Partida Rol por web

Estais inspeccionando la cueva, al fondo, encima de un pequeño saliente podeis observar dos botas de cuero hay plantadas. La cueva está inundada de silencio hasta que ois unos pasos presurosos a vuestra espalda y en varias direcciones. Girais en redondo y os encontrais con varias figuras grotescas, son 3 arañas gigantes negras que permanecían escondidas entre los huecos de las paredes.El cuerpo de las arañas por lo menos miden un metro de ancho..

"¿Arañas? ¡Odio las arañas!"

Turán gruñe desde el fondo de su pecho mientras empuña su arma y alza el escudo, presto al combate...

Colenus caminaba fijandose en las estalactitas y estalagmitas formadas por el agua en el interior de la cueva, cuando las tres arañas aparecieron de golpe tras éstas.

- ¡Demonios! Arañas gigantes... ¿Por qué en todas las cuevas tiene que haber arañas gigantes? -dice el viejo con tono de inconformismo- ¿No pueden haber monstruos normales?

Mientras el anciano pensaba qué conjuro utilizar contra las arañas, un pequeño escalofrío recorrió su cuerpo.

Uhh...

-¿Acaso te parece un sitio normal anciano?- Responde al hechicero a la vez que aaroja su hacha de plata hacia una de las arañas del techo..

El hacha de Holga golpea la rocosa cueva perdiendose entre la oscuridad, esa misma araña que tuvo la suerte de esquivar el hacha se lanzo contra el semiorco con todas sus numerosas patas..

Las otras se escurrian por el techo velozmente, abrieron sus mandibulas y lanzaron un viscos líquido verodoso..

-Sihhhsshh...-

Turán nunca se había enfrentado a arañas de semejante tamaño, pero su instinto de guerrero le hizo apartarse en el momento justo para dejar pasar de largo el viscoso líquido arrojado por el arácnido. El bárbaro sonríe y mira maliciosamente al engendro, le apunta con el hacha y lanza un rugido de furia antes de atacar...

- ¡¡¡GRRROOAAAAARRRRR!!! -los músculos del bárbaro se tensaron, alzó su hacha por encima de su cabeza y descendió sobre el arácnido. A su paso el aire se enfrió hasta el punto de crear diversas astillas de puro hielo, que descendieron guiadas por el filo de Turán...

Atreyu, contagiada por la repentina furia de su compañero humano, se abalanzó sobre un costado de la misma araña, con el fin de derribarla y hacer de ella un blanco fácil...

El anciano no logró esquivar el golpe de la araña, la embestida del arácnido lo derribó de un golpe, haciendo que cayera al suelo. La espalda del viejo estaba un poco tocada, el suelo de aquella cueva no era precisamente cómodo para caer sobre él.

Aún con fuerzas, Colenus se levantó y agitó su bastón, agarrandolo con las dos manos con intención de propinar un golpe en el abdomen a la araña, aprovechando la proximidad.

Eskhirla hizo un movimiento en falso, quería desenfundar sus dos hachas pero el acido del oscuro aracnido le io de lleno, cayendo aturdido al suelo..

Tras el primer movimiento de ataque del semiorco. Turán no se quedó atras, le basto un agil quiebro para que el acido impactar justo a su lado. Con su grito de batalla fiero y en un ataque descendente abrió en canal a la araña a la vez que trocitos de hielo la ivan congelando a su paso. Atreyu siguio su curso e intento arrojarse con sus dientes para derribarla, no consiguió su objetivo ya que la araña interpuso sus numerosas patas para que Atreyu no pudiera acercarse lo suficiente..

El anciano hechicero empezaba a formular sus palabras magicas de su cayado para lanzar un ataque cuerpo a cuerpo, pero fue inundado por ese acido amarilloverdoso empezo a tambalearse de rodillas hasta caer tendido al suelo (aturdido 1 asalto) Al enano le toco vivir la misma situación que Colenus, quedando solo Holgo, Turán y Atreyu en combate..

Las patas de la araña destabilizaron a Holgo echándolo hacia tras. Removió su cabeza mientras gruñia y no dudo en lanzarse al ataque con sus propias manos..

-¡Aqui Atreyu!..- Exclamó Holgo una vez dio un salto para subirse por la cabeza de la araña y con todas sus fuerzas intentar apresarla para que Atreyu le de el golpe de gracia..

La fetid araña resistió el forcejeo de Holgo y moviendose con agilidad consiguió deshacerse del semiorco arrojandole al suelo, quedandose a merced para morderle con sus diminutos pero afilados dientes..

La otra araña superviviente se escurria directamente por el techo para caer sobre el barbaro y atacar con sus gruesas y peludas piernas..

Enardecido por la adrenalina de la batalla, a Turán le bastó un rápido vistazo para elegir a su siguiente víctima. Quedaban dos arañas. Puesto que una se desplazaba por el techo, lejos de su alcance, se lanzó a por la que amenazaba a Holgo.

Girando sobre sí mismo, esquivó al arácnido que descendía hacia él. Colocó el hacha a media altura, tras el escudo. Usó éste para intentar abrirse un hueco para facilitar el trabajo del hacha y propinar un golpe horizontal al abdomen de la criatura...

- ¡No es tiempo de descansar, orco! ¡¡¡AAAARRGHHH!!! -grita mientras hunde su hacha en el cuerpo peludo.

De nuevo aquél frío glacial inundó el aire. Quizá sus compañeros empezaran ahora a entender porqué en su tribu y las poblaciones cercanas llamaban a Turán "el Tuerto de Hielo". El bárbaro se movía con soltura pese al escudo y sus golpes eran fuertes y poderosos. En su único ojo podía percibirse el gélido brillo del filo de su hacha de piedra, confiriéndole un aspecto aún más fiero.

Aprovechando la ferocidad del golpe del salvaje, Atreyu salta sobre el cuerpo de Holgo para interponerse y lanzar un ataque frontal contra el arácnido...

Una de las arañas supervivientes se escurría directamente por el techo para caer sobre el bárbaro y atacar con sus gruesas y peludas piernas.. Turán dio una voltereta hacia un lado para esquivar al arácnido y prosiguiendo la carrera no dudó en lanzarse sobre la criatura que estaba apunto de clavar los dientes en el semiorco. Entre Atreyu y la poderosa hacha del bárbaro acabaron con su vida dejando a la peluda araña boca arriba y con sus patas encogidas.. poco a poco un charco de sangre amarilloverdosa empezaba a inundar parte del suelo..

Mientras.. tanto el anciano hechicero como Eskhirla "descansaban" en el suelo con sus armas adyacentes a ellos mismos y sus ojos empezaban a abrirse..

Le toca a Holgo..

-Te debo una pequeño Bárbaro..- Los incandescente ojos de Holgo miraban con complicidad a Turán, con un gesto de cabeza señaló hacía la única araña que quedaba en pie..

-Arghhhhhhh..- Con un grito que asustaba mas que cualquier zombie de las cavernas se dirigió al lugar que había arrojado su hacha de plata, era fácil de ver, ya que esta resplandecía con una tenue luz..

La araña algo apartada de los aventureros decidió escurrirse por la pared rápidamente hasta perderse por uno de los huecos de la inmensa cueva..

¿Exploráis la cueva a fondo?

- Dos a cero. Las botas me pertenecen -dice el bárbaro acercándose lentamente a donde están colocadas las susodichas.

Sin embargo, sus movimientos son cautelosos, aún mantiene la guardia. Observando, escuchando...