Partida Rol por web

Tan pronto como ve a los repelentes enanos grises, deja escapar la energia acumulada en su espada en dirección a lo que parecia una enana.

El Tiefling se concentró en su magia para atacar a uno de sus enemigos.

¡Bien! ¡Fiesta! Ya iba siendo hora, empezaba a aburrime.

Cruzo la puerta para comenzar con el alboroto que está por venir. Grande es mi suerte cuando justo a mi derecha, tengo a uno de esos feos duergars que piden que les corte la cabeza. Lo malo es que la emoción me puede, y fallo mi ataque.

No obstante, no dejo de mirar que, al fondo, hay uno bien grande y gordo. Tal vez cuando me cargue a este...

Eglath vio los enanos justo de frente, y aunque estaba deseando darle una buena tunda al que les había amenazado, el goliath se contentó con darles candela a los que tenía justo enfrente.

-¡Waaaaaaaah! -gritó mientras cargaba contra sus enemigos.

El grandote fue endureciéndose hasta el punto de que al descargar su hacha sobre la enana se notaban sus venas inflarse bajo su robusta piel.

El hacha se clava en el hombro cerca del cuelo y brota un chorro de sangre.

Clio sigue a Eglath. y con una serie de movimiento distractorios atrae la atencion de sus enemigos para darle una oportunidad al Goliath. 

Ahora es el momento!

Con una extraña sonrisa en la boca, mezcla de alegría y rabia, Eglath hizo un rápido giro con el hacha y le hizo un nuevo tajo enana.

La teurga se tambalea por el golpe de Eglath pero consigue dar un paso atrás y conjurar una nube de vapores tóxicos centrada en Blirk.  El gnomo junto con Clio, Lanfear, Eglath y uno de los duergar sienten como sus ojos les escuecen y se quedan nublados.

Mulkelmor alza su mano que se prende en llamas rojizas y lanza una bola ígnea contra Eglath. Eglath cae al suelo, siente que el fuego traspasa sus defensas y le quema por dentro. Luego avanza y al pasar junto a la teurga toca el corte de ésta que comienza a cerrarse.

El duergar con Blirk lanza su martillo contra él y a pesar de estar cegado le alcanza de refilón, dando un paso lateral. EL duérgar con Eglath aprovecha el ataque de su jefe y lo que parece una especie de inspiración para machacar al goliath pero éste se revuelve y lo evita. El último duérgar lanza las púas de su barba contra Clio sin éxito para luego colocarse al lado de sus compañeros al pie de la escalera y atacar a Eglath

ASALTO 1

La elfa no está dispuesta a escuchar por más tiempo de un asqueroso duergar. Invocando a las fuerzas de la naturaleza hace estallar un rayo en mitad de la sala sobre los dos duergas que hay juntos.

Tan pronto como ve a los repelentes enanos grises, deja escapar la energia acumulada en su espada en dirección a lo que parecia una enana.

El Tiefling se concentró en su magia para atacar a uno de sus enemigos pero no tuvo efecto.

¡Bien! ¡Fiesta! Ya iba siendo hora, empezaba a aburrime.

Cruzo la puerta para comenzar con el alboroto que está por venir. Grande es mi suerte cuando justo a mi derecha, tengo a uno de esos feos duergars que piden que les corte la cabeza. Lo malo es que la emoción me puede, y fallo mi ataque.

No obstante, no dejo de mirar que, al fondo, hay uno bien grande y gordo. Tal vez cuando me cargue a este...

Eglath vio los enanos justo de frente, y aunque estaba deseando darle una buena tunda al que les había amenazado, el goliath se contentó con darles candela a los que tenía justo enfrente.

-¡Waaaaaaaah! -gritó mientras cargaba contra sus enemigos.

El grandote fue endureciéndose hasta el punto de que al descargar su hacha sobre la enana se notaban sus venas inflarse bajo su robusta piel.

Clio sigue a Eglath. y con una serie de movimiento distractorios atrae la atencion de sus enemigos para darle una oportunidad al Goliath. 

Ahora es el momento!

Con una extraña sonrisa en la boca, mezcla de alegría y rabia, Eglath hizo un rápido giro con el hacha y le hizo un nuevo tajo enana.

La teurga se tambalea por el golpe de Eglath pero consigue dar un paso atrás y conjurar una nube de vapores tóxicos centrada en Blirk.  El gnomo junto con Clio, Lanfear, Eglath y uno de los duergar sienten como sus ojos les escuecen y se quedan nublados.

Mulkelmor alza su mano que se prende en llamas rojizas y lanza una bola ígnea contra Eglath. Eglath cae al suelo, siente que el fuego traspasa sus defensas y le quema por dentro. Luego avanza y al pasar junto a la teurga toca el corte de ésta que comienza a cerrarse.

El duergar con Blirk lanza su martillo contra él y a pesar de estar cegado le alcanza de refilón, dando un paso lateral. EL duérgar con Eglath aprovecha el ataque de su jefe y lo que parece una especie de inspiración para machacar al goliath pero éste se revuelve y lo evita. El último duérgar lanza las púas de su barba contra Clio sin éxito para luego colocarse al lado de sus compañeros al pie de la escalera y atacar a Eglath.

La elfa convoca a los gelidos vientos del norte, un pequeño tornado se crea sobre el duergar teurga empujandolo hacia adelante mientras uno de los duergars sale despedido hacia atrás.

Viendo que el goliath tiene mucho trabajo con tanto duergar, la elfa hace que su piel se endurezca. Al paso de su mano la piel de Eglath se torna robliza.

No contenta aún, decide volver a usar su totem invocando a los espiritus del bosque para que castiguen a los sucios duergars. Un fulgor radiante baña a los cuatro objetivos centrandose especialmente en quien parece su lider. Este efecto hace que se muevan más lentamente y que debido a esta torpeza además sea más facil atravesar sus defensas.

Terble entra intentando golpear al duergar que lucha con Blirk pero la armadura del enano le libra del golpe.