Partida Rol por web

Eskhirla ve que el barbaro Turan tiene problemas..

-¡¿A donde te crees que vas maldito engendro?!- El robusto enano descarga con rabia ambas hachas mientras le dedica unas palabras.

El bárbaro recibió el golpe estoicamente. Es más, aprovechó el impulso proporcionado para girar sobre sí mismo y lanzar un golpe horizontal contra el costado del orco.

- En una cosa tienes razón, orco. No dirás una sola palabra, ¡PORQUE ESTARÁS MUERTO!

Atreyu se sitúa tras el bárbaro para presentar una nueva resistencia por si el orco consigue rebasar a Turán.

Los pobre infelices yacen muertos a vuestros pies y parecen casi contentos de haberse librado del peso de la vida. Registrais los cuerpos de los orcos, pero solo encontrais dientes, uñas, huesos y cuchillos en sus bolsillos. Buscais por las alacenas de las paredes solo hallais cuharas, cuencos y platos. Pero bajo el ventanuco por el que se sirve la comida de la cocina al comedor, veis una maleta de fino cuero, de medio metro de largo. Tambien yacen las armas tendidas en el suelo, pero ninguna de ellas parece ser de muy buena calidad..

-Podeis abrirla o dejarla pasar y salir por la puerta.

- Bueno... más orcos muertos. Podríamos haber aprovechado ese último y preguntarle la manera de llegar a algún sitio en este laberinto antes de matarlo, porque a mí todos los pasillos me parecen iguales.

El anciano bordeó a uno de los orcos tendidos en el suelo para llegar hasta la maleta, la cogió y la examinó.

- ¿Qué pensais que puede tener esto dentro? -dice mostrandolo a los demás- Veamos...

Colenus abrió la bolsa con cuidado.

El estuche se abre con facilidad y dentro el viejo hechicero halla un esplendido arco y una flecha de plata. Una inscripcion en la tapa del estuche dice : "Da el sueño a aquellos que jamas pueden dormir". Parece un arco magico..

Decidis no perder mas tiempo y marchais por el corredor hasta que alcanzais la bifurcacion. Esta vez tuerce al norte y en el muro derecho del corredor(el este) hay una puerta muy vieja. De su interior provienen ruidos de un hombre que pide auxilios a gritos. Justo en el mismo muro, mas adelante hayais otra puerta no muy lejana a la que estais ahora..

-¿Que hacéis?-

Colenus guardó el arco con una correa en sue espalda, pocas veces había usado un arco, pero supuso que podría lanzar alguna flecha con certeza.

- Hmm, ¿oís eso? Esos gritos. Deberíamos ir a esa puerta a ver qué pasa, quizá esa persona que grita pueda decirnos algo sobre el laberinto.

El viejo se acerca al pasillo y se gira a mirar al grupo.

- ¿Venís?

- Lo mejor será reservar esa flecha, Colenus. No la malgastes -dice el bárbaro mientras avanza hasta colocarse en cabeza, con Atreyu caminando a su lado.

Holgo se retira corriendo medio agachado, esperando que vosotros le cubrais las espaldas. Tarda unos segundos cuando le veis aparecer de nuevo corriendo en la misma postura..

-Parece que esa puerta esta atascada.. señala con el pulgar tras su hombro.. no se escucha nada de dentro..

-¿que pasa que no no se calla ese demonio?- Mira la puerta que esta enfrente de Colenus..¿le mandamos callar? No alza mucho la voz, por si acaso alguien les escucha en este tenebroso laberinto.

Turán se acerca con cautela a la puerta de la que proceden los gritos, lanza una mirada de complicidad a la loba, sonríe maliciosamente y abre la puerta de una patada.

Hacha en mano, el bárbaro se alza en el marco de la puerta con el fiero animal gruñendo a sus pies. Raudo echa un vistazo a su alrededor, buscando algún posible enemigo...

Espero que esa voz no sea otro demonio, como dice Holgo, echo de menos algo de humanidad entre tanto bárbaro.

Colenus avanza por el pasillo hasta colocarse detrás de Turán, donde pueda ver con totalidad el interior de la habitación. Aún sin preparar su bastón, con total tranquilidad.

Holgo da una patada y con la ayuda del Barbaro la puerta atrancada se abre violentamente y un olor nauseabuendo le dan de pleno en la nariz. En el interior de la estancia, el suelo se halla cubierto de huesos, fango y vegetación en descomposición. Un viejo harapiento, desgreñado, y de largas barbas grises, se abalanza contra ellos dos pegando alaridos y blandiendo la pata de una silla de madera vieja.

¿Esta, como parece , simplemente loco , o se trata de un truco?

-Podeis decirle a gritos que se calme,cerrad la puerta y que se quede ahi o desenvainar las espadas y atacarle..

Turán, hacha en mano, decide hacer una finta con el objetivo de engañar a su presa, pero su verdadera intención es apartarse, atravesarle el pie e inmovilizar al anciano...

- ¡Atreyu, el arma! -ordena únicamente el bárbaro.

El animal, que comenzaba a compenetrarse con el humano, acató la orden de inmediato, abalanzándose sobre el brazo armado, pero sin llegar a causarle daño. Su objetivo era arrebatarle el palo...

Cuando el corpulento Turán se acerca al viejo este suelta el mismo el palo y se pone a llorar entonces intentatis calmarlo. Entonces deja de chillar como un loco, se detiene en seco y se arroja al suelo en medio de grandes sollozos. Poco a poco se va calmando y os da las gracias una y otra vez. Charlais con el en la esperanza de descubrir algunos secretos de la montaña y comienza a contar su historia..

Hace muchos años, muchos años, habia sido un aventurero como vosotros, en busca del corazon del hechicero. Fue capturado por los orcos y arrojado a esa celda solitoria,convirtiendose en una especia de animal domestico de estos seres. Le preguntais si os puede acompañar, pero este niega con la cabeza y solo quiere ver mundo. Le pedis consejo pero te dice que sabe poca cosa.
Os aconseja que presenteis vuestro respeto al barquero.Os dice que debeis de tirar de la palanca de la derecha del muro, que encontraras mas adelante, para abrir la puerta de hierro del fondo del corredor. Tambien se ha enterado de que un hombre y su perro guardan las llaves del Almacen de las Barcas. Le estrechais la mano, salis de la celda y marchais por caminos diferentes..

- Adiós, viejo -fueron las únicas palabras de Turán en la despedida.

Sin embargo, el bárbaro había tomado buena nota de las palabras del anciano...

Colenus presta especial atención a las palabras del anciano que, como él, había sido un aventurero antaño.

- Parece ser que este laberinto guarda muchísimos más secretos de los que me imaginaba, no es simplemente un montón de pasillos y puertas, hay un entramado de mecanismos. Lo que más me intriga es lo del barquero, ¿significa que hay un río? ¿En el interior de una montaña? Qué extraño...

El viejo se llevaba la mano a la barba y se rascaba.

- Existe una antigua creencia, anciano, que dice de la existencia de un lago a la entrada del abismo y un barquero que ayuda a las almas de los difuntos a cruzar a la otra orilla, donde serán juzgados.

Las palabras del bárbaro iban como respuesta a Colenus, sin embargo, él tenía la vista fija en la otra puerta...

-¿Nunca has oido hablar de un río subterráneo anciano?..- Entona Holgo sin quitar ojo al preso que se alejaba justo por el corredor adverso. Despues sonríe enseñando sus dientes amarillos..-sigamos..- Apoyando su hacha en su hombro se detiene ante la puerta y se queda pensativo esperando a tomar una decisio´n entre todos..

-¿Y bien?-

Estais ante la otra puerta en el mismo muro. No se oye ningún ruido ¿Quereis abrir la puerta y ver que hay tras ella? o..¿preferis continuar por el corredor?

Preparando su hacha, el bárbaro asiente con la cabeza ante la pregunta de Holgo al tiempo que responde.

- Ábrela.