Partida Rol por web

El Misterio del Sr.Cornthwaite

PARTE 2: La mansión Fitzgerald

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07/06/2016, 15:33
James W. Hess

Cuando el periodista preguntó acerca del paradero del dueño de la casa, James no estaba seguro de si debían compartir lo que sabían con él. Con la mirada, buscó a Robyn (que se encontraba más cerca), y luego a Mike y Sebastian. Sin embargo, Stewart no dio tiempo a consensuar una respuesta. Soltó una corrosiva contestación que dejó a Hess helado.
Rápidamente se adelantó para desviar la atención de Virelli: - Bueno, ya habrá tiempo para conversar. Está usted empapado, deshágase de esa chaqueta y caliéntese un rato al fuego. Le sentará bien.

Aún no conocían a este hombre ni sabían exactamente qué asuntos le traían a aquella destartalada mansión.
El escritor rogó para que el recién llegado se tomase el comentario del actor como una broma, y no como la macabra verdad que era.

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07/06/2016, 23:15
Joe Virelli

El periodista cambió su rostro de nerviosismo por el de sorpresa tras las extrañas palabras del actor, que había cambiado drásticamente con respecto a su actitud y personalidad, hecho que no pasaba desapercibido para los demás miembros del accidental grupo de investigación. La amabilidad de James ayudó a relajar algo al periodista, quien se quitó la empapada americana mientras se dirigía al actor de forma extraña.

-¿ Abajo?.... ¿Quiere decir que han encontrado por fin al señor Cornthwaite? - preguntó perplejo Joe mirando hacia el resto del vestíbulo, como si tratara de localizar alguna escalera que descendiera a alguna especie de sótano. - ¡Bendito sea el señor, si es así! - exclamó con ingenuidad.

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07/06/2016, 23:24
Robyn Adler

Los ojos de la mujer se abrieron desorbitádamente al ver la reacción del periodista. Era un maldito estúpido...como todos los hombres. Y ella no poseía la virtud femenina de convencer a los hombres, para poder pararlo. Tras unos segundos sin parecer saber que hacer, la mujer agarró el brazo al periodista, no como na delicada dama solicitando ayuda, sino con fuerza suficiente como para pararlo.

–Deje, creo que será mejor que hagamos lo que sugiere Hess. He estado allí abajo y le aseguro, que lo único con lo que se puede conversar ahí abajo es con el moho de las paredes.

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08/06/2016, 21:15
Sebastian O. Stewart

Stewart permaneció en silencio con cara de muy pocos amigos. Ya no había cabida para risas. Estaba hastiado. Su vida, al igual que su carrera profesional, era una sucesión de papeles, un compendio de actuaciones más pero sin cámaras ni focos.

Escuchó como sus compañeros desviaban la atención de aquel pobre infeliz -más le hubiera valido no pisar aquella ruina de casa en su vida- y decidió seguirles la cháchara a Hess y Adler.

Era la mejor opción. 

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10/06/2016, 17:05
Robyn Adler

Después de dar al periodista un pequeño empellón para animarle a avanzar, Robyn agarró aquel horrible hacha con la intención de alejarla del periodista. Con ella en las manos le dio un rápido vistazo, esperando comprobar si era en realidad el mismo hacha que el actor había dejado dentro de la casa.

–Será mejor no dejar esto tirado por ahí, cualquiera se puede tropezar...– La realidad es que habían encontrado a Arthur, y que debían decirselo al sheriff, al periodista o a quien fuese. Pero era mejor no hacerlo en medio de las escaleras y sobre todo, no dejarle bajar a solas... Robyn arrugó la nariz. Acababa de recordar la misteriosa habitación que había en el sótano. Lo mejor sería que el sheriff la revisase. 

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12/06/2016, 21:24
Guardián

Tras la inesperada visita del periodista del Gamwell Gazzete, aparición que resultó harto sospechosa para los cada vez más paranoicos huespedes de la mansión Fitzgerald, acompañaron a Joe Virelli hasta el salón donde podrían gozar del calor de la chimenea en lo que se había convertido un improvisado dormitorio de invitados.

El periodista se mostraba desconcertado y miraba temeroso los muros de la mansión, cuya humedad había formado formas extrañas mostrando un aspecto decrépito de una hacienda que se suponía que hacía unas semanas se había mantenido en buenas condiciones con el filántropo Arthur Cornthwaite morando allí. 

Al llegar, James se afanó a encender la hoguera como pudo haciendo uso del mechero S.O.S. que Sebastian le prestó. Una vez encendida la lumbre, Joe se desvistió su americana barata y la acercó al fuego con la intención de que se secara. Un silencio tenso dominó el ambiente... ninguno parecía confiar en aquel visitante inesperado. 

 

 

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15/06/2016, 15:23
James W. Hess

Al final lograron persuadir a su "invitado" para que pasase al salón.
Una vez avivadas las llamas de la chimenea, Hess invitó a Virelli con un gesto para que se aproximase.

Puso las manos en los bolsillos y caminó unos pasos, nervioso. No sabía muy bien qué decir, ni si debían compartir todo lo que sabían.
- Vaya mierda de día, ¿no es cierto? - comentó para romper un poco el tenso silencio que se había instaurado en la sala.

Notas de juego

¿Que me presta su mechero? ¿Y no me pega fuego con él? XDDDD

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15/06/2016, 21:43
Sebastian O. Stewart

James se acercó a pedir fuego. Sebastian le prestó de mala gana el mechero. La gasolina comenzaba a escasear y durante una lacónica fracción de segundo, estuvo tentado de enviar a freír monas al escritor, pero consiguió calmar la rabia que cada vez hacía más mella en su conciencia.

Sin decir nada, ocupó su sitio en aquella estancia y se dispuso a descansar. Estaba deseoso de escuchar las respuestas de ese chupatintas de tres al cuarto. 

La estancia en aquel lugar se estaba haciendo eterna. El actor creía llevar meses enclaustrado en aquella mohosa mansión...

Notas de juego

La estancia en aquel lugar se estaba haciendo eterna. El actor creía llevar meses enclaustrado en aquella mohosa mansión...

Desde Mayo del 2015 para ser exactos...

XD

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18/06/2016, 16:16
Joe Virelli

Algo más relajado que durante la accidentada presentación, el periodista pareció recobrar fuerzas para romper aquel momento de tensión. - De verás les pido disculpas si mi presencia les ha incomodado... pero no he venido aquí con malas intenciones, tan sólo he venido para interesarme por vuestra investigación, pues en Gamwell hay cierta expectación sobre que es lo que ha podido ocurrirle al Sr.Cornthwaite y bueno... viviendo en esta mansión la gente está algo asustada... - explicó el periodista. - Si quieren mantener la confidencialidad de su investigación, lo entenderé y marcharé en cuanto apacigue la lluvía... - añadió tratando de disculpar su presencia a la vista de las hostilidades. 

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18/06/2016, 16:39
Robyn Adler

Con el cabello húmedo pegado a la frente y el hacha apoyada en su regazo, Robyn Adler miraba al periodista de una forma inquisitoria. La pequeña mujer parecía una versión atlética y serena de Lizzie Borden... era lo que tenía llevar un hacha, al fin y al cabo.

–Sigue lloviendo ¿No? –preguntó la mujer sin prestar demasiada atención, esperando a que alguno de los hombres se pronunciase. Habían pactado en que tenían que avisar a las autoridades, dado el descubrimiento del cadáver, pero la aparición del periodista... –En realidad, señor Virelli, tengo una cosa que preguntarle. ¿Vive el doctor Actherhof muy lejos de aquí?

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18/06/2016, 17:04
Joe Virelli

- Uhm... ¿El Dr.Actherhof? A unos 30 minutos en automòbil aproximadamente. - contestó extrañado el periodista. - ¿Le conoce? Creí que todos eran de fuera de Gamwell... - 

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18/06/2016, 17:25
Robyn Adler

Robyn intercambió un cruce de miradas con sus compañeros. Acababa de tener una idea de como librarse del periodista y conseguir ayuda. Todo de un plumazo.

–Me ayudó hace muy poco... Oiga, ¿le gustaría conseguir la exclusiva de lo que ha ocurrido aquí?– preguntó esperando que los hombres comprendiesen y cooperasen. 

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18/06/2016, 20:09
Joe Virelli

El periodista asintió a la expectativa de aquel ofrecimiento.

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19/06/2016, 14:45
James W. Hess

James se acercó de nuevo a los demás cuando escuchó el ofrecimiento que Adler estaba haciendo al periodista.
Con una muestra de ingenio, la joven quizá acababa de lograr desembarazarse del inoportuno visitante.
Hess le dedicó una leve sonrisa y le hizo un imperceptible gesto para que continuase con la treta.

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19/06/2016, 15:18
Robyn Adler

–Sé que aún llueve, pero esto es importante.–empezó la mujer– Necesitamos que vaya a casa del doctor Actherhof. Explíquele lo que ocurre, puede hablarle de la mujer que encontró inconsciente, y dígale que necesitamos que venga lo más rápido posible. Con armas. Antes de que llegase hablamos de ir a buscar ayuda, pero usted conocerá los caminos mejor que nosotros. Por lo que hemos visto parece que hay en la casa alguna alimaña, probablemente con hidrofobia... Y no podemos arriesgarnos a que se escape de la casa y empiece a campar por el pueblo y a contagiar la rabia...

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22/06/2016, 18:18
Guardián

Notas de juego

NOTA: Tirada oculta de persuasión.

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23/06/2016, 10:03
Robyn Adler
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: persuas

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 97 (Fracaso)

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26/06/2016, 09:47
Joe Virelli

- ¿La... la rabia? - preguntó temeroso el periodista con un rostro algo más palido. - ¡Lo último que necesitan nuestros agricultores es un brote de una epidemia! ¿Es eso lo que acabó con el Sr.Cornthwaite? - preguntó interesado mientras se levantaba y se dirigía hacía el ventanal en cuyo exterior pareciera como si la lluvia y el viento estuvieran enfrascados en una encarnizada lucha contra la vegetación del jardín de la mansión. - Iría encantado a avisarle pero no me pueden pedir que salga con este clima... ¿Han tomado alguna precaución contra la enfermedad mientras tanto? - añadió Joe. 

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27/06/2016, 11:22
Sebastian O. Stewart

Sebastian se mantuvo al margen. Aquel paperazzi no le gustaba ni un pelo. Si ya tenían pocos problemas, ahora tendrían que ir con sumo cuidado de que Virelli no sufriera ningún daño, puesto que seguramente, las autoridades competentes no dudarían en echarles el bulto encima.

Para más inri, el clima no parecía haber mejorado lo más mínimo mientras estaban en aquella ruinosa mansión y todo apuntaba a que nuevamente tendrían que hacer noche entre aquellas claustrofóbicas paredes, junto a la malhumorada señorita Adler y el impulsivo Hess. Mike por su parte llevaba rato en silencio. La aparición del periodista había hecho que el irlandés hablara menos de lo que era frecuente en él. Sus razones tendría...

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27/06/2016, 15:27
Robyn Adler

Robyn apretó ligeramente las mandíbulas. O'Donell enfrascado en su cigarro, el actor enfurruñado como un niño grande y el escritor sin palabras. Y ella, que prefería el silencio ante todo, a cargo de responder al periodista.

–No. Ninguna. Salvo intentar que la alimaña no salga de la casa y llegue hasta el pueblo. Por eso necesitábamos avisar al doctor...–la mujer miró a los hombres en busca de ayuda para echar a aquel periodista de una forma discreta– De hecho, nos planteábamos echarlo a suertes, pero yo soy la única que se más o menos por donde cae y tampoco lo tengo muy claro.