Tal como les había sido ordenado por la capitana Taylor, Tom y Sam botaron una de las barcas que el navio tenía en los costados, y se deslizaron por la escalinata hasta ella, comenzaron a remar de vuelta a las aguas cercanas a la isla mientras pensaban en como buscar a Rafael.
Se habían provisto de provisiones, agua y sacos de dormir por si el Saint George tardaba en volver y tenían que pasar la noche en aquel sitio. También llevaron sus armas, por si acaso les aguardaban más sorpresas.
Bueno Sam, nos ha tocado buscar al fortachón ¿eh? Le dijo al joven sonriendo, evitando mostrar señal alguna de preocupación. Estaba un poco tenso al principio, pero sin llegar a estar nervioso, pues pensaba que no debía flaquear, y mucho menos en esta "misión", con Sam.
¿Por dónde empezamos a buscar a éste? Maldito idiota.......
Lo cierto es que le alteraba pensar en Rafael y su prepotencia, pero en fin, mejor tener dos brazos fuertes del mismo lado que él.
Con una expresión en la cara casi sonriente le dijo a Sam: Rastreemos la playa, ¿estás de acuerdo joven timonel?
Mmmm.. si, es buena idea, bordeemos la costa primero..
Sonrie a medias y luego vuelve a ponerse con rostro triste, aún no había superado la muerte de caratriste. Comenzaron a remar hacia las costas, mientras tanto iba alerta por si veía en las aguas de alrededor algun indicio del paradero de Rafael.
Haced una tirada de percepcion.
Tirada: 1d100(+40)
Motivo: Percepcion
Resultado: 99(+40)=139
que suerte ^^
Mientras escuchaba a Sam empezó a ojear la zona.
Tirada: 1d100(+50)
Motivo: Percepción
Resultado: 91(+50)=141
Remaron hasta la orilla estando pendientes de no perder ningún detalle de su alrededor que les pudiera dar una minuscula pista sobre el paradero de Rafael.
Dejaron la barca en la arena y dieron una vuelta por la isla, no encontraron rastro alguno del marinero, ni detalle que les condujera hasta él. Pero Sam vio cerca del lugar donde habían batallado sus compañeros una curiosa carta. Era el as de treboles, y la parte posterior del naipe tenía un dibujo bastante extraño.
No hay rastro de Rafael.. pero el pequeño Sam encuentra algo llamativo en la arena. ¡Una de las cartas legendarias..! Tan pronto como la ve la guarda en su pantalón. ¿Como habían podido dejar algo así alli? ¿la habría visto Tom también? Bueno.. luego se lo contaría.
Ejem..umnnhhh..Ni rastro de Rafael...
¿por donde buscamos ahora?
Qué diantres hará el chico?.........
Vio a Sam agacharse y luego levantarse nervioso, no había ni rastro de Rafael, pero sentía que había pasado algo fuera de lo normal ya que notaba a Sam un poco raro al hablar, inquieto.
¿Ocurre algo Sam? ¿Qué has visto? Le dijo con su tono normal, cordial y confiado.
No, no, tranquilo... creí haber visto algo pero no era nada, solo había sangre ugghhh..
Espero que cuele..
Por la playa no está y por el mar tampoco.. quizás.. quizás le hicieron prisionero en el Tulipán. Supongo que nos tocará esperar a que vuelvan por nosotros, pero por si acaso demos otra vuelta con el bote por donde estaba el barco..
Sonríe y se encamina hacia el bote de nuevo.
Sí... demos otra vuelta mientras vienen... Contestó. Estaba algo mosqueado, pues tenía la certeza de que Sam estaba tramando algo, había tratado con mucha gente en la taberna y sabía cuando algo no iba con normalidad.
En fin, lo dejaré estar... Ahora hay que peinar la isla en busca del musculitos.
Miró al joven sonriendo y le dijo: Venga, sigamos.
Dieron la vuelta a la isla de nuevo pero no encontraron nada nuevo, llamaron a gritos y rebuscaron entre la maleza, pero su busqueda no resulto fructifera.
De nuevo en la playa Sam mira alrededor por íltima vez, hasta que suspira perdiendo la esperanza de encontrarlo con vida.
Bueno...deberiamos buscar leña para hacer una fogata... creo que hoy dormiremos bajo las estrellas.
Sonríe triste y se interna en la maleza para buscar ramitas.
Espero que no tarden mucho en volver...o que no se olviden de nosotros..
Encendieron una hoguera y durmieron a la intemperie, cobijados con los sacos de dormir que habían traido a proposito.
Al día siguiente vieron un barco enorme navegar frente a ellos. Era un navio parecido al SaintGeorge.
Tras una noche de sueño reparador, en la que había conseguido olvidar todos los horribles detalles sangrientos de la batalla e incluso la muerte de Jerry, el joven Sam acabó desperezándose cuando la luz del sol acariciaba su rostro. Miró a los lados un poco tenso al recordar donde estaban pero pronto se tranquilizó y estiró todos sus músculos.
IAhhhwhwhhhiuuummmmm ....
Se frotó los ojos mirando al horizonte, allí estaban. Si que habían sido rápidos. Se dió prisa en sacudir a Tom, que parecía una marmota indespertable.
Arriba! despierta!!! Ya llegan a por nosotros..
Mmmm........ Se incorporó con las sacudidas que le propinó Sam. Despertó algo ausente ya que no había dormido bien, había estado intranquilo toda la noche y se encontraba algo cansado a causa del mal descanso.
Ojalá todo vaya mejor hoy....... Se dijo, y acto seguido miró al horizonte.
Oye Sam, ¿estás seguro que son ellos? No había distinguido bien el barco. Se sacudió un poco la cabeza para despejarse un poco, se metió la mano al bolsillo del chaleco para sacar su catalejo y miró a través de él hacia el barco.
Hago alguna tirada ??
Tom, puedes hacer una tirada de percepcion si lo deseas
Tres botes se acercaron hasta la isla, los remaban hombres de aspecto desaliñado pero armados hasta los dientes con espadas y escopetas. Ante ellos iba uno vestido con una elegante casaca roja con bordados de oro, un gorro de ala ancha y unas botas altas más negras que la noche.
Llevaba a su espalda dos espadas, una era una espada corta de filo de la edad feudal y la otra era una espada arabe, tipo sable. Desenvaino ambas al pisar tierra, llevando sus manos a las empuñaduras a la par.
Soy Bill Dosespadas. Os reclamó para mi tripulación o para la del Infierno. Podeis elegir. Dijo con arrogancia y soberania. Sus hombres ya habían rodeado a Sam y Tom, antes de darles opción a huir.
Por fin se acercaban los botes que les llevarían de vuelta con sus compañeros, Sam se alzó para saludarlos pero conforme se acercaban fue angustiándose, no reconocía ninguna cara. Cuando quisieron darse cuenta ya era demasiado tarde y estaban rodeados. ¿Como sabían que estaban allí? De cualquier modo Sam no se lo pensó un momento, aunque fuera fiel a su antigua tripulación en secreto.
Es-esto.. creo qu.. que elegimos lo primero. Os.. se..serviremos. So.. soy buen carto..grafo
Tragó saliva tratando de dominar su miedo, menos mal que se había metido el as en el calzón, si lo llegaran a descubrir quizás sería demasiado trágico para los dos.
Había tratado de distinguir quiénes se acercaban, pero antes de darse cuenta se les echaron encima sin darles opción a huir. Miró al supuesto capitán mientras les "invitaba" a acompañarles. Evidentemente prefería vivir, y si sólo podía ser bajo las órdenes de Dosespadas que así fuera, en el futuro próximo por lo menos. Quién sabe quizá pudiera sacar algo útil de aquella situación.
Es fácil la elección Dosespadas, formar parte de la tripulación de uno de los grandes piratas no es una invitación que se deba rechazar. Se dirigió a Dosespadas con mirada firme, seguro, sin dar muestra de temor alguno. Pues se le daba bien mostrarse firme cuando la situación lo requería. Somos piratas y queremos seguir siéndolo, nos uniremos a tu tripulación. Yo soy Tom Bonney y él es Sam Dewley.
Siguió mirando a Dosespasdas tras aceptar y presentarse, espectante a su reaccion.
................ En aquel momento nada se le pasaba por su cabeza, sólo Dosespadas y la situación en la que se encontraban.