Partida Rol por web

- No me gusta quedarme atrás si puede haber un nuevo combate ¿vamos? - le dice a Kairon guiñando un ojo y haciendo un gesto con la cabeza señalando la niebla

Tras mirar varias veces a la niebla y a Nitis, trago saliva y se puso firme, en pose heroica.
Es...esta bien. Avancemos en pro del destino

Me giro hacia el resto del grupo y alzo el dedo indice llevandomelo a los labios. - Silencio - murmuro - oigo canticos, algún tipo de ritual al otro lado y dudo que se alegren de vernos, o al menos nadie en este pozo de demonios lo ha hecho, estad preparados. - digo dejando espacio a Blirk para que se situe frente a la puerta, casi puedo oler su sed de sangre.

Esta cámara está dominada por un ídolo de mirada maliciosa con la forma de un minotauro guerrero armado con una enorme hacha. Delante de este ídolo hay un caldero de hierro lleno de un líquido burbujeante del que emana una gruesa niebla. Hay otros 3 calderos en la parte de arriba junto a un altar de piedra, de cada caldero salen unas enormes humaredas que inundan todas las casillas adyacentes. Al este del altar, sobre el suelo, se han pintado una serie de runas fantasmagóricas de color verde.

Dos humanos están situados dentro de las runas brillantes. Parecen estar en una especie de trance.

Un gnoll de enormes alas de murciélago y cuernos retorcidos se encuentra detrás del altar. Lleva en una mano un cetro y en la otra sostiene una hoja de pergamino. Frente a él se encuentra un enorme demonio con la forma de un mono, mientras que una pequeña manada de demonios de la matanza os están gruñendo desde lo alto de la plataforma elevada. Observando sobre ellos hay un enorme esqueleto de minotauro que sostiene una hacha enorme. A un aullido helador del gnoll, los monstruos se mueven para atacar.

De forma casi instintiva, Kairon abre su libro casi por la mitad y lo enfoca contra los enemigos, lanzando a la desesperada una pequeña bola de fuego que estalla algo erradica contra los enemigos.