Partida Rol por web

Michael llegó hasta donde estaba la buena mujer y le puso una mano en el hombro. Un atrevimiento quizás, pero percibía que la mente de la señora estaba ahora en otra parte.

- Señorita Finch - susurró, lo suficientemente cerca como para que no se oyera mucho más lejos pero no tanto como para asustarla, - no se preocupe. Yo llamaré a la puerta.

Y se adelantó para llamar al timbre (si hubiera, si no con los nudillos), esperando a que alguien le abriera.

Muerta del susto espere en la puerta, luego del escandalo en la mesa, y lo que vi, me sentia realmente enferma, no sabía que pensar, pero sea lo que sea no me gustaba nada...

Preguntarle si esta bien, que habiamos visto que habia tenido algunas dificultades, sí...

Por unos minutos todo pareció estar de nuevo en paz. Me preguntaba en que medida eso se debía a la ausencia de las dos personas faltantes en la habitación, pero en cualquier caso disfrutaba de la calma.

Mi tío me sacó de mis pensamientos al preguntarse por la demora de Samantha y Sullivan.

- Es verdad tío, yo hubiera pensado que era cosa de golpear la puerta del señor Corbitt, preguntar por cortesía si necesitaba algo, y ya deberían estar aquí. ¿Habrá tenido razón Samantha al ver algo extraño? Tal vez el señor Corbitt si necesite ayuda. ¿Quieren que vayamos a ver, ya que a ustedes los conoce? Yo los acompañaré, me hará bien despejarme al aire libre, creo que he comido demasiado. Julia, tu postre estaba delicioso. Sylvia, ¿podrás quedarte tu por si se despiertan los niños? Sé que están cómodos contigo.

Escucho las palabras de mi esposo y su sobrino esbozando una sonrisa. -Muchas gracias, adoro cocinar. - manifiesto en un tono alegre aunque mis pensamientos estaban en otro lado.
Por suerte Daniel propuso ir a la casa del Señor Corbitt, lo cual alivió mi pesar ya que lo proponía él y no yo. -¿Vamos cariño? Es raro que tarde tanto, lo mejor será comprobar con nuestros propios ojos lo que sucede. - le digo a los presentes pero detengo la mirada en mi esposo.
Me incorporo de la mesa y me dirijo hacia la puerta.

Lo cierto es que tenían razón. Qué ocurriría, ocaso será posible que le haya pasado algo al bueno de Corbitt. Scott empezaba a sentir un pequeño escalofrío que le recorría la espalda. No podía ser que, lo que aquella mujer había dicho que vio, fuese verdad. Lo más probable y sensato sería que entre ella y el anciano se hayan puesto a charlar. Aunque dadas las horas, no parecía muy probable. Pero estaba dispuesto a todo, buscaba calmar a su esposa de cualquier manera. Era lo que más le importaba.

Si, será lo mejor.- Dijo intentando esbozar una agradable sonrisa dedicada a ambos. -Tal vez deberíamos coger una linterna del trastero, ahí afuera parece estar bastante oscuro.- Comentó al mirar por la ventana hacia la casa de su vecino. -Querida, tal vez vuestros útiles del trabajo nos puedan venir bien.- Continuó -Aunque ojalá y no sea así.

Al asomarte por la ventana ves a Michael y Samantha delante de la puerta del Señor Corbitt parece que están llamando o esperando...

Llamas a la puerta pero nadie responde, el silencio se mantiene en la casa y si escuchasteis algún ruido ahora la casa se mantiene en el silencio más absoluto como si las mismas sombras de la noche hubiesen engullido todo el ruido que pudiese aparecer alrededor de ella.

Esperáis y sigue igual no se escucha a nadie acercarse para abrir la puerta, pensáis que quizás esa sombra pudiese ser un ladrón dentro de la casa o quizás el señor Corbitt esté demasiado ocupado, pero no hay ruido alguno para que detectéis actividad en la casa.

No voy hacer nada para entrar a esta casa por la fuerza. Digo de manera segura. Devolvamonos,  llamare a la policia... esto esta muy raro, pero no por ello entrare en propiedad privada.

En el caso de ser un ladrón quizá la policía no llegue a tiempo para evitar que el delincuente escape.

Michael no tenía ninguna intención de tener problemas con las autoridades. Sabía que parte de sus ingresos se debían a su pensión de ayuda por prisionero de guerra y no tenía ganas de verla desaparecer. Sin embargo su mente le decía que algo no cuadraba. Miró a Samantha.

- Señorita Filch - susurró, - quizás el señor Corbitt esté en apuros y la policía no llegue a tiempo.

Sabía que si sólo le pillaban a él le encerrarían. Sólo con aquella mujer tendría una oportunidad de explicar lo sucedido y librarse. Podrían decir que vieron a alguien entrar o algo parecido.

- ¿Señor Corbitt? - llamó más fuerte mientras golpeaba la puerta con más intensidad. Si era él saldría aunque fuese para ver qué pasaba. Y si no... es que no era el señor Corbitt o éste estaba en apuros.

Michael y Samantha siguen frente a la puerta.- Continuó tras sus últimas palabras. -¡Definitivamente, será mejor que vayamos a ver qué ocurre!

Samatha no estaba convencida, el hecho que no hubiera señales de vida y siendo que ella vio al señor Corbit entrar a su casa no le convencia el hecho de que se tratara de un ladron. Si no le habrian la puerta o daban señales de  ello, no iba a entrar a esa casa.

Lo lamento señor Sullivan, pero no voy a entrar a una casa sin autorizacion de las autoridades, yo le explique que no vi ningun ladron sino al dueño de la casa... si es el caso, no insistiré más en entrar.

El señor Corbit debe darles entrada, si es un homicida pues  ya la policia tratará con él.

Creo que es mejor llamar a la policia.

No creia que el señor este en apuros, ni que hubiera un ladron, el vio al hombre con el cadaver de un niño. No creía que estuviera en apuros.

Posible cuando lleguen nos juzguen por entrar en un domicilio sin autorización...
 

Asiento ante las palabras de mi esposo y nos dirigimos rápidamente hacia la casa del Sr Corbitt. -Espero que haya sido un mal entendido lo que vio mi tía y ellos estén bien. No me preocupa la situación. - le manifiesto a Scott mi pesar mientras caminábamos hacia el lugar.

Mientras estabais pensando en la decisión que ibais a tomar aunque todo estaba más claro ahora, veis aparecer a Julia, Scott y a Daniel. Todos con cara de preocupación que se acercan a vosotros, quizás Samantha no se percató pero el tiempo pasaba...

¿qué hacen ustedes acá?. Digo con sorpresa. Mejor devolverse, nadie contesta a la casa, y yo no voy a entrar a una casa ilegalmente, mejor llamar a la policia.

Veníamos a ver si todo iba bien.- Responde a la mujer. -Es bastante extraño que no conteste, si ha entrado hace unos minutos y su coche esta aquí afuera.- Mira su reloj de bolsillo para saber qué hora es. -Muy extraño la verdad.- Luego se plantea observar el interior por alguna ventana.

Me sorprendió ver a Samantha y Sullivan allí parados todavía. Nosotros habíamos comido el postre y ya habían pasado un tiempo razonable. ¿Que era lo que los mantenía allí en el porche de la casa? ¿Que había visto Samantha? El tal Sr. Corbitt evidentemente no quería ser molestado, porque estaba en su casa y no respondía el llamado. ¿O no lo escucharía?

- Samantha -dije con toda la delicadeza posible, para no alterar mas los ánimos-, ¿qué es lo que viste, o te pareció ver, que te alteró tanto? Puede que el Sr. Corbitt no oiga el llamado a la puerta porque no quiere ser molestado, pero también puede ser que esté en alguna crisis, si es que trajo a alguien herido, y no escucha. Si nos vamos, tal vez estemos dejando a alguien sin una ayuda que podría salvarle la vida. ¿Estas casas tienen sótano? Tal vez esté allí y no nos escuche. O en la planta alta.

Miré a todos los presentes dudando, sin saber bien que hacer, hasta que me decidí.

- Iré a ver si escucha el llamado desde una puerta trasera o algo -dije seguro, mientras me dirigía hacia el costado derecho de la casa, buscando alguna señal de luz o movimiento. Luego buscaría una puerta trasera, para ver si desde allí podían escuchar el llamado.

Una vez que salimos al exterior guardo silencio junto a mi esposo, permitiendo que los caballeros tomen la palabra. La reacción de mi tía me sorprende bastante, el tiempo había transcurrido sin mayores interrupciones pero al parecer ninguna información al respecto sobre lo que sucedía con el Sr Corbitt daba las buenas noticias.

Todo un misterio era lo que Sammantha ha visto con sus propios ojos y me preocupaba bastante ya que era una mujer muy fuerte como para impresionarse tan fácilmente. Aún así, estaba de acuerdo con el sobrino de mi esposo. -Me llama la atención que el Sr Corbitt no atienda. ¿Tía puedes decirnos lo que realmente viste? Es importante. - de alguna forma tenía que saber y no que quedaría tranquila con su silencio.

La mujer se pasa la mano por la cara angustiada, vi que el hombre salia de su auto con un  paquete pesado en sus brazos y que de repente se le cae, y pude ver la mano de un niño, de un pequeño.. el la recogio, y entró al sotano...Digo nerviosa, aún lo que vi me causaba temor.

Creo que debemos llamar a la policia... no me gusta explorar cuando no soy invitada.