Partida Rol por web

Exhaustos tras el duro combate contra las arañas, Turán se quita las botas cortándolas con su hacha. Tira lo que queda de ellas por algún rincón de la cueva y como trofeo puede conseguir un enorme colmillo de la velluda bestia. Podeis abandonar la cueva y regresar por el corredor a la bifurcación..

Os encontrais de nuevo en el cruce y esta vez doblais hacia el Norte. En el muro este de este corredor hay una tosca puerta de madera. Tras ella se puede percibir un alegre canturreo.

-¿Quereis llamar a la puerta?
-¿O preferis continuar hacia el Norte?

Turán hace una señal a Atreyu para que se acerque y olfatee bajo la puerta...

- Dudo que un orco o un trasgo puedan cantar así, amiga... -dice por lo bajo al animal.

Espera un poco y, si Atreyu no lo impide, da tres golpes en la puerta, haciendo una señal a sus compañeros para que estén preparados...

Antes de Atreyu se disponga a olfatear bajo la puerta. Una voz os ordena <>, y pasais al interior de una pequeña estancia amueblada con una mesa y una silla, estanterias, armarios, etc.. que debieron de haber conocido tiempos mejores. Los estantes se hallan abarrotados de cuencos, tazas, platos y cientos de libros viejos. En medio de todo este desorden, descubrís a un viejo con una bata blanca mugrienta, que se balancea en una mecedora mientras tararea en voz queda una alegre canción. Os mira fijamente y por su aspecto diríais que se halla en paz con todo el mundo. Os da las buenas tardes..¿Qué haceis?

-Entablar conversación con el
-Echar mano a las armas y abalanzaros sobre el
-Marcharos cerrando la puerta ante sus narices

Turán observa al individuo con desconfianza. Los utensilios de la habitación y su vestimenta sencilla le dicen que podría ser un mago. Mantiene su hacha baja, a pesar de aferrarla con fuerza...

- ¿Quién eres, anciano, y qué haces aquí?

El anciano, tras salir de la cueva, limpió de un par de manotazos la suciedad que se había acumulado en los bajos de su túnica.

Al entrar en aquella estancia, observaba detenidamente cada detalle de esa habitación, incluso juraría reconocer algunos de los libros que allí se encontraban. El anciano podría ser también un brujo, pero no estaba seguro a ciencia cierta.

Sin mostrar ningún movimiento que pudiera parecerle amenazador al viejo, simplemente le saludó.

- Saludos, anciano.

Al hablarle, el viejo se pone en pie.

-¡Oh Dios, oh Dios, extranjeros!. Pero entrad, por favor, la tienda está abierta. ¿Que se os ofrece? ¿Qué deseais comprar? ¿Que os agradaria? ¿A dónde os dirigis? ¿Al Norte? ¿Sí?- Entonces le contais al viejo vuestra historia. Él os escucha con atención y luego dice -¡Ah, si! En ese caso seguro que necesitareis unas de mis velas azules. Son 5 piezas de oro. En efectivo, por favor, si no os importa. Si, ya se que es cara, pero todo es caro hoy día, ¿no es cierto?. No hace mucho estas velas valían solo 1 pieza de plata; pero, ya sabéis lo que se ha encarecido la cera desde la Larga Noche Oscura. ¡Bueno! ¡O tal vez no lo sepais, ya que no soys de por aquí! De todos modos es lo mismo. Os aseguro que vale su precio. Puede que necesiteis la vela antes de lo que todos piensan...- El parloteo del viejo os cansa un poco, pero quizá os sirva de algo esa vela.

-También tiene algunos cetros, y algunas armas (hachas, espadas, dagas) y algunos anillos.

- Y... ¿para qué querríamos una vela llevando antorchas? -pregunta Turán, desconfiado ante la magia- Muéstranos algo que nos sirva para acabar con el mago...

-Eso, eso.. ¿para que carajo sirve esa vela anciano?- Holgo con el hacha a sus espalda se cruza de hombros esperando expectante la respuesta del viejo.

-Brrrr.. pamplinas, cuando tenga al hechicero en mis manos. Juro que será esta quien acabe con el- Dice refiriéndose a sus hermosas hachas.

-Mmmm, querido guerrero- Mueve ligeramente sus gafas para terminar de colocárselas y se levanta de la mecedora. -Nunca se sabe para que te puede servir, pero luego no digáis que no os advertí. ¿Para que sirve? para daros algo de luz jejeje..- Parece que oculta algo y que no lo quiera explicar o simplemente es que os quiere tomar el pelo.

-Aquí tengo algunos cetros, algunas armas que creo que necesitan afilarse pero están en muy buen estado y por último me quedan estos dos anillos...-

Colenus echa un vistazo a uno de los cetros que parece gustarle, el mango del cetro es largo, casi como un bastón y en la parte superior, tres barras sujetan lo que parece ser una pequeña esfera de un tono rojizo, en la que pueden verse algunas llamas en su interior. Después de inspeccionarlo cuidadosamente y tratar de identificarlo se dirige al anciano.

- Amigo, ¿qué hace exactamente este cetro? Creo que me interesaría llevarme uno de estos. Sobre la vela... ¿tiene alguna utilidad más de la que no nos hayáis hablado?

- Mmm... Me gusta ese anillo. Es brillante y parece bien acabado. No se suelen ver entre los de mi tribu. ¿Cuánto vale? -dice el bárbaro un poco más relajado, aunque no suelta su hacha...

-Muy bien..- Responde cogiendo con las dos manos el cetro de fuego. mientras va hablando lo deja delicadamente encima de la mesa para que lo pueda observar vien el hechicero..

-Es un cetro muy poderoso. Guarda dos poderosos hechizos de fuego, pero cuidado que las bolas de fuego explotan en un radio enorme- Alza sus manos como si imitara el diámetro del radio. Lo deja en esa posición para volverse hacia el bárbaro..

-Es un anillo de pura plata señor, aquel que lo lleve puesto se notará mas fuerte . No tiene ningún secreto, lo debieron de crear antiguos magos. Su valor es 5 po. pero te lo dejo en 2po..- Sonríe. -En cuanto a la vela, quizá la luz sea mágica y nunca pueda apagarse, ni la mayor ventisca de esta edad, podría apagarla, es todo lo que se..-

- Plata pura... Me lo llevo -dice soltando dos monedas sobre el mostrador- Aunque, si vamos a hablar de negocios, ¿qué me darías por este colmillo? Pertenecía a la araña gigante de ahí atrás. Y no creo que lo vaya a necesitar más... -ríe por lo bajo el bárbaro...

- ¡Bolas de fuego! Siempre quise tener bolas de fuego, pero el hechizo es demasiado difícil para memorizarlo. Me lo llevo.

El anciano coge el cetro y lo pesa, para comprobar lo manejable que podría ser, aun así, no se desprende de su viejo bastón, que era claramente más ligero a la hora de golpear.

Nada más coger el cetro, el anciano saca de un pequeño zurrón dos monedas de oro y las deja sobre la mesa.

- Sigo pensando que esa vela podría ser útil... -dice dirigiendose al grupo-

-Compraré es maldita vela. Se la quita prácticamente de las manos al anciano. Pero te lo advierto. Como esto sea simplemente una patraña te la haré tragar..- Me saco las monedas de oro necesarias mientras me giro para ver a Colenus y guiñarle un ojo, deduciendo que solo se lo he dicho para asustarle un poco.

-Aquí tienes..- Le lanza las cinco monedas de mala manera sobre la mesa de madera.

-De.. de.. acuerdo dice algo conmocionado por la reacción del semiorco. Estaré esperandote para que me des las gracias- Coge las monedas, tanto las del semiorco como las de Turán y se las llevas al ancho bolsillo de sus ropajes.

-Mmmmm ¿por eso? no puedo daros mucho, no creo que ha nadie le interese comprar un colmillo de araña se queda mirando el colmillo mientras se coloca las lentes para verlo mejor. Puedo daros 5 piezas de cobre, ni mas, ni menos..-

- ¿Cinco piezas de cobre? ¿Me has tomado por un imbécil al que puedar timar? -Turán recoge el colmillo y lo devuelve a su mochila.

En ella ve el queso que recogió junto al banco del camino. Parte un trozo y se lo lleva a la boca, hambriento...

- Espera, Turan, déjame examinar el colmillo un momento. -Colenus coge el colmillo con las dos manos y se lo acerca a la cara para poder verlo- Hmm... punta recurvada por el desgaste... vetas oscuras desde la raíz... Si, creo que este colmillo vale mucho más de lo que nos imaginamos.

Colenus, como antes había hecho el semiorco, se gira hacia Turán para devolverle el colmillo y, con cuidado de que el anciano no le vea, le guiña un ojo al bárbaro.

- Anciano, este colmillo es una pieza bastante difícil de encontrar, al menos en estas condiciones, leí en uno de mis libros que un colmillo de una araña gigante de semejantes dimensiones alberga una cantidad de veneno que se puede extraer de las mismas paredes del colmillo. El veneno de esa araña premia por su eficacia, con él se pueden envenenar armas, pociones... Con él podríais envenenar una de esas armas oxidadas y vendersela al próximo aventurero que pase como arma excepcional.