Partida Rol por web

El Túlipán comenzó a moverse como un gigante dormido que se despertara a duras penas, los trabajos de los marineros, bastante bien coordinados para ser la primera vez que trabajaban juntos, pronto dieron sus frutos.

El barco pronto tuvo todo su velamen completamente desplegado en sus tres palos y cogía velocidad ayudado por la brisa de popa que soplaba en ese instante.

Llegué a la cubierta algo cansado, aunque las ganas de salir del puerto taparon todo cansancio aparente y consiguieron esbozar una artificiosa sonrisa en mi tez.
Bueno, aquí estoy, ante tal navío solo puedo esperar una aventura a su altura... digo mirando sus mastiles y sus velas.
Luego camino, lentamente por aquella cubierta pensando en todos los tripulantes...
Que será de aquella chica? La que dudo si quería besarla a ella... pensé al recordar su voz ahondando en mi alma.

Esperaré mirando el desierto azul...

Pasó aquella noche sin dormir, mecida por las olas, pensando en su amor perdido, para siempre, en la marea.

Vió a Kraken en cubierta, y eso le hizo volver a centrarse en el presente. -Buenos dias, espero que hayas descansado. ¿Sabes si ha salido el capitán de su camarote? Anoche cogimos una buena corriente de aire, no ha dejado de soplar el viento, pero me pregunto si tal vez tenía pensado alterar el rumbo y coger una nueva...-dice, aun con aire pensativo.

Encantado digo con educación No se ve a nadie por estos lares aunque en mis pensamientos corren imagenes difusas...
Camino con educación acercandome algo a ella.
Todo bien, señora? en acabar esbozo otra sonrisa como muestra de mi no demasiado visible simpatía.

Salgo algo cansada de mi camarote y me dirijo a paso lento hacia la cubierta del barco.
Observo que están Kraken y Anne, aunque no les doy demasiada importancia.
Los miro simplemente para saludarlos.
-Buenos días.- digo con aire seco y sin apenas sonreir.

Tras esto me siento sobre unas cajas que había apiladas un poco más lejos, mientras miro tranquilamente el mar, esperando alguna orden del capitán.

Mucha cortesía y poca felicidad veo por tu parte, milady digo mirando a la nueva chica de la cubierta Soy Kraken aunque creo que usted desconocia mi nombre... tendré la suerte de saber vuestro nombre? O deberé dirigirme a vos por algun pseudónimo de mi cosecha?
El tono del pirata es algo atrevido pero sobrio y con voz clara .

Muevo mi cabeza hacia el pirata que acaba de hablarme.

¿Pero que confianzas son estas?.-pienso mientras lo observo sin pronunciar palabra.
Finalmente termino contestandole:
-Llámame como quiera.- digo sin más. Pero mi nombre, no tiene por qué saberlo...

De acuerdo Mademouselle Desconfiada digo con desden mientras me alejo de ella con paso firme aunque al llegar a media cubierta mire su figura de reojo.

Observa la escena con sorpresa. No le parece muy inteligente mostrarse descortés dentro del mismo buque. -Ciertamente, no parece muy acertado reservarse el nombre para una mejor ocasión. Esa no es la clase de secretos que deberían guardarse al resto de la tripulación -dice, para después volverse al mástil... la vigía andaría por alli?

Cierto, señorita... mira a Anne con severidad y alegria. Pero no quiero peleas...con los de mi misma tripulacion claro sonrio.

Frank caminaba entre los palos dando algunas instrucciones a los marineros que allí se encontraban.

Mantened este rumbo, hasta nueva orden. les decía a todos los que se iban cruzando con él. Miró hacía el cielo buscando la cofa del vigía. ¡Reiko! Avise a Wellington si el viento cambia o si divisa algo extraño. Usted Wellington, aviseme a mí de cualquier anomalia.

Se dirigió al grupo que habían formado Boon, Kraken y Lucy.

Vosotros, encargaros de la madera de la cubierta. Esta bastante fastidiada después de no usarla durante tanto tiempo.

Buscó a Castella con la vista.

Señor Castella si quiere hablar conmigo este es el momento. dijo mientras enfialaba sus pasos a su camarote y entraba dentro.

Se refiere a escarbar la roña de entre los listones? digo refunfuñando Por las corrientes de los mares de Asia, que asco de faena!

Se quedó mirando desde la puerta del camarote al Kraken sin muy buena cara, el comentario no le había sentado nada bien.

Estopa y brea. dijo señalando un rincón de la cubierta donde se encontraban abandonados dichos materiales. Para calafatear...

Thomas se encontraba de cara a popa, observando el horizonte en busca de naves, mientras trabaja una jarcia, ajustándola. La voz del capitán de acercaba desde proa, dando impartivas. Habló con el vigía y luego con Thomas.

Si mi capitán Respondió con su habitual tono calmo.

El aire del mar era muy relajante, mas aun por las mañanas, cuando soplaba bastante fresco. Se preguntaba hacia donde se diriguirían, haciendo conjeturas de todas las rutas que él había navegado en aquellas aguas.

Una sonrisa se cruzó por sus ojos cuando Castella refunfuñó ante la orden del capitán. Giró rapidamente la cabeza para ver la expresion del Kraken, y la sonrisa bajó hasta sus labios. Muy pequeña, pero alli estaba.

-¡Buen día a todos!

Observo a cada uno de los presentes, unos más retirados que otros. El olor de la cubierta me hace revivir en el preciso instante en que sonrío, aunque mirando a todos desde cabina; puede que esté cansada pero la sensación de estar al mando, de poder y dirigir, me da fuerzas para permanecer en mi sitio. A lo lejos veo al Kraken de bastante mal humor pero parece bastante bien acompañado y de vuelta la mirada al frente, mi mirada se cruza con la de Wellington, hago una reverencia con la cabeza y le saludo respetuosamente.

Se había levantado con buen pié, y tras las ordenes del capitán de informar al británico si veía movimientos extraños fija su mirada en el mar.
Esa sensación tan limpia y pura le encantaba, aunque sabía que tal sensación desaparecería al entablar batalla.