Partida Rol por web

El Heredero de Piedra

6.- En el cubil del basilisco

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15/01/2013, 16:00
"Extranjero" Jack

Solucionado el percance con el enano era un buen momento para avanzar y preocuparse de nuevas amenazas. Ahora que se lo planteaba el marino, quizás hubiera sido una buena idea comentar al esclavista si habían más hombres armados dentro de la cueva.
Pero no tenía sentido sopesar qué se había hecho y qué no. Jack se encogió de hombros y empezó a caminar con cuidado hacia donde les conducía la cueva.

Machete en mano.

Notas de juego

Vengaaaaa.... ¿dónde estan esos ciegos? ¡Se van a enterar!

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15/01/2013, 16:21
Director

 Una vez muerto el enano el grupo de aventureros avanza por las oscuras cavernas, a pesar de que no alegraba a nadie el haber ejecutado a sangre fría a un cautivo, ninguno de los presentes siente remordimientos, ni siquiera el de repente silencioso Nuño.

 Los compañeros avanzan por un tortuoso pasaje que la luz de la lámpara va revelando con su titilante resplandor dorado, entre las múltiples sombras que proyectan los compañeros sobre las desiguales paredes. El sonido del agua correr se va tornando cada vez más ruidoso a medida que avanzana, a la para que van sintiendo el ambiente es tremendamente húmedo.

 Finalmente el paso se ensancha dando lugar a una caverna dividida por un río subterráneo que discurre de este a oeste. A este lado del río entre cajones de madera, un colosal ser de madera y piedra levanta sin esfuerzo aparente el cuerpo inmóvil de un caballero petrificado y lo mete en uno de ellos.

Notas de juego

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16/01/2013, 18:16
Director

  Tras la sorpresa inicial por parte de los aventureros, no pasó nada más destacable.

 El enorme ser aferra la caja de madera y la coloca en la corriente de agua y esta se la lleva hacia el oeste, pasando por lo que parece ser un tunel anegado, una corriente subterránea. La caja pronto se pierde entre las ruidosas aguas que se cuelan por el pasaje del oeste.

 Seguidamente el ente se dispone a encajar otra figura pétrea. Siempre ignorando a los compañeros aventureros.

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17/01/2013, 08:52
"Extranjero" Jack

¡Menudo monstruo!
Jack no sabia cómo encararse ante tal ser ¿Acaso algo así podía sangrar? Pero por suerte parecía que su trabajo merecía más atención que los aventureros. Eso, o todavía no se había percatado de su presencia.

Tenían la lujosa linterna de Iasana. Seguramente sería muy útil incendiar al monstruo... Pero el marino descartó la idea: Podía ser muy peligroso crear una hoguera gigante en una cueva.

-Sigamos a las cajas -susurró Jack- Nos pueden servir de kuelea... ¿cómo lo llamais? flo... ¡flotador! El monstruo no nos seguirá...

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17/01/2013, 12:49
Liam Davenport

El capitán asintió.

- Buena idea, amigo moreno - asintió.

Notas de juego

Siento el post tan corto, pero ando cortillo de tiempo. El próximo será más largo. PD: Por cierto el enlace de la imagen de la colosal "ser de madera y piedra" no me funciona.

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17/01/2013, 12:59
Iasana Ranackver

Al llegar a aquel sitio los aventureros se encontraron con una escena de lo más bizarra. Una especie de golem de madera se encontraba embalando las estatuas que el basilisco había producido. Iasana se asombró ante la organización que había montado el susodicho Príncipe, cuidando hasta los últimos detalles de producción.

Menteniéndose en las sombras, la muchacha intentó encontrar al líder de aquella movida y también la estatua de ser Hugo. Si pudieran identificar la caja donde lo habían guardado, el rescate sería pan comido.

-Me parece una buena idea. Solo que antes veamos si localizamos a ser Hugo por acá. Viajar en su caja nos ahorraría mucho trabajo.-

Notas de juego

PD: Por cierto el enlace de la imagen de la colosal "ser de madera y piedra" no me funciona.

Lo mismo me pasa a mi.

Preguntas: se ve al mercader por la zona? o ya que estamos a algunos esclavos o seres vivos más. Y la estatua de ser Hugo? está por ahí o no la vemos?

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17/01/2013, 17:51
Director

 Tras la sorpresa inicial los compañeros se soprepusieron rápidamente, a pesar de no haber visto nunca antes un ser de estas características, al no prestarles atención, lo pudieron asumir sin problemas.

 Jack sugirió que el grupo se metiera en las aguas y dejarse llevar para ir al encuentro de las cajas donde esperaban encontrar la figura de ser Hugo Torquemar, pues hasta donde alcanzaba la vista no se veía ninguna otra estatua a la vista las cajas parecían vacías, con toda seguridad esa última figura era la última que cargaran los fallecidos esclavos ciegos y el maldito capataz.

Notas de juego

 Al parecer no se veía, curioso.

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19/01/2013, 15:04
Iasana Ranackver

A la mujer le resultó preocupante no ver al famoso "príncipe" por los alrededores. Dominar un golem no era juego de niños... como era posible que aquel ser sobrenatural estuviera solo, sin nadie cerca para vigilar que no se saliera de control? Siempre atenta a su alrededor, pero sintiendo que algo se le escapaba, comenzó a caminar sigilosamente hacia el río, para intentar montar una de las cajas y usarla como barcaza. Cada pocos pasos se detenía para ver si sus compañeros la seguían y verificar que la presencia de los aventureros permaneciera inadvertida, y de paso, para ver que no se toparan con un nuevo peligro por sorpresa.

Notas de juego

Tengo que hacer alguna tirada para avanzar hasta el río?

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19/01/2013, 22:43
Director

 Ingeniosamente, los aventureros tomaron aquellas cajas de madera desatendidas por el colo para usarla par amantenerse a flote en el agua. Más de uno diron un respingo al sentir el contacto gélido de aquella agua, pero no dudaron en lanzarse a la aventura...

 El viaje por el río subterráneo es mucho más corto de lo que esperaban, tras pasar por debajo de un muro de piedra natural, el ría vuelve a asomar por una caverna todo cruzándolapara desaparecer en la pared oeste.

 Pero las cajas lejos de seguir el camino quedan detenidas por una cadena sobre dos estacas, una a cada lado del río, con el fin de detener los cajones de madera y evitar que sean arrastrados por la corriente.

 En una esquina hay una jaula donde dormita un enorme lagarto con tres pares de patas, una criatura de cuerpo ancho de más de cinco metros de longitud del morro a la punta de la cola, al que han cubierto la cabeza con una caperuza de cuero atada con correas. Hay más cajones de madera y una singular pareja supervisando su contenido. Por un lado un enano similar al esclavista que degollaron hace poco, este se asoma flemático a las cajas y toma notas en un libro mientras que su acompañante, un escuchimizado humano de barba cana de rostro ojeroso unido a él por una cadena, hace cuentas con un ábaco.

Notas de juego

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19/01/2013, 22:53
Gristobal Krause

El enano cierra el libro y se dirige a los aventureros hablando en la lengua de estos sin apenas tener acento:

- Si habéis llegado hasta aquí, es que me habéis costado mucho dinero. ¿Qué pretendéis?

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21/01/2013, 18:58
Iasana Ranackver

Tanto sigilo y tanto empeño en hacer lo posible por no ser descubiertos para llegar ante el "príncipe" y ver que el tío parecía estar esperándolos.

Sin saber por qué, Iasana se llevó una gran decepción. Se imaginaba que el esclavista sería un tipo siniestro, alguien cuya sola visión desatara miedo, alguien que, por los poderes y recursos que había demostrado manejar, se impusiera por su sola presencia, tal como si realmente perteneciera a la realeza. Pero ante ellos tenían a un enano con más pinta de regateador que de guerrero, que tomaba notas y se encargaba de tener la contabilidad al día.

A pesar del chasco, la mujer no dejó de advertirse a sí misma que no debía confiarse. Aunque el tipo se mostraba indiferente, había resultado ser muy recursivo y quién podría saber qué sorpresa les tenía preparada. Con cautela decidió responder a lo que les preguntaba.

-Señor Krause, estimo...- dijo con respeto pero sin ser servicial. -Sólo queremos recuperar la figura del hijo de lord Torquemar, no tenemos intenciones de involucrarnos en sus negocios.

Mientras hablaba, la maga no dejaba de preguntarse qué chances tenía de averiguar algunas otras cosas. A escasos pasos de ella se encontraba el basilisco, perfectamente amarrado y en buen estado de salud. La oportunidad de estudiarlo era única. Además, Gristobal contaba con su propio golem. Si no había sido él quien lo había fabricado, seguramente podía contactar a Iasana a quién había efectuado el trabajo. Eso representaría para la joven otra gran oportunidad de aprendizaje que no podía dejar pasar. Con respeto terminó de exponer la idea que había iniciado al romper el hielo del silencio.

-Si fuera tan amable... podríamos llevarnos la estatua de ser Hugo y hacer como que aquí no ha sucedido nada.

Notas de juego

Tengo que tirar algo para convencer al enano de que nos de la estatua por las buenas? XD

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22/01/2013, 09:17
Gristobal Krause

 El enano de piel oscura centró su atención en la muchacha encajonada entre maderas, escuchando con un rostro préteo, sin dejar reflejar sus emociones.

 - Acaso pretendéis que, después de asesinar a mis esclavos, y posiblemente a Saucher, os de la figura pétrea de un tipo... Oh claro... venid y tomaros un tentenpié mientras os la envuelvo.- Dijo con un tono de voz neutro y su rostro pétreo. Al parecer el sentido del humor y el sarcasmo varia según las condiciones culturales de cada cual.

 Gristobal esperó unos momentos, con semblante meditabundo, antes de añadir.

 - Por lo que a mi respecta ya podéis estar pagándome por la muerte de los esclavos... y si queréis a una de las estatuas, pagad por ella.

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22/01/2013, 15:38
"Extranjero" Jack

Con toda lógica Krause no estaba dispuesto a perder ni una ocasión de hacer negocio. Mala cosa, pues éste chocaba con el negocio de Jack.
-Tu amigo nos atacó sin preguntarnos si queríamos comprar... comprar algo... Si hay alguien a quien tienes culpar por... er... las pérdidas, es a él... A tu amigo enano, me refiero.

Jack no conocía el idioma lo suficiente como para resultar tan culto como Iasana. Le costaba mucho hablar de esta manera. Al final decidió ser algo más directo:
-El joven Torquemar ya tiene dueño y lo quiere. Has metido la pata Krause, esta estatua tiene apellidos, o como se llame. ¿Por que no aceptas el error y nos lo das?

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22/01/2013, 16:08
Gristobal Krause

 Krause miró al tipo de piel oscura que habló, lo miró un momento de arriba abajo y torció el gesto.

 - Así que ya está sirviendo como pasto para los gusanos, lástima, me era útil dirigiendo a los esclavos, pero no era muy juicioso... en fin de donde vino Saucher hay más.- Terminó encogiendose de hombros.

 Luego mira a la muchacha de nuevo antes de que el tipo de atuendos piratuelos añadió algo más.

 - Ten cuidado, humano, Krause no mete la pata, o yo no lo diría si estuviera metido en una caja de madera flotando en un río estando yo delante tuyo.- Los ojos del comerciante se cerraron y agudizaron como si de dos puñales se trataran, tras eso volvió a sacudirese lo hombros y recuperó su compostura.- No sé nada de Torquemares o no sé qué. Yo solo encontré unas estatuas de piedra, sin dueño, y me las quedé. Puedo hacer lo que quiera... y lo he hecho jijijiji.

 El humano que esta atado al comerciante mediante una cadena se encoje ante el sonido desagradable de la risa y el aparente buen humor de este.

 - Pero seamos sensatos y hablemos de negocios. Queréis una de mis estatuas. Está bien, puedo ofrecéroslas, como actualmente dispongo de unas cuantas y teniendo en cuenta que no tengo que trasladaralas, podría dejárosla a buen precio.- El hombre abrió en abanico un brazo señalando unas cuantas cajas de madera apiladas.- Pongamos doscientas piezas de oro. Su realismo es innegable jejeje.

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22/01/2013, 16:51
Iasana Ranackver

La hechicera clavó su mirada en el enano con inquietud, cuando éste hizo su amenaza velada. Ellos se encontraban en una posición realmente vulnerable y, estando tan cerca del basilisco, mejor era no enojar a quien llevaba las de ganar.

-Señor Krause, disculpe la brusca sinceridad de mi compañero. No es de estas tierras y no conoce todos los formalismos que la etiqueta dicta para una conversación civilizada entre pares. Si nos permite...- Iasana, sin brusquedad y gracilmente, dio un pequeño salto de la caja hasta la orilla. Si al final llegaban al combate, mejor para ella hacerlo sobre tierra firme. Sin embargo, una vez allí, se quedó estática y con las palmas hacia adelante demostrando que no tenía intenciones de hacer nada agresivo.

-Comprenderá que el valor que está pretendiendo por la estatua del joven Torquemar es excesiva. Sobre todo porque a su padre podría resultarle ofensivo que alguien quisiera cobrar por ella cuando está claro que no corresponde. Antes de que rechace lo que voy a decirle, tenga en cuenta que no tengo ninguna objeción contra su negocio. Ha visto la oportunidad y ha decidido tomarla... pero no todos piensan como yo. Hay más de un caballero que podría considerar deshonesta esta práctica... ya sabe... siempre hay algún que otro "héroe" dispuesto a ganarse un lugar en una de las canciones de los bardos- con gracia la chica señaló a Nuño al tiempo que guiñaba un ojo de manera cómplice a su interlocutor.

-Le propongo llevarnos la estatua de ser Hugo y evitarle problemas con la ley por 50 monedas de oro. Seguramente mi capitán no esté de acuerdo con darle dinero, pero yo creo que es justo, ya que se ha tomado la molestia de prepararla para un largo viaje y la ha mantenido a salvo del apetito de la bestia que allí tiene encerrada.

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23/01/2013, 11:31
Gristobal Krause

 El comerciante miró de nuevo a la muchacha quien se aupó fuera de la caja. La mirada del enano la examinó pero no lo impidió, en lugar de ello su mano se puso sobre un silbato que colgaba de una cadena de eslabones negros alrededor del cuello.

 - Yo no sé nada de Torquemados.- Dice firmemente.- Pero si es cierto que un padre ha perdido a su hijo, el valor que estaría dispuesto a pagar por su regreso bien sería interesante, por lo menos tratándose de humanos jejeje.

 Continuó escuchando y cuando Iasana nombra a los héroes el enano se encoge de nuevo de hombros.

 - No serían los primeros ni los últimos que regarán con sus sangre las arenas de luchadores. Suelen estar bastante solicitados estos.- Dijo acariciando su barbuda mentón.

 Pero recuperó su atención al escuchar la cifra.

 - No me vengas con tonterías, humana. ¿Acaso crees que soy un mercader del tres al cuarto? cincuenta piezas de oro es un insulto... te la dejo por ciento ochenta, es mi última oferta.

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23/01/2013, 17:06
Iasana Ranackver

A Iasana no le pasó desapercibido el gesto del enano cuando ella puso pie en tierra. Así que tiene más esbirros por acá... De reojo miró a su alrededor, para estar prevenida en caso de que algunos de ellos aparecieran, pero la situación no pasó a mayores.

Manteniéndose alerta, escuchó con atención lo que el esclavista tenía para decir. Tal como imaginaba... no ha llegado a ser quién es aceptando bagatelas. La mujer hizo una estimación mental de cuanto tenía encima y llegó a la conclusión de que entregando todas las joyas que había encontrado en el cadáver del sótano, podía pagar ese precio. Sin embargo, era consciente de que el enano la estaba timando, sin contar con que, si cedía demasiado fácil, era posible que el tío se echara atrás y pidiera una suma aún mayor. Apelando a sus dotes de actuación, respondió totalmente indignada a la contra oferta.

-¿Ciento ochenta piezas de oro? ¿Por quién me está tomando, señor?- su rostro se tensó al tiempo que cruzaba sus brazos en actitud indignada. -Debería darle vergüenza intentar timarme así. Sus costos han sido prácticamente nulos y como le dije anteriormente, quedarse con esa estatua en su poder le representaría una orden de captura sobre su cabeza con una recompensa muy jugosa. No, estimado señor mío... pedirme más de ciento veinte piezas por ese pedazo de roca es totalmente ofensivo e inmoral.

Notas de juego

XD

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23/01/2013, 19:20
Gristobal Krause

 Gristobal se sujeta las solapas de la chaqueta mientras sospesa las palabras de Iasana, dándole un vistazo apreciativo a la muchacha.

 - ¿Que por quíen os estoy tomando? Por unos clientes que les interesa algo que tengo. Yo y nadie más.- Dice tranquilamanete.- Teniendo presente que ofreciendo a la venta algo tan interesante para vuestro patrón creo que no es mal precio, ciento ochenta piezas de oro. Vosotros olvidáis que me habéis visto y yo de que me habéis matado los esclavos. ¿Trato hecho?

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23/01/2013, 19:26
Iasana Ranackver

Ese enano era un hueso duro de roer. Viendo que dificilmente podía hacerlo cambiar de opinión, pero satisfecha con haber simulado el regateo, la maga decidió capitular.

-Muy bien, tú ganas... pero no podemos pagarte en metálico porque no llevamos tal cantidad encima. Tengo unas joyas de exquisita confección, con piedras preciosas engarzadas que alcanzan el precio que has pedido. Muéstrame la estatua que buscamos y estas joyas...-la joven rebuscó en su bolsa para sacar las joyas y mostrarle a Krause que no mentía -...serán tuyas.

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23/01/2013, 19:38
Director

 Gristobal asintió mientras tomó las joyas para tasar su valor y señaló al pobre humano para que abriera las cajas que habían presentes allí. Sumiso el hombrecillo empezó a abrirlas con la ayuda de una palanca mientras iba abriendo una tras otra.

 Abrió la primera y apareció un determinado hombre de armas con el escudo en alto y el brazo de la espada echado hacia atrás listo para lanzar una estocada. Pero ese no era ser Hugo Torquemar.

 Abrió una segunda caja de la que apareció un ballestero con la barba recortada calando un cuadrillo mientras mira con determinación a los aventureros. Pero ese tampoco es el hijo del lord.

 Y así fue abriendo las cajas el servil esclavo, una tras otra hasta que dejó a la vista las cinco esculturas... y ninguna de ellas era la del primigénito de la Casa Torquemar.