Partida Rol por web

No veo nada, dijo Dwight. ¿Dónde dijo este hombre que las tenía?

- Tenemos que volver aquí .- le digo a Sullivan - Estoy casi segura de que hay algo... - murmuro sin apartar la vista de la carretera.

Nuestro destino es en Joshua Tree y allí estarán los compañeros. Tal vez podamos esclarecer todo lo que ha sucedido.. porque no me siento nada segura con el médico. 

Las palabras del doctor me han hecho reflexionar y ahora tengo un vacío... que se ha llenado con miedo. ¿Y si nos estamos adentrando sin saberlo en las tinieblas?

Ignorando las preguntas de la Sheriff, te concentras en imaginar donde podría tener el doctor las pastillas. Era mucha consulta y casa para buscar y tiempo no os sobraba precisamente por lo que en vez de buscar a lo loco, intentas pensar en los lugares más comunes donde la gente solía guardar pastillas. Siendo un medicamento importante, no podía estar muy escondido, pues debía ser de rápido acceso, sin embargo, eran el testimonio mudo de un problema serio, algo que una persona querría ocultar. Por lo que no lo pondría a la vista de nadie, ni tan siquiera  que pudiera ser descubierto por casualidad. Lo primero que piensas es en la chaqueta, pero lo descartas rápido, es un sitio demasiado obvio además de no ser demasiado seguro, las pastillas podrían caerse. La sala de espera quedaba descartada, demasiado tiempo sin su atenta mirada para arriesgarse  y la casa no se presentaba como una opción accesible, por lo que por eliminación, debía estar en la consulta propiamente dicha.

Al entrar ves a Dwight mirando en la mesa del doctor sin ningún resultado, por lo que te dedicas a mirar por el resto de la habitación. Un armario grande y blanco muestra decenas de botecitos ¿Tal vez escondido entre otros medicamentos? No, se correría el riesgo de confundir los botes o de que alguien se los llevara por error. Una pequeña mesilla con ruedas para colocar instrumental, con pequeños cajones es tu siguiente opción, pero la descartas rápido, pues es un sitio con demasiado traqueteo, con demasiado movimiento, no es un sitio seguro.

Tras inspeccionar todos los posibles sitios, caes en la cuenta de que ninguno es viable, ninguno salvo... la mesa del doctor. Aunque has visto a tu jefe mirándola, algo te dice que se le ha podido pasar por alto algún detalle. Es el sitio perfecto, el doctor pasaba la mayor parte del tiempo en esa mesa, daba una cierta privacidad debido al tamaño y aparentaba ser robusta. La mesa está pulcramente limpia y recogida por lo que de un vistazo lo ves todo. En un principio, no hay ningún bote ni objeto donde guardar un medicamento, tu única opción son los cajones. Primero inspeccionas el superior, luego el inferior, pero no encuentras nada. Estas a punto de dejarlo cuando te fijas en un pequeño detalle. Uno de los cajones parece menos hondo que el otro, sin embargo, su diseño es el mismo. Sonríes triunfante mientras con dos dedos levantas el falso suelo del cajón dejando ver un compartimento con revistas eróticas, una foto de la mujer del doctor y el bote de las pastillas. Tomas el bote no sin antes percatarte de un detalle que te preocupa. La foto de la mujer parece reciente y está hecha con una cámara polaroid.

Ignorando las preguntas de la Sheriff, pones manos a la obra para buscar las dichosas pastillas. La sala de espera es rápidamente inspeccionada pues hay pocos sitios donde podría guardarse un medicamento, por lo que supones que estará en el despacho o en el piso superior. Una vez en el despacho, buscas en el primer sitio obvio, la mesa del doctor. esta está pulcramente recogida y limpia y no hay un solo papel fuera de su sitio pero no hay medicamentos a la vista. Decides mirar en los cajones pero la búsqueda resulta infructuosa.

Te diriges entonces hacia un armario blanco con un cristal en el frontal en el que pueden verse varios medicamentos. Tal vez podría estar entre esos por lo que decides echar un vistazo. Mientras vas mirando las etiquetas, ves que Johnson se dirige a la mesa del doctor. Estas a punto de decirle algo pues tu ya has mirado ahí, pero decides centrarte en la búsqueda. De pronto, ves que Peter se agacha y oyes un ligero *tap* como si se hubiera desencajado un tablón. En los labios de tu compañero se dibuja una sonrisa. Estas a punto de preguntarle cuando la agente comienza a hablar.

Al ver que los agentes la ignoran, Joanne comienza a buscar también el medicamento, sin embargo, su rostro se muestra serio y disconforme con la situación. Cuando entráis en la sala del doctor, no puede aguantar más y estalla.

-Muy bien agentes, ya veo como va a ir esto. Ustedes son el FBI y no tienen que dar explicaciones de nada. Esperaba algo de cortesía profesional por su parte, pero veo que son como todos los capullos de ciudad. ¿Quieren investigar los crímenes? Perfecto, pero por mi parte no esperen más ayuda que la necesaria y ahora mismo...- Se gira hacia la puerta -...No estoy de servicio, así que salvo que encuentren un cadaver, no se molesten en llamarme. Agentes.-

Se despide con un exagerado gesto de cabeza.

-Y pienso informar de todos los malos tratos que reciban mis conciudadanos, así que mejor será que aprendan a comportarse.-

Con el doctor algo más calmado y tras anotar en el GPS la posición exacta del vehículo abandonado para volver más adelante, iniciáis nuevamente la marcha. El resto del viaje transcurre sin problemas. Con Jules ayudando al doctor a calmarse y Salina al volante, en apenas 45 minutos divisáis Joshua Tree. Una vez ahí, comenzáis a callejear para encontrar la comisaría. Mientras recorréis las calles de la ciudad, os choca ver el fuerte contraste que hay  con Ashville. Aquí las calles respiran modernidad, podeis ver cines, tiendas de electrónica, locutorios y en definitiva, cualquier cosa que uno esperaría encontrar en una ciudad media de los Estados Unidos. Resulta curioso como a unos kilómetros se encuentra un pueblo que es la antítesis de lo que veis ahora mismo.

Tras unos minutos, finalmente divisáis la comisaría, por lo que aparcáis el coche lo más cerca posible de la puerta y bajáis, teniendo extremo cuidado con el doctor. Cuando penetráis en la recepción, una brillante luz fluorescente os ciega momentáneamente por el contraste oscuridad y luz que hay entre el exterior y el interior. Es una sala amplia con las paredes a dos colores, con una franja verde de la mitad para abajo, siendo blanca el resto. Varias sillas de plástico se encuentran a ambos lados y frente a vosotros la ventanilla de recepción, donde un agente está de espaldas hablando con alguien tras de si.

Al acercaros, el agente se gira.

-Buenas noches, en que puedo ayudarl... ¡Mierda! Tiene que ser algún tipo de broma. ¿Que quieren?-

Jules sonríe picaronamente al reconocer al agente que esta mañana ha tenido que llevarles personalmente todos los datos del caso del robo tras negárselos el día anterior.

Sheriff, dice Dwight antes de que Baker salga por la puerta.

Créame que lo siento, no es mi intención empezar una nueva guerra de jurisdicciones, ni ningunear sin más a nadie, pero he tenido un día muy malo y por momentos va a peor. Ninguno de los planes que trazo acaba funcionando, y eso se me pone en los nervios. Le ruego que acepte mis disculpas.

Según parece, el extraño comportamiento del doctor (el affaire de las fotos) se debe a un trastorno bipolar del que se está medicando. Uno de mis planes fallidos era llevármelo de aquí por si a alguien se le ocurría colgarle el mochuelo de los asesinatos, pero al parecer sin su medicación está poniéndose peor por momentos y habrá que traerlo de vuelta.

Y ahora que ya sabe lo mismo que yo, le ruego que continúe ayudándonos. Tenemos que atrapar a un asesino y desde luego no lo conseguiremos enemistándonos entre nosotros.

- No será necesario continuar buscando, - responde mostrando el bote de la medicina - sin embargo quizá el doctor pueda explicarnos esta foto de su esposa... - añade extrayendo la instantánea de una Polaroid.

Joanne permanece inmóvil con la mano en el pomo de la puerta mientras el agente Dwight habla, escuchando todo lo que tiene que decir. Por dentro siente mucha rabia y frustración y querría escupir a ese agente a la cara, pero entiende que eso mismo es lo que ha tenido que sentir el agente del FBI durante el día. Ella sabía lo irritante que podía ser ver que nada de lo que haces funciona. Cuando John acaba de hablar, la mujer lanza un hondo suspiro y retira su mano del pomo.

-Supongo que todos tenemos un momento en el que perdemos los nervios. Se ha comportado como un capullo, pero yo tampoco he sido mucho mejor. Es que este caso me tiene muy nerviosa, me vine a un pueblo tan alejado precisamente para huir de esta clase de maldad, tan común en las grandes urbes.- La sheriff se gira y esboza una débil sonrisa. -Disculpe mi reacción y desde luego, acepto sus disculpas. Aunque estaría bien que en el futuro no nos volviéramos a dar puñaladas, creo que si trabajamos codo con codo, ustedes con su experiencia y conocimiento del criminal y yo con mis conocimientos del pueblo podremos resolver esto antes de que se nos vaya de las manos.-

La mujer se restriega la mano por la cara, buscando despejarse y que no s e noten las lágrimas que parecen haberse agolpado en sus párpados.

-Ahora vamos a...-

No termina la frase cuando Johnson alza las pastillas y una foto en la que puede verse a la esposa del doctor.

-¿Qué diablos significa esto?-

Jules sonrió para sus adentros, pero el quebradero de cabeza que implicaba tener al doctor en su estado mental actual era suficiente para hacer que las hagas de disfrutar un poco de la situación se apagasen considerablemente.

- Venimos a solicitar una detención para el Señor Richard Stevenson. Sin embargo.- aquí podían venir los problemas por más de una cuestión de protocolo....- me gustaría esperar a la llegada de mi equipo. Me temo que el señor Stevenson olvidó mencionar que requiere de cierta medicación que está en camino.

- No queremos causar problemas innecesarios.- añadió al policia. Era una confesión sincera, si, y un intento de poner a un hombre que estaba en su contra en una posición más empática. Pero también tenía un toque de severidad, tan honesto como el anterior. Si el policia les ponía problemas, el forense había tenido bastante de revoluciones psiquiatricas en el coche y era capaz de dejar al hombre allí y que se ocupase de las complicaciones otro...

El policía se queda parado durante unos segundos hasta que finalmente rompe su silencio con un hondo suspiro.

-Muy bien,  lo normal sería que me informaran del motivo de la detención para realizar un informe, pero como ya me imagino que no querrán y yo estoy demasiado cansado para tonterías, les doy a ustedes la opción de hacerla e informaré al comisario de guardia para que sepa que están ustedes aquí.-

Tras teclear unas cosas en la pantalla, os indica que podéis pasar.

-Sigan el pasillo que tengo a mi espalda, y cuando vean unas escaleras a la izquierda bájenlas. Recorran el nuevo pasillo hasta el fondo y llegaran a las celdas. Aunque aquí no tenemos capacidad para mantener durante mucho tiempo a su preso, seguramente deba ser trasladado si su estancia va a ser larga.- Se despide con un gesto –Agentes-

No sabéis si por cansancio o por lo que le pudieran decir esta mañana, pero el agente se ha comportado casi de manera profesional.

Al oír lo que comentabais el doctor os mira nervioso, cogiendo por la muñeca a Sullivan.

-¿Qué significa esto? ¿Dónde me llevan? ¿Dónde están mis pastillas?-

Mientras habla, su tono se va elevando y la presa sobre el brazo de Jules se va haciendo mas fuerte.

- Vamos a un sitio tranquilo a esperar a que mis compañeros traigan su medicación. Un sitio seguro, señor Stevenson. Puntualizó el gigantesco forense, intentando evitar un nuevo ataque de histeria en el doctor. Solo esperaba que Dwigth y Johnson no tardasen mucho en su viaje... No tiene de que preocuparse.

Suspiro algo cansada cuando el agente menciona su cansancio.

A mi si que me cansas tu..

Miro a Jules que parece tener bien dominada la situación. Sin duda el agente tendría que estar revolviéndose por dentro.

Me acerco al doctor, algo extrañada por sus constantes reacciones. 

- Doctor, por favor, tranquilícese, recuerde lo que hemos hablado en el camino, nada pasará si hablamos con tranquilidad - le digo mientras sigo a mi compañero. Que no tarden mucho... por favor.

OK, todo aclarado, pues, dice Dwight.

Vamos a reunirnos con los demás y a llevarle la medicina al doctor. Sheriff, nos vemos mañana por la mañana, que quiero ponerla al día de lo que llevamos averiguado. ¿Le parece bien a primera hora?