Partida Rol por web

Unos hermosos cantos de aves, unos rayos de sol entrando por tu ventana, los pasos de un hombre que conocías bien subiendo por la escalera, todos sonidos ya bastante familiares.

Dos golpes en la puerta de tu habitación y la puerta se abre, la primera persona que ves al despertarte como de costumbre es tu tío.

-Buenos días- te dice mientras abre tu ventana para que el aire fresco de la mañana llene tu habitación, luego de abrir la ventana te arroja un pequeño saco de cuero con pico -¿Dormiste bien?- pregunta sentándose en los pies de tu cama, al sacarle la tapa el olor de un dulce vino llega a tus narices -ya tienes 16, es hora de que desayunes como un hombre de verdad-

El sentir los golpes en la puerta hizo que me sentara en la cama, solo para ver a mi tío entrar en el cuarto, me refregué los ojos para despabilarme apenas unos segundos antes de sentir la brisa matutina que entraba por la ventana.

El saco cayó en mi regazo y el sentir el aroma a vino tan temprano hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas, le di un sorbo y lo pasé por mis dientes antes de tragar y sentir su sabor.

-Ahhhhjjj, dulce aunque algo fuerte para ser lo primero que bebo, buenos días tío-

Tu tío sonríe de costado y deja salir una pequeña risa.

-Bueno quizás es muy temprano, mejor lo dejas para el almuerzo...- se queda un poco en silencio -saldré del país esta noche en una misión importante, parece que el reino vecino tiene en su poder una piedra preciosa de gran valor- se estira y bosteza un poco, pareceria que el tambien se acababa de despertar -podrás arreglártelas solo sin mi por unos cuantos días?- se levanta y sonríe -estoy seguro que si, ya eres un hombre echo y derecho, vístete y ven abajo a desayunar, un poco de carne por la mañana siempre ayuda a empezar el día-

Me estiré y salí de la cama, sentándome en esta y buscando mi ropa.

-No creo que tenga demasiados problemas, por otro lado esta gema que es valiosa, tiene algo más? Por qué si no la venden el poderío económico de ellos esta concentrado en algo sumamente vulnerable-

Me vestí con unos pantalones de tele negra, anchos y ajustados en torno a las rodillas, botas y una musculosa negra, luego de eso me fui a lavar la cara y bajé a desayunar.

Bajaste a la cocina y allí se encontraba tu tío jugando con la mascota de la familia, un gran lobo blanco, por suerte tenías una gran relación con el animal ya que creciste con el.

-Buenos días Uriel, ¿Dormiste bien?- pregunta tu tía mientras cocina.

Una vez que te sentas para comer ella se acerca y pasa su mano por tu cabello peinándote... Siempre te pareció extraño el porque una mujer tan dulce como ella nunca tuvo hijos, teniendo en cuenta de la forma en la que ayudo a criarte habría sido una gran madre, pero quizás era un tema que era mejor no tocar.

-Creo que Leon ya te lo dijo, pero nos iremos unos cuantos días para robarnos algo del reino vecino- tu tía sonríe maliciosamente mirando a tu tío -le dijiste que íbamos a ir ambos ¿Verdad amor?- Leontius comienza a silbar y tu tía le da un pequeño golpe en la cabeza y vuelve a terminar de cocinar.

-Bueno olvide mencionar que ella también vendrá conmigo- dice aun jugando con la mascota de la familia -la piedra en si parece que no tiene mucho valor, es una amatista común y corriente, pero según rumores esta amatista tiene grabado un mapa, no sabemos mapa de que, pero vale la pena tenerlo para el gremio, o al menos eso opina el guild master Frey-

Miré a mi tío y a la mascota de la familia para luego recibir los mimos de mi tía, a pesar de ya ser un hombre no me iba a negar a eso, además notaba que ella se sentía bien al hacerlo y al yo no tener primos podría disfrutar de eso un poco más.

Seguramente sería una gran madre, pero ahora por lo menos está para reemplazar a la mía...

-Me dijo que me iba a quedar solo, pero no pensé que era tan literal- dije mirando a mi tío aunque no mandandolo al frente directamente.

-Si lo dice él entonces deben de ir, por algo es líder del gremio, espero poder conocerlo pronto-

-De echo lo conociste de pequeño, pero tendrías unos 4 años, no me sorprende que no lo recuerdes- dice Leontius mientras tu tía pone el desayuno sobre la mesa y le deja un platito de comida al lobo de la familia.

- Lo que si me sorprende es que no se haya dignado a presentarse por su cuenta delante tuyo, después de todo eres un buen amigo de su hija Lydia* desde hace años- 

-Bueno, ya eres todo un hombrecito yo diría que ya estas listo para convertirte en un ladrón echo y  derecho como tu tío- sonríe un poco mirando a su esposo.

-16 años... Recuerdo cuando eras un pequeño y ahora tenerte aquí delante como un hombre...- se notaba cierto orgullo en sus palabras...

-Bueno, tiene sentido, sin embargo Lydia...es algo especial jaja- dije frotándome debajo de la nariz.

Tomé un pedazo de pan y comencé a desayunar, escuchando las palabras de mi tía.

-Mi estilo es un poco directo a comparación de mis compañeros, pero creo que podré pasar las pruebas que el gremio me ponga- dije respondiéndole a mi tía con una sonrisa.

-Tiene su carácter la pequeña- dice tu tía aun comiendo -pero cuando esta con ustedes es una niña común y corriente- dice sonriendo aunque deja de hacerlo y vuelve a hablar -aunque ya es una mujer al igual que todos tus amigos, ya son todos adultos... Mis niños favoritos ya están grandecitos-

-Bueno, tampoco lo digas así- le dije a mi tía levantando las manos y cerrando los ojos con una sonrisa- no pienso casarme mañana eh! Todavía queda mucha cuerda antes de detenerme y asentarme. Pero si, ya estamos grandes y supongo que tendría que empezar a pensar en mi futuro-

Tu tío sonríe un poco de costado y con su usual rostro serio te mira.

-Hoy tendrás la prueba para entrar al gremio... La prueba es la misma de siempre, realizar un golpe en grupo, el gremio es mas fuerte cuando nos mantenemos unidos- toma un poco de vino -el lugar lo puede decidir el pequeño grupo de 5 ¿ Irás con tus amigos o prefieres hacerlo por tu cuenta con extraños ? - parecería que se iba a callar pero vuelve a hablar - se que no quieres oír consejos de un perro viejo como yo, pero si puedes ir con tus amigos mejor...- se queda algo serio -no es que menosprecie a los otros ingresantes... Bueno quizas si los menosprecio, pero no me gustaría que algo te sucediera, me quedaría mucho mas tranquilo si vas con ellos-

-La prueba para entrar al gremio es algo de suma importancia para cualquier ladrón- dije guardando silencio unos segundos- bueno, para cualquier ladrón que se precie de ganarse ese nombre y no ser un simple ratero, por lo que prefiero hacerlo con personas de confianza y que ya sepa como trabajan, además para ellos también debe ser importante por lo que supongo que no la van a cagar- comenté tomando de mi taza para luego mirar a mi tía- perdón- dije tras la palabrota.

-Vaya vaya, no te críe para que hables así- dice con sus ojos cerrados y una sonrisa malvadamente dulce - y menos en la mesa -

-Bueno bueno, no estes enojada con el, es el último desayuno que pasaremos juntos durante un tiempo- dice tu tío mientras acaricia la cabeza de su esposa.

-La prueba no empezara hasta la noche así que tendrás el día libre, yo iré a pasear por la ciudad con tu tía porque debemos comprar algunas cosas para el viaje- tu tío levanta las cejas -claro el dinero... Si necesitas dinero dile al tesorero que te di acceso a nuestros fondos familiares, tenemos 150 millones, pero para que no te lo derroches solo puedes retirar  5, te alcanzara y sobrara de sobra para sobrevivir estos días que estaremos ausentes-

-Se me pegó de algún lado- dije sacando un poco la lengua y sonriendo- de acuerdo tío, seguro que me sobrará de sobra- agregué bromeando por el fallo - no se preocupen-

Tras terminar de desayunar les desee suerte y subí a mi habitación a fin de preparar mi ropa, ducharme y salir a la ciudad.

Disfrutaste un gran baño y te vestiste listo para salir.

Estando en la puerta de tu casa, antes de salir al patio delantero te encontraste a tus tios terminando de arreglarse.

Como de costumbre antes de salir tu tía te da un fuerte abrazo que casi te deja sin aire, tu tío simplemente se limita a apoyar su mano en tu hombro y darte una media sonrisa.

Tus tíos se retiran de la casa y se dirigen al mercado real. Estuviste a punto de seguirlos hasta que sentiste algo humedo en tu espalda, al darte vuelta viste al gran lobo blanco de la familia mirándote.

El gran animal deja salir un pequeño quejido y te lame la mano, luego de lamerte se te queda mirando, como si esperara algo de vos...

Al sentir la lamida me arrodillé y acaricié a Terry en la cabeza y luego debajo del cuello.

-Volveré más tarde, o quieres acompañarme?- le pregunté.

Luego me levanté y observé la ciudad, chequeando mi arma una última vez antes de comenzar a caminar hacía la ciudad.

El gran lobo blanco te lame el rostro y se da la vuelta, parecería que lo unico que quería eran mimos.

Caminaste por la ciudad de los ricos para pasar el rato, mientras caminabas pudiste ver a una muchacha de espalda, de cabellos rubios largos por la cintura y un listón rojo en su hermoso y largo cabello dorado.

No te costo reconocer a tu vieja amiga para nada, a pesar de simplemente verla de espaldas sabías que era ella...