Partida Rol por web

CT saltó por encima del panel de información y avanzó unos metros y aprovechando que todos los demás matones estaban muertos o más o menos controlados y Goro concentrado en el ratón disparó al cabecilla.

El matón le cogió por sorpresa cuando ya pensaba en atacarle con su espada.
Hablaba de rendirse y pedía que le dejara marchar.
Edariel suspiró, deteniendo su brazo.
Deberías ser más responsable con tus actos. Suelta tus armas y corre si quieres vivir. dijo el elfo, dejando que el tipo se marchara.

Eso dejaba a Goro como prácticamente único objetivo, así que Edariel se apresuró a correr hacia él.

El matón suelta el arma, que cae al suelo con un ruido metálico.

-Reza todo lo que sepas cucaracha.- El tono de Goro no deja lugar a dudas del funesto destino que le espera a Stuart...

Si estuart vio algo de su vida pasar ante sus ojos, quedó borrado en el momento que un agudo zumbido pasó a su lado como un rayo. Una ágil sombra salió de la nada proyectando un tajo a la altura del pecho de Goro con una elegante espada que vibraba gracias a la carga energizante de su célula energética. Al contacto con la armadura de Goro, el zumbido se intensificó haciendo chirriar a la vibrante hoja que dejó una fina línea carmesí surcándole el pecho y la sangre no tardó en manchar el suelo.

-¿Me echabas de menos Goro?.- Una drow se plantó delante del lugarteniente de Morob, desafiándole con movimientos felinos y seductores. -He oído que no te gustaron los rifles que te vendí. Apuesto...-dijo la drow mientras acariciaba una de las orejas de Stuart,- a que a esta hermosa criaturilla si que le han gustado.-     

Bien por demostrar su hombría o por no darle el gusto a la drow, Goro ahogó un grito de dolor cuando la vibrante y delgada hoja laceró su pecho.

-Eres una puta.- Contestó Goro sin miramientos. -Esta será tu última venta Priscilla.-

El rápido movimiento de Goro pilló por sorpresa a la drow sacando algunas chispas al rozarse los metales de arma y armadura. Durante su recorrido Priscilla retrocedió un poco. Esta vez con cara de fastidio.

No puedes creerlo. Tiempo hace que fuiste recogido en la estación Absalom y jamás creerias que el destino volvería a juntaros de nuevo. Reconocerías ese rostro en cualquier planeta o estación espacial, pues esa fue la drow que te salvó cuando te capturaron. Ahora ya sabes su nombre.

Ignorando lo que sucede en la batalla, yo sigo mi camino hacia el matón, apunto con el rifle sobre el maton, "eres el primero de muchos en esta nueva vida" le digo al matón antes de desencadenar su amargo final, y mientras salia el ultimo disparo del arma, se acordó de que en la fabrica, si destacaba por algo, aparte de la frialdad con los extraños y el no quitarse su mascara aunque esto no le sirviera de nada por su condición de androide, era por una extraña sed de sangre, que nadie supo de donde vino, pero que mas o menos sabía controlar fuera del combate, pero cuando sonaba varios disparos seguidos, se activa buscando victimas.

El maton te mira desafiante mientras le apuntas con tu rifle. Aprietas el gatillo y... ¡CLICK!. De repente te acuerdas de que a todos les fallaron los rifles laser antes o despues, y que este rifle al ser de uno de los matones tambien estaba destinado a fallar. Lejos de aceptar su final, el maton te suelta una patada en el estómago que por poco te deja sin aire mientras se incorpora.

Me agacho rápidamente y tomo el rifle que el matón había lanzado al suelo en un estúpido intento por derrotarme desarmado. Sé que los rifles tienen un alcance mucho mayor de disparo y estos rifles láser son perfectos para disparar en un tiroteo como este.

Podría ayudar a Mori, podría ayudar a Edariel pero lo cierto es que el único que me importa realmente es Goro. Apunto el rifle en su dirección. Veo a la Drow que aparece y le ataca, pero somos nosotros quienes acabaremos con ese desgraciado enfermo:

 - "¡Gorooooooo!"

Listo para disparar, le grito pues quiero verlo a los ojos cuando mi disparo le impacte. Quiero que sepa quien le mató y que se trague sus palabras, así como años de pensar que era el mejor de todos en las Serpientes. Es hora de ponerlo en su lugar.

— ¡Goro...! — A Stuart le invade el pánico cuando su disparo, la pieza final de la estratagema tan brillantemente orquestada por su cerebro brillante... falla sin siquiera provocarle dolor a su enemigo; había contado con que lograría incapacitarlo con un solo disparo al tomarlo por sorpresa, pero estaba claro que apenas sabía disparar por pura noción intuitiva... el plan fue genial, pero ¿En que estaba pensando al creer que podría dar en un blanco en su primer tiroteo real y sin haber matado aun. Ya sabía él que una banda de pandillero no era lugar para él.

Esto le cruzaba por la mente a Stuart mientras veía como Goro le apuntaba a la cabeza... a su preciosa cabeza. El tiro no era limpio, estaba la dificultad de que el disparo atinara a la abertura, pero Goro estaba demasiado cerca.

De pronto una sombra paso delante de él y con un movimiento marcial tan ágil como preciso imprimió un profundo y largo surco sobre el pecho de Goro. 
Mientras este luchaba por no caer al suelo por la perdida de sangre que estaba sufriendo, Stuart lo creyó lo bastante derrotado como para dejar de concentrarse tanto en el furor del combate y entonces contemplar a aquella sombra desconocida. ¡Era una elfa oscura! Y al parecer la misma que había saboteado la sublevación de Goro, Stuart no pudo revivir su primera corazonada que tuvo sobre que quizá una especie de mafia secreta de elfos oscuros, o ella siendo un agente de algo similar, estaba detrás de esta fortuita ayuda que les había prestado; quizás ahora se había adelantado para matar a Goro para asegurarse de que este no sobreviviera, quizás esas eran sus ordenes que acababan de verse facilitadas.

— ¡Woah...! — Pero todos estos pensamientos se derritieron cuando de forma completamente inesperada la elfa acarició una de las orejas de Stuart mientras le decía ¿Hermosa criatura? Una especie de escalofría recorrió, desde su oreja, todo su cuerpo en una sensación placentera. Stuart recién acababa de dejar de ser un adolescente (en términos biológicos), pese a que solo tenía 10 años debido al acelerado desarrollo de su especie, pero en todo ese tiempo ni siquiera consultó "material para adultos"... ni tampoco tuvo nunca ningun abrazo o caricia ni muestra de cariño. — Her... hermosa... cri-¿Cómo? — Balbuceó. Aquella sensación placentera lo dejó en blanco, aun saboreando la sensación de aquella caricia. — O sea, ¿De verdad te...? Quiero decir, gracias. Yo...

El estallido del disparo de Gendo lo sacó de la bruma mental en la que se había sumido, parpadeando varias veces.

Recoges el rifle para disparar. Apuntas recordando las nociones básicas del tiro, acomadar el rifle, visualizar el blanco, relajar la respiración y acariciar el gatillo...¡CLICK! Enseguida recuerdas que el rifle lo desechó tu enemigo porque se le había atascado, aunque ahora sabes la verdadera razón del "atasque" de los rifles láser, no es una excusa para cometer una error de principiante.

Desechas el rifle con un gesto rápido.

Goro ladea un poco la cabeza al oirte, concentrado en no dar la espalda a la drow, como si aquello fuera música para sus oídos.

Regresando a la realidad en la que estaba parado y viendo que Gendo no había podido disparar con el rifle a Goro, Stuart vuelve a apuntarle con su pistola. Dudó. Goro estaba muy herido, aquel disparo suyo podría ser uno fatal pero Stuart nunca había matado.

— Mirate. No necesitas ser un genio para ver que los tuyos están acabados y tu estas para el hospital. Más de uno en este grupo quiere verte muerto, Goro... piensalo, aun si escaparas vivo de aquí Morob te mataría a los pocos días. — Dijo al intentar apelar a la razón del cabecilla — Yo podría convencerlos de que solo te entreguemos a los polis, es tu unica esperanza de salir vivo de esto y disfrutar de la vejez, seguro en prisión. Así que tira el cuchillo y levanta los brazos. — Stuart decía la verdad en todo lo que decía... pero no sabía que aun si Goro accedía él no fuera asesinado; la drow parecía querer matarlo, Gendo aun más que ella y al menos uno de los androides también lo deseaba. Goro era un canalla, pero matar era matar, al menos si lograba convencerlo de que se rindiera todo esto terminaría ya... y al menos Stuart no sería quien lo matase.

El tipo miró hacia Goro, dio un paso más y echó a correr a todo lo que le daban las piernas. No tenía intención de acabar allí mismo su vida.

La llegada de la drow había salvado a Stuart y ahora las tornas habían cambiado completamente, la victoria estaba a un chasquido, sin embargo aquella elfa oscura no tenía porque significar algo bueno una vez Goro no representara una amenaza. Ante aquella situació Stuart estaba intentando dialogar con Goro, cosa que CT veía poco probable que llegara a funcionar, más aún teniendo en cuenta la opción que le había ofrecido el ratón de llevarlo a las autoridades, así que decidió acercarse por detrás y aturdir a Goro para evitar posibles arrebatos de furia a la desesperada.

-Vamos Goro, no tienes ninguna oportunidad de salir vivo si sigues luchando, ríndete.

Ejecutas los gestos adecuados del encantamiento concentrándote en la sinergía del universo hasta alcanzar ese estado mental de concentración y liberas la energía hacia tu objetivo. Sin embargo nada parece suceder.

La Drow resopla con evidente desdén.

-¿Eso es todo lo que puede hacer el gran Cynical Tangent, la "cara" de la libertad androide?- Dice Priscilla en tono de burla. -Tal vez deberías haber muerto a manos de esos piratas...como estipulaba en nuestro trato.-

-¿Tu eres....- dice Goro mirando a CT como si hubiera despertado de un sueño.

-¿No me digas que ese viejo bobo de Morob no lo sabía?.- Parecía que Priscilla iba a reventar en una sonora carcajada cuando salió de ella una voz completamente seria y sin matiz alguno de burla, mas bien de amenaza.

-No eres el único que sabe manipular a la gente, Goro. El chico cree en la banda porque le engañaste y te apropiaste de su mérito.- Dijo mientras miraba más allá de Goro, hacia el único humano que su visión podía tener delante. -Y sin embargo...- continuó en un tono más bajo. -Morob creía que manipulando la memoria del androide podría sacarle provecho y utilizarlo sin que nadie se diera cuenta.- Dijo señalando con la cabeza a Mori. -El asesino más buscado de la estación Absalom.- Una sonrisa perversa se dibujó en la cara de la Drow. -Menos mal que no está en mi lista. Ahora es como un gatito indefenso pero cuando recupere la memoria...