Partida Rol por web

El libro de Shaire

Prólogo - Sara Picasso

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03/10/2011, 10:43
Director

Haces salir a Alfredo (si es que se llama así), cierras la puerta y te sacudes distraídamente una hebra que te ha hecho cosquillas en la mejilla; luego manoteas para pulsar la llave de la luz del hueco de escaleras. No funcionan.

Todavía no ha amanecido, aunque la oscuridad no es total y puedes vigilar los movimientos de tu inopinado “guía”, aparentemente sumiso, porque después de haber dado tres pasos para salir del rellano, se ha detenido.

Te desplazas hacia el ascensor con intención de tocar el botón de aviso. Los hilos flotantes se han multiplicado, ¿serán mosquitas? Obstinada en sacártelos del rostro, de repente, tu avance es frenado por una sustancia mullida e invisible. Alarmada, descubres mil brillos atenuados recorriendo el diseño pegajoso de una telaraña inmensa, apuntalada en innumerables ángulos, descolgándose desde las alturas como un velo de novia.

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03/10/2011, 10:44
Alfredo Bejar

-No muevas un solo músculo –murmura Alfredo sobre su hombro. –Si siente dónde te mueves… Morirás.

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03/10/2011, 11:55
Sara Picasso

Que ilusa soy. Yo pensaba que habíamos terminado con la fase de amenazas y golpes bajos.

Me sale casi en un susurro, acabo de levantarme y me siento ya cansada. Debe ser la falta de cafeína en el cuerpo. Con resignación me quedo quieta, de todos modos me había decidido a acompañarle así que la amenaza no me sorprende demasiado. Pero la cosa esta que aparece sí me preocupa.

¿Qué es esto? Resulta bastante  . . .  irritante y angustioso. Hace rato que ya no pretendo pelear, es solo que molesta bastante.

Empiezo a ponerme nerviosa, no me gusta la sensación pegajosa y agobiante.

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03/10/2011, 12:06
Alfredo Bejar

-Esto no es cosa mía –repone. –Habla bajo y quédate quieta.

Es Aracné, uno de los monstruitos de Victor. Está aquí, en algún sitio, oculta… Se lanzará sobre nosotros si perturbamos su tela y nos envenenará como si fuésemos… ratoncillos.

"Ha debido seguirme, lo cual significa... Que Victor sabe que lo he traicionado.

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03/10/2011, 17:41
Sara Picasso

Eso, tu ahora véngate asustándome.

Me ha dicho que hable en voz baja así que automáticamente empiezo a cuchichear para no ser oída más allá de mi hombro. Si es cierto que no es cosa suya . . . ¿qué intenciones trae esa tal Aracné? Nada buenas al parecer.

La pistola está en mi mochila y la munición también. ¿Ves a la dama araña esa?

Si pudiera localizarla quizá podría prevenirme de un ataque por su parte.

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03/10/2011, 22:32
Aracné

La pequeña araña
subió, subió, subió...

Notas el movimiento en la tela. Una leve oscilación. Te preguntas si la araña llega. Pero tú no te has movido. O sí?

vino la lluvia
y se la llevó.

Una cancioncilla infantil, entonada en voz rasposa, llega a ti golpeandote el cuerpo, muda en los oídos, pero arañandote la piel allá donde la tela te envuelve. Es esa piel, la que notas adherida a sus hilos, la que te grita el sonido. Si no fuera imposible, jurarías que hace rato que ya no respiras.

Salió el sol
y todo lo secó..

-Eres tú? Mosca chiquitita.... Eres tú?- Una nueva vibración, más ronca y áspera, se propaga por la tela para pulsar en tu cuerpo. - Dónde estás?

El movimiento se hace más evidente en la maraña que te rodea. Si entornas la mirada a Alfredo, no te sorprenderá la palidez lívida que suda el hombre.

y la pequeña araña
subió.. subió..  subió...

 

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04/10/2011, 00:34
Sara Picasso

Esta quietud forzada me está atacando los nervios, puedo sentir como me cuesta cada vez más mantenerme estática. Creo que solo podré desahogarme de una manera y no será nada agradable. 

Aléjate de mi. Apártate.

En la oscuridad los ojos no me sirven, los cierro casi del todo para que terminen de habituarse a la escasa luz mientras pienso. Una gota de sudor frío se escurre por la sien y recuerdo mi infantil recado a Clío. Ojalá pudiera ayudarme ahora, si abriera la puerta cegaría a la araña con la luz que siempre se cuela a esta hora por la ventana de la cocina, directa hasta la puerta del rellano.

Si se abriera de golpe la puerta . . .

Pero de algún modo creo que tengo más opciones. Alfredo ha dicho que me siente, igual que una araña siente como los hilos transmiten el movimiento causado por la presa. Recuerdo lo que ayer estuve probando. ¿Qué ocurriría si empezara a pulsar hilos por todas partes? ¿Qué pensará la araña si recibe indicaciones de movimiento en todas las hebras de su telaraña? 

Empiezo a concentrarme para lanzar pequeñas sacudidas a puntos lejanos haciendo que toda la telaraña vibre, quizá logre desconcertar a la araña.

Notas de juego

¿Por qué puedo editar todos los mensajes y no solo el último? No me había fijado pero . . . ¿es un bug de esta partida? ¿Un cambio desde que está la nueva web?

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09/10/2011, 14:59
Director

La puerta demora sobre una ranura de luz salvífica, impenetrable a tus deseos, aprendiz de arpista.

¿Pero qué hora será?
¿No lleva esa morena tan mona del cuarto B, dependienta del Corte Inglés, a sus tiernos infantes al servicio de acogida del colegio? ¿Y si están a punto de salir?

¿Y si Alfredo está confiando a una posibilidad como esa su salvación, como si alguien tuviese que morir?

Notas de juego

Para engañar a Aracné pulsando telequinéticamente la telaraña, necesitas sacar un 15 ó menos en 1d100 (tras los cálculos).

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09/10/2011, 21:09
Sara Picasso

Tengo que hacer algo, la araña me atrapará si no lo evito de algún modo. 

Entonces decido actuar. Con cuidado meto la mano en el bolsillo donde llevo el monedero. Lo abro y cojo en la mano tantas monedas como puedo, luego saco la mano y la abro con la palma arriba, sujetando las manos.

Recuerdo el ejercicio que hice anoche. Si pude hacerlo con el cojín ahora también podré. Alzaré las monedas, las haré girar sobre sí mismas como arremolinándose y las moveré en espiral alejándose de mi. Eso debería hacer que de cuando en cuando alguna moneda chocara con la telaraña y el depredador descubriera su posición o eso espero.

Cierro los ojos y me concentro en las monedas que sostengo en la mano. Consigo moverlas más o menos controladamente pero es difícil hacer que se muevan sincronizadamente, a una velocidad aceptable y menos girando. Noto como una gota de sudor frío tras otra resbalan por mi frente y mis sienes. Me estoy esforzando para no caer presa del pánico y a la vez tratando de controlar las pequeñas monedas pero aún me cuesta mucho, necesitaría entrenarme para cosas como esta.

Cuando apenas han dado un cuarto de vuelta pierdo el control y al intentar un último impulso las monedas salen despedidas en todas direcciones, cayendo y sonando al golpear las baldosas. Una de ellas produce un metálico retintín cuando choca contra las barras de la barandilla en la escalera, suena como una llamada.

- Tiradas (1)

Motivo: telequinesis sobre monedas

Tirada: 1d100

Dificultad: 15-

Resultado: 49 (Fracaso)

Notas de juego

Y que se sabe Sara de probabilidades, la pobre. Pero lo intenta de todos modos.

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10/10/2011, 22:18
Director

En un ángulo del tramo ascendente, de un ovillo de tinieblas, se descuelga con sobresalto un peso considerable y titubeante. ¿Lo reclama la traza de las monedas? El espinazo de Alfredo se crispa.

-¿Qué has hecho? –musita.

Pero entonces, el eco de las monedas da paso al sonido de una puerta que se abre un piso por debajo.

La voz de un niño pequeño rasga el silencio de tumba:

-Mira, mami: veinte céntimos.

Los hombros de Alfredo se relajan ostensiblemente.

-Anda, qué suerte –responde la voz de su madre.

Ahora la divisas, a ese ser deforme, a la tal Aracné, precipitarse como un rayo desde la nada. Sus apéndices múltiples y simétricos repiquetean sobre la tela, sobre la jaula del ascensor, sobre el pasamanos, sobre los escalones; transportan un cuerpo velludo, vagamente antropomorfo, rematado en un abdomen abotargado, su envergadura es asombrosa, del tamaño de un pequeño utilitario, pero se retuerce siguiendo las esquinas como una sombra rezumante de ponzoña y codicia. Vislumbras el absurdo de un rostro brillante de quitina, las vagas facciones de humana alienada que se relame con una lengua desproporcionada y túmida. ¿Tiene tanta hambre que no le importará cambiar de presa?

Está traspasando la tela frente a vosotros.

Alfredo no mueve un músculo. Su suspiro de alivio queda disimulado por los gritos que estallan abajo (“¡Mámi, qué asco! ¿Qué es esta cosa pegajosa? Ayy, mi pelo.”).

Notas de juego

Imaginemos que el ascensor ocupa el hueco de escaleras.
Y que tú vives en un quinto.

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11/10/2011, 00:05
Sara Picasso

Cuando las monedas escapan a mi control pierdo la esperanza, la dama araña no reaccionará al estímulo, es como si las hubiera lanzado con la mano, o eso pienso. Pero el efecto de las voces y el movimiento en el piso inferior inmediatamente después parece atraerla como un imán a un tornillo.

Por un momento estoy a punto de cerrar los ojos, esperando el golpe que llegará desde la oscuridad y terminará conmigo. Pero antes de poder pestañear siquiera siento como toda la gigantesca telaraña se agita al moverse la enredadora que ha llenado la escalera con sus hilos.

Asqueada hasta la médula por la horrible transformación de lo que supongo fue una mujer estoy a punto de respirar aliviada cuando la voz del niño tira de mi conciencia con la fuerza de un millar de soles. 

Aunque perdiera la vida cien veces no permitiría que ese monstruo ataque a un niño mientras tenga alguna posibilidad de evitarlo. Es ahora o nunca.

Concentrándome una vez más en tan solo un segundo visualizo el enorme cuerpo de la araña siendo bruscamente empujado contra la pared más lejana y golpeando a un lado y al otro de la escalera. Incluso en un intento de enfatizar mi voluntad engarfio la mano como si pudiera asirla en tan pequeño espacio y agito el brazo de lado a lado, como si eso ayudara.

¡Dispárale! ¡Quémala! ¡Mátala!


De alguna manera siento que estoy abusando de algo que aún no controlo adecuadamente pero ahora que ha sido liberada esa tensión tan agotadora al menos puedo darle un uso que no sea castigarme a mi misma.

- Tiradas (1)

Motivo: golpe telequinético

Tirada: 1d100

Dificultad: 90-

Resultado: 62 (Exito)

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13/10/2011, 20:17
Aracné

Aracné experimenta una súbita convulsión: su cabeza retrocede como si quisiera enterrarse en su abdomen en una flexión de acordeón, es frenada en seco y zarandeada por una fuerza invisible y una estela de baba marca su feroz desplazamiento. Víctima de la implosión, una de sus cuantiosas patas peludas cruje hasta troncharse.

Pero su fuerza y su hambre inhumanas la zafan de la presa telequinética. Ella sigue la conmoción del hilo y al final del puño evanescente te encuentra a ti.

-¡Te chuparé la sangre, niña, y te dejaré los sesos resecos, y me tomaré mi tiempo, oh, sí, me tomaré mi tiempo! –te amenaza con su voz audible, surgida de unos pulmones que son como baúles desmenuzados por la humedad, asentados en un desván olvidado, lúgubre y fétido.

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13/10/2011, 20:24
Alfredo Bejar

Alfredo no está perdiendo el tiempo; manotea en aquel océano de telarañas para escapar por las escaleras.

Sus gritos de horror sofocan los de los niños, allá abajo.

Notas de juego

La telequinesis es agotadora.
Tienes -30 para tus próximas tiradas.
Lanza 1d100, ahora, para una dificultad de 52 (combate cuerpo a cuerpo).

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14/10/2011, 00:29
Sara Picasso

Lo que antes era solo sudor frío ahora se convierte en goterones provocados por el enorme esfuerzo que me supone tan solo tratar de retener el enorme cuerpo de mi oponente y más aún zarandearlo. Puedo ver que hay resultados cuando con un crujido siniestro una de las patas queda separada del cuerpo pero eso provoca unos espasmos en la monstruosa araña que me hacen perder el control. 

Esa hija de puta está libre ahora, y ya debe saber donde estoy pero al menos nunca alcanzará a ese niño. No mientras pueda evitarlo.

Tiempo de correr, tiempo de moverse, tiempo de huir. Dudo que esa cosa pueda salir a la calle persiguiéndome así que mi mejor opción es dejarla atrás aunque parezca difícil. Aún recuerdo las pocas clases de lucha que me obligó a hacer mi madre, eran de autodefensa. Algo útil contra un violador o un ladrón de bolsos pero  . . .  ¿cómo se aplica a una araña de 100 kilos o más?

Vamos allá Sarita, muévete, ella es una sombra más densa y pesada en la oscuridad general, puedes verla por las luces que oculta al pasar delante. Puedes esquivarla mientras esté enfurecida y ataque alocadamente. Recuerda las clases, descolocad al agresor, mostraos sumisas cuando espera resistencia, esperad el momento, golpead duro y corred.

Veo acercarse al monstruo, espero a pie firme evaluando la resistencia de los hilos para no quedar atrapada sin poder moverme, dejo que se acerque y cuando golpea me agacho casi dejándome caer para luego soltar una patada y tratar de correr escaleras abajo.

Espero que al menos el cobarde Alfredo me vaya abiendo paso por ese camino, retirando las malditas hebras.

- Tiradas (1)

Motivo: pelea

Tirada: 1d100

Dificultad: 52-

Resultado: 17 (Exito)

Notas de juego

Si anticipo demasiado corta por donde proceda.

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17/10/2011, 21:49
Director

Tu puntapié ha hecho que la forma monstruosa se doble en dos de dolor, concediéndote unos preciosos segundos para escapar por la trocha que Alfredo, como un explorador de película añeja de Tarzán que huyese de caníbales, está abriendo. En dos, tres saltos, cubres los tramos hasta el rellano del cuarto piso.

En él, una mujer lucha por desprender a sus hijos, un niño y una niña de tiernas edades cargados con sus mochilas escolares, y en su desesperación, no hace sino enredarse ella más. Detrás de ella, la puerta del piso sigue entreabierta, con las llaves puestas.

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17/10/2011, 21:50
Alfredo Bejar

Alfredo se detiene el tiempo justo para lanzarte una mirada harto significativa, antes de afrontar el siguiente tramo.

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17/10/2011, 21:51
Director

Arriba, unos chillidos de ira te alertan de que la criatura se ha puesto en marcha. Y ella se mueve como pez en el agua en medio de aquella maraña.

Notas de juego

Si intentas ayudar a la madre y sus hijos, lanza de nuevo Pelea, con 52 ó menos. Si fracasas, yo narraré lo que pase.

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18/10/2011, 00:23
Sara Picasso

Aún están aquí ...

¡Ayúdales! Le grito a Alfredo. ¡CORRAN! Esta vez me dirijo a la indefensa familia.

Me detengo bruscamente y me giro pensando como detener a la bestia. Mis habilidades de combate son escasas pero bien entrenadas gracias a mi madre, siempre insistió en que practicada autodefensa y en esa especialidad se hace mucho hincapié en aprovechar los recursos al máximo así que de un vistazo estudio el terreno.

La familia se liberará en unos segundos, bastaría que Alfredo les ayudara. Y están al final del rellano, la puerta del ascensor podría servir. 

El monstruo esperará que trate de esquivarla de nuevo así que probablemente no se deje sorprender de ese modo. Pero quizá pueda engañarla, no esquivar sino solo amagar la finta. Cuando se lance en la nueva dirección debo enfocarla hacia el ascensor y abrir la puerta bruscamente para que choque con ella.

No hay tiempo a más, simplemente flexiono las rodillas y me sitúo inclinada sobre la pierna derecha, lista para lanzarme a ese lado. Cuando la criatura dobla la esquina de la escalera dejo caer el peso a mi derecha doblando la rodilla y como esperaba consigo que se escore en esa dirección. Entonces estiro el brazo y con toda mi fuerza abro la puerta del ascensor para golpearla añadiendo su inercia. 

El golpe resuena en la escalera y me sacude el brazo con violencia pero me da más segundos de tiempo. Puedo oler su fetidez acorde con su aspecto. No parece un olor muy intenso pero está tan cerca que puedo apreciarlo. Doy media vuelta a toda velocidad para empujar bruscamente si es preciso a la mujer y a los niños hacia su puerta y luego salir en tromba escalera abajo.

Debo alejar al bicho de ellos, debo evitarles el peligro.

- Tiradas (1)

Motivo: más pelea

Tirada: 1d100

Dificultad: 52-

Resultado: 13 (Exito)

Notas de juego

La diosa fortuna me sonríe, ya veremos cuando cambie la marea.

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18/10/2011, 16:09
Director

Tu intervención providencial (pero también la irrupción súbita del monstruo) han propiciado que la mujer saque fuerzas de flaqueza y dé un colosal tirón de sus vástagos para devolverlos al interior del apartamento. Oyes un portazo detrás de ti, cuando respirando aliviada, emprendes la recta final de tu escapada.

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18/10/2011, 16:10
Alfredo Bejar

Alfredo va saltando escaleras como un canguro, ya va por el tercer piso.

Eso es, maciza, sé mi heroína”, se dice con sorna.