Partida Rol por web

El Narrador de Cuentos

Las historias

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05/07/2013, 22:40
Jules Winnfield

-¡GLYNEKAK ISMAKUT! ¡MALEKERITAK!-rugió la repugnante criatura. Sabía, sin duda, que se encontraba ante su apocalipsis personal. Y sin embargo, no había miedo en su deforme rostro. Casi parecía sonreír con esos labios hediondos suyos.

El monstruo y los suyos, llegaron hace años a nuestras tierras. Mi pueblo, pacífico, dedicado a la filosofía y a la vida contemplativa, chocó, por primera vez, con unos seres que sólo entendían de fuego y destrucción. Allí por donde sus sombras acariciaban la tierra, no volvía a crecer nada verde y vivo.

Yo, como máximo representante de mi pueblo, como líder que era de los míos, era también máximo representante de nuestros principios. Y cuando estos principios son tan pacíficos como lo eran los míos, se comete el error de pecar de ingenuo. Varios mensajeros envié al señor de las criaturas. Todos fueron destripados y exhibidos en las entradas de las cuevas donde se refugiaban.

Me llamo Malekeritak. De todo mi pueblo, soy el último en pie. No conozco, oficialmente, el nombre del ser que se alza ante mí. Nunca han intentado comunicarse con nosotros, más allá de gruñidos, y amenazas, siempre en su tosco idioma. Pero sé que entre los suyos se le conocía como Khajinakt. Los míos lo llamaban el señor de la ceniza.

No éramos un pueblo guerrero. Ellos tampoco. Eran un pueblo destructor, una plaga de langostas que consumía la tierra que les rodeaba, hasta que sólo quedaban mugre y suelo muerto. La guerra entre nuestros dos pueblos ha acabado con la aniquilación de ambos. Pero se, que cuando acabe con la abominación que ahora grita mi nombre, estaré creando un mundo mejor. Un mundo sin monstruos.

Recuerdo el día que llegasteis a mi tierra, Khajinakt. Tú, liderando a los tuyos, dirigiendo la marcha, allá a lo lejos, entre la niebla y la lluvia, desde el norte. Os miramos con incredulidad. Con curiosidad. Debimos haberos matado en ese momento. Antes de que tomaseis las cuevas. Antes de que escarbaseis hasta nuestras ciudades, mataseis a nuestros hijos, antes de que despedazarais a nuestros hermanos para devorarlos.

En mi lengua tenemos una palabra para definirte, Khajinakt. Shaga. Significa “gusano”. Quizás lo sabrías si entendieses la lengua común. Pero no la entiendes, porque eso es lo que eres. Un gusano. Y uno se pregunta como tú y los tuyos, gusanos como sois, podéis causar tanta destrucción en el mundo que os dio a luz.

Adios, Khajinakt. Mientras tú gritas, yo extiendo mis alas. Abro mis mandíbulas.  Preparo mis garras. Llevo días esperándote, aquí, bajo tierra, donde soy fuerte, donde oigo los latidos y el llanto del mundo que tanto pareces ansiar destruir. Y cuando estés muerto,  cuando tú, el último de tu asquerosa raza comience a pudrirse, a desvanecerse en el olvido, entonces el mundo conocerá la paz.

Notas de juego

Imagen de Orson.

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08/07/2013, 06:33
Lorelei Parker

El Yukrhshkahnskjan

La mariposa voló hacia un costado de la ventana: se posó en el alfeizar y contempló el jardín que se mostraba tras los gruesos vidrios.

-Catalina.

Dijo una araña que estaba tejiendo una tela especial para conseguir su desayuno.

-¿Por qué no sales?

El insecto alado, que recién hace unas horas había pasado de ser un gusano a esa bella criatura con colores magníficos y formas exquisitas, respondió.

-No quiero, duele.

-¿Qué duele? M' ijja... hágale caso a su consejera, la vida pasa rápido.

-Duele, los jardines, las cosas que han puesto a las plantas. Las personas eran malas, algunas, no todas. Ellos son peores.

La araña bajó sirviéndose de un largo hilo plateado y se acercó para mirar. Las plantas, que estaban por doquier, tenían un color verde azulado, y todas llevaban puntos azules.

-Son como veneno, ellos cazan.

La araña recordó ese día: cuando los cielos se volvieron grises y los platos aparecieron por doquier. Los humanos intentaron dialogar, estaban entusiasmados porque otros seres inteligentes se habían presentado. Ya no estaban solos en la galaxia. Y hubo reuniones y se encontraron. Ellos, los humanos pensaban que solo los hombres podían pensar, conectar impulsos nerviosos. Pero lo cierto era que cada criatura de la Tierra tenía su idioma y todas oyeron el grito de Gaia, el clamar del Planeta.

"No, no, no deben. No deben hacer contacto. Esos seres destruirán todo, incluso el hombre es menos predador. Oídme, criaturas, salid y luchad. Evitad el contacto".

Fueron meses de locos: los caballos no paraban de correr y patear con sus cascos todo lo que fuese de inteligencia extra-terrestre; los insectos infectaban sus comidas, cuando podían hacerlo; los perros aullaban a sus amos; los gatos destrozaron cosas. Porque ellos podrían luchar contra el hombre si este estaba a punto de liquidar a Gaia, ella era la maestra de todos, la fuente de todos, pero el hombre era parte de Gaia.

No como el ser que apareció de la nave. Yukrhshkahnskjan.

El planeta conocía su nombre, ya había matado a otros cuerpos cósmicos. 

-¿Ves?

Dijo la mariposa. La araña, curiosa, bajó más y miró. Un pajarillo se acercó a una de esas extrañas plantas. En menos de lo que pueda reaccionar los puntos se convirtieron en tentáculos que lo aprisionaron. El ser chilló. Gaia lloró. El Yukrhshkahnskjan apareció de atrás de un árbol con su piel verde y de placas tan fuertes como el metal. Abrió sus fauces, llenas de dientes y sacó su lengua.

-¿Cuántos quedamos?- preguntó la araña.

-Menos... ya se han comido a toda la gente, ahora quedamos nosotros.

El Yukrhshkahnskjan tragó y miró hacia la ventana. Rápidamente toda su cabeza apareció tras el cristal.

Entonces el cielo se puso rojo. Desde las nubes oscuras una nueva nave apareció. Pero esta era diferente.

-Mira... hay una esperanza -dijo la mariposa.

-Vuela, Catalina, te va a matar.

Pero la mariposa no voló. Miró dos cosas que le interesaron mucho: las otras naves que descendían y el terror en los ojos del monstruo.

Notas de juego

M'ja = mi hija en forma de lenguaje rural. Bah, con tonito.

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15/07/2013, 02:35

Notas de juego

Perdón que tardé en poner las historias en línea pero se me ha complicado el día. Tenéis para votar hasta el miércoles a las 23

n_n

:B sí, son solo 2...

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23/07/2013, 21:29
Lorelei Parker

Sólo necesito tu perdón.

Miles de millones de astros pululando todo a tu alrededor. Te ven con ojos brillantes, completos, incendiarios. Y estás ahí. Muchos te preguntaron por qué elegiste esa forma. Había otras, caminos diferentes. Nadie sabe la hora de la muerte pero tú decidiste que hoy era un buen día.

Subiste a tu cohete y pediste que te liberaran en la oscuridad del frío espacio, nadando entre ojos de Novas y siendo acunado por galaxias a punto de parir.

***

Tierra Siglo XXXV

-Hemos lanzado el cohete Nagmus XII, esperamos confirmación de su estado.

Un informe desde Houston que aun sigue siendo un coloso espacial. Un hombre que va quizás hacia un final seguro pero es su decisión, quiere reparar algo que ha hecho mal. 

Los hombres ahora tienen la eternidad en sus manos. Nuevas drogas han aumentado la expectativa de vida casi tanto como ellos quieran. La Tierra está poblada, sobrepoblada, y ellos han salido en exploración del espacio y han descubierto nuevos mundos. Es un tiempo feliz. Pero este hombre quiere morir, y su sepulcro se llama Nagmus XII.

-Nagmus funcionando. Me despido Houston, sigo transmitiendo con el nuevo instrumento mientras me aproximo a la última frontera.

***

Y comenzaste a sentir tu ritmo cardíaco bajando, tu oxígeno llegando menos y menos a tu cerebro. Seguiste transmitiendo todo el tiempo con ese artefacto que permitía que tu cabeza hablara por ti. Entonces la viste, te vino a recibir. Ella perdonó tus pecados, y te amó como el primer día que la rescataste de las calles de tu Rusia natal.

Estiraste tu mano aunque ya no la manejabas, pero en otro plano tenías igual una mano que estirar. ¿Te seguirían oyendo los que estaban en la estación espacial? No lo sabias, no importaba.

Ella besó tu mano con su lengua y te olió con ese hocico frío. Ladeó su cabeza y te miró; en sus ojos sabias la única verdad que te importaba. Ella te había perdonado, por haberle dejado en el espacio hace tanto tiempo. Todo por el progreso, la ciencia, la competencia con El Águila y el Oso. Ya nada importaba ahora, ahora estabas en paz.

-Gracias Laika, lo siento. Te quiero.

Notas de juego

Laika, para los que no sepan, fue la perra enviada al espacio por los rusos en su carrera hacia la luna.

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28/07/2013, 09:02
Elmer "don palabras" Mendoza

Micro relato:
Y así, el único vestigio de esa quimera espacial, fue la eterna codicia humana.

 

 

relato:
En el pasado, las colonias espaciales eran una utopía, nadie en su sano juicio podría imaginar posible una hazaña de la ingeniería a esa magnitud, siendo francos el mundo aún era un lugar demasiado basto para considerarlo “dominado”.

Esa fue la forma de pensar que “domino” la tierra durante décadas, aunque claro, como en toda civilización, nunca falto uno que otro incauto que a paso lento pero muy firme diera un pequeño avance en pro del “dominio” del espacio. La ingenuidad humana, más la imaginación casi infantil, la terquedad y uno que otro fondo ilegal, fueron el combustible preciso para detonar ese sueño, los siguientes años, “por debajo del agua” avances, métodos, formas y demás investigaciones lograron hacer que esa quimera ya no fuera un sueño inalcanzable, las colonias espaciales eran posibles.


La primera colonia se convirtió pronto, en la revelación del milenio, más famoso que la cocacola embotellada y como si fuera poco, nadie peleo por el título, por el dominio, la patente, ningún otro tecnicismo por el cual esta noticia, este logró, pudiese ser mancillado, se termino convirtiendo en un “loro de la humanidad”.
Pocos lustros bastaron para que esas colonias fuesen autosuficientes, pocas décadas se requirieron para que los humanos no fuesen una raza exclusiva de la tierra, una generación de “gente espacial” rompería ese paradigma para siempre. Un nuevo estilo de vida había llegado, para los viejos continuaba siendo difícil la vida con recursos limitados, para los jóvenes tal carencia no existía, eran muy hábiles para aprovechar los que tenían a la mano y su falta de exposición a otras formas, recursos, etc., les impedía tener ese sentimiento de vacio/carencia que sus mayores adolecían, este era el amanecer de un nuevo entendimiento.


La cultura, las artes, la moda, una nueva civilización emergía dentro de esa revolución, la gente de las colonias comenzó lentamente a sentirse explotada por la gente de la tierra, entre las encomiendas originales de las colonias estaba la explotación de recursos espaciales (exploración planetaria, explotación de recursos exteriores a la tierra… uso de tecnologías desarrolladas en las colonias). Para las generaciones siguientes, se convirtió en inexplicable, el tener que rendir tributo a la tierra, ellos carecían de lazos y cualquier otro vinculo con la misma.


Es curioso como su revolución ideológica y su revolución para conseguir independencia llegasen de la mano, tras un extraño enfrentamiento con la tierra estos consiguieron cortar los vínculos y así tener un terruño (para ese tiempo ya podría considerarse una nueva raza, ya eran bastantes y sus terrenos artificiales los suficientes para conjuntar un planeta pequeño), en poco tiempo llegaron a su zenit como cultura.


Puede ser que la falta de contacto con la tierra y sus viejos prejuicios, maneras y mañas, ayudase a que esta cultura se convirtiera en ser llamada la civilización más avanzada de la historia, en toda la línea temporal de los humanos, jamás se vieron avances como en esta: las artes, la ciencia, la moda, arquitectura, la defensa y por sobre todas ellas las humanidades; este era sin duda el sueño de todo aquel con el anhelo de igualdad, justicia, equidad y sapiencia. Una sociedad libre de crimen, libre de prejuicios, de racismo, de odio, de codicia, de maldad, de imposición… llego el momento donde perdonaron a la tierra por sus rencillas olvidadas hace tanto tiempo. Embajadores regresaron al génesis de la humanidad a aprender de esa civilización tan diferente… tal vez el erro más costoso de todos.


Pocos años bastaron para que este mundo fuese contaminado por el otro, después de todo, “algo enviado aún mundo infectado, está destinado a regresar infectado”, pronto la envidia, la codicia, el ego, el odio, el rencor se convirtieron en el pan de cada día, pronto ese pan le dio fuerza a un cáncer interno.


Al final el único vestigio de esa quimera espacial fue, la eterna codicia humana.

Notas de juego

si no aclaro lo siguiente se me olvida.

vestigio.
(Del lat. vestigĭum).
1. m. huella (‖ del pie del hombre o de los animales en la tierra).
2. m. Memoria o noticia de las acciones de los antiguos que se observa para la imitación y el ejemplo.
3. m. Ruina, señal o resto que queda de algo material o inmaterial.
4. m. Indicio por donde se infiere la verdad de algo o se sigue la averiguación de ello.

 

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28/07/2013, 12:33
Gustavo Adolfo Bécquer

Las doce del mediodía. Aunque dentro de la habitación, totalmente cerrada, pareciera medianoche. Un último vistazo para repasar las notas que desde hacía un buen rato había ido tomando. Luego vendrían los de las fotos y finalmente los forenses para levantar el cadáver. Tampoco había tanto que repasar, cadáver con la cabeza destrozada, en medio de un gran charco de sangre, salpicado de billetes de cien dólares, y vestido con un traje espacial cuya escafandra tenía en el cristal dibujada una enorme calavera ... bzz bzz bzz ... el móvil de nuevo ... ¿Sí? Inspector Mulligan al habla ... ... vale de acuerdo, salgo en cinco minutos para allá. Clic. Otro cadáver, el tercero de la mañana, pero ¿se han vuelto todos locos o que?. Maldito carnaval.

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29/07/2013, 00:06

n.n tenéis hasta el jueves a las 23 para votar por una de esas tres historias. Porfi, votad aunque no hayáis escrito que también es importante :)

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04/08/2013, 23:00
Lorelei Parker

No es una cuestión de color  

     Los rieles estaban a la espera de una visita. El cielo, gris plomizo, anunciaba una tormenta. La mujer de abrigo de piel de zorro se acercaba al andén. Podríamos decir que era la primera persona que lo hacía después de tantos años. Las ruinas de lo que en otros tiempos fue una casona antigua, lugar de parada de los forasteros que hacían conexión entre estaciones, estaban paradas en quietud, aunque a veces un pedazo de yeso rompiese el silencio de lo antiguo.

     A la una y cuarto llegó una mujer, a esa hora en punto. Era la del abrigo de piel, una señora de ojos oscuros y nariz pequeña. El cabello, cano, le caía en cascadas por los hombros angulosos. Tenía sus manos apretando un bolso pequeño. Sus dedos estaban sin esmalte, excepto por los pulgares, ambos pintados de negro.

     Apróximose a los carriles por donde pasase el tren dando pequeños pasos.

     Abrió el bolso, sacó un papel y lo colocó sobre el suelo. Después de eso despareció, se desvaneció como el polvo en el viento, átomo por átomo, como si fuese un mal sueño.

     Si alguien un día recogiera esa hoja y leyera, y comprendiera, el destino de esa mujer daría un vuelco. 

     "Dile a Zacarías que tenía razón. No debimos haberlo hecho, tirar a Josua a las vías. No era lo correcto. No es cuestión de color, ahora lo comprendí. Estoy destinada a recorrer este camino hasta que la familia de Josua me perdone. Dile, dile que tenía razón... El color o la raza no importa. Lo supe tarde, perdón."

     El año era 1878 y Dorothy, y su esposo Edmond, habían preparado el castigo perfecto para ese negro endemoniado. ¿Quién se creía que era, qué derechos ni que nada? Era lógico que tenían que castigarlo, por insolente. Así que, como excepción a la regla, a Dorothy le dejaron ponerse la capucha blanca. Ella, su marido y unos cinco más arrinconaron a Zacarías y le dieron una opción. O tirarse al tren o ver a su mujer siendo tirada. No era tan díficil. El negro de mierda elegió su final, y todos rieron, menos su esposa.

     Ella, Thambia, juntó una noche a varias mujeres del pueblo e hicieron un ritual. Algo aprendido por sus ancestros en África. 

    Y ahora, cada tantos años, primero aparece la anciana y luego todos los demás. Obligados una y otra vez a arrojarse al tren, uno que nadie ve en el plano físico pero que existe. Y siempre dejan las notas.

     Quizás algún día sean perdonados.

     Después de todo...

 

 

No es una cuestión de color.

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08/08/2013, 00:52
Elmer "don palabras" Mendoza

Chooooo choooooo, chaka, chaka, chaka, chaka, choooo choooooooo.


-15 minutos, para partir!!!!!  Sólo 15 minutos para partir!!!!!!


Sonidos de muchas voces, voces que vociferan, que discuten, que narran, que se expresan, hay quejidos, hay buenas noticias, malas noticias… las palabras están por todos lados; gente de muy distintas formas tamaños y disfraces deambulan por la estación, entrando y saliendo de los vagones, recogiendo su carga o tratando de meterla, es un pequeño gran caos controlado de alguna forma, muy singular es que en ese lugar al gente se halla sin ayuda, cuando llegan se encuentran desorientados, más si es que esa es su primera vez.


-10 minutos para partir!!!!! Gente sólo 10 minutos más para partir!!!!!!!!


Ahora puedo observar a las personas caminar, ligeramente a mayor velocidad, un pequeño se apresura a colocarse esa bolsa llena de periódicos, -una moneda por las noticias, una moneda por saber que acontece, es un pequeño rapaz, casi desearía comprarle uno, no me mires así, sabes que lo haría de no ser que ambas manos están ocupadas encendiendo esta pipa. Unas carretas tiradas por mulas, se acercan al vagón del carbón, están reponiendo el combustible de esa enorme bestia, 15 hombres enormes y sucios se acercan al mismo vagón, otro hombre de edad bastante avanzada, barbón y flacucho los confronta con una cara retadora, ellos ríen y lo abrazan, por su parte él comparte una botella que todos pasan por su boca y es entonces que levantan sus palas y comienzan a rellenar el vagón de carbón.


-5 minutos para partir!!!! Apresúrense a abordar!!!


Ahora esto se convierte en un pandemónium, los gritos se imponen, la gente se comienza a empujar, el chico de los periódicos satisfecho se retira del lugar con su bolsa vacía, los amantes se despiden en las puertas de abordas y en las ventanas abiertas, un último beso sella ese pacto entre los dos, los viejos se quitan el sobrero despidiéndose de sus hijos, las mujeres secan sus lagrimas con los pañuelos y los sacuden para desear buen viaje. Me levanto y apago mi pipa, reviso mi reloj y lo regreso al bolsillo, me acerco a la entrada más próxima.


–arrancamos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! chooooo choooooo, chaka chaka chaka chaka chaka choooooo choooooo


Me quedo ahí, de pie a un solo paso de haber abordado, no lo hago, sólo me quedo ahí varado a mitad de la nada, sólo, de la misma forma en que llegué a la estación, me coloco mi sombrero, esgrimo mi bastón y con mi paso lento doy una última vuelta para poder despedirme de las ruinas de mi amada estación, por fin doy ese paso para abordar ese tren de mis memorias, ese intangible tren que va hacia ningún lugar.

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10/08/2013, 13:11
Jules Winnfield

Normalmente, cuando vemos un lugar, no nos preguntamos nada sobre él. Normalmente, no nos importa. O ni pensamos en ello. Continuamos caminando hacia nuestro destino, apresurados. Llegamos tarde. Tenemos que ir a trabajar. A recoger a alguien. Hemos quedado. Tenemos prisa.

Pero hoy no. Hoy me detengo en este edificio en ruinas. Hoy no tengo prisa. Ya he hecho todo lo que tenía que hacer por hoy. De hecho, sólo tengo que esperar. Hoy es el tiempo quien llega tarde, quien tiene que recogerme, quien ha quedado conmigo, quien tiene prisa. Pero yo no.

Y me pregunto ¿quién trabajaba aquí? ¿Cuántos viajeros pasaron por aquí? ¿Cuántos chicos que iban a ver a su novia, que vivía en otra ciudad? ¿Cuántas personas pasaron por estas vías para visitar a su familia? Cuando ellos podían hacer estas cosas, aún quedaba libertad.

Entro en el edificio. Polvo. Piedras. Ratas. Paz.

Mientras camino en silencio, casi puedo ver las colas de los viajeros, el ajetreo de quienes corrían intentando llegar antes de que su tren saliese sin ellos. Hoy en día nunca ocurriría eso, claro. No está permitido viajar.

Me siento en lo que queda de un frío banquillo. Aquí, en la soledad, me doy cuenta, de nuevo, de que no echo de menos las enormes ciudades-torre, con sus luces, sus ruidos. Ni a la neurodina.

La neurodina fue el principio del fin de la libertad. Las drogas del siglo pasado son caramelos comparadas con la neurodina.  Fue el método de control definitivo, la introdujeron en todos los productos de consumo. El dinero fue substituido por neurodina, y los trabajadores, por esclavos.

Hasta hoy, por supuesto.

Los esclavizadores vivían como dioses en lo alto de la ciudad-torre. Algunos de los ricos y poderosos se marcharon, pues no estaban de acuerdo con el uso que se le dio a la neurodina por parte de los gobernantes. No se adonde fueron. Al norte, me parece. Quizás volaron hacia las estrellas, lejos de este pobre planeta y de los locos que lo destruyen.

Yo, escapé hace mucho de la ciudad-torre. No tengo teléfono. Ni conexión neural. Ni wifi. Ni conexión sub-sónica. No tengo cristales de información, ni tablas de datos, ni núcleos de aumento de realidad. Sólo tengo un baúl a unos kilómetros con algunos libros y una vieja tabla de entretenimiento.

Pero tengo una cosa más. Un regalo. Meto mi mano dentro de mi americana y saco un pequeño dispositivo, de apenas el tamaño de un teléfono antiguo. Aquí sentado en la estación, miro de nuevo a mi alrededor y recuerdo lo que no puedo recordar. Lo que no viví. Pulso sin dudar y sin mirar el gran botón rojo del centro del detonador.

No oigo nada, claro. La estación sigue tan en silencio como siempre. Pero sé que en la ciudad-torre han muerto miles de personas. No habrá comunicado del gobierno-todos habrán muerto-ni nueva producción de neurodina-sus fábricas ahora son un amasijo de metal ardiente-.

Yo por mi parte, no volveré allí. Creo que recogeré mi baúl y seguiré caminando hacia el norte. Seguiré las vías. Seguiré el destino de aquellos hombres y mujeres a los que no puedo recordar, pero a los que recuerdo. Ojalá allí, en la ciudad-torre, los recordéis también. Ojalá os deis cuanta de que las cadenas a las que venerabais son eso, cadenas, y ojalá, con el tiempo, apreciéis el regalo que os he dado.

Lo cierto es que dudo que lo hagáis. Al menos al principio. Pero luego, entraréis en razón. O no. Lo cierto es, que ya no me importa.

Me desperezo y salgo del edificio. Cuando llegue el anochecer estaré muy lejos. Antes de ir hasta mi campamento, a recoger mis cosas, miro un momento hacia el este. Allí está la ciudad-torre. No se ve desde aquí. Pero la recuerdo. Es hora de irse. Nunca volveremos a vernos. Todo tiene un final.

Susurro un adiós y comienzo a caminar.

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11/08/2013, 22:59

Listo!

Ahora tenéis hasta el jueves para votar, luego pondré los ganadores y el viernes o sábado diré las identidades de los jugadores. Luego, tenedme paciencia, pondré los positivos y daré por finalizado este proyecto que realmente me gustó, aunque la próxima lo perfeccionaría para lograr mayor participación.

=) Gracias!!!!!!!!!!!

:D y a votar

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agrego esta que me la pasó por Mail Tarumba fuera de juego así también queda por aquí.

Estación

En la que sería la próxima estación, Kothbiro esperaba.  Ya sus prácticas de biología estaban acabando y debía regresar a la universidad pronto.  Unos pocos días más para estar con los cuates de pachanga y ya.  Pero ahora estaba ocupado tratando de "hablar" con el espíritu de la estación.  

Y dime...

Tanto ir y venir de gentes, tantos adioses con lágrimas, y las miles de carreras hacia abrazos abiertos como el sol, todo eso lo hacía un espíritu que entendía los sentimientos más nuestros.  De verdad.  O eso creía.  Tantos trenes pasando a lo largo de los años, llenos a veces con soldados nerviosos, otras con hippies solidarios, recién con hordas de burócratas aburridos, con jóvenes políticos bien arreglados, y siempre con enamorados de todas edades escondidos en sus ropajes.  Las más veces con gente normal y ¿quien lo es?, lo hacían entender -eso parecía- que podemos ser -nosotros- tantas cosas tan diferentes.   ¿Odiarnos, amarnos, entendernos?   ¿Quien no ama a lo que verdaderamente entiende?  ¿Quien no aprende el desapego cuando lo ha recorrido de todo?   Desapegado amor, amoroso desapego.

La estación era budista.

Si, de esos han pasado también por aquí...

Mira un tren.  Ahí (podría) venir un futuro compañero tuyo, o no.  Las puertas se abren simultáneas con múltiples oportunidades de aprender algo de la vida.  O pue'que no realmente.  Camina por un café y ya nunca pasaría.  Serían otros, alguien más, y de todas formas aprenderías.  Espero.  

Lo humano es esencia y estadística.   Lo humano es búsqueda, sólo búsqueda. -sentencia, resume.

Y si, yo también la extraño.

De Tarumba

Notas de juego

Si alguno más escribió algo que quedó fuera de juego y lo quiere tener aquí me lo pasa y lo agrego. Hasta otra chicos :)