Terminada la comida os vuelve a llevar el novicio a vuestras celdas en completo silencio.
Tenéis hasta las seis que cenareis para hablar y/o hacer algo, no se si preguntáis algo al novicio o no. Os lo dejo por si aca.
¡Hermano! -le dije al joven, antes de hacer ademán de marcharse-. A buen seguro que teneís mejores entendederas que vuestro abad. No es mal hombre, deduzco, pero no es manera de tratar a quien apremia consuelo. Si tal hacen con nos, hombres de Dios, qué no harán con cualesquier que entre entre estos muros. Decidme, ¿qué opináis vos del Abad con los viajeros aquí allegados? ¿Siempre es así?
No reparé incluso si tales preguntas serían llevadas al propio abad; es más, me gustaría que así fueran. La Diócesis tendría a bien venir a indagar con mas ahínco en este monasterio.
Y otra vez nos llevaban vigilados de vuelta a las celdas, parecemos más prisioneros que invitados. Cada vez me sentía mas enfadado por el comportamiento del abad. Sería hijo de quien era, pero esa manera de tratarnos como si fuéramos tontos no me gustaba nada.
Gundane hablo con el novicio antes de que se fuera y nos dejara solos
- Eso muchacho, cuéntanos, porque he visto establos más acogedores que este monasterio -
Tras la sentencia del abad a las palabras de Gundane, Erramun decidió mantener su silencio y el resto de la comida prosiguió sin ningún otro hecho reseñable.
Estaban siendo acompañados a sus celdas para continuar con la rutina diaria, cuando sus compañeros decidieron abordar al novicio que iba junto a ellos con preguntas directas, sin ningún rodeo formal, sobre las maneras de su superior en el monasterio. Entendí que la curiosidad del recaudador tenía buenas razones, si al final no recibían mayores explicaciones por aquel viaje en balde, el infanzón no creía que la diócesis pasara por alto semejante impertinencia.
-Tal vez el abad tenga sus razones. Dejemos que el muchacho nos ayude a entender la situación.-Sus compañeros estaban siendo bastante incisivos con sus preguntas, así que decidió poner un toque conciliador en sus palabras para compensar.
Yo.....yo....yo. No se que decirles, el abad es una bellísima persona que nos lleva a todos por el camino del señor. No se que les enfada. Esto es un monasterio, vivímos aquí dedicados al estudio y la meditación. Si llega algún viajero al que le apremia una necesidad se le acoje y se le da consuelo espiritual. No se que quieren decir vuesas mercedes.-dice el novicio bastante nervioso porque se le pregunte.
Muchacho, ¡hablad! Vuestra vos os delata -le dije ante las evidentes muestras de titubeo-. El abad es gran persona, persona recta donde las haya, ya se ha visto. Pero no es el Altísimo, al que vos, y yo y él mismo veneramos. Él es el único que está por encima de todos nosotros. ¡Hablad lo que sepáis, o en cierto modo lo que penséis, y rápido! -le dije con mi particular rostro como cuando había uno de ir a cobrar honrarios eclesiásticos.
Motivo: Elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 74 (Exito)
Si después de esto no resulta nada, por mi parte dejo de intentarlo y me iría a las celdas a descansar.
Observo como Gundane interroga al novicio. Él es la autoridad eclesiástica aquí, así que es quien mejor puede encargarse de ello. Sin embargo, cuando dice que a los peregrinos que pasan por aquí les ayudan, no puedo evitar un ruido de incredulidad. Ya se ha visto, ni calentar los nuestros cuerpos junto a un fuego nos permitió.
Sé que debería haberme callado, y lanzo una mirada de disculpa a Gundane. Pero, simplemente, no pude contenerme. Miro luego a Erramun, el otro con poder en nuestro grupo. No, esto no es lo que sé conoce como caridad cristiana pienso.
Erramun observó desde el silencio el interrogatorio al que se había lanzado de manera más intimidante Gundane buscando sacar más información del novicio. Sin duda la iglesia adiestra bien a los suyos, y un recaudador no va a estar menos en forma en asuntos de instigar a los hombres a que le digan lo que quiere saber.
Le sorprendió la espontaneidad con la que Ramiro lanzó aquella frase para reforzar los recelos del recaudador, de igual modo que también lo hizo la mirada de preocupación que mostró ante Gundane a modo de disculpa por su intromisión. Parece que el muchacho va siendo consciente de la necesidad de medir nuestras palabras, al menos mientras sigamos bajo el techo de este monasterio.
Mientras tanto, el infanzón decidió seguir manteniendo su silencio. Si aquel pobre muchacho no hablaba ahora, no iba a soltar una sola palabra por más que quisiera añadir algo para reforzar la autoridad de aquel interrogatorio. En todo caso, si el chico hablaba de todo esto con el abad, podrían empeorar las ya de por si menguadas condiciones que les ofrecían como invitados en aquel lugar.
Frente a lo dicho por Gundane, poco más podría añadir. Más si el novicio no hablaba, no pensaba quedarse tranquilamente esperando en la celda que le habían asignado, y ya tenía pensada la excusa perfecta si lo encontraban merodeando.
Espere sin embargo la respuesta del novicio, con la elocuencia de Gundane si eso no le causaba temor, mucho más poder del que suponía tenía el abad.
Pero......pero.....pero. No os entiendo hermano. El abad os a acogido en esta la casa del señor , os ha cambiado las ropas y os ha dado alimento. ¿Acaso no es lo que se espera de un buen cristiano? No se que queréis que hable,pero llevo ya un tiempo en este monasterio y he encontrado la paz de espíritu que tanto anhelaba.-El novicio responde como buenamente puede, sintiéndose intimidado por Gundane, pero no parece mentir.
Tiradas ocultas de empatía si queréis ;)
No se si el novicio se cree a pies juntillas lo que el abad cuenta o si es un mentiroso consumado, pero no creo que consigamos que nos diga nada.
No dije nada más, esperando a que se fuera, para poder exponer al resto mi idea.
Tirada oculta
Motivo: Empatia
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 99 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Empatía
Tirada: 1d100
Dificultad: 45-
Resultado: 98 (Fracaso)
Miro con incredulidad al novicio. ¿De verdad está diciendo eso? Está claro que sí, nos dio ropa seca, pero no nos dejó calentarnos al fuego, no dejó que nos moviéramos de la habitación... vamos, que fuimos casi prisioneros. En fin... esperemos a ver que hace dos Gundane.
Tirada oculta
Motivo: empatia
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 28 (Fracaso)
(Por favor, comprobar si la dificultad está bien puesta, ya que no estoy seguro).
Crees que dice la verdad y que está un poco indignado por vuestra actitud
Crees que dice la verdad y que está un poco indignado por vustra actitud.
El novicio os deja de nuevo en vuestras celdas, recordandoos que vendrá a buscaros para la cena que será a las seis.
Os dejo por si queréis hablar/hacer algo. Si no os vendrán a buscar a las seis para la cena y vuelta a las celdas.
Creo que el joven decía la verdad -asentí finalmente, tras observarle-. No tal vez sobre el abad, sino que su convencimiento, fuera cierta o no, no nos mentía. Sólo queda dormir y esperar a mañana, amigos. -dije a mis compañeros
Por mí pasamos de escena
Frunzo el ceño, mirando a Gundane. Puede que él esté convencido de decir la verdad, pero hay algo que me preocupa, maese Gundane. Y es que, incluso yo, que no tengo conocimiento de ello, me he dado cuenta que no os han tratado con la corrección debida. Y, sin embargo, él afirmaba no haber notado nada. Ergo, debemos asumirvque está tan cegado por el abad como para no notar nada raro? Miro a mis compañeros. A mí, al menos, me parece extraño. Y el no dejarnos entrar al salón, más. Igual podría levantarme ésta noche y perderme...