Partida Rol por web

El Maizal

Escena 3: La llamada

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14/02/2019, 16:38
Director

Patty sostiene el teléfono con el semblante blanco cuando entráis en la oficina. Sin mediar palabra, le entrega el teléfono al agente Dwight donde suena una voz familiar que nunca ha podido olvidar. De forma automática, el agente pulsa el botón del altavoz justo cuando vuelve a hablar:

- Hola, detective John Dwight, cuánto tiempo, ¿verdad?

Patty ahoga un grito impresionada por el tono de voz del Arthur D. Lewis y sale de la oficina.

Notas de juego

Debido al reencuentro tan directo con viejos fantasmas del pasado, John Dwight y Peter Johnson deben hacer una tirada de Miedo con dificultad 15.

Esto sucede de manera apresurada, nada más entrar en al oficina. El arrestado, Martin Hill, puede estar todavía en el coche, esposado, una de las celdas de la oficina de la sheriff o donde consideréis (hacédmelo saber en vuestras narraciones).

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15/02/2019, 10:24
Peter Johnson

El día estaba siendo literalmente una mierda.

Después de tener que aguantar aquella estupidez del método y las malas caras por querer seguir hacia adelante en lugar de simplemente limitarse a observar, habían pasado a las miradas de reproche por no obedecer una orden sin mayor fundamento que el hecho de que se lo estaba exigiendo un superior.

Estaba claro que lo que el agente al mando Dwight quería era que nadie levantase la cabeza en su equipo.

No había abierto la boca desde la detención cuanto menos irregular de Hill, había dejado actuar a Selina pendiente de que no sufriera daños y después se había alejado junto a Sullivan en busca más de estar lejos de Dwight que de pistas. Sabía que Hill no era el asesino.

Mientras deambulaba junto a su compañero sonó un teléfono. Alguien pedía explicaciones y el agente al mando se las daba, debía ser alguien de arriba.

Tras colgar volvió a colocarse el aparato en la oreja y pidió dos coches para trasladar al pobre diablo a la comisaria, hizo un gesto a la pareja que estaba algo apartada y juntos echaron un vistazo a la casa.

No encontraron nada, tal y como Peter se imaginaba y, estaba seguro, John Dwight también. Al menos hicieron tiempo mientras llegaban los coches.

El camino fue igual de tenso y silencioso. Sobre todo porque la cara del agente más maduro era una máscara impenetrable, pero sus ojos no. Había algo en ellos, como si algo se revolviese en sus tripas tratando de escapar y él a base de fuerza de voluntad lo mantuviese a duras penas confinado.

Pronto descubrió el motivo.

Llegaron a la comisaría y acomodaron al viejo en una celda. Sabía que la sheriff le liberaría en cuanto saliesen por la puerta, pero era mejor que por el momento estuviese encerrado. A la vez que cerraba la puerta, John puso el altavoz del teléfono y la voz que surgió a continuación fría y metálica a través de la línea telefónica le heló la sangre.

En un primer impulso, el joven agente quiso salir corriendo, huir de allí, de aquella voz, de los recuerdos... Dio varios pasos hacia atrás, en dirección a la puerta y de repente se detuvo.

Apretó los puños y permaneció en aquel sitio, la sangre había abandonado su rostro que parecía el de un cadáver y temblaba de la cabeza a los pies.

- Tiradas (2)

Motivo: Miedo

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 4(+4)=8 (Fracaso)

Motivo: Dado extra

Tirada: 1d20

Resultado: 9

Notas de juego

Gasto un punto de acción para tirar un dado más y superar la tirada.

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18/02/2019, 10:28
Director

Notas de juego

Esperaré la tirada del Agente Dwight antes de continuar.

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18/02/2019, 18:05
John Dwight
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Voluntad

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 16(+5)=21 (Exito)

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18/02/2019, 18:12
John Dwight

John Dwigth tenía que admitir que la falta de pistas en la propiedad de Martin Hill le había decepcionado un poco. Había respondido a una corazonada, a un instinto... y había fallado. O quizá no tanto. 

El arresto del viejo demente se debía a tres razones. La primera era que el viejo era un elemento inestable en la investigación, un elemento que debía ser aislado y controlado para no entorpecer el caso. La segunda, el pueblo de Ashville buscaba un culpable, y todas las miradas estaban posadas en la nuca del viejo Hill. Según Dwigth, la detención del sospechoso podría provocar una falsa sensación de seguridad en el asesino que le obligase a bajar la guardia; y de ahí a cometer su primer error. Tercero, había una posibilidad de que el viejo realmente tuviera información sobre los asesinatos. Una posibilidad de que el verdadero asesino lo hubiera utilizado de cabeza de turco. Si así era, esperaba que el viejo cantase tarde o temprano. 

Ya en el coche, de camino a la comisaría, John pudo ver a través del retrovisor el gesto agrio del agente Johnson. Casi podía leer sus pensamientos. Su escepticismo hacia la forma en que estaba llevando el caso. Su descontento, su insubordinación, su ira... 

Ni se molestó en justificar sus acciones. Ya habría tiempo de hablar más adelante. Por el momento, tenían un problema mayor. Se llamaba Arthur D. Lewis. 

El equipo entró en el edificio policial mientras las fuerzas locales se llevaban al detenido a los calabozos. Casi no hubo tiempo de prepararse, el teléfono sonó en cuanto entraron al despacho. La voz surgió del teléfono, amplificada por el altavoz y fría, tal y como la recordaba. 

Las palabras de su antiguo enemigo removieron algo en el interior de Dwigth. Pudo ver como Peter retrocedía de manera visceral y casi le dio lástima. Sabía por lo que estaba pasando. Por su parte, pudo mantener la compostura. La coraza emocional que había forjado capa a capa durante los últimos años resistió el primer embiste de Lewis. 

- Dos años, once meses y diecisiete días, Arthur. -hizo una pausa al ver a Patty salir apresuradamente de la sala. -Me han comunicado que tienes una información sobre el caso. Soy todo oídos.

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19/02/2019, 10:09
Director

El sonido de la voz del Arthur D. Lewis hacen regresar los demonios que acechan en los momentos de soledad al Agente Johnson. Sandy había muerto a manos de aquel demente, y ahora estaba jugando al gato y al ratón con ellos, siendo cómplice de su manera de divertirse. Desde una celda, sí, pero ¿acaso desde la muerte de Sandy no vivía también él en una celda de cristal?

- Así es, querido amigo. Dos años, once meses y diecisiete días... - Lewis hace una pausa retórica. - Recuerdo los nervíos que hacían temblar mis manos cuando montaba aquella bomba, y cómo desmembró a aquellos agentes. Fue magnífico. Echo de menos aquellos momentos en que manteníamos un contacto más estrecho. - Aquí parece escucharse alguna sonrisa por parte de ese maldito hijo de perra, antes de adoptar un tono más serio e, incluso cómplice. - No les entretendré más allá de lo necesario. Sólo les sugiero que busquen en la casa de Dios, ya que se les ha pasado una muerte por alto. - Todos os miráis circunspectos. - Les he dejado una ofrenda en el cepillo. - Termina Arthur diciendo esta frase a una velocidad mayor que el resto de su diálogo y, bruscamente, cuelga.

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20/02/2019, 17:25
John Dwight

Dwight colgó el teléfono, dando por finalizada la conversación. Sabía que Lewis había colgado primero , pero quería asegurarse de que no pudiera escucharles al otro lado. Les costó unos segundos recuperarse del golpe. Volver a la realidad, asumirla más bien. No estaba furioso. No tenía miedo. No sentía... nada. Esto fue lo que más le sorprendió. Acababa de mantener una pequeña conversación con el hombre que había destrozado su vida y apenas se había inmutado. 

-El hombre al que acaban de escuchar -comenzó diciendo John, -es Arthur D. Lewis. Se atusó la corbata y se aclaró la garganta. Quiero que presten atención. A partir de este momento la investigación acaba de complicarse hasta un punto que todavía no llegan a imaginar. Es muy probable que el hombre que buscamos esté en contacto con el señor Lewis. Es muy probable que, de algún modo, reciba órdenes directamente de él. Cualquier paso a partir de ahora puede ser un terrible paso en falso. -Visualizó aquel instante antes de que la bomba detonase. Su confianza, la de su equipo. La absoluta certeza de que ya lo tenía, que nada podía salir mal. -El señor Lewis es un vanidoso maestro del engaño. No tiene escrúpulos y actúa por pura egolatría. Puede haber llenado el pueblo de trampas mortales, así que anden con cuidado. 

No le gustaban aquellos discursos especialmente, pero consideraba necesario advertir a su equipo. Lo último que quería era repetir una carnicería. Caminó con paso sereno hacia la salida donde les esperan la sheriff Baker y su ayudante Willis. Supuso que Martin Hill ya se encontraba preso en el calabozo, al no verlo en el coche. Se dirigió hacia la sheriff. 

-Necesito que evacue los alrededores de la Iglesia. Con calma, no hace falta que cunda el caos. Invéntese cualquier escusa. Miró a Fred. Usted, estuvo en el funeral del reverendo, ¿verdad? Se llevó la mano al interior de su abrigo, de donde sacó una libretilla y un bolígrafo. Quiero que apunte aquí a todas las personas que vio en la ceremonia. Haga memoria e intente recordar si alguien actuó de una manera sospechosa. No estaba en el sitio donde tendría que estar o hizo algún comentario extraño. No se levante de su mesa hasta que termine, ¿me ha entendido?

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20/02/2019, 18:38
Peter Johnson

De alguna manera Peter sentía la presencia de Lewis en aquel pueblo. Al principio solo era la sensación de perseguir a un imitador, una sombra de él mismo. Pero ahora sentía que realmente andaban tras aquel desgraciado. Oír su voz reabrió vieja heridas y despertó nuevamente la sed de justicia que las victimas merecían.

Su primer impulso fue salir corriendo hacia la iglesia, pero hasta el impulsivo agente sabía que aquello sería un error. En aquella ocasión no necesitaría la mirada reprobatoria de Dwight sobre el cogote.

Lo que el agente al mando había planteado tenía sentido. Si Lewis había depositado algo en el cepillo a través de un cómplice, era probable que hubiera sido durante el funeral, aunque seguía sin fiarse demasiado del ayudante de la sheriff ahora era su mejor baza para tratar de estrechar el cerco sobre un grupo concreto de sospechosos.

Salio fuera de la comisaria para tomar un poco el aire, dejando atrás a sus compañeros. Aquellas cuatro paredes estaban empezando a agobiarle.

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21/02/2019, 09:38
Director

Patty, dominada por el miedo, exclama que esa voz le parece escalofriante y busca una silla para sentarse y abanicarse con una carpeta llena de hojas.

- Perdone, Agente Dwight, pero... - Dice titubeante la Sheriff Baker, saltando la mirada entre los cuatro agentes presentes. - ¿Arthur D. Lewis no está preso? Quiero decir... ¿Cómo va a estar dirigiendo a alguien y organizando todo esto?

Fred Willis da un paso adelante cuando es nombrado por el agente.

- El párroco, Arthur Benson, murió hace tres días de un ataque al corazón, Agente Dwight. Su viuda es Mary Benson, y lleva tres días seguidos ofreciendo una misa por su alma. No sé, agente... Ha sido una desgracia, pero un ataque al corazón no nos levantó sospechas. Le pasó a un primo de mi padre hace años... - Ahora, Fred lleva su mirada a sus pies, consciente de que se está desviando del tema, y añade algo. - Pero está claro que Lewis hacía referencia a la iglesia y debemos tenerlo en cuenta.

En el minuto siguiente, la sheriff le repite la pregunta que el agente formuló a Fred sobre qué personas había en aquella misa, a lo que Fred, algo nervioso y con temor de decepcionar a los agentes, contesta que podría nombrar a algunos con los que se cruzó, pero cuando él llegó ya habían empezado las oraciones y se colocó en el final de todo para no molestar. Se ve incapaz de dar detalles muy concretos.

- Recuerdo a Terence... Terence Benson es el hijo del párroco. También estaba Julian, el nuevo párroco, George Stevenson, que es nuestro alcalde y lo escuché decir unas palabras... Estaban por ahí su esposa Linda (la del alcalde), con sus hijos, y también Lucile, su cuñada... No sé decirle nadie más, lo siento.

Joanna le da una palmada en el hombro y le quita importancia: - Tranquilo Fred, fuiste a la misa en señal de duelo, no a hacer una investigación. No te preocupes.

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21/02/2019, 10:21
Doctor Jules Sullivan

Es imposible que pase desapercibido el impactante efecto inmediato que la voz del famoso homicida causa en los agentes Dwight y Johnson nada mas pronunciar la primera palabra a través del teléfono.

Es como si una esfera de tensión y miedo palpables se propague desde el aparato y bañe la sala con una atmósfera irreal que nos aisle del resto del tiempo y el espacio.

La conversación entre Lewis y el agente Dwight transcurre en lo que bien podría ser un lustro o un milisegundo. 

Y tal y como empezó, el efecto impalpable de la voz de ese lunático desaparece por arte de magia cuando el tono neutro de la línea muerta se escucha de nuevo por el altavoz del teléfono.

La realidad vuelve a imponerse y, casi como si fuera un resorte, mis músculos hacen amago de girar hacia la puerta y correr hacia la iglesia. La razón y deformación profesional se interponen y nuestro agente al mando las vocaliza. No es prudente actuar con brabuconería e insensatez en esta nueva situación que se nos presenta.

Si el desalmado Arthur ha orquestado estos asesinatos desde su celda, la perspectiva de este caso es mucho más compleja de lo que ya parecía en un primer lugar.

Por un momento me siento como un títere danzando al compás de las cuerdas mecidas por ese loco. Los cadáveres, las escenas, los sospechosos, el pueblo entero, todo puede estar preparado, planeado y escenificado por ese lunático para jugar con nosotros a su merced.

Me quedo mudo y pensativo por un buen rato mientras Dwight da órdenes al ayudante para que comience la nueva fase de la investigación. 

Vuelvo la vista hacia la puerta por dónde el viejo Hill ha sido introducido hacia los calabozos.

- ¿Qué hacemos con el viejo?

Pienso en voz alta para intentar salir del trance y enfocar mis pensamientos en una cosa cada vez.

- ¿Le interrogamos? -

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21/02/2019, 11:10
Director

Las palabras del Dr. Sullivan hacen que Fred haga un añadido a su declaración:

- No, recuerdo que el Sr. Hill no estaba. No suele acudir a eventos sociales.

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22/02/2019, 12:13
Selina Sparks

Había tenido la oportunidad de escuchar por primera vez, aunque fuera a través de la línea telefónica, la voz del infame y demasiadas veces mencionado en los últimos años Arthur D. Lewis. Sin duda para Dwight y Johnson escuchar de nuevo aquella voz tenía que traerle un cúmulo de sensaciones difícil de digerir, aunque el jefe del equipo parecía llevarlo mejor que su compañero. Para ella solo fue un dato más que registrar en su archivo de conocimientos criminales, bastante interesante por otra parte.

Pero eso ahora era secundario, el agente Dwight había analizado las palabras de aquel psicópata durante su corta conversación y tenía claro lo que debían hacer a continuación. Probablemente él fuera la persona que mejor podía conocer a Lewis, si es posible llegar a conocer de algún modo a ese tipo de mentes tan retorcidas. Algunas preguntas se agolpaban en la cabeza de la joven agente, pero no estaba segura de empezar a compartir sus ideas estando presentes la sheriff y su ayudante. La sensación de que en aquel pequeño pueblo toda información pueda pasar de unos habitantes a otros, incluyendo a los agentes de la ley, le está empezando a incomodar. No le ha pasado por alto el hecho de que a pesar de haber sido vehementemente mandado por el jefe de equipo a reflexionar y sacar una lista de actitudes sospechosas durante el funeral de Benson, Fred se ha desembarazado rápidamente haciendo un breve y poco exhaustivo repaso de aquel momento con tal de no apartarse del corrillo. Se acerca a Dwight para comentarle en voz baja sus inquietudes.

-Señor, ¿cree que es prudente que sigamos desarrollando la investigación con ellos delante?-No cree necesario especificar a quien se refiere con ellos, a estas alturas.-Tal vez sea más seguro retirarnos al espacio que nos han cedido para trabajar.

A Selina le importa bien poco las miradas que puedan echarle los dos lugareños por su cuchicheo. Prefiere caer mal o suscitar cualquier cotilleo que puedan hacer a su costa si eso ayuda de alguna forma a asegurar el buen rumbo de la investigación.

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27/02/2019, 17:43
John Dwight

Al parecer ese Fred podría dar algún dato útil, pero de momento no contaba con la información para sacar algún provecho a sus palabras. Dwight se acercó al joven y le puso una mano en el hombro con la intención de inspirar al muchacho algo de calma. Aquel gesto paternalista encajaba tan poco en la figura de Dwigth como lo haría un payaso en un cementerio, pero había una razón para ello. Necesitaban que el chaval se calmase y tuviera paz y tiempo para recapacitar sobre lo que vio, lo que no vio y lo que pudo haber ignorado. 

-Quiero que escriba todo lo que recuerde, ¿de acuerdo? -volvió a señalar la libreta y el bolígrafo que le había prestado. Siéntese, tómese un café y dedíquele tiempo. No tiene por qué darnos una respuesta ahora mismo. 

Sullivan le hizo una pregunta. ¿Y qué harían con el viejo? Lo mismo. Por el momento con tenerlo fuera de juego bastaba, ya habría tiempo de intentar un nuevo interrogatorio más tarde. Ahora mismo lo que le preocupaba era, naturalmente, Lewis. 

En el fondo siempre temió que algo así acabara pasando. Que la pesadilla volviese. Arthur D. Lewis era el sociópata más inteligente con el que se había cruzado jamás. Siempre iba no uno, sino dos pasos por delante. Durante meses se estudiaron mutuamente, metiéndose el uno en la mente del otro. Intercambiándose el pellejo para intentar anticipar el siguiente movimiento. Y finalmente fue John Dwight quien trazó la última jugada. El veterano agente reconoció que la historia bien podría haber acabado de otro modo. Que no contando con la suerte de su lado, bien podría él estar ahora muerto y Lewis en libertad. 

-Señor, ¿cree que es prudente que sigamos desarrollando la investigación con ellos delante?

 -Tiene razón señorita Sparks. Continuaremos la conversación en otro sitio. -Quizá es el momento de volver a aquella modesta sala de investigación que les había sido ofrecida aquella misma mañana. Volvemos al hotel de invitados. 

Dwight le trasmitió las intenciones del equipo a la sheriff, volviendo a hacer hincapié en que las fuerzas locales desalojasen la Iglesia con la máxima discreción mientras ellos decidían el próximo paso a tomar. Después volvió a sumirse en las profundidades de su psique, intentando averiguar los verdaderos motivos de un psicópata como Arthur D. Lewis. 

¿Y si todo aquello no tuviera nada que ver con los habitantes de Ashville? ¿Y si todo era un montaje, un burdo vodevil para atraerlos a ellos, al FBI, y especialmente a él mismo, el agente Dwight? ¿Y si todo era una venganza cuidadosamente planeada durante tres años que al fin estaba llegando a término? John tenía claro que a partir de entonces cada paso que dieran podría ser el último. Es por ello que la calma debía preservar ante la impetuosidad, que la lógica debía vencer al instinto. Tenían que pensar como Lewis. Tenían que ponerse en la pie de un asesino.

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28/02/2019, 09:37
Director

Fred mira a la libreta de la misma manera que la libreta le miraba a él. Con la mirada inerte e impasible.

- De acuerdo, Agente Dwight. - Fred Willis se sienta en su escritorio y durante los siguientes diez minutos redacta todo lo que recuerda de la misa, que viene a ser prácticamente lo mismo que ya ha descrito de viva voz.

- Si hubiese sabido que era importante me hubiera fijado en los detalles, señor. - Se disculpa, de alguna manera, el joven ayudante de sheriff.

Joanna, que ha estado en silencio el último rato, da una palmada y exclama: - Bien, manos a la obra. Fred y yo desalojaremos la iglesia. ¿Cuánto tiempo tengo para ello? Es decir, cuándo piensan acudir allí.

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04/03/2019, 23:04
John Dwight

-Una hora. -contestó lacónicamente. Necesitamos una hora. 

Después se encaminó hacia la casa de invitados. Iría a pie, porque el coche había quedado en la antigua casa de Elmore. Alguien tendría que ir a recogerlo tarde o temprano. Pero ahora los hechos se habían precipitado y no había tiempo que perder. 

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05/03/2019, 10:21
Director

Notas de juego

Vale. Si queréis, podemos hacer un breve salto temporal y dar por hecho que todos estáis reunidos en la casa donde os alojáis (o donde queráis cada uno) para concretar algunos puntos del caso.

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07/03/2019, 18:42
Peter Johnson

El tacto del sofá de la sala que les habían cedido en el hostal era áspero, cómo todo en aquel maldito lugar. Estaba seguro de que Dwight se sentía como en casa.

No había vuelto a entrar a la comisaría desde que salió a tomar el aire, pero había escuchado lo que habían estado hablando dentro, al fin y al cabo era una comisaría pequeña.

Sus compañeros salieron al cabo de un rato y él se limitó a seguirles por el camino hacia el hostal intercambiando algunas palabras sin mucho contenido, más pendiente de sus propios pensamientos, enfrascado en sus recuerdos.

Subió a su habitación, se lavó la cara y volvió a bajar. Sentándose en aquel sofá a la espera de que el resto del grupo se reuniese. Sus uñas arañaron el brazo del sofá y una pequeña nube de polvo se levantó en el aire. Por primera vez desde que había llegado a Ashville no tenía ninguna gana de salir a la calle.

Temía lo que pudiese encontrar en la iglesia. Temía lo que les esperaba allí era en parte el propio Lewis.

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15/03/2019, 09:17
Director

Notas de juego

Hola, ¿seguís ahí, agentes?

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16/03/2019, 22:14
Selina Sparks

Regresaron al hostal que les habían ofrecido como alojamiento, sin intercambiar una sola palabra durante el trayecto. Entraron y Selina pidió un par de minutos para pasar por su habitación antes de reunirse en la sala que les habían cedido para llevar a cabo las reuniones relativas a la investigación. Al menos aquí no tendremos a la sheriff y su ayudante merodeando como moscas cojoneras... Aunque se hacía cargo de que en pueblos pequeños como aquel la intimidad era algo difícilmente alcanzable e imposible de mantener, no dejaba de fastidiarle las complicaciones para poder investigar a sus anchas.

Tras pasar un momento por el baño y lavarse la cara para refrescarse y relajarse un poco, bajo al hall del modesto hostal. Cuando llegó solo se le había adelantado Johnson por lo visto el resto de sus compañeros habían decidido también pasar por sus respectivas habitaciones. Se quedó observando a su compañero unos segundos, en general le estaba sorprendiendo su actitud con respecto al jefe Dwight. No creía que su compañero al mando fuera el líder más carismático y entrañable, pero tampoco creía que eso le diera motivos para enfrentarse con él a la mínima. Especialmente su resistencia en la detención del viejo Hill. Pero bueno, eso sería un asunto que les tocaría afrontar a ambos, llegado el momento. Ella no iba a ser la niñera ni consejera de nadie, a estas alturas.

-¿Qué, esperando al resto? A ver si estando los cuatro solos podemos concentrarnos mejor y sacar algo interesante.

Aun tenían pendiente la visita a la iglesia como principal hilo del que tirar, pero quería decir algo para romper el silencio con su compañero.

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17/03/2019, 12:00
John Dwight

Dwight se tomó unos minutos para reponerse en su cuarto antes de bajar a la sala que les habían decido como sede de las investigaciones. Cuando bajó, Selina y el agente Johnson estaban intentando entablar una conversación. Les saludo levantando con apenas un levantamiento de cejas y procedió a revisar su cuaderno de notas. Su aspecto, aunque gris y anodino, presentaba una pulcritud intachable. Sin embargo, jamás reconocería que minutos atrás se encontraba de rodillas en el baño, vomitando hasta las entrañas. 

Levantó la vista de sus notas cuando por fin llegó el doctor Sullivan. Cerró el cuaderno y volvió a guardárselo en el bolsillo interior de su abrigo. 

-Antes de expresar mi opinión respecto a los últimos acontecimientos de este caso me gustaría conocer la de ustedes. ¿Quiere empezar usted, agente Johnson? 

Lanzó una mirada penetrante al díscolo ex marine.