Partida Rol por web

Aquel chapuzon agobiante en la oscuridad habia agotado a la joven, ademas había utilizado demasiada fuerza al destruir la pared. Empezaba a notar un poco el cansancio. Siguió a Hack y Khan.

La hoja de mi espada desciende, en posición relajada a una mano enmi costado derecho. Parece que voy encontrando alguna pista de donde no encontramos. Me giro hacia la columna y camino en esa dirección sin perder de vista las sombras de las profundidades de la sala. Este es el lugar menos hospitalario y acogedor del mundo.

• Parece que ya sabemos a quien esta dedicado este lugar...

Al decirlo pongo mi mano sobre el torso de la figura del Dios. Zaibacher, representado en mármol. Y bajo él, una inscripción. Me agacho para verla mejor, palpando el relieve de su escritura tallada: La luz y la oscuridad se atraen y se repelen el calor de la luz y el frio de la oscuridad son la clave cuando el templo es atacado. Parece ser una buena pista, una direccón que seguir para salir de ésta con vida. Y con éxito. Pero parece más el acertijo de un mago o un sacerdote que algo que yo mismo pueda comprender. 

• ¿Alguna de vosotras entiende que puede significar ésto?

Observo cómo Khan se aleja hacia la estatua y se pone a examinarla. Sus movimientos delata que está mucho más relajado a cuando entramos en la habitación y eso me hace envainar la espada pero no por eso  bajo la guardia.

• "Parece que ya sabemos a quien esta dedicado este lugar... "

Por sus palabras tengo la sensación de que el paladín encuentra algo interesante por lo que me reúno con él teniendo a Kayla a mis espaldas siguiéndome. Me quedo parada a una distancia prudencial dejándole actúar; por su profesión debe saber de estas cosas más que yo por lo que no es conveniente agobiarle. Veo que pasa los dedos por una inscripción que hay bajo los pies de la estatua, pensativo. Finalmente se dirige a nosotras dos:

•  " ¿Alguna de vosotras entiende que puede significar ésto?"

Me pongo junto a él y leo la inscripción con detenimiento. La verdad que lo mío no son los acertijos pues nací para luchar pero sí me gusta escuchar todo lo que sea historias, leyendas y mitología y me quedaba embobada cuando Karin me contaba alguna en aquellas jornadas que me pasaba la noche en vela. Recuerdo cuando me contaba historias del Dios Zaibacher así que vuelvo a leer la incripción haciendo memoria a ver si sacaba algo en claro. Y la bombilla se encendió.

- Si no lo he entendido mal me parece que para encontrar la llave necesitamos luz para que la sombras desaparezcan... pero no sé cómo. - Y miró a cada uno de sus compañeros. - Pero no estoy segura.

...El calor de la luz y el frio de la oscuridad...

Ahora soy consciente del frío que trataba de ignorar. La humedad. El agua. Haber caminado sobre el agua que surgió del agujero en el muro, cuando apareció la mujer, eso ha empapado la parte baja de mis ropas.

Frío. Oscuridad.

Calor. Luz.

• ¿Fuego?

La pregunta sale de mi boca sin siquiera desearlo. Es más un pensamiento que una pregunta intencionada.

• ¿Podría ser el fuego la clave? El fuego es luz y calor, unidos...

- Fuego es lo que necesitamos. Sería útil para orientarnos mejor en esta oscuridad. Además; tengo los huesos entumecidos con esta maldita humedad.

Ya estaba harta de llevar tanto tiempo sin ver la luz del sol y la sensación de frío no le hacía mejorar su humor por lo que Hack descargó su rabia y su impotencia dando una patada a uno de los restos de columnas que se encontraban custodiando los restos de la estatuta de Zaibacher.

La patada que Hack dio mando a la columna a bastantes metros de distancia de ellos. De repente, la sala empezó a temblar sin explicarse muy bien si fue a consecuencia de la patada que la guerrera dio o fruto de la causalidad. El temblor fue tal que iba en aumendo provocando algún que otro desprendimiento aunque no presentaba peligro alguno para los habitantes que estuviera allí. Eso sí; el ruido era ensordecedor y cualquier cosa que se tenía que decir en aquel momento debía de hacerse a pleno pulmón.

Hack, Kayla y Khan fuero a refugiarse tras la estatua del dios puesto que a parte de ser el lugar más cercano para guareserse del temblor, la situación de la estutatua y las columnas que quedaban atracandas los protegía de cualquier peligro que pudiese haber. Cuando el temblor cesó, el trío se reincorporó saliendo de su escondite y valorar las consecuencias del temblor. Moviéndose con cuidado entre la polvareda y respirando con dificultad, descubren a un joven de pelo castaño y alto que se encuentra tumbado boca arriba el cual también respira con algo de difcultad por la polvareda.

ahhh, dios... mio... que fue lo que me paso....
realizo una mirada hacia mis alrededores, intentando ver que fue lo que paso y si ando serca de algun tipo de peligro o precencia alguna, en caso de notar alguna me quedo tirado y atento para actuar en consecuencia a el actuar de los otros, otro aspecto a destacar es la vicion de una ruta de escape

Tras refugiarnos tras la estatua, temo que todo el templo se derrumbre por el temblor. Sin embago, la estructura del lugar es más sólida de lo que su actual estado deja entrever. Parece que los cimientos soportan su peso, y que las clumnas son lo bastante gruesas como para no caer sin un buen motivo. Aún así, un temblor así no puede ser natural.

Cuando éste cesa, queda una enorme nube de polvo cubriendo el lugar. Afortunadamnte, mi máscara me protege de respirar tanto polvo que suponga un problema, aunque el ambiente se vuelve muy cargado. Demasiado. Es entonces cuando oigo la tos de alguien más, respiración entrecortada de alguien que hace un momento no tenía localizado.

Las sorpresas me exasperan, y mi instinto animal me hace saltar. Antes de que las dos mujeres reaccionen, salto fuera de nuestro improvisado refugio y corro en zigzag a través de la polvareda, en dirección al sonido de su respiración. Cada estertor es una señal hacia la que me dirijo, corriendo con mi espada en la mano. Antes de llegar aél, salto sobre lapolvareda, surgiendo de la nube de polvo como una sombra violenta. Caigo sobre él por sorpresa. Mi intención no es aún la de dañarle, pero necesitoinmovilizarle, capturarle para un interrogatorio. ¿Quién demonios es? ¿Que hace aquí?

al ver que algo me toma intento dar la menor señal de vida y de resistencia alguna, e me dispongo para catuar en consecuencia a otros acto como el de un ataque por ejemplo pero mientras que la situacion no se me torne peligrosa me quedo inmobil

Miro al sujeto Fendir, simplemente un viajante y que hago aqui no lo se, hubo un derrumbe y luego esto aqui tomado prisionero

esto esta expresado con un tono de respeto pero no demuestro ni temor, ni menos, inteto seguir tratando de estar con el menor movimiento pocibla asi puede mi cuerpo recuperarce un poco de ta impacto

Con mi espada en su cuello, su respuestas me parecen sinceras. Aunque no sería la primera vez que alguien se enfrenta a la muerte ofreciendo mentiras, si con eso salva la vida. No muestra temor, y eso me inquieta. No me gusta interrogar a alguien que no me teme.

• ¿Estás solo? ¿Con quien viajabas?

Podría tener compinches por el lugar, lo que hace que eleve la mirada y mire a mi alrededor, nervioso, atento a los sonidos del lugar.

• ¿Donde estabas cuando te arrastró el derrumbe?

Sigo escuchando al sujeto

Estoy solo, creo que deverias darte cuenta

lo miro y una sonrisa se empesa a generar en mi cara

con respecto a tu segunda pregunta, arriba y dirijo mi mirada al hueco

tercero, corre tu espada que podrias hacerme daño con ella

La joven espera mientras Khan y Hack intentan desvelar el misterio de aquel lugar, aquel pequeño santuario dedicado al Dios Zaibacher. En su momento se habia ganado una reprimenda por no saber quien era aquella personalidad, al menos ahora sabia que era un ser al que adoraban en casi toda Gaia. Allá en Fardem nunca habia creido en la existencia de... dioses los habian llamado. ¿Por que deberia existir alguien superior que maneja las vidas y modela el mundo a su antojo? Muchas preguntas surgian en su cabeza, pero no era el momento de exponerlas. Hack siempre habia sido más de actuar que de pensar.

Reflejo de lo que pensaba ocurrió al pegar la espadachin una patada a una columna. Mientras corrian a refugiarse sonrió con picardia a Hack. Era típico de su amiga el hacer esas cosas. No era consciente de su fuerza hasta que ya era demasiado tarde.

Al respirar, el polvo entró en sus pulmones y tosió unas cuantas veces antes de darse cuenta que el Paladin ya habia actuado. Lo unico que vió antes de que Khan tapase la escena, fue una maraña de pelo castaño.

Antes de que Hack se decidiera a actuar, Kayla la cogió la mano y volvió a hacer que se agachara tras la columna. Quería ver como actuaba aquel hombre con un recien llegado. Seria alguno de los dos de confiar?

El desconocido continúa sin gustarme. Demasiada arrogancia para alguien que aparenta debilidad e inocencia. Son dos virtudes que algunos valoran, pero no es mi caso. El mundo está lleno de gente que cree merecer respeto aún sin estar a la altura. Yo respeto a quien se lo merece con sus actos, no con sus palabras. Desgraciadamente, en mi trabajo no puedo permitirme demasiadas amistades...

Su primer comentario me enfurece. Me doy cuenta de que está solo bajo mi espada, pero bien podría haber llegado acompañado. La posibilidad de que tenga amigos en las cercanías, escondidos entre las sombras o detrás de las columnas, es mi primer pensamiento. Se que es improbable, pero forma parte de mi entrenamiento pensar así, así me formaron y así soy. No lucho contra ello, se que puede salvarme la vida.

Su segundo comentario, al menos, es conciso y directo. Sigo su indicación levantando la mirada con la hoja de mi espada bien fijada en su cuello, de forma que si hace cualquier movimiento me bastará moverla un poco para cortar su gaznate de un solo sesgo. Miro al techo del lugar, buscando una grieta, una posible salida, una pista de donde nos encontramos.

Su arrogante alegato final hace que me enfurezca aún más, aunque termino tomándomelo con más humor que ira. Más me vale. No estoy en situación de dejarme llevar completamente por mis instintos más animales. No es el momento, ni el lugar. Se que la muerte de este desconocido no sería un impedimento para el estricto cumplimiento de mi misión, pero una ejecución a sangre fría no está bien visto ni es necesaria.

De momento.

Acerco mi rostro al del desconocido, dejando que observe bien mis enormes y redondos ojos de iris vertical. La mirada de un demonio, me achacaron muchos en el pasado. Algunos de ellos ya pagaron por su insolencia.

• Muchacho, no creas ni por un momento que tendré reparos en hacerte daño. Tu vida o tu muerte no son asunto de mi incumbencia, pero si nos entorpeces, te convertirás en mi enemigo.

La fina hoja de mi arma se desliza ligeramente por su piel antes de separarse de él. Posiblemente sufra un ligero corte, no mayor que el de cualquier hombre tras un mal afeitado. Un recordatorio, una advertencia. Me pongo en pie y me aparto de él, aún sin guardar mi espada. Espro que se ponga de pie, y echo un vistazo de reojo a las reacciones de las dos mujeres que me acompañan. Espero que alguna de ellas decida ocuparse de este muchacho, para al menos no tener que preocuparme de él en exceso.

El temblor del lugar hace que huya con mis compañeros buscando un lugar donde guarecernos esperando que suceda lo que sea. Quién iba a decirme que Zaibacher iba a servir a para algo puesto que gracias a él todavía seguimos con vida. Cuando el temblor cesa intento incorporarme respirando con dificultad escupiéndo polvo cada vez que notaba cómo la garganta me picaba.

Estoy en mi tarea de recuperación cuando veo que el paladín se aleja de nosotras a la velocidad del viento con una destreza que no le había visto antes. Le persigo con la mirada y observo que Khan se dirige hacia un bulto que se encuentra a unos metros de nosotros pero que debido al polvo me es dificil distiguir con claridad. Cuando mis ojos se han hartados de llorar me sobresalto porque veo que Khan ha caído prácticamente en picado sobre un joven más joven que yo, retiéndole a la fuerza usando su espada.

Me extrañó que un paladín actuara de esa forma así que no lo pensé por más tiempo para acercarme a impedir que hiciera alguna tontería. Habría que averiguar quién era esa persona y qué hacía aquí pero no pude dar ni un paso cuando la mano de Kayla me retuvo obligándome a agachar mi cabeza. Ciertamente, salvar mi pellejo era importante pero más lo era saber qué se cocía allí por lo que sin soltar a Kayla de nuevo emprendí la tarea de acercarme al duo para interrogar arrástrandola a la fuerza conmigo. Mientras me acerco, veo que Khan se levanta y suelta al chico.

- ¿Qué pasa aquí?

me levanto, si hacer nada que le paresca peligroso a khan

Disculpa, si te molesto mi forma de actuar, solo queria observar tu forma de actuar, y que era lo que guiaba tus acciones, un razonamiento logico u un instinto, ya que prefiero el uso de la palabra y no la espada

luego dirijo mi mira a hack

Nada, disculpe lo que estoy causando señorita, me presento mi nombre es Fendir y e caido aqui por un derrumbe, no era mi intencion intrometerme entre ustedes, pero ahora que lo razono, pueden ser ustedes a quienes busco, me dijieron que en este lugar, necesitarian de mi ayuda un grupo de aventurero, pero si los molesto, puedo retirarme, si el me lo permitiera, aunque creo que no seria algo logico, dejar que me marche ya que podria atacarlos, asi que estoy a su dispocicion, mientras no intenten atacarme

luego desabrocho la baina de la espada y la dejo caer al suelo, y la golpeo con el pie dejandola a los pies de hack, ya que vi en ella la persona mas logica de la sala.

¿Me ha llamado señorita? Hacía tiempo que nadie me llamaba de esa forma... por un momento creí que se dirigía a Kayla pero sus ojos están clavados en los míos.

Viéndole de pie, efectivamente Hack comprueba que se trata de un chiquillo y la mugre adherida en él no hace más que acentuar su juventud o inexperiencia; depende de cómo se mire. Está claro que está confuso... tal vez más que nosotros aunque claro, sólo es uno y nosotros tres. En caso de ser un enemigo está claro que estaría en desventaja.

Tras su presentación, Frendir desenvaina su espada y me la manda hasta mí desde una patada. Me agacho para cogerla con total tranquilidad sin soltar la mano de Kayla y con la confianza de que no se trate de ningún truco por parte de Frendir ya que en un falso movimiento Khan se haría cargo de él; de eso estoy segura. Cuando me levanto, observo la espada y la estudio con detenimiento; si de algo sé, es de espadas y un vistazo a su arma nos sería de ayuda para descifrar si lo que tenemos delante es un amigo o enemigo. Está claro que viene solo o de lo contrario cuando Khan lo hizo prisionero sus acompañantes habrían aparecido en escena.

Tras estudiar su espada saco en conclusión de que se trata de un mago blanco y que yo sepa, ninguno es peligroso... o al menos su prioridad no es la de luchar. Así que le paso la espada a Kayla y me dispongo a contestar a joven:

- Saludos Fendrir. Yo soy Hack y estos son Kayla y Khan. - Doy un paso hacia él. - Decidme; si es verdad que venís a ayudaros, ¿quién os manda?