Partida Rol por web

La sonrisa de Vadik se acentúa y tras asegurarse de que Emelie toma la lámpara del techo comenzáis a internaros en la oscuridad que os envuelve como una mortaja y el silencio se adueña de vosotros y de vuestro alrededor, no hay nada que os sirva de orientación, salvo un único rastro de sangre de algún desafortunado.

Lleváis caminando un rato cuando os percatáis de algo que no concuerda…y es que lleváis caminando un buen rato y ya deberíais haberos topado con la pared del otro lado, pero todavía seguís en medio de la oscuridad, al giraros, podéis ver la puerta a lo lejos de la sala siendo un pequeño receptáculo de luz cosa que es imposible pues la distancia desde donde estáis hasta la puerta deben de ser alrededor de 100 metros y eso es casi la mitad de largo de la Dama…

Estáis preguntando que diablos pasa cuando escucháis el sonido de algo masticando que se escucha en el techo, Emelie levanta la lámpara para iluminar el techo (anormalmente alto) y veis la razón de porque los soldados tenían esa expresión de terror…

Se trata de una criatura  que desprende una belleza mortífera, un ser cuadrúpedo de numerosos miembros alargados y delgados, podéis contar cuatro pares de patas y cuatro pares de brazos, un par de ellos tienen agarrado el cadáver de un soldado el cual está devorando  con parsimonia con esa boca repleta de dientes en aquella cabeza con cuernos similares a los de un ciervo, se mantiene elevado por cuatro pares de alas y sus ojos  parecen centrados en el manjar que tiene entre manos; todo el es de un color como la sangre combinado con colores amarillos y blancos.

---Esto es malo…- susurra Vadik cuyo rostro no muestra ningún atisbo de chulería ni despreocupación, es más parece que por primera vez lo veis bastante asustado- Contra eso no tenemos ninguna posibilidad así que no seáis idiotas y veamos si….- susurra pero no termina la frase puesto que escucháis un sonido de algo pesado caer detrás vuestro, al giraros, veis joven que ha caído redondo al suelo mientras su cuerpo comienza a retorcerse de una manera “diabólica”, de pronto escucháis algo caer frente a vosotros y veis el cadáver medio devorado que el monstruo a soltado…puesto que ha encontrado otra presa más interesante….vosotros….

Al miraros todos sentís como vuestra sangre se calienta, no en el sentido literal, sino como sí entrarais en un frenesí como cuando lucháis u os entregáis en cuerpo y alma a alguna tarea, de hecho, tenéis unas ganas tremendas de enfrentaros con aquella criatura e incluso volver atrás y acabar con Edmond, pero la voz de Vadik que penetra en vuestra nublada mente.

---¡¡¡¡No dejéis que os confunda, seguid avanzando, yo lo entretendré, tenéis que impedir que el zepelín se estrelle!!!!- grita Vadik y ese pensamiento os hace cobrar algo de lucidez-¡¡¡RAPIDO,NO HAY TIEMPO Y NO TENEIS LA MENOR OPORTUNIDAD CONTRA ESO!!!

Parpadeo varias veces sin poder creer lo que estoy viendo, tratando de asimilarlo, pero no lo consigo. No entiendo nada. ¿Estoy alucinando?
Tengo sólo dos direcciones para correr, adelante o atrás. Si regreso sólo me espera lo que había en la habitación anterior y no quiero estar sola ahí, independientemente de si los demás también corren. No voy a esperar a ver qué deciden hacer, no quiero que eso me coma.

Sin previo aviso echo carrera con todo lo que puedan mis piernas hacia adelante, alejándome de ese pasillo incómodo y raro.

Mi ojo se abrió con sorpresa al ver la bestia que había en el interior. Lejos de lo que mi mente podía haber imaginado aquella bestia no encajaba con nada que hubiera podido imaginar. Mis manos temblaban mirando aquella criatura y la presa que tenia en sus fauces. La sangre goteaba desde sus dientes y en vez de sentir miedo o terror no podía apartar la mirada de aquel espectáculo. Sentía como mi cuerpo vibrara nervioso deseando ver como acabaría la cosa.
O al menos así se encontraba hasta que la voz de Vadik llamó mi atención. Mi cabeza se giró hacia él un momento, por mucho que quisiera observar a ese ser, Vadik tenía razón. Viendo como habían quedado los soldados de la sala anterior no podríamos enfrentarnos a ellos y ver a la norne corriendo hacia delante despejo toda duda que me quedara. Hacía ya mucho que no corría y dudaba si podría hacerlo durante mucho, pero intente ir tras ella.

Garras largas y lo bastante afiladas como para cortar el hueso limpiamente… pero a juzgar por el tamaño de la boca, no debe ser excesivamente grande...- pensé tras observar las heridas. Por desgracia, no había más pistas que me indicasen qué tipo de bestia era, y aunque conocía algunas capaces de hacer aquello, no terminaban de cuadrar, por lo que debía de ser alguna bestia desconocida para mi… lo cual, si bien en otro momento me hubiese emocionado por el hecho de descubrir algo nuevo, en aquella situación solo suponía un mayor peligro, por lo que me adentré junto al resto en la sala de máquinas.

Algo no está bien...- murmuré cuando tras un rato andando, seguíamos sin llegar al fondo de la sala, y a juzgar por las reacciones del resto, no era el único que pensaba así… lo cual se vio confirmado cuando al girarnos, vimos que la puerta por donde habíamos entrado estaba al menos a 100 metros o más.

Es imposible que este lugar sea tan grande- me dije, pensando en la longitud total de la nave, pero en ese momento un ruido atrajo nuestra atención hacia el techo.

¿Pero qué…?- dije sin poder evitarlo al ver a aquella criatura, pues aquello no era una mera bestia, era algo más… y no necesitaba las palabras de Vadik para saberlo. Y aun así, cuando la criatura se dio cuenta de nuestra presencia y nos miró, mi primer pensamiento no fue huir, sino luchar con ella, al menos hasta que el grito de Vadik me hizo recobrar el sentido.

¡CORRED!- grité, aún mirando a la criatura, y sin esperar a ver si alguien más reaccionaba, aparté mi vista de este y seguí mi propio consejo.

La voz de Vadik había llegado por encima del extraño frenesí y sed de sangre que habían apartado de la mente de Emelie los pensamientos acerca de lo extrañamente larga y oscura que resultaba la sala de maquinas. Sin apartar la ballesta apuntada hacia el ser extrañamente hermoso, como sólo lo puede ser una maquina de matar perfectamente diseñada, "Angelica" desvió la mirada hacia Vadik. El chico parecía preocupado por primera vez y eso le hizo desistir de preguntar siquiera qué era aquella cosa antes de saber si podían tener oportunidad de hacerle frente.

¿Avanzar?¿Hacia dónde? La entrada estaba a sus espaldas y parecía que tuvieran que recorrer la mitad del dirigible para llegar a ella. ¿Hacia adelante? Allí no veía más que oscuridad. Quería preguntarle a Vadik dónde se encontraban pero, en ese momento, oyó pasos apresurados. Volvió la cabeza para ver a Ragnhild correr en la oscuridad. Detrás seguía Lissandra y Darrick repetía el consejo de huir antes de hacerlo suyo. Emelie echó un último vistazo a la criatura y comenzó a alejarse, siguiendo los pasos de sus otros acompañantes. Pero no se lanzó a una carrera a ciegas; lo último que quería era que aquel ser se abalanzase sobre su espalda y le golpeara a traición, por lo que no le quitó la vista de encima mientras se apartaba.

En cuanto entraron en la sala de máquinas, algo no marchaba bien.
Puesto que caminaron un tramo tan largo que bien podrían haber cruzado el zepelín entero, y aún así no se veían las supuestas máquinas que controlaban la nave.

Desconcertado, Kelgar comenzó a pensar que aquello era algún tipo de pesadilla rara. Seguramente se habría emborrachado en el restaurante del zepelín, cosas de poder tener bebida gratis, y ahora tenía un sueño.
O eso quería creer.

Especialmente luego de ver lo que había en el techo.
El norteño lanzó una maldición en su idioma, mientras sus ojos miraban incrédulos aquella grotesca criatura.
¿Cómo se mataba a eso?

Sus preguntas tendrían que esperar, puesto que Vadik les dijo que corrieran. Ciertamente, parecía más sensato correr e intentar encontrar el modo de detener el descenso del zepelín que enfrentarse a aquella aberración cuyas capacidades deberían ser para tener en cuenta.

Todos echáis a correr mientras Vadik se queda atrás junto con su compañero que sigue dando sacudidas sin cesar, la criatura ruge furiosa al ver que escapáis, aunque enseguida Vadik se encarga de llamar su atención con sus garras metálicas, mientras tanto, todos os internáis en la oscuridad mientras escucháis sonidos de golpes que sacuden el suelo, no sabéis que está pasando, pero dudáis bastante de que Vadik sobreviva a semejante bicho y más teniendo que proteger al joven....

Vuestros temores se cumplen cuando una sombra carmesí se mueve a vuestro lado y decenas de brazos con cortes caen sobre vosotros, pero sin haceros daño alguno para vuestra fortuna, aunque uno de ellos arranca la lámpara que llevaba Emelie destruyéndola, pero ahora teníais otros problemas pues el monstruo os había alcanzado, parecía herido, pero también veíais una gran cantidad de sangre oscura entre sus garras...

El monstruo ruge levantando una ventolera sobre vosotros y se dispone a lanzaros para acabar con vosotros cuando algo choca contra él apartándolo del camino, no sabéis que es, pero parece ser lo suficiente poderoso como para plantarle cara mientras lo tira hacia la oscuridad.

Vosotros no os quedáis para averiguar quien os ha salvado y corréis hacia la oscuridad, desconocéis la dirección que estáis siguiendo porque con el golpe os ha confundido, pero lo hacéis alejándoos de la batalla hasta que los sonidos solamente se escuchan de lejos.

Pronto en la oscuridad veis una débil luz así que corréis hacia allí y a medida que acercáis veis también una figura que está ¿flotando? A medida que os acercáis podéis ver el fondo de la sala (al fin) donde hay dos enormes barras de metal bloqueando el alerón del barco.

El origen de la luz de la sala son un par de velas que están situadas en distintos puntos de la sala, estas iluminan a un individuo de aspecto andrajoso que sonríe con actitud triunfal mientras se encuentra rodeado de un circulo de signos escritos en sangre…

Mientras se alejaba y el ruido de la pelea quedaba atrás, en la oscuridad que les rodeaba tras la pérdida de la lámpara, Emelie no dejaba de pensar que toda aquella misión parecía estar gafada desde el momento en que había abordado el dirigible. Y de no estar ocupados tratando de sobrevivir, posiblemente se hubieran vuelto locos al tratar de explicar lo que ocurría en aquella sala de maquinas... si es que estaban en ella realmente. Sólo un minúsculo punto de luz, que crecía conforme se acercaban, era el único punto de referencia que tenían.

Y lo que se encontraba allí, en el centro de la mortecina luz de varias velas, no terminaba de convencer a la asesina. El individuo cubierto por harapos, flotante sobre un círculo inscrito en ¿sangre?, se le antojaba perfectamente como el responsable de toda aquella situación descabellada. Si no, ¿por qué iba a sonreir de aquel modo? Salvo que aquel tipo ya hubiera perdido la cabeza.

- Disculpe, buen hombre. - "Angelica" no estaba muy segura de que el sujeto le fuera a prestar atención pero, por si acaso, se movió hacia un lado y procuró no perturbar el círculo dibujado en el suelo. - ¿Le importa si quito el bloqueo del timón? - Señaló las barras que mantenían atorado el panel móvil con una mano, mientras la otra sujetaba la ballesta bajada. - El dirigible está a punto de estrellarse contra el mar y la humedad le sienta fatal a mi pelo. - Su boca dibujó una sonrisa ingenua, como si se disculpase por las molestías que aquella frivolidad pudiera causar.

El hombre ignora por completo las palabras de Emelie y este sigue murmurando palabras, las palabras resuenan en la sala con ecos maleficos, a cada palabra veis que las sombras que reflejan  las velas parecen que traten de "salir"  del suelo...sí de verdad le importa que quiteis la barra o no le es indiferente...

Fuese lo que fuese aquella cosa, no me detuve a averiguarlo, por lo que corrí sin parar incluso cuando escuché su rugido y los sonidos que indicaban que Vadik había empezado a luchar contra ese ser… pero por desgracia, apenas unos mementos después, decenas de brazos se abalanzaron sobre nosotros, prueba del destino que había corrido Vadik, y aunque apenas nos alcanzaron en el primer ataque, si que nos cegaron al arrancar de las manos de Emelie la lámpara.

¿Por donde?- me pregunté, mirando a la oscuridad que nos envolvía, dispuesto a vender cara mi vida, aunque tuviese que…

El ruido de un golpe interrumpió mis pensamientos, pues al parecer algo golpeó a aquel ser, por lo que, de nuevo, no dudé y volví a correr, alejándome de los sonidos de batalla hasta que, en medio de aquella oscuridad, vi una luz, por lo que corrí hacia ella.

Allí había un hombre, o al menos algo con su apariencia, ya que después de lo que había pasado, todo era posible. flotando sobre un extraño círculo repleto de signos y pintado con lo que parecía sangre, y junto a él, lo que parecía ser el mecanismo que controlaba la altura de la nave, bloqueado por dos enormes barras de acero.

Sin poder evitarlo, mi vena de historiador hizo que prestase atención a los símbolos de aquel sangriento círculo, intentando reconocer alguno… pero incluso eso no me distrajo de lo que tenía que hacer. Angélica, haciendo gala de su educación, había empezado a hablar con aquel hombre, algo completamente inútil a mi entender, cuando no directamente peligroso o suicida. Fuese quien o lo que fuese, debía de estar involucrado en lo que sucedía, si no es que era el responsable, por lo que lo que había que hacer era acabar con él y quitar aquellas barras sin perder tiempo, por lo que me apresuré a ir hacia ellas para quitarlas cuanto antes. Una vez no corriésemos el riesgo de estrellarnos, podríamos acabar con él...

Corrieron para alejarse de aquella aberración, escuchando ruidos de combate a su espalda.
Si Vadik podía frenar él sólo a aquella sencillamente sería difícil de creer.

Pero corriendo consiguieron llegar al fondo de la sala, donde una especie de vagabundo había inscrito en el suelo un símbolo que le parecía de alguna creencia impia.
Vio la barra que bloqueaba las alas y no pensó en nada más que sacarla.
Pero Darrick fue a lo mismo, así que fue a ayudarle.
Eso sí, se mantuvo atento al vagabundo, el cual quizás no les dejaría hacerlo. En cuyo caso le atacaría primero.

Visto que el extraño no reaccionaba a sus palabras, Emelie se dirigió hacia el lugar donde las barras se sujetaban, aunque no dejó de vigilar cada poco al hombre que levitaba sobre el círculo. Primero evitar que el dirigible cayese al mar; después ya habría tiempo de lidiar con Edmond y sus rufianes... y con el tipo demente.

Afortunadamente, Darrick y Kelgar parecían haber tenido la misma idea y también acabaron cerca de las barras. Aquello fue un alivio, porque Emelie dudaba mucho que pudiera soltarlas por su cuenta, una impresión confirmada cuando tanteó el metal y lo firme que estuviera anclado.

Echó un último vistazo sobre el hombro hacia el hombre del círculo y la oscuridad más allá. El lugar donde Vadik había quedado luchando contra un ser... Alejó aquellos pensamientos para centrarse en quitar las barras. El objetivo prioritario ahora era salir con vida de aquel lugar y conservar la cordura, si era posible.

Haberme topado con aquello e intentar frenar de golpe hace que patine brevemente antes de detenerme. Me quedo mirando la escena entendiendo cada vez menos, dudando de si establecer otro combate con este hombre, o si dejarlo tranquilo, ya que realmente no nos está molestando. No parece tener nada que ver con nada, se siente como fuera de todo contexto, como una aceituna en un pan dulce. ¿Qué hago?

—¡Ah! —¡Las barras! No sé si sirva de algo, no creo tener más fuerza que los dos grandulones estos, pero intentaré ayudar de todos modos.

Por un momento el pánico se acumuló en mi garganta cuando pensé que aquella criatura nos alcanzaba, únicamente pudo continuar corriendo cuando algo lo intercepto antes de que diera un golpe fatal a alguno de nosotros. Aun resollaba cuando llegamos al final de la sala mis piernas flojeaban y me encontraba inclinada hacia delante intentando recuperar el aliento.

Mire a mis compañeros y al tipo que había allí junto a aquellos extraños grabados. Algo no me gustaba y el hecho que aquel circulo estuviera dibujado con lo que parecía sangre no acababa de ayudar. Cuando vi que mis compañeros empezaron a intentar mover la barra dude un instante sobre si ayudarlos, pero en mi condición aquello sería casi imposible, aun notaba como me faltaban las fuerzas y había algo que aún tenía mi atención. No el tipo que había allí si no lo que habíamos dejado atrás. Me voltee y mire hacia la oscuridad, donde Vadik se había quedado peleando con aquella criatura… y también donde su compañero había colapsado en el suelo.

Me sentía tremendamente culpable pero a la vez aterrorizada. No podría dar aunque quisiera un paso hacia aquella oscuridad, mi mente aun quería que me alejara de aquello lo antes posible pero no sabía que había sido de los que habíamos dejado atrás. Vale que fuera extraño y mal educado, pero notaba como, aparte de la falta de aliento, tenía algo que no me permitía concentrarme. Nunca había visto algo como aquella criatura de atrás y su imagen no dejaba de consternar mi mente.

Darrick observa con cuidado las runas inscritas en el suelo, pero es incapaz de determinar el origen ni lo que pueden significar, así que junto con el resto os acercáis a la barra que impiden que el alerón provoca la caída del zepelín.

Las barras pesan muchísimo pero con la fuerza sorprendente de Ragnhild y con la ayuda de Kelgar y Darrick consiguen tras un rato de empujones y levantamientos consiguen quitarlas, Emilie corre hacia el alerón y comienza a corregirlo cuando un tentáculo de oscuridad sale de las sombras y la agarra del cuello acercándola al vagabundo.

--- Tonta ratita, la Puerta hacia las tinieblas ya está abriéndose – sisea mientras comienza a apretar su cuello- Pero no vivirás para verlo….

---NO- escucháis gritar a Darrick que se lanza sobre el vagabundo  para rescatar a Emilie, todos podéis ver como su cuerpo comienza a cambiar  y le empieza a crecer pelo por todo el cuerpo, sus orejas se alargan  y se le puede asomar una cola, y en unos segundos donde estaba Darrick había un animal antropomórfico que clava sus colmillos  en el brazo del vagabundo que grita de dolor soltando a Emilie y por un instante pensasteis que podían vencer a aquel ser…

…solo que no estaba hiriéndolo, sino poniéndolo furioso….

Todos sentís un tirón y  una fuerza invisible os hace poneros en fila y os inmoviliza  manteniendo la vista fija, el único que no está en la fila es “Darrick” que  flota  dando la espalda al vagabundo, podéis ver como parece está siendo sometido a mucha presión porque las venas del cuello se marcan como sí sufriera una enorme tensión, el vagabundo  gruñe ante las heridas que han cicatrizado enseguida…

---Niños…niños… hay que ser buenos… sino puedo enfadarme y mucho y no os gustaría verme enfadado ¿sabéis? -murmura mientras levanta la mano y el cuello de Darrick se tensa y hace un gesto de dolor, vosotros no podéis apartar la mirada de él, ni siquiera podéis parpadear- Quiero que seáis testigos de mi triunfo pero chicos… un padre debe dar ejemplo y es por eso que necesitáis una lección…- el hombre sonríe con crueldad mientras  acerca el cuerpo de vuestro amigo a vosotros, este parece luchar contra la fuerza que lo aprisiona pero finalmente parece que sus fuerzas no son suficiente y os mira con aprensión:

---Haced que merezca la pena- os dice antes de que el vagabundo haga un gesto y el cuello de Darrick  se gira en un ángulo imposible  antes de caer frente a vosotros, indudablemente muerto.

---Mmm…hace tiempo que no como un cuerpo de un Tuan… quizás deje algo para  el cornudo pero mientras tanto…- hace un gesto y veis como un tentáculo surge y comienza a arrastras el cuerpo de vuestro excompañero  mientras lo mira con ojos golosos…

Entonces el señor misterioso decide intervenir y la situación se torna horrible. Me cuesta decidir con presteza qué hacer, muero de ganas de ensartarle mi espada en la barriga, pero me tiembla todo por los nervios y no consigo hacerle frente. En estos momentos desearía tener la cabeza un poco más fresca para poder ayudar.

Es demasiado para poder asimilarlo, primero el monstruo, ahora Darrick transformándose y, ¿está muerto? fue rápido. No, si terminó así de fácil yo tengo incluso menos chance. Pero ¿salir corriendo y abandonar a todos? Bueno, que los demás también corran. Ah, no, no hay lugar a donde correr.

Bueno, si tengo que terminar aquí, terminaré peleando, no me queda otra opción. Me tiembla todo, a saber si es el miedo o la emoción, o las dos cosas.
—AAAH!! —sin saber exactamente qué estoy haciendo me lanzo encima del hombre raro.

Consiguieron desbloquear las alas y con ello las esperanzas de salir con vida regresaron.
Pero tal y como había imaginado, el tipo del círculo no se estuvo quieto y reaccionó de forma fulgurante.

Por suerte Vadik fue en su ayuda, descubriendo su aspecto para todos por fin.
No obstante Vadik no logró detenerlo y el
brujo hizo uso de su brujería... pues no había otra explicación a lo que sucedió a continuación.

Sintió como no podía moverse de ninguna manera, y junto a él varios de sus compañeros. Excepto Darrick, quien fue comenzado a levantar y parecía luchar por resistirse, hasta que su cuello pareció partirse.

¡¡Noooooooo!! gritó un desesperado Kelgar, viendo como la vida parecía abandonar a su compañero.

A la que notó que su cuerpo volvía a poder moverse, tomó su espadón y se unió a la carga de Ragn contra el maldito brujo.
¡Lo pagarás! gritó enfurecido, esperando darle su merecido.

Toda aquella situación me cogió de espaldas. Cuando me conseguí dar la vuelta todo lo que pude fue ver como el cuerpo de Darrik caía al suelo y como algo parecido a un tentáculo empezaba a arrastrarlo.

-¡No!- Grite con todas mis fuerzas mientras Mis matrices se extendían a mi espalda como si de una enredadera se tratara. Pronto, como si una gota de roció callera, una esfera de mi matriz se precipitó hacia el suelo desapareciendo mientras mi poder psíquico se proyectaba hacia aquel tentáculo.

Desconocía si el propio Darrick podría seguir vivo, pero sabía de primera mano que alimentar a los monstruos lo único que conseguía era hacerlos más poderosos y ese tipo había hablado de comérselo...

El primer instinto de Emelie cuando desapareció la presión que les había inmovilizado y alineado fue llevarse la mano al cuello, en ademán de calmar el dolor que el tentáculo le había causado. Pero el adiestramiento y la peligrosidad de la situación le llevaron a reaccionar. Se hizo a un lado con paso (por algún motivo, desconfiaba del hecho que el extraño del círculo les hubiera puesto en fila) mientras apuntaba con presteza la ballesta. Con suerte, aquella criatura estaría demasiado ocupada tratando de defenderse de los filos de Ragnhild y Kelgar, quienes cargaban ya, como para percatarse del pequeño virote que la asesina disparó.

En el fondo, aquellos pensamientos eran más agradables que tratar de darle sentido a todo aquel embrollo. En especial, al último suceso: Darrick convertido en una especie de hombre bestia y muerto por una fuerza invisible. Confiaba en que la adrenalina del combate le ayudase a mantener la cordura el tiempo suficiente.

Todos pensabais que la pillasteis por sorpresa a la criatura pero esta parecia que estaba jugando con vosotros y lo demostró moviendose a una velocidad sobrenatural desapareciendo del círculo de runas  sangrientas y apareciendo detrás de vosotros.

---Niños...niños... veo que no estais aprendiendo...os daré una segunda lección...- dice meintras levanta las manos y cuatro claveras espectrales aparecen a su alrededor- No os preocupeis...no os mataré...aún...-dice sonriendo mientras cierra las manos y las calaveras salen disparadas contra cada uno de vosotros y todos reaccionais por puro instinto.

La calavera de Emelie se lanza sobre ella con ojos llameantes y sin dejar de reirse y Emelie, mostrando una agilidad impensable con las ropas que llevaba,  pega una pirueta y esquiva la calavera que se estrella donde se encontraba momentos antes estallando en llamas verdes, sin duda alguna la hubiera calcinado sí no se hubiera apartado...

Kelgar no tiene tanta suerte como Emelie y  pese a que con su espada rompe la calavera fantsamal gracias a su energia espiritual  varios fragmentos sueltos caen sobre su armadura calentandola como sí estuviera al rojo vivo sin poder evitar hacer una mueca de dolor ante ello.

Lissandra es más instintiva y suelta un grito  mientras levanta las manos  tratando de hacer de escudo entre la calavera que vuela hacia ella y su cuerpo, cuando la calavera está a un metro de su cuerpo esta choca contra un muro invisible haciendo que estalle en llamas sin provocarle daño alguno.

Ragnhild por su parte sufre una suerte parecida a la de Kelgar pero en menor grado, ella trata de bloquear con su arma que subitamente se vuelve fria hasta el punto que siente como le quema la mano y se siente tentada de soltarla pero no lo hace finalmente y logra frenar, con éxito parcial la calavera, destruyendo la parte superior de esta pero la mandibula logra colarse e impactar en su hombro  haciendo arder sus ropas.

En en ese momento cuando actuan las dos chicas que quedan en pie aunque algo cohibidas ante lo rápido que han neutralizado a los guerreros, Emelie lanza un disparo  pero la flecha ni se acerca a su objetivo impactando en la pared del fondo, el mendigo sonrie con suficiencia mientras hace una pirueta  en el aire como si nada al ataque de Lissandra.

---Veo que tenemos unas posibles moscas molestas...no pasa nada ...solo unos segundos más y todo abrá acabado- dice mientras levanta los brazos, en ese instante podeis sentir como todo el Zepelín está vibrando de manera alarmante  como sí estuviera sufriendo turbulencias.