Partida Rol por web

El laberinto del Minotauro

Fallcrest

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27/05/2012, 14:52
Director

La otra mitad del día se presentaba amarga en comparación con la primera. Atrás quedaba el deleite de los parajes del valle. Ahora la preocupación y la premura colmaban todos sus pensamientos.

El sol aún deslumbraba en el horizonte cuando notaron la cercanía de la ciudad, las granjas que antes eran raras y dispersas se concentraban a lo largo del camino aún siendo pocas. Pocos minutos mas tarde Fallcrest se presentaba ante ellos como una ciudad pequeña de muchos contrastes, sus edificaciones iban de la piedra a la madera sin un claro patrón.
El grupo llegó por el oeste donde la ciudad estaba defendida por un río lo ancho y hondo, imposible de vadear a caballo. Un puente de madera descansaba sobre cuatro pilares de piedra de lo que sin duda era la construcción de un puente antiguo.

En el puente un grupo de cuatro hombres armados dieron el alto a los viajeros. Alguno de ellos llevaba cota de malla, pero la mayoría solo portaba un jubón de cuero, capa y alguna arma de lantón raído. Uno de ellos, que aparentaba estar a cargo habló.

-¡Deteneos!- gritó, su mirada esmeralda parecía especialmente perspicaz y desconfiada. -¡¿Quiénes sois? ¿y que queréis en Fallcrest?!

Antes que ninguno Ugarth habló, lo que resultaba sorprendente teniendo en cuenta el mutismo que mantuvo durante el viaje.

-Soy Ugarth, batidor de Fallcrest por orden de Faren, vengo del oeste-

Un hombre bajito se levantó de un asiento de madera detrás de aquel que les interrogaba. Pasó al lado de este y le susurró algo al oído. Ahora todos pudieron observar que en realidad era un enano, las cejas  y barba tupidas no dejaban duda alguna. El enano llevaba una armadura de placas con un acabado sencillo pero de gran calidad. La capa que colgaba a su espalda también parecía de tela fina. En comparación con los hombres que le rodeaba aquel enano podría haber pasado por un caballero, uno más de los contrastes que Fallcrest ofrecía.

-Yaaaaaaa… a ti te recuerdo- dijo el enano –Pero a ellos no. Soy Murgledin, capitán de la Guardia de Fallcrest– continuó mientras hacía una reverencia –Dime batidor, ¿Por qué has traído a estos extraños a nuestra ciudad?

Dos hombres se habían acercado a los viajeros mientras el enano se presentaba y ahora tenían a las monturas de Skulblak y Arjhan por las bridas.

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27/05/2012, 22:13
Director

Notas de juego

Conoces fallcrest de antes. No es tu ciudad, no has nacido aquí pero sabes moverte. si quieres hacer de guía y transmitirles información a los demás puedes consultar la DMG en las paginas 196++

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28/05/2012, 11:25
Ugarth

Bajando la mirada hasta la altura del enano, le contesto de buena gana.

- Faren me encomendó patrullar los alrededores de la ciudad para intentar mantenerlos seguros. Cumpliendo con mi deber encontré el rastro de unas sabandijas. Siguiendo dicho rastro llegue hasta el camino en el cual se producía un asalto. Los kobolds estaban asaltando a estos aventureros y requerían de nuestra ayuda.-

Me giro dejando en la linea de visión del enano el camello con el herido encima. - Necesitan atención urgente y dado que van acompañados por un paladin de Bahamut, tengo la impresión de que no causarán problemas. En cualquier caso, si no te fías puedes ir a consultar a Faren si se les permite la entrada o no, pues yo ya he cumplido trayéndolos aquí.-

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28/05/2012, 11:39
Director

Notas de juego

Respecto a lo que sabes de Fallcrest, como dije todo lo que hay en DMG pags 196++ es válido, salvo la historia (es decir las localizaciones, los nombres, la razón social, etc... ).

La historia (en resumen).

La ciudad se fundo antes del imperio de los señores toro. la fundo uno heroína de las guerras dle sur llamada Aranda Markelhay. Fue destruida cuando el imperio minotauro dominó el valle (en lugar de los Orcos Bloodspears). Cuando el imperio minotauro desaprecio poco a poco los sobrevivientes del valle volvieron a unirse en una comunidad y habilitaron las ruinas de la antigua ciudad. Finalmente los descendientes del clan Markelhay volvieorn a obtener el dominio de la ciudad.

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31/05/2012, 11:54
Murgledin

-Ten cuidado con tus palabras "batidor", como capitán de la guardia son mis pelotas las que dicen quien peude entrar o no en la ciudad.- dijo el enano mientras se paseaba entre las monturas mirando a la cara a los forasteros.

De alguna forma y a pesar de su estatura Murgledin conseguía parecer imponente movíendose a al atura de las rodillas de sus interlocutores. Se acercó al camello con una sonrisilla en al cara, hechó un vistazo rápido al cuerpo de Hadarai y a Grimz, que montaba tras el.

-¿Y este? ¿es uno de los atacantes?-

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02/06/2012, 15:13
Skulblaka

Skullblaka escucha hablar al enano y decidido se adelanta para responder.

Perdonad Maese Capitan, pero no es uno de los asaltantes, es uno de nuestros compañeros. Ha recibido serias heridas y estariamos en deuda si nos permitierais pasar y llevarlo para que reciba atencion medica urgente. - comenta el Eladrin mientras observa el lugar donde habian llegado y tal vez donde podrian ayudar o salvar a Hadarai.

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02/06/2012, 15:40
Murgledin

- ¿Viene con vosotros? Entonces será un esclavo...- la cara del goblin pareció desfigurarse en aquel momento, una ira intensa le consumía por dentro y aún así se quedó completamente callado, en una muestra de sabiduría de la que sus compañeros creyeron que no podría ostentar.

Murgledin se acercó enotnces a Skulblack y Arjhan, observándolos cuidadosamente a los ojos.

-Forasteros que gustan de la compañía de estos zarrapastrosos... ppppshhtttt- Murgledin escupió al suelo y continuó hablando. -Muy bien. Podeís entrar.... ¡dejadles paso!- Gritó el enano a sus hombres, para que se apartasen. Pero antes de despedirse matizó mirando en dirección a Ugarth -... y tú, batidor. Ya que los has traído serás su niñera. Llevales ante Grundelmar, o ante esa vieja chocha de Dirina, pero no te vayas muy lejos. Mañana Markelhay querrá tener algunas palabras contigo y con tus amigos.

Para aquel entonces el goblin parecía a punto de reventar, por lo que empezarón a moverse cuanto antes, evitando así algo peor.

Notas de juego

DM Tip.

@Ugarth, que es quien ya ha estadio en Fallcrest. Murgledin te cita los encargados de el Templo del Sol (10) y el Templo de Erathis (13). Sabes que hay otro templo, que es el ams vistoso el Templo Canción de Luna(16). Puedes llevarlos a cualquiera que te guste, elige que lso demás estarán desando que les guies cuanto antes.

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05/06/2012, 11:17
Ugarth

Haciendo un gesto de asentimiento al enano, empiezo la marcha. Ando a paso rápido ya que es urgente atender al compadeciente. Pensando en las divinidades más afines a mi me dirijo hacia el templo "Canción de Luna". Avanzamos por la callejuela que hay enfrente del puente pasando una destartalada casa con un cartel grande colgando de unas bisagras en el que se vislumbran unas letras formando la frase: "Azaer Trading House" al final del callejón se ve un gran edificio de mármol con todo el aspecto de un gran templo. Para sorpresa de mis acompañantes al llegar a el giró rápidamente a la derecha y sigo caminando. Siguiendo por esta calle con pendiente suave hacia abajo continuamos andando. En frente se observa otra casa y a su derecha una extraña estructura de madera con poleas. Giro a la izquierda. Sorprendentemente no se ven más edificios detrás de estos dos. Cuando se fijan mis acompañantes se dan cuentas que hay un barranco que es lo que provoca el cese de edificios en esa dirección. Aunque abajo del mismo continua extendiéndose la ciudad. Después de una par de edificios más llegamos a nuestro destino, el templo de "Canción de la Luna".

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06/06/2012, 13:16
Director

El sol se demora sobre los tejados de Fallcrest y con el sus ciudadanos se demoran en sus trabajos, agotando hasta la última gota de luz para continuar con la faena.

Los habitantes de Fallcrest son gentes sencillas. La mayoría visten ropas de artesanos, aunque tampoco son escasos los monos mas típicos del trabajo de campo. dentro de la ciudad se peuden ver muy pocos guaridas y practicamente nadie parece ir armado. En el trayecto solo algunos grupos de niños corretean alegres tras los caballos, acompañandolos por un par de calles antes de posar su atención en cualqueir otra cosa. Los adultos en cambio miran desconfiados, algunos incluso escupen al suelo o murmuran insultos inteligibles ante la vista de los forasteros.

 

Ugarth condujo a los demás a uno de los laterales del templo, acercandose a una construcción de madera añadida a la nave principal de piedra pulida. Afuera, sentado sobre un cubo dado la vuelta, un chico se entretiene lanzando piedras contra latas dispuestas a unos cuantos pasos. El chico saltó rápidamente ante la vista de los forasteros y se acercó a Ugarth, a quien parece reconocer de otras veces. Rápidamente entre Ugarth y el chico se ocupan de las monturas en el establo, mientras este le pide a Arjhan, Skulbalk y el Goblin que lleven a Hadarai cuanto antes dentro del templo.

La entrada del templo se encuentra adornada por una gran hiedra que cubre las columnas y dan al templo un aspecto natural. Dentro, faros de luz con tonos verodosos iluminan una sala fresca y recoonfortante. Los tres amigos llevaban a Hadarai en vilo, apresurandose y temiendo por su salud. A su paso la gente se apartaba, extrañada ante la torpe intrusión en un lugar de calma.

Uno de los acolitos del templo se adelantó a su encuentro. Salvando los metros que les separaba en aquel gran salón abovedado.

-¿Traeís un herido?- preguntó de forma retórica y antes de que le contestasén les condujo hacia las habitaciones interiores -Rápido, traédle por aquí. Le llevaremos ante el Sumo Sacerdote-

La sala interior era un lugar diafano, todo el interior recordaba a un pequeño bosque en medio de la naturaleza. La simbología de los dioses del bosque aquí dentro se hacía mas palable. De una habitación interior salió un elfo con una túnica blanca adornada con colores azules y rojos. En su mano portaba un báculo que resplandecía con su propia luz. Con una una voz dulce y profunda les habló.

-Sed bienvenidos a esta casa. Nosotros cuidaremos de... Hadarai. Soy Rassimel Luz de Estrella, sumo sacerdote de este templo.

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07/06/2012, 18:57
Rassimel Luz de Estrella

Un grupo de acolitos se apresuraron a atender al herido. Entre ellos una mujer elfa parecía ser la encargada en estos casos pues se puso al mando rapidamente de la situación. Tendieron una manta en el suelo y rasgaron las vestiduras que les impedían acceder a la herida principal.  De forma atropellada interrogaron a los compañeros acerca de como se había hecho aquello el eladrin, Grimz estuvo muy atento a todas las preguntas contestandolas rápida y diligentemente.

El sumo sacerdote posó una rodilla en el suelo contemplando la cara de Hadarai.

-Ha sido víctima de sus impulsos- dijo -La ira consumió su cuerpo. Mas no será la herida de la pierna la que mas le atormente.-

El sacerdote colocó una de sus manos sobre el pecho de Hadarai y cerró los ojos concentrándose.

-Es la herida de su corazón la que empieza a consumirle por dentro. Ha herido su propio orgullo... - dijo esto último dejando escapar una pequeña sonrisilla de condesendencia -como si fuese un niño.-

Rassimel pidió que trajesen un cuenco con Agua de Luna. Dos de los acolitos dispusieron inmeditamente de una jarra de barro y un par de vasijas para su maestro. Uno ofreció el agua al sacerdote mientras el otro sostenía la otra vasija en la cabacera de Hadarai.

-El agua purificará su cuerpo, pero será su trabajo reencontrarse con la pureza del alma.- y vertió sobre la pierna el cuenco que tenía en sus manos.

El agua cristalina no parecía tener nada especial, recorrió por completo la herida llevandosé consigo cuajulos de sangre oscura. La mujer comprobó el torniquete y fue aflojandolo lentamente con sus ojos fijos en los movimientos del sumo sacerdote, mientras este pronunciaba en susurros unas palabras que bien podrían ser una oración. Uno de los acolitos retiró el cuenco de la mano del sacerdote y este llevó su mano libre hasta la herida de Hadarai, sin tocarla. Un resplandor verdoso, el mismo tono que desprendía el báculo en su otra mano, inundó su palma. El agua en la herida empezó entonces a evaporarse como si estuviese muy claiente. En aquel mismo momento la mujer retiro por completo el nudo del torniquete devolviendo la circulación a la pierna.

Hadarai gritó un lamento y se desmayo de nuevo casi inmediatamente. Lentamente el olor a carne quemada ascendió por la sala. Rassimel se levantó y con un gesto cedió el tratamiento a la mujer elfa, que procedió a pedir toallas, vendas y algunas plantas de nombres extraños a los demas acolitos.

El sacerdote se dirigió al resto del grupo que ya contaba con Ugarth y les invitó a acompañarlo a otra sala.

-Venid conmigo por favor. Vuestro compañero estará ahora en buenas manos. Necesita descanso y que venden esa pierna.- todos le siguieron, aunque Grimz se mostraba reticente de dejar a Hadarai detras -Veo en vuestro halo que venis en una busqueda. ¿Compartirías conmigo una charla acerca de lo que buscáis?

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10/06/2012, 11:54
Rassimel Luz de Estrella

Rassimel observó a los aventureros taciturnos y callados. Uno a uno miró directamente a sus caras sin encontrar niguna mirada que quisiera compartir con él.

-Interpreto vuestro silencio como una invitación a continuar, aunque algo me dice que a alguno os parecerá descarado por mi parte.- sonrío -¿Que esperáis encontrar en este viaje? Ahora que estaís a mita de camino es bueno que reflexioneís un poco ¿Que os impulsa a seguir?

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10/06/2012, 13:08
Ugarth

Continuaba el paseo en la retaguardia del grupo, después de que Rassimel formulara su pregunta, me lanzó una mirada inquisitiva. Al fin y al cabo ya me conocía y había tenido mis confesiones con él. Era cierto que me había animado a aventurarme en busca de mayor empatía con la naturaleza, pero aunque estas palabras calaron en mi, seguía siendo reacio a empátizarme con ciertos seres por muy naturales que fuesen.

Callado y reservado como siempre seguí al grupo atento por si alguno de ellos se animaba a confesar sus verdaderas intenciones, ¿quién sabe?, quizás hasta me caiga bien este grupo tan variopinto.

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11/06/2012, 16:27
Skulblaka

Skullblaka escucha al sacerdote mientras este insiste en realizar unas preguntas, al observar como sus compañeros no se animan a responder, el Eladrin toma la palabra.

- Perdonad, pero nuestra misión nos incumbe solo a nosotros, pero debido a que nuestros compañeros han decidido permitirme a mí llevar la voz en el asunto os lo comentare. Venimos en busca de información que nos pueda llevar a resolver el lugar donde un amigo nuestro ha desaparecido. – comenta Skullblaka al sacerdote elfo, - Cerca de las Montañas de la Espiral de Trueno, Rendil Medialuna, ese es nuestro amigo y desaparecido por el momento. Estamos qui para encontrarlo, y veníamos en busca de información sobre el o sus movimientos por la región.

Skullblaka espera ver si el sacerdote ha terminado de obtener la información que precisaba o este iba a necesitar algo mas por parte de el y de sus compañeros, cuando al Eladrin le extraño sobremanera que este hubiera mencionado el nombre de su compañero herido sin que ellos lo hubieran mencionado.

- ¿Conocéis a Hadarai?

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13/06/2012, 00:22
Director

El camino les había llevado por el salón principal hacia un patio interior que dividía lo que parecía ser las zonas comúnes del templo con los aposentos de los acolitos. En el patio dos jovenes con túnicas grises se dedicaban a entretejer hojas de palmeras en forma de canastos anchos y poco profundos. Dedicados como estaba a su tarea no prestaron atención al grupo comandado por el sumo sacerdote acercandose al centro del patio.

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13/06/2012, 00:28
Rassimel Luz de Estrella

-Tanto como os conozco a vos Skulblak, o al pequeño Grimz.- pero sin dejar tiempo a la replica continuó -No os dejeís sorprender por ello. No es mas que un truco. Puedo leer algunas cosas que me son desconocidas... pude "ver" vuestros nombres o al menos como os hacéis llamar. De la misma forma que pude leer vuestra búsqueda.

Rassimel señaló el cielo, que empezaba a oscurecerse. Un ligero tono anarajando se apoderaba de él a medida que el sol descendía en el horizonte. Nitida en el cielo se podía observar una estrella solitaria. Mucho mas grande y mucho mas brillante que las demas era la única que podía observarse con esta luz.

-Mi maestro y guía me habla a través de las estrellas.-Continuo el sumo sacerdote -El me ha mostrado que vuestra busqueda os hará encontrar algo inesperado. La pregunta es ¿Que haréis vosotros cuando aquel momento os sorprenda? ¿Estará vuestro corazón preparado?

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13/06/2012, 09:18
Ugarth

-¡Ja!, parece que ha vuelto a usar ese pequeño truco que usó conmigo... y por la cara que a puesto el mago parece que han caído.- me río por dentro.

Sigo escuchando las palabras del sacerdote. - ¿ Por qué me mira cunado realiza esa pregunta?, es que... ¿ acaso a visto que voy a estar con ellos cuando esto pase?- intrigado no me puedo contener. - ¿De qué cosa inesperada estamos hablando? - Pregunto anhelante de una respuesta.

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13/06/2012, 10:42
Rassimel Luz de Estrella

Rassimel sonrió a Ugarth como un padre sonreíría a su hijo impetuoso.

-Vuestros miedos, vuestra codicia, vuestros anhelos, vuestro demonios...- hizo una pausa para volver a mirar aquel lucero solitario en el cielo -La espira del trueno es un torbellino del destino. Sus largos brazos aferran como torrentes los destinos de aquellos que se cruzan en su camino. Juega con ellos, los mezcla, los entrelaza.... a veces los trunca.-

-¿Que buscais vos Ugarth? ¿Os enfrentaréis a vuestros miedos? ¿Buscareís el amor?-

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13/06/2012, 10:51
Ugarth

Me sorprendo ante las preguntas de Rassimel. En ese momento un sentimiento de cobardía y pudor me llena el cuerpo, bajando la mirada al suelo respondo en un susurro. - El amor no existe.- Pensándolo unos segundos recupero mi entereza, levantando la cabeza y el tono sin darme cuenta, continuo.- Y no le tengo miedo a nada.- Dicho esto y frustrado por sus preguntas, marcho hacía fuera del templo dejando solos al resto con el sacerdote.

Una vez afuera me apoyo en la pared exterior y me paro a intentar calmarme mientras les espero.

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13/06/2012, 11:23
Rassimel Luz de Estrella

Sin prestar demasiada atención en Ugarth Rassimel continuo con la entrevista.

-Creo que vos Grimz ya habeís encontrado algo- dijo con voz condescendiente -Es un trago amargo el que habeís probado sin duda. Pero el destino es un camino escabroso. Quizá debáis escalar la montaña a vuestro propio ritmo ¿no lo creéis?

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13/06/2012, 11:26
Grimz

En verdad Grimz se encontraba realmente extraño desde lo sucedido con Hadarai. Se mostraba en extremo preocupado y ahora mismo estaba allí de pie escuchando todo aquello en silencio. ¡En silencio!... el dicharachero goblin habría tenido un par de palabras para el sacerdote cuando hizo lo de los nombres, pero ahora mismo se le veía ausente.

-Zi, zi... quizá tengaíz razón. Creo que lo mejor zerá que yo cuide de Hadarai- dijo a sus compañeros, al tiempo que refunfuñaba como un viejo cascarrabias. Del jovial y alegre goblin poco quedaba ahora mismo en aquella figura demacrada. -Quizá oz zigamoz dezpuéz cuando Hadarai ze recupere. Por el momento nezezito eztar zolo. Oz vere mañana.

Lo que fuese que Grimz había encontrado en aquel camino era sin duda alguna un trago amargo... y le tenía muy molesto.