Partida Rol por web

La pregunta que te ha echo Ide Zhuo te hace pensar en esas míticas criaturas llamadas Naga. Una raza antigua y misteriosa. Pero si de verdad era una naga o una serpiente parlanchina, no sabrias decirlo.

Los kami de agua se comunican mediante imágenes sin sonido. Si realmente decía algo o si solo era una serpiente común que parecía que hablaba cuando solamente movía la boca, no sabrías decirlo.

La shugenja realiza un ritual para invocar a los Kami o algo así, preguntándoles acerca de la localización del lugar que buscamos. Miro sus actos sin demasiado interés porque, aunque sé de la existencia de los Kami y el poder que pueden empuñar quienes con ellos se comunican, nunca he sido devoto de los dioses, no creo en las fortunas y simplemente no me interesan esas cosas. He visto con mis propios ojos como ocurren cosas que no deberían suceder y mi fe hace mucho tiempo que se marchó.

Entonces dice lo que vio y no escucho en ello pista alguna de su dirección. Me desespero un poco y le hablo:

 - "No nos han dado pistas de la ubicación. Hiruma-sama, los kami se alejan de los kansen cuando el maho es usado. ¿Puede usted averiguar cual es la zona que los kami rehuyen?"

Sé que mis palabras probablemente despierten serias sospechas en mis compañeros pero es importante encontrar aquel lugar. Sé que se preguntarán como es que un simple ronin sabe cosas acerca de la hechicería de sangre, pero ya no me preocupa demasiado aquello pues debo cazar a ese maho-tsukai y si no me importa perder la vida en ello, mucho menos me importa manchar un poco mi reputación.

Me siento apesadumbrada ya que no he conseguido esclarecer nada a mis compañeros, tengo la sensación de que mis intentos han sido inútiles. - Ide Zhuo-sama, la visión era muy turbia, no sabría decirte si se trataba de una serpiente hablante o de un ser perteneciente a esta antigua raza. - Me giro hacia Oruno. - Tenéis razón, no ha sido muy esclarecedor, lo único que podría sacar en claro es buscar una capilla en el pantano en la zona donde allá árboles marchitos. Y tener los ojos abiertos por si vemos alguna pista relacionada con serpientes o con los Naga. - Miro al suelo con cierta tristeza reflejada en el rostro. - Podría volver hacer otro intento, quizás haciendo referencia a otros kamis, ya sean los de tierra o los de aire, si queréis. Pero temo que las respuestas que obtenga sean tan esclarecedoras cómo las que ya he obtenido.

Astiada, Zhuo resopló como si hubiera llevado su propio peso.

— Ésto es increíble, los kamis nos niegan la ayuda. Parece que prefieran sucumbir y correr la misma suerte convirtiéndose en Kansen. Haga un último intento, con los kamis de tierra... A ver si averiguamos donde está ese templo. 

Genji, se mantenía silencioso y taciturno, poca era la ayuda que podía ofrecer en aquellas artes espirituales, su vida y obra la había dedicado al estudio y practica del arco.

Aquellas palabras, serpientes hablando y arboles marchitos, perturbaban el espíritu del arquero, pero el rostro del mantis se mantenía tan ecuánime como de costumbre.

Preocupada observo a Zhuo. - No exasperes, los kamis son caprichosos y muy difíciles de entender sus intenciones a nuestra vista. Piensa que ellos no entienden el tiempo cómo lo entendemos nosotros, es más si están tranquilos con respecto a este tema es una buena señal, pues quiere decir que tarde o temprano se acabará resolviendo.

Me giro, y saco de una bolsa de piel que llevo colgada una piedra blanca inmaculada. - Esto será suficiente para los Kamis de tierra. - Pienso para mí. Me aparté un poco otra vez, me senté y comezé a recitar una letanía parecida a la anterior, pero esta vez era más grabe y contundente con cambios bruscos en vez de los suaves de al anterior. Repitiendo los movimientos anteriores pero otra vez con mayor brusquedad introduje la piedra en la tierra y formulé mis preguntas.

- ¿Dónde se encuentra Hokuru Saiki? ¿Dónde se encuentra el santuario corrompido de este pantano?

Un trozo de tierra y roca asciende hasta tu altura, produciendo un ruido como si de un pequeño terremoto se tratase.

-Aquél que buscas, donde la piedra se hace negra y el cuarzo ha sido roto. Allí la tierra es polvo y nada crece en su seno. Buscadle allí donde no estaré yo.-

Después de formular mis preguntas mis ojos se tornaron blancos y mis párpados empezaron a temblar. A diferencia del resto de mi cuerpo que se quedó inmóvil. Al cabo de unos instantes mis ojos volvieron a la normalidad, sacudí la cabeza después de la extraña sacudida, enterré la piedra inmaculada en el montículo de tierra que estaba justo enfrente de mi y me levanté. Girandome a mis compañeros les comenté:

- Quizás los kamis han sido un poco más claros esta vez, pero disculpadme si ahora mismo no consigo interpretar sus palabras, pues estoy un poco cansada. - me froto la cara con la mano para despejarme y continuo. - A, si perdonad. Sus palabras fueron las siguientes: "Aquél que buscas, donde la piedra se hace negra y el cuarzo ha sido roto. Allí la tierra es polvo y nada crece en su seno. Buscadle allí donde no estaré yo". No estoy muy segura, pero creo que básicamente indican que nuestro objetivo es una zona del pantano bastante corrompida. ¿Alguno se le ocurre alguna interpretación mejor?

La shugenja hace su ritual y consigue ciertas palabras por parte de los kamis de la tierra. Lo que dice, en cambio, no parece ser algo demasiado útil pues solo se me ocurre que deberíamos recorrer todo el pantano para identificar la zona que está con ese nivel de corrupción.

Por otro lado, no puedo dejar de pensar que su descripción calza más con un desierto que con un pantano.

"¿Desierto? ¿Arena? ¿Allí donde no estaré yo, un kami de tierra?"

Solo se me ocurre una respuesta, sin saber realmente si es la correcta o no:

 - "Pareciese que está en la playa, más cerca del mar que del pantano."

No sé si será cierto pero parece ser una opción. Hasta el momento, la única opción que tenemos es seguir avanzando hasta encontrarlo. Ahora por lo menos tenemos donde comenzar a buscarlo con alguna posibilidad de encontrarlo antes de perder nuestro tiempo indebidamente.

— Sigo sin entender los enigmas. Shosi Kumako-sama, usted nos guía. ¿Dónde vamos?. No me queda mucho tiempo de vida, y hay que aprovechar.

La escorpión os miró a cada uno, luego volvió el rostro enmascarado hacia el pantano.

-Hacia adelante Ide. Tarde o temprano daremos con él.-

A medida que avanzáis por el pantano, os dais cuenta que a partir de ahora los mosquitos y el barro serán compañía contínua.
Los pies se os quedan atascados y parece como si cada centímetro de tierra quisiera succionaros para chuparos la carne hasta los huesos. Pero los mosquitos no son mejores. Picotean en sitios que jamás habríais pensado que llegaran, revolotean en vuestras orejas y se meten en nariz, boca y oídos.

Todo es odioso en el pantano. El calor, la falta de aire limpio, la sensación de peligro...hasta que oís una voz.
Detenéis vuestro avance para escuchar la melodía de una voz femenina, bien modulada que canta en el pantano. Kumako avanza despacio, siguiendo la voz hasta la orilla del pantano. Allí una dama vestida con un kimono púrpura con flores blancas bordadas canta arrodillada mirando al lago. Es un blanco fácil, os dá la espalda.

Shosi Kumako os mira preguntando que hacer.
 

Ante tal escena, Ide Zhuo se encoge de hombros. Piensa que es otro zombi más, pero quizás esos pensamientos son producto de su pesimismo.
 

Después de las palabras de Ide Zhuo parece que nos ponemos en marcha, la cual no es para nada agradable. La presencia perturbadora de la muchacha en mitad del pantano no facilita las cosas. Me quedo mirando a Kumako con cara de incrédula sin saber muy bien que decirle. Hasta que me salen las palabras. - Si es una persona es admirable, si es un espíritu deberíamos ser recelosos. En cualquier caso creo que es buena idea continuar, salvo que el resto penséis que es bueno acercarnos. - Miro a mis compañeros esperando una respuesta, mientras les dejo la pregunta en el aire me acerco a Zhuo y le susurro. - ¿Qué quisiste decir con que no te queda mucho tiempo de vida? Realmente me has dejado preocupada con esa frase.

La unicornio le señaló el corte que tenía su armadura y su kimono.

- Cuando estábamos en los establos, el mozo nos dijo que el caballo de Shido Miko-san estaba infectado con la Mancha y no duraría mucho. Ahora soy yo la que también está herida. Es por eso mi insistencia de evitar recorrer todo el pantano y enfrentarnos a todos los no muertos que lo habitan. Cada herida nos convierte como ellos. En abominaciones. Así que después de matar a ese nigromante, iré yo. A menos que sepáis de alguna plegaria o remedio que me aseguré no estoy Manchada. 
 

-Deberíamos ser prudentes y no molestarla. Si es un zombi debe de ser uno poderoso, ya que ningún otro está con ella y los zombis cuando son más peligrosos es cuando van en grupo.- La voz de Ide Miko era apenas un susurro audible sobre los ruidos del pantano. -Y si es un fantasma, debería estar en la tierra de las sombras no aquí. Algo habrá hecho para merecerlo.-

Las palabras de la bushi moto resonaban aun en la mente de Genji, "poco tiempo de vida... la mancha... cada corte o golpe de aquellas criaturas..." ahora mas que nada se alegraba de que sus habilidades disminuyeran las probabilidades de ser herido en combate, aunque era un pensamiento que nunca expondría.

Al ver a aquella dama, el Tsuruchi aguzo la mirada tratando de ver algún detalle que le permita decidir que hacer, observando detalles que puedan darle alguna pista de que o quien es, algún mon de clan o familia visible en sus ropas, la calidad de la ropa, el tono de piel lo que sea.

Podría detectarse con un nivel tan bajo y reciente mediante un conjuro que afecte a criaturas sombrías. Si el afectado se deja hacer, puede tener mareos o malestar.
Otro método son cambios de carácter bruscos pero no suele darse en un caso tan reciente.