Partida Rol por web

Me giro hacia la mujer en cuanto la oigo. ¡La fortuna nos sonríe! Con suerte esta búsqueda acabará pronto.-¿Vos le conocéis?-digo observándola desde las sombras de mi capucha.-¡No sabéis el regocijo que producen esas palabras en mi corazón, mi señora! Necesitamos hablar con él, más pronto que tarde, si es posible. Si nos mostraseis donde podríamos encontrarle, os ganaríais el eterno agradecimiento de estos humildes hombres que se alzan ante vos.-espero que esta mujer sea amiga del tal Katsu. Porque si es su enemiga podemos tener problemas. Y si es amiga puede que también, diantres.

La mujer observa cuidadosamente a los dos hombres y habla en un tono pausado:

- Realmente yo desconozco su paradero actual y el hechoe s que estoy buscandole a el y otras personas.

Se queda unos segundos callada como pensando si debia hablar o no para a continuacion decir:

- Si le buscais debe ser por algun motivo, puedo preguntarles cuale es el motivo de la busqueda del joven Katsu?

Miro un segundo a la mujer antes de contestar, considerando si debo contarle los auténticos motivos de nuestra búsqueda o no. Decido que la prudencia va por encima de la honestidad. Decir lo justo y necesario es suficiente y seguro.-Digamos que tenemos que entregarle un mensaje. Nada más.-me llevo instintivamente la mano al costado. Sigue ahí, bien, como siempre.-Más la ayuda nos vendría bien. Puesto que vos también le buscáis, ¿es descabellado pensar que tenéis indicios de que él está en la ciudad? Siendo esto así, ¿tenéis una idea, aunque sea aproximada, de por dónde podría rondar tal muchacho?-digo colocando el bastón enfrente mío y apoyando las dos manos en él, mientras pienso que quizás la ayuda de esta mujer, sea amiga o enemiga, pueda resultarnos útil.

La mujer observa unos segundos y dice:

- No, realmente me encontraba por aqui cerca y al escuchar los rumores sobre un congreso de magia decidi venir hacia aqui, pense que tal vez podria encontrar a algun mago que conociese algun hechizo de localizacion, ademas como la otra persona que ando buscando es una maga que le gusta mucho ampliar sus conocimientos y le gustan mucho las bibliotecas pense en que tal vez podria encontrarla aqui, pero parece que la ciudad es mucho mas grande de lo que recordaba

Asiento lévemente.-Está bien, mi señora. Gracias de todas formas.-sin embargo, este encuentro ha sido más útil de lo que pensaba. Un hechizo de localización podría servirnos. Y si precisamente hay un congreso de magia, sin duda es probable que algún hechicero nos pueda ayudar con eso, tal y como indica esta pequeña muchacha. Aunque dudo que lo haga gratis, por supuesto.-Lo cierto es que también podríamos usar un hechizo de localización. Sería mucho más cómodo y rápido que andar buscando a ciegas. ¿Vos qué decís, compañero?-digo girándome hacia Eliddor.

Tenia pensado hacer algo parecido a un hechizo de localización... bueno, uno mas bien de "llamada" para que supiese que alguien le busca... aunque visto lo visto, nos va a hacer falta un conocedor de la magia azul o de convocación revirtiendo un portal... pero con mis capacidades no conozco ninguna manera de hacer mas que no sea lo que tenia pensado... que ya bastante poco era eso.

Em si, si... Por supuesto. Seguro que, rodeado de tanto maestro, no nos será dificil encontrar a alguien capaz para la tarea. Sin duda es una idea excelente, buen Sycnus.

Digo sonriendo con amabilidad... mas por hacer la pantomima por ella que porque me apetezca.

La mujer se pone en pie y dice.

- De hecho insisto en acompañarles ya que yo tambien deseo encontrarle y si somos mas buscadole sera mejor.

Se queda unos segundos pensando y añade:

- pero tambien busco a otra persona, dudo que la conozcais, es una chica arisiana al igual que Katsu, tiene el pelo largo y castaño, lleva ropas arisianas de color negro, es algo timida y siempre va con Katsu, ella se llama Yui.

¡Yui!...

Ésto no me gusta...

Mientras observo a la muchacha, mis ojos no pueden evitar reparar en como acaricia suavemente la empuñadura de su arma. Un rápido movimiento de ojos hacia su mano, y luego hacia su cara. Veo que está pendiente de algo. Quizás hay alguien cerca con quien esté enemistada. Quien sabe. Lo que sí se es que no quisiera estar en mitad de ningún combate, de nuevo.

-¿Yui?-digo haciendo un gesto con la boca indicando que no se de quién me habla.-No me suena, la verdad.-digo prudentemente, pues aún no sabemos si podemos confiar en esta mujer. Estoy unos segundos callado y digo.-Quizás deberíamos seguir hablando fuera...¿no os parece, mi señora?-digo lanzándola una mirada de complicidad. Quizás si salimos fuera nos alejemos de lo que quiera que perturbe la mente de la chica. Y quizás así hable con más libertad y pueda sonsacarla algo sobre Yui.

La mujer asiente y dice:

- Muy bien, caminemos mientras hablamos, sin duda el aire fresco puede resultar agradable, al menos mas que un lugar cerrado como en el que nos encontramos donde nunca se sabe realmente quien puede estar escuchandonos

La mano de a mujer pasa a una bolsa que tiene en la manga de su kimono y saca unas monedas que deja en la barra para caminar hacia la salida mientras dice:

- Les espero fuera, pero por favor no se demoren en exceso

Mientras observo cómo la mujer se dirige a la salida, me vuelvo para mi acompañante.

Veo que no se le está dando mal la situación, Sycnus. Si no le disgusta la idea, preferiría que ésto siguiese siendo asi.

Mientras hablo me voy irguiendo de la silla de la barra, preparándome para salir.

Como me gusta llevar la iniciativa en las cosas, símplemente asiento a mi compañero desde las sombras de mi capucha, y comienzo a andar hacia la salida, a grandes y cojas zancadas.

Cuando los dos hombres salen se dan cuenta que la mujer esta de pie no muy lejos, mirando una fuente cercana, tras ellos salen dos hombres que aunque tratan hacerse pasar por habitantes de la ciudad les pasa lo mismo que a ellos mismos, llaman demaisado la atencion como para ser habitantes de la ciudad. Con un poco de suerte Eliddor ha sido capaz de ver un destello debajo de una de las tunicas, no sabe realmente de que se trata, pero debe ser algo metalico.

La zona esta vigilada por algunos guardias que caminan de un lado a otro, cerca deben haber dos guardias caminando, pero tambien hay una gran cantidad de personas por todas partes, muchos de ellos vistiendo tunicas similares a las que llevan los hombres de aspecto sospechoso

Sycnus, van armados. Prepárate. Le digo en susurros mientras le hago una seña en dirección a los dos que tenemos detrás. Al mismo tiempo me llevo la mano discretamente a la empuñadura de la espada mientras que con la otra empiezo a invocar sobre mi un hechizo de protección en área. 

Shunda sesta calalminder... Zasta dero délcinas... (susurrando)

Sí, al igual que Eliddor, he notado la preocupante cantidad de hombres sospechosos que nos rodean, pero tampoco han realizado ninguna acción intimidatoria ni de ningún otro tipo contra nosotros. ¡Y sería estúpido hacerlo aquí y ahora, en mitad de la ciudad, ante la perspectiva de que toda la guardia se abalance sobre ellos! Sin embargo, no sólo no reprocho la acción de mi compañero, sino que la considero inteligente. Uno nunca sabe lo que puede ocurrir.

Yo, por mi parte, no seré muy útil sin algún cadáver que reanimar o manejar de forma creativa. Una lástima que los prejuicios sociales existentes hagan que llevar una pequeña legión de cuerpos tambaleando a mi alrededor sea una tarea que de más problemas que beneficios. Que lástima.

Así que me limitaré a continuar caminando, sin hablar, para no desconcentrar a Eliddor mientras vigilo desde mi capucha a los hombres sospechosos, y pienso en de que forma podría maldecirles. Alguna forma que merezca un par de versos, a ser posible.

Los dos magos sienten una sensacion de biniestar, rapidamente Eliddor la identifica como que su hechizo se ha completado con exito, discretamente ya que parece que nadie se ha dado cuenta. Los hombres que salian de la taberna pasan cerca de ellos pero no hacen nada, simplemente les miran discretamente, sin duda para examinarles de alguna forma.

Pocos pasos despues los hombres se pierden tras una esquina y es Elenaide la que se acerca a ellos, la mujer observa de reojo a la multitud y dice:

- Parece que se han fijado tambien en vosotros, asi que a partir de ahora deberiais andar con cuidado pues mis perseguidores parece que se han fijado en vosotros por algun motivo.

Mira la fuente que hay cerca y dice:

- Bueno, creo que es buen momento para ser totalmente sinceros no?

Veo que el hechizo de Eliddor funciona tal y como debería, a juzgar por la sensación que me invade a mí, y que sin duda invade a él también. Y por fortuna, los hombres pasan junto a nosotros sin perturbarnos, salvo en lo que a miradas se refiere. Mejor para ellos, tenía pensada una maldición especialmente instructiva en lo que a autodisecciones se refiere.

Cuando nos reunimos con la joven, y esta pide sinceridad, contesto.-Sí, mi señora, es buen momento. Y dado que son vuestros perseguidores, y ahora estamos presumiblemente en peligro, creo que un buen comienzo sería que nos contaseis quienes son ellos, por qué os siguen y por qué se han fijado en nosotros, si es que creéis que lo han hecho por algo más que por el mero hecho de hablar con vos. Lo demás.-digo, acercándome a la fuente y metiendo suavemente la mano en ella, acariciándola. La saco, y veo fluir el agua entre mis dedos. Dejo que caigan las gotas, que vuelvan a su hogar. Cierro los ojos y siento las pequeñas partículas muertas. ¿Pájaros, quizás? ¿Piel de alguien que se lavó por aquí? Son tan pequeñas que no son ni útiles, ni fácilmente identificables. Pero me recuerdan que la muerte está por doquier.-Lo demás, lo hablaremos cuando sepamos eso, mi señora.-digo bajando el tono sin darme cuenta, mientras observo las gotas caer en la superficie acuosa.

Vaya, lo hare mil veces... pero siempre me sorprende lo que cansa hacer ésto. 

Cuando veo que el peligro se antoja liviano, dejo que Sycnus hable. Me parece mucho mas agradable mantenerme en la retaguardia.