Partida Rol por web

La pantera mira con tremenda preocupación las heridas del bardo y redobla sus ataques contra sus enemigos temerosa de que si esto continúa Terbe no logre sobrevivir

Un aura verdosa rodea a la pantera tras hacer manar sangre del barlgura pero el demonio está centrado en Kairon que no deja de atacarle con la corona de luces que tiene sobre la cabeza. Tan herida está el demonio que parece poseído por una rabia asesina y por suerte para el mago brujo sólo le impacta una de las garras.

Nitis intenta subirse al altar para ganar alguna ventaja táctica mientras su espada brilla en tono azulado antes de estallar con una onda de fuerza.

El evistro no espera que Nitis pase de él y no reacciona a tiempo de clavarle sus garras.

Maldrick recula como puede y lanza su resplandor a Blirk intentando evitar su ataque.

El bardo vuelve continúa con su ataque para mantener a sus compañeros a salvo. Levantando la espada todo lo que sus fuerzas  le permiten asesta el golpe definitivo para acabar con el barlgura. El simiesco demonio chilla y se retuerce antes de caer y bañar el suelo con su sangre.

—¡Muérete de una vez, copón!

- Habéis llegado tarde....dice Maldrick antes de morir. El evistro es golpeado por Blirk y luego apalizado por el resto...la habitación queda en silencio, en el suelo los cadáveres de vuestros enemigos y el polvo negro al que fueron reducidos los aldeanos.

Nitis deja caer su espada en el suelo con un sonoro suspiro.

Después se baja del altar con la misma soltura que una anciana (humana) de 90 años y se sienta contra la pared entre los cadáveres de sus familiares demoníacos.

Se queda con la cabeza inclinada hacia atrás, con sus cuernos casi tocando la pared y la boca abierta por la que baja un hilo de sangre.

-Me duele cada pulgada de mi cuerpo.- Masculla finalmente ignorando cualquier cosa que pase a su alrededor.

Terble se tambalea pero en el último instante consigue apoyarse en su espada como si fuera un bastón...aún así acaba de rodillas y con la frente apoyada en el puño del arma.

- Me dormiría ahora mismo para no despertar en dos o tres días.

—Y más que vamos a llegar... —contesto cuando el evistro cae, como respuesta a Maldrick. El combate había sido duro, y por desgracia, cuando me tranquilizo, veo que el resto están recubiertos de sangre y heridas. Así, les digo—. Yo tengo hambre. Deberíamos parar un rato y comernos a nuestros enemigos para adquirir sus fuerzas.

-Los demonios no tienen buen gusto.- Responde Nitis como si hablara desde la experiencia.

—Mientras no tengan mal sabor, me da igual lo que les guste —respondo mientras comienzo a inspeccionar el cadaver del gnoll antes de sentarme a comer algo.

El joven tielfing se lleva una mano a la cabeza mientras se la arrasca.
Pues tampoco has sido para tanto... luego mira avergonzado a sus compañeros.
Si lo mejor sera descansar e investigar mientras la sala.

Kairon observa con ojos expertos la capa de Maldrick y confirma que el diseño intrincado de hojas se corresponden con una capa élfica. A continuación, descubre una pequeña llave de plata y cuando la toca se estremece mientras eleva la cabeza y sus ojos se ponen en blanco.

Estás en el Salón de las Siete Columnas pero no eres tú, eres más alto, más corpulento. Avanzas hacia el norte y al pasar por el riachuelo descubres que tu aspecto es el de un minotauro. Cuando llegas hasta la pared insertas la llave de plata en una grieta y la giras para abrir un paso secreto, un pequeño túnel que avanza unos pocos metros hasta una gruta en la que se dibuja un círculo de teleportación. Caminas hacia el círculo y al entrar en él sientes como tu esencia es enviada a otra gruta mucho más grande donde se divisa una torre.

Y despiertas, delante están tus compañeros....¿un sueño? 

Ufff pues si que estaba tocado... creo que hasta me que dormido...da un par de paso mareado y se apoya en la pared.

Nitis se queda mirando a Blirk con expresión mortalmente seria ante su último comentario.

Lanfear vuelve a su forma de elfa y cae de culo sobre el frío suelo. Suspira reventada. Alza la mano ensangrentada mientras toma aire despacio, le duele todo.

Ante las palabras de Blirk escupe sangre, demasiado consciente de lo que ha estado mordiendo los últimos minutos