble joven miró a Vadik como si esperara que éste le conociera. Sin comprender la situación, esperó a que el tipo contestara.
¿Has podido ver si iban armados? le preguntó. Si debían enfrentarse a ellos era mejor estar preparados.

Asentí poco convencida ante la respuesta del chico enfermizo aunque también ligeramente por su tono de voz, pues era la primera vez que hablaba… o al menos en nuestro idioma. Me quede durante unos instantes mirándole, aunque me hubiera contestado aquello no podía evitar intentar identificar a que se podían deber sus síntomas.

Finalmente Angelica volvió. Negué con la cabeza en lo referente a la pregunta del conocido llamado Edmon y, viendo hacia donde se precipitaban los hechos, antes de que ninguno procediera a entrar cargando en la sala hable.- ¿Y si les hacemos salir y les atacamos por sorpresa? Supongo que uno de ellos será el piloto, si los capturamos podríamos obligarle a encauzar el rumbo correcto.- La idea de encontrar manuales de Angelica era buena, pero dudaba que aprender a pilotar este trasto pudiera conseguirse leyendo un manual mientras el vehículo estaba en caída libre.

Por suerte, Lissandra pudo pegar un vistazo a ambas habitaciones sin que la descubriesen, lo que o bien significaba que los que estaban en ellas no nos tenían preparada una emboscada, o que directamente no había nadie en ellas.

No…- dije, negando con la cabeza a la pregunta de Angélica sobre si conocía a un tal Edmon -Bien… si son solo tres, podremos encargarnos fácilmente- murmuré, al escucharla hablar sobre lo que había descubierto -Mejor no… corremos el riesgo de que los que han huido vuelvan con refuerzos. Si están armados, lo mejor será entrar y atacarles por sorpresa antes de que puedan reaccionar… si no, es que no son parte del motín y nos podrían ayudar- dije al escuchar la proposición de Lissandra -Además, dudo que el piloto esté ahí… los amotinados querrán mantenerlo al timón con ellos para poder dirigir la nave- añadí.

Edmon no me suena a latín, tiene que ser un nombre. No recuerdo si alguien aquí se llamaba así, ¿tal vez sea a alguien que esté buscando?

Hablan demasiado rápido, y no los entiendo, pero deduzco que están planeando algo. Sin darme cuenta estoy golpeando con la punta del pié el suelo. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya?

—Por favor, rápido —le digo a Darrik. Quisiera preguntar muchas cosas, y no poder hacerlo me hace poner más ansiosa aún. ¿Qué estamos esperando?

Al final doy un pisotón —agh ¡jeg bliver træt af denne unyttige snak!— y avanzo a zancadas hasta la intersección.

- No. He preferido no delatarme para evitar alertar a los ocupantes de la habitación de nuestra presencia. - "Angelica" respondió de forma distraida a la pregunta de Kelgar, sin apartar la mirada de Vadik y de su compañero.

---No tenemos amigos, dejémoslo así -contesta el extranjero mientras negaba con la cabeza con indiferencia, el chico no responde aunque puedes ver como también niega con la cabeza- Sí de verdad están ahí dudo que  quieran abandonar la sala que controla este trasto, aunque no me opondré a un asalto por sorpresa  a su interior, así podremos poner a salvo a los tripulantes antes de que puedan salir heridos sí están en su interior, quizás los mantengan como rehenes…

Aun estábamos trazando el posible plan cuando vi como la norne que nos acompañaba después de decir algo que si bien no entendí interprete como un improperio empezó a avanzar. Mis compañeros seguían hablando y parecía que no se habían dado cuenta. Finalmente en un intento de llamar la atención carraspee mi garganta mientras señalaba a  Raghild que ya había avanzado medio pasillo.- Creo que ella ya ha tomado su decisión...

Ragnhild habia comenzado a caminar hacia la puerta que conducia hasta donde estaban las personas cuando unos gritos furiosos parecen surgir de esta.

---DEJAROS DE ESAS BOBADAS DE CUENTOS DE VIEJAS Y PONEROS FIRMES, SÍ DE VERDAD VIENEN A POR NOSOTROS  DEBEMOS ESTAR PREPARADOS- escuchais gritar  una voz autoritaria-¿ Y DONDE DIABLOS SE HAN METIDO LOS OTROS? ¿ES QUE ES TAN DIFICIL COMPROBAR QUE PASA EN LA PUTA SALA DE MAQUINAS? A ESTE PASO NO REALIZAREMOS LA ENTRAGA COMO HABIAMOS ACORDADO

La discusión sobre cómo enfrentar a los tipos de los que hablaba Angie hizo perder los nervios a Ragn, que se había cansado de tanta cháchara.
Comenzó a avanzar a grandes zancadas con la espada en mano, mientras Lisa decía lo obvio; ya había decidido.
Kelgar negó con la cabeza y comenzó a andar tras ella.
Te tomas demasiado en serio eso de “las damas primero”... le dijo en su idioma en un tono jocoso.

Iba concentrada en lo que tenía en frente tratando de no asustarme, y los gritos que se oyeron del otro lado casi me hacen sobresaltar. ¿Qué está pasando ahí dentro? Suena muy enojado ese, ¿será que saben que hay un grupo de gente que les está desbaratando el motín?
—Me pusieron nerviosa, perdón —le respondo a Kelgar, manteniendo la mirada en la puerta. Sujeto firmemente la espada con ambas manos, apretando fuerte los labios.
—Diles a los demás que voy a contar hasta tres y abrirla de una patada. Hasta cuatro, si quieren, pero no más de cinco.

Un examen a primera vista no te da muchas ideas de lo que pueda tener, a ojo no parece que sufra malnutrición o que pase hambre, es más, para su edad poseé un físico musculoso  y atractivo, lo que significa que come comidas ricas en proteinas  para el desarrollo muscular y en abundancia.

A juzgar por sus reacciones (sobretodo en el combate) parece que el chico sufre mareos  ante los conflictos violentos o las situaciones tensas, quizas solo sea porque tiene miedo a la sangre o a las alturas o a cualquier cosa tensas; muchos niños nobles son "delicados" en ese aspecto, aunque este no haya dicho nunca que lo sea pero con las ropas adecuadas podria pasarlo perfectamente, así que puede ser eso o que tenga algún trauma relacionado...