Partida Rol por web

A la orden de Hiedra Venenosa, uno de los árboles interpuso una rama en la trayectoria del parademonio que se llevaba a As. El alienígena se estrelló contra el suelo tras el golpe, momento que aprovechó la planta para pisotearlo con la raíz.

¡Ché! ¡Chupáte esha, boludo! Malditos pulgones hay acá en la Argentina. ¡Hashta la cóncha de su madre!

Pamela había hablado con árboles del oriente asiático que no tenían los conocimientos como para saber cómo llamaban los humanos el país en el que estaban. ¿Pero un argentino? Un árbol argentino te habla de Argentina, de fútbol y de psicología freudiana si se terciaba.

As se puso en pie y a paso rápido volvió con Hiedra Venenosa.

El último parademonio cayó bajo el bate de Harley Quinn poniendo fin al combate.

Por favvvvorrrr... Para, humana. Me rindo.

Qué decepción. Al final la fama de las cucarachas para sobrevivir está sobrevalorad... ¡Espera! ¡¿Qué has dicho?! ¡Sabes hablar! No voy a entrar en porqué los alienígenas de Apokolips hablan un idioma en concreto de entre todas las lenguas del mundo, ni que por requerimientos de la trama coincida siempre con el idioma que hablamos en Estados Unidos. Me quedo con que tenemos un prisionero al que interrogar, con las prácticas de tortura más disfrutables y crueles posibles.

Asito, ¿puedes cargar con él? Nos lo podemos llevar a ese establo de ahí para sonsacarle y sacarle cosas de su cerebro, como su cerebro.

Catwoman asintió. Fueron todas juntas al establo, pero el árbol argentino era demasiado alto como para pasar por debajo del dintel, así que se quedó fuera. Los caballos relincharon con su llegada. As dejó al Parademonio en el suelo. Pero cuando parecía que estaban a salvo, una silueta salió de las sombras. Era un humanoide cuyas manos terminaban en pezuñas. Llevaba pantalón. Pero puede que lo más sorpresivo era su cabeza de caballo.

Hiedra aplaudió la acción de su árbol dando pequeñas palmaditas y saltando a la vez, como la madre orgullosa que ve a su hijo meter el primer gol.
 
-¿No es adorable? -Preguntó al resto.- ¡Y deberíais escuchar su acento! ¡Es relindo!
 
Estaba muy orgullosa de su arbolito y de como habían recuperado a As y además hecho un prisionero, pero también porque Harley estaba a salvo. Corrió hacia ella y la abrazó.
 
-¡La próxima vez que quieras divertirte ni se te ocurra volver a ser secuestrada por criaturas alienígenas voladoras! ¡Estaba muy preocupada! -Se separó un poco de ella para mirarla a la cara.- ¡Y ahora vamos a interrogarlo! -Y volvió a acercarse a la oreja de Harley.- ¡Y sí! Podrás utilizar tu bate.
 
Le sacarían a ese alien toda la información que necesitaban para arruinar los planes de Darkseid.
 
-Quedate aquí y vigilá. -Le dijo al árbol argentino en su idioma para que la entendiera.
 
Por desgracia el interrogatorio no pudo comenzar porque algo extraño salió de las sombras. Hiedra no estaba segura de si era amigo o enemigo o si se podían comunicar con él pero no perdía nada por intentarlo, aunque por si acaso se preparó para un recibimiento hostil.
 
-Estooo... ¿Tú quien eres? ¿O qué eres? Si eres un caballito bueno no te haremos daño, puedes confiar en nosotras.

Al entrar en el establo con todos a salvo no supe ni que pensar. ¡Estaba en el equipo de mis enemigas! Lo de la mansión Wayne debió ser una pesadilla y aquello también... pero, ¿por qué no despertaba?

Los relinchos de los caballos llamaron mi atención y me acerqué a uno de ellos, dejándole oler mi mano enguantada. - Tranquilo pequeño... nadie va a hacerte daño... - Le dije al animal para que se calmase, aunque no estaba segura de si era por nuestra presencia o por la del acompañante que traíamos con nosotras.

Pero lo que menos me esperaba era encontarme con aquella criatura. Un humanoide-caballo.

- Espera... tranquilo... - Le dije poniendo mis manos al frente. Pero como no estaba segura de que me fuese a entender con eso, opté por el plan B, puesto que el A estaba siendo ejecutado por Ivy, no íbamos a estar las dos dando explicaciones y le pegué una patada a nuestro preso.

Eso sí, usé el tacón de la bota para no hacerme daño, pues no sabían cuan duras eran aquellas cosas y sí hacerle daño a él.

Miré a Harley y estuve a punto de decirle que le partiese un ala con su bate de béisbol. Seguro que disfrutaría con eso. Pero me di cuenta de mis pensamientos a tiempo y cerré la boca, esperando que aquella cosa viese mi gesto hacia el demonio. Y es que la Batfamilia no torturaba, solo asustaba...

Lo ocurrido en la Mansión Wayne me estaba pasando factura. Quizás la esbirro de Darkseid si logró su objetivo al final... plantar la semilla del mal en mí.

Cuando Hiedra Venenosa le dio permiso para usar el bate, Harley apretó el puño, victoriosa.

En cuanto al hombre caballo, su labio superior se contrajo mostrando la dentadura, como si fuera una especie de sonrisa.

¡Qué chévere! Capturasteis a uno de esos cigarrones boludos. Mi nombre es ¡¡¡EL BAGUAL!!!, soy un superhéroe local. Local de acá en la Argentina. Traté de enfrentarme a esos bichos, pero son más duros que la cara del chuacheneguer. Me dispararon por la espalda, ¿puedes creerlo?

El Bagual se giró mostrando unas quemaduras de láser en el lomo. En la mayoría de casos, eso significaría que le dispararon mientras huía. Pero el Bagual no. El Bagual no huye. Tuvieron que sorprenderle por detrás para acabar con unas heridas así.

Los chicharreros secuestran nuestras vacas, vacas argentinas, frisonas que dan leche cien por cien argentina-cuando las frisonas tienen ascendencia holandesa, tan argentina no sería esa leche-. Se las llevan por ese agujero en el cielo. También instalaron una gran máquina. Seguro que es lo que mantiene el portal abierto. Si destrozamos la máquina quilomba ya estaría.

Aunque nada garantiza que del otro lado puedan volver a abrir un portal y traer otra máquina idéntica.

Hiedra observaba con curiosidad a la extraña criatura, satisfecha de que no fuera un enemigo, no iba a rechazar ninguna ayuda.

-¿Habéis escuchado? ¡A ese acento me refería! ¡Habla igual que mi árbol! ¿No es adorable?

Preguntó a sus compañeras, había sido una pena que no escucharan a su árbol pero ahora ya habían podido ver a lo que se refería.

-Bueno, El Bagual, encantada, mi nombre es Hiedra y si vas a ayudarnos eres bien recibido, parece que tenemos un enemigo y meta común. -Ahora eran un miembro más y contaban con nada menos que un gran super héroe de la región con un acento adorable.- ¡Muchachas, ahora nos volvimos a ilusionar! Quiero ganarle a Darkseid, y a mis plantitas vengar. -Las cosas comenzaban a marchar mejor y fuera lo que fuera para lo que quería Darkseid aquellas vacas estropearle el plan sería divertido.- Es un buen plan amigo, pero no nos precipitemos. Podemos sacarle información al prisionero y así mejorar aún más ese plan tuyo. Vamos a dar a Darkseid y sus tropas un regalo que no van a olvidar. ¿Harley? ¿Puedes sacarle algo de información? O prefieres que lo intente yo, como en las películas de la poli buena y la poli aún más buena.

Ella podía usar sus encantadores poderes para hacer hablar al prisionero, pero tampoco quería quitarle la diversión a Harley, cuando su amiga se aburría siempre acababa haciendo alguna tontería y era mejor tenerla entretenida.

- ¿Nunca oíste hablar a un argentino? - Pregunté a Hiedra más tranquila, sabiendo que aquel tipo era un héroe local y miré sus manos y sus pantalones. ¿Cómo se los quitaría si no tenía manos, solo pezuñas? Pero no se lo iba a preguntar, no fuese que no me gustase la respuesta.

Y entonces Hiedra, más viva que nunca, decidió sacarle información a nuestro enemigo en común usando a la loca de Harley para eso. Si se iba a dedicar a darle con el bate, lo mejor era estar alejada, por las salpicaduras y eso. Entonces me moví hacia el hombre-caballo. - Yo soy Batgirl. Un placer conocer al héroe local.

- En cuanto a tu plan... siempre podríamos viajar a su lado primero, destruir su máquina, abrir el portal desde aquí, regresar y destruír esta. En lo que constuyen otras dos, tardarían en volver... o eso espero. - Sugerí sabiendo que era meterse en la boca del lobo. Pero es lo que Batman haría... creo.

¡Síííííí! No tengo demasiado entusiasmo por los polis en sí, pero me encanta la poli buena/poli mala. Empiezo yo.

Harley golpeó con el bate lo equivalente a una rodilla en la pierna del insectoide alienígena.

¡¿ORDENÓ USTED EL CÓDIGO ROJO?! No espera... Ni me molesto en hacer las preguntas. Tú cuenta todo lo que creas que nos va a ser útil, pequeño Gregor Samsa. Ya veré yo cuándo dejo de machacarte.

Las alas del parademonio se agitaron lo más que le permitía el látigo de Catwoman, provocando un leve zumbido.

¡No! ¡Alto! ¡Poli buena! ¡Poli buena! ¡Elijo que me interrrrrogue la poli buena!

¡YO SOY LA POLI BUENA, PEDAZO DE MONTÓN DE MIERDA! ¡ENTRÉGAME TU SANGRE Y MUERE, O YO MISMA TE LA SACARÉ A TORTAZOS!

La máquina no mantiene abierrrrto el portal... Ay. Es una torrrrrreta defensiva. Disparrrra láserrrres automáticamente a los enemigos cuando detecta una deterrrrminada traza genética. Está progrrrramada para atacarrrr a cualquierrrr cosa que no tenga ADN de parrrrademonio o de ganado (vacas o caballos). Así no hay rrrriesgo de que nos disparrrre a los parrrademonios cuando nos llevamos vuestrrrros animales. Porrrr eso cuando atacó el Bagual no le disparrró, porrr eso él no sabía qué es la máquina.

El porrrrtal se mantiene abierrrrrto desde Apokolips. Todas las trrropas de Darrrrkseid están movilizadas. Apokolips es vulnerrrrable, solo tiene a los parrrrademonios parrrrra defenderrrrla.

Porrrrr favorrrr, parrrrra...

Un héroe como EL BAGUAL no aprueba los maltratos en interrogatorios, Chica Guasona, pero tengo que reconocer que son efectivos. ¡Subíos al Caballo-móvil!

No, yo no, los otros caballos...

¡Chévere! Y como necesitaremos todas las armas, vamos a recuperar ese látigo...

El Bagual se alejó hasta un poste y agarró una cuerda con su gran dentadura. Volvió hasta el prisionero y se inclinó, ocultando lo que pasaba con su corpulencia. Cuando el Bagual se apartó, de algún modo, la cuerda estaba atada fuertemente al parademonio. Catwoman recuperó su látigo, aunque lleno de babas 100% argentinas.

El Bagual se precipitaba. Disponían de la Caja Madre para teleportarse y algunos poderes y bat-artilugios para trazar un plan más elaborado.

Hiedra contemplaba la escena seria al principio, no le gustaba ese tipo de cosas pero por sus plantas recurría a lo que fuera necesario, solo que a medida que Harley fue desarrollando su interrogatorio y su propia versión del "poli bueno" tuvo que hacer esfuerzos para no reírse.

Hay que concederle que haciendo así de poli buena no es de extrañar que la criatura no quiera vérselas con el malo.

Dejó que su amiga se desahogara un poco y escuchó la confesión de aquella criatura.

-Bien hecho Harley, este extraterrestre sin duda no quería saber como eran las polis malas de la tierra.

Se permitió sonreír un poco ahora que sabían lo que querían. Solo necesitaban un plan y estaba segura que entre las chicas lograrían dar con uno que mereciera la pena. Por supuesto había escuchado el de El Bagual pero le parecía demasiado directo.

-Espera un momento El Bagual. Tu plan es valiente, pero debemos estudiar otras alternativas, nosotras tenemos nuestros propios recursos. No te preocupes, les daremos una lección cuando toque.

Se volvió hacia sus amigas para iniciar una tormenta de ideas que permitiera dar con un buen plan.

-Si atacamos su base de operaciones ahora que está peor protegida -No sabían el número de pandemonios, unos pocos no eran problema pero enfrentarse a un ejército de ellos eran palabras mayores.- podemos crear una distracción, hacer que tengan que volver y eso nos dará tiempo. Tendría que ser algo rápido porque a nosotras tampoco nos sobra el tiempo, pero es una gran oportunidad de alterar los planes de Darkseid. Queen, querida. ¿Quieres preguntarle a nuestro prisionero si hay más de esas torretas al otro lado? No quiero que nos teletransportemos allí y empecemos a ser el blanco de un sinfín de disparos, aunque quizás haya alguna manera de evitarlo...

Se acercó al prisionero y lo observó. Era científica y quizás podía coger alguna muestra de adn, mezclarla con plantas y hacer un ungüento protector para las chicas y ella.

- Bueno, yo no tengo ADN de vaca o caballo, así que ese láser seguramente me dispare, pero viendo que a nuestro nuevo amigo no, quizás pueda lanzarle él un batarang explosivo, que tampoco tiene ADN y al ser de metal, como la pinta de esta criatura, puede que ni le dispare o si lo hace que le explote cerca... - Le dije a las chicas y al hombre caballo.

- Eso o buscar la especie de varita que usan estos seres de armas y que dispare contra ella, pero sí es conveniente saber lo que hay al otro lado. - Y miré al demonio aquel y a Harley. - Ya sabes lo que tienes que hacer o la poli buena seguirá con su juego, mientras que la poli mala disfruta de la escena y se prepara para entrar en acción. Dinos, cuantos como tú quedan al otro lado del portal. - Me puse seria, pero sabía que siendo tan joven iba a ser difícil que me tomase por la poli mala. Sin duda lo haría con cualquier otra y miré a Rose... una de sus personalidades tan crueles podrían dar el pego con facilidad, pero no sabía como sacarlas.

- Es lo único que se me ocurre por ahora... salvo que usemos el cuerpo del alien caído y del rehén como el Caballo de Troya. - Miré al demonio. - Troya era una ciudad sitiada y no podían entrar en ella para conquistarla. Entonces crearon un enorme caballo de madera y se ocultaron valerosos soldados en su interior. Llevaron el caballo con los hombres dentro y se lo ofrecieron a la ciudad como ofrenda y estos la aceptaron. Al caer la noche, los soldados salieron del caballo de madera y ejecutaron a los soldados y tomaron la ciudad. ¿Entiendes ahora cuál sería tu papel en esto? - Pregunté arqueando una ceja. Me daba asco la idea, pero el miedo funcionaba con él y acabar siendo la piel de otro... dudaba que le agradase a nadie.

Al principio, al parademonio la historia de Troya le parecía una estupidez. ¿Para que tomarse tantas molestias para infiltrarse en una ciudad cuando puedes bombardearla hasta reducirla a cenizas? Pero poco a poco la historia se volvía más y más aburrida. No había una arena de combate con gladiadores venidos de todos los rincones del universo, ni una guerra intergaláctica con naves thanagarianas haciendo píum-píum.

Porrrr favorrrr, detente, basta... harrrré lo que sea. Os contarrrré lo que sea. No hay trrrropas. No hacen falta. Hay teleporrrrtadorrrres. En cuestión de un minuto puedes trrrraerrrr parademonios del frrrrente de combate de vuelta a Apokolips parrrrra defenderrrr el planeta.

Hiedra Venenosa hizo un examen médico superficial al rehén. Sin duda su olor se debía a algún tipo de glándula interna. Pero solo necesitaba su ADN. En grandes cantidades. No era necesario convertir aquello en un cómic del Castigador para extraerlo. Solo necesitaba un... Se aproximó a la superficie del exoesqueleto y vio un pelo diminuto. Lo arrancó.

¡Ay!

Una célula podía reproducir la cadena de aminoácidos, copiarla una y otra vez. Y, por supuesto, esa célula podía ser de una planta. La doctora Isley podía ordenar a cualquier hierba o florecilla llevar a cabo ese proceso, hasta crear un ungüento con la que cubrir la piel*.

Entonces, recapitulemos.

El Bagual puede llevar un batarang explosivo en la boca hasta la torreta. Las defensas automáticas no le dispararán por su ADN. Y los guardias parademonios no le verán a tiempo si Hiedra Venenosa hace crecer la vegetación para proporcionarle ocultación. El gran badabum será nuestra distracción, haciendo que los parademonios dejen de entrar y salir con nuestras vacas.

Mientras tanto, usaremos la caja madre para teleportarnos al planeta de Apokolips. Allí, un pringue de ADN alienígena nos ocultará de las torretas del enemigo. Iremos aparentemente atadas por las muñecas, y nuestro rehén se hará pasar por nuestro captor para llevarnos a una prisión. En lugar de eso, irrumpiremos en los controles del portal y lo cerraremos para ganar tiempo.

Y luego...

¡Y luego reunimos a todas las adorables vaquitas de Apokolips y las traeremos de nuevo a la Tierra gracias a la Cajita Madre, todas sanas y salvas!-exclamó Rose-. ¿Verdad, As?

El grandullón asintió, más por la acción de las feromonas de Hiedra Venenosa que por propia convicción.

Todos vuestros planes me parecen maravillosos. Estoy orgullosa de vosotras. Y aunque normalmente no quiero que hagáis cosas peligrosas, estaréis más a salvo en Apokolips mientras todos los parademonios estén revoloteando en Argentina. Os ayudaré a teleportaros.

Hiedra sostuvo triunfal el pelo entre sus dedos ignorando las quejas del parademonio, con aquello sería capaz de hacer lo que deseaba, tan solo necesitaba un poco de tiempo y hablar con algunas de las plantas locales para que le prestaran su ayuda.

-Creo que será un buen plan. -Respondió ante la pequeña recopilación que había hecho su amiga.- Les enseñaremos a no meterse con las chicas. Antes de ponernos en marcha voy a hacer ese ungüento protector, no quiero que ninguna de mis chicas salga herida.

Salió del establo y buscó las plantas más adecuadas para realizar el proceso, les explicó lo que necesitaba y les preguntó si estaban dispuestas a ayudarlas.

-¡Estupendo! Tomad, este es el pelo del parademonio, ahora solo tenéis que crecer a su alrededor, yo os ayudaré. Después podremos destilar vuestra savia.

Concentró sus poderes en las plantas, las ayudó a crecer alrededor del pelo hasta que este desapareció en su interior y después ayudó a que el adn extraterrestre se mezclara con la savia de las plantas en cantidad suficiente para que tuvieran bastante para todo el grupo. Al terminar volvió a acercarse al granero en busca de sus compañeras.

-Ya tengo listo el ungüento, frotaros la piel con el. -Ella hizo lo propio a modo de ejemplo sintiendo el frescor de las plantas, aunque también una extraña sensación gracias a la parte de parademonio que contenía.- Y ahora cuando estéis listas haré crecer la vegetación para que nuestro amigo El Bagual pueda llevar a cabo la distracción.

Esperó a que todo el mundo estuviera listo y en posición antes de comenzar con la tarea. Siempre era una delicia hacer crecer la vegetación, iba a disfrutar mucho con esa parte.