Partida Rol por web

Con los motores en marcha, todos sintieron pronto el movimiento particular con el que se desenvolvía el taladro. En un principio era poco perceptible pero luego, conforme el rugir del motor se aceleraba, éste se hizo más notorio. Esto se debía a que conforme avanzaban, el compartimiento de pasajeros iba rotando por sobre su eje a un ritmo de una revolución cada dos o tres minutos.

Para algunos, como los que padecían de dolor de cabeza debido al impacto sufrido momentos atrás, era mejor permanecer con los ojos cerrados y concentrarse en no pensar en el viaje pues de no hacer esto la situación les conducía a fuertes mareos.

Las conversaciones entre el teniente Smith y el ingeniero del castillo continuaron conforme avanzaban en su trayecto bajo tierra, aunque lamentablemente para los infantes debido al fuerte ruido que producía el taladro al avanzar, apenas eran audibles.

Entre lo que lograron escuchar, el grupo entendió que estos no estaban seguros de la ubicación final a la que llegar; al parecer nadie les había dicho con exactitud si las coordenadas que les darían eran las de la reina y que por tanto tenían que dejar a las tropas cerca de allí, o si las coordenadas indicaban una zona segura donde dejar a las tropas pues la reina estaba cerca de allí. Al final al parecer habían dejado todo a la suerte y habían decidido de alguna manera que los infantes no conocieron, el dejar a los infantes muy cerca de dichas coordenadas.

Entre gritos del piloto que intentaba comunicarse con ellos, lograron escuchar que se habían topado con arácnidos a su paso por lo que estos estarían por sobre de ellos poco tiempo después de que se detuviese el taladro para llevar a cabo el descenso.

Esta vez, no hubo mucha espera, el vehiculo avanzaba a buena velocidad y al parecer no habían quedado tan lejos del objetivo final como pensaban. Esto dado que apenas unos cinco minutos después de emprender la marcha tras arrancar el reactor, las luces rojas del compartimiento de pasajeros se encendieron, señal pactada de que estaban apunto de llegar.

Las tinieblas que habían inundado sus pensamientos aún permanecían en su mirada cuando, finalmente, Burnette abrió los ojos. Al principio no comprendió qué estaba sucediendo: sólo escuchaba un ruído insoportable y constante, todo lleno con una fantasmagórica luy rojiza, y el sabor metálico de la sangre en su boca. Lentamente, los mensajes entrecortados de la radio, las voces de sus colegas, y el traqueteo del viaje, terminaron por espabilarle.

- Joder... - alcanzó a decir, alzando lentamente la cabeza y mirando a su alrededor - Qué ha pasado? Llevo mucho inconsciente?

- Ummm... ¿Mama?, ¿donde esto....? - el teniente se rasca la cabeza y se pone serio al reconocer el taladro - ¿Qué ha ocurrido?, ¿nos han atacado?, ¿todos bien? - pregunta desconcertado mientras mueve la cabeza intentando ver al resto de sus compañeros - ¿Qué es ese ruido?, ¿estamos cavando?

- "Soldado Burnette, no se preocupe, no se ha perdido gran cosa. Vamos un poco desviados de rumbo, eso es todo.

Teniente Speedy, algunos perdieron el conocimiento con el impacto sobre tierra. En estos momentos estamos perforando el subsuelo.

Deberíamos de estar preparados para evacuar el vehículo tan pronto se detenga..." -

El tiempo iba pasando, y pasando, de forma exasperadamente lenta. Y la verdad, la cabo estaba teniendo que contenerse para no gritar de frustración. Realmente, detestaba esa clase de inactividad y todavía más en mitad de una misión. Recordaba las horas de espera en el Fuerte Helado y aquello había sido un asco, pero es que esto era mucho peor.

Entonces sonó ese golpe. Había ALGO fuera. Todos los sentidos de combate de Sonia se pusieron alerta y sus músculos se tensaron, deseando soltarse YA de su asiento. Si eran arácnidos que estaban intentando entrar, como lo lograran y ellos siguieran fijos iban a ser berberechos en lata. Se puso nerviosa (no diría abiertamente que tenía miedo nunca) con el segundo golpe, queriendo coger su arma a la de ya. Afortunadamente, aquél puto trasto decidió que ya era momento de ponerse en marcha y lo hizo, para alivio seguramente de todos.

Al menos al principio, porque entre el ruido y la manera en la que la cabina giraba, ella estaba a punto de mandar aquél cacharro a la mierda y a odiarlo con toda su alma.

- Joder con el viajecito...- susurró, cerrando los ojos para no marearse.

Por supuesto, el asunto no iba a quedarse tan simple. Escuchó a medias la mención del teniente de la presencia de arácnidos (el ruido no ayudaba una mierda) y supo que en cuanto llegaran habría que salir corriendo y empezar a pelear. Cómo no. Más para eso estaban. Ese era su jodido trabajo.

Y eran los mejores en él.

Bueno, creo que en breves tendremos que ganarnos el sueldo en breves- dijo Mackeyn. Observaba como sus compañeros aún inconscientes volvían a recobrar el sentido justo en el momento en que las luces rojas del compartimento se encendían dando la señal que estaban ya cerca- ya sabéis, matad muchos bichos y que no os acaricien con sus garras. Es el mejor consejo que puedo daros.

COMUNICACION CANAL PRIVADO SARGENTO MAYOR FOCKER:

- "Señor, ¿ha considerado mi sugerencia de establecer grupos de acción por roles? Vanguardia, mando y retaguardia/ explosivos.

En breve se abrirán las compuertas. Recomiendo seleccionar el equipo de avanzadilla que saldrá en primer lugar y asegurará el perímetro mientras los otros grupos y las tropas de apoyo del Escuadrón Alfa desembarcan, Señor." -

La espera es insoportable y el Teniente Smith ya dejó claro de que no soltaría las protecciones automáticas para que atendamos a los inconscientes. Me muerdo la lengua pues no saco nada con insistir ante un oficial de la Flota dentro de su jurisdicción. No me gusta la Flota ni sus oficiales, a los que les gusta mirar por sobre las muertes de los verdaderos soldados. Solo he conocido a pocos oficiales distintos y me ha alegrado que sea así. El Teniente Smith está acá, en medio del infierno, por lo que tiene mi respeto, pero aun así dudo mucho poder lograr que entre en razón y abra los arneses, o el mío por lo menos, por lo que prefiero esperar y no aumentar la ansiedad de mis hombres con una discusión infructuosa.

Los minutos transcurren interminables mientras aprieto con gran fuerza de mis manos los pasamanos de las protecciones, intentando decidirme si es el momento de forzar la protección para liberarme de manera indebida, cosa que estoy a punto de hacer cuando siento el golpe en el casco del taladro. Me paralizo un momento y agudizo mi oído para oír la fuente de aquel golpe:

"Si son arácnidos, no tendremos tiempo de esperar a que el resto se despierte. Tengo que liberarme."

Me preparo para hacerlo cuando el motor del taladro se enciende y comenzamos a movernos rápidamente a través de lo que supongo es la corteza de Galdonia VI. Escucho los golpes e imagino que el taladro avanza y los bichos nos persiguen por el agujero que vamos dejando. Miro mis armas y me preparo para cuando se suelte el arnés.

Escucho las palabras del resto mientras ubico en mi mente todo lo que hay a mi alrededor para el momento en el cual nos toque salir y asegurar el perímetro. Si nuestros compañeros no están en condiciones, serán menos los rifles bien dispuestos para defendernos, lo que demandará mayor efectividad de los que estamos en condiciones. No puedo darme el lujo de titubear.

Las luces se prenden finalmente, avisándonos de que estamos muy cerca de liberarnos. Hablo a mis soldados:

- "¡Concéntrense! Cuando las protecciones se liberen, quiero que salgan todos y aseguren un perímetro inmediatamente, con fuego a discreción a todo lo que amenace nuestro despliegue. ¿Entendido?"

Me preparo mentalmente, repasando en mis pensamientos el orden en que haré las cosas y la posición fuera del taladro en la que me quedaré, dependiendo de los distintos panoramas que tengamos. Ataques por la retaguardia, por delante o, en el peor de los casos, bichos por todos los flancos. Tenemos que ser capaces de abrirnos paso y cuidar del Teniente Speedy para que nos guíe a Ciudad Bicho para llevar nuestros respetos y el regalo que les tenemos.

Respondo por interno a Gawain:

- "Dudo mucho que esa disposición sirva de algo durante el despliegue, Gawain. Los que más rápido salieron durante el entrenamiento fueron Burnette, Wimger, Mackeyn, Bockman y el Teniente Speedy. Si él sale primero como ha sucedido, el grupo de mando iría primero. Por otro lado, no nos iremos hasta que todos estemos fuera y somos un solo equipo por mientras, por lo cual estaremos todos juntos. Finalmente, si algo ocurre y miembros de otros grupos salen antes o miembros de la avanzadilla se retrasan, la avanzadilla se retrasaría y miembros útiles de los otros grupos, listos para actuar, tendrían que esperar en virtud de un orden ilógico en este momento. Todos saldremos, lo antes que podamos y aseguraremos la salida hasta que estemos todos fuera."

CANAL INTERNO:

- "Con el debido respeto, Señor. No estoy sugiriendo que forzosamente tengamos que separarnos, Señor.

Hablo de pre-establecer grupos con objetivos preestablecidos.

El grupo de Mando podría consistir en usted, el Teniente, los Soldados Mackeyn y Mkoll y yo. El objetivo principal de dicho grupo sería proteger la vida del Teniente Speedy.

El grupo de Vanguardia estaría compuesto por los fusileros más valerosos. Y el grupo de Retaguardia sería el encargado de proteger a nuestro zapador y sus irremplazables cargas explosivas.

Incluso si los tres grupos nunca se separan más allá de unos pocos metros. Es útil que algunos se mantengan juntos entre sí y puedan ocuparse rápidamente de algunos roles.

La Vanguardia por ejemplo podría ocuparse siempre de lo que haya justo delante de nuestro camino en el avance por los túneles. La Retaguardia cubriría nuestras espaldas de cualquier ataque sorpresa. Y nosotros vigilaríamos los túneles laterales, el techo y el suelo, desde nuestra posición central en el Escuadrón.

Podría simplificar mucho las cosas a la hora de dar órdenes. Ordenando por ejemplo a la Vanguardia cubrir el centro nada más salgamos, a nosotros el flanco derecho, y a la Retaguardia el izquierdo. Por poner un simple ejemplo." -

CANAL INTERNO:

- "Mi Sargento Mayor, otro aspecto que debemos considerar es la iluminación. Presumiblemente los túneles del Nido serán oscuros, aunque puede que no estén en una oscuridad total. Tal vez deberíamos de acordar qué medio de visión debemos de activar en nuestros trajes cuando salgamos del taladro..." -

Empezaba el baile, pero, curiosamente, en estos momentos no se sentía mal. Era antes cuando se pasaban las de Caín, no durante...

A la orden, dijo James cuando escuchó las palabras del sargento. Su voz pudo escucharse por el canal común, tranquila y muy grave, vibrante, raspando detrás de las orejas de los muchachos. A pesar del dolor de cabeza y de la tembladera de los mareos, se tensó contra las protecciones para estar dispuesto a saltar en cuanto cedieran. Repasó de manera automática los movimientos a hacer durante la salida y los posibles problemas por objetos movidos de su sitio, o por compañeros inconscientes que ahora no desocuparían su puesto en el debido orden. Sintió en su lengua, una vez más, el asqueroso sabor del combinado de bilis y café de la flota: esto si que es ambrosía, bichos. Venid a que os escupa y veréis lo que comemos y bebemos, hehehehe. Eran ya pensamientos alocados, típicos de entrenamientos con fuego real y drogas simuladoras de situación de estress agudo. Comenzaba a sentirse como en casa.

Meneo la cabeza mientras suspiro y le hablo a mis hombres:

- "Por sugerencia del consejero táctico armaremos tres grupos de acción: Vanguardia, Mando y retaguardia. En Vanguardia irán Wimger, Mkoll, Burnette, Mackeyn y el Sargento Evans. En retaguardia irán Bockman, Sonny, O'Flaggery, Billy y Sonia. En Mando iremos Popov, Gawain, el Teniente Speedy y yo. La finalidad de los grupos es actuar rápido como equipo en caso de necesidad de separación, saber siempre quienes están destinados a cada labor. Vanguardia debe siempre ir primeros y asegurar las posiciones, Mando cuidaremos al Teniente y guiaremos al resto, mientras que retaguardia cuida nuestra espalda y lleva las cargas. No nos separaremos a menos que yo lo indique. Repito: Iremos juntos a menos que yo lo diga. La división es solo estratégica y su utilización es de contingencia."

Luego pienso en el otro punto y comento:

- "Puede que no tengamos nada de luz fuera del vehículo. Todos cambien a infrarrojo. Tanto haya o no luz en el exterior, esa visión nos servirá para visualizar enemigos en las cercanías. Luego del despliegue evaluaremos la iluminación y un modo de visión más apropiado."

Acto seguido cambio la visión a modo infrarrojo, para acostumbrarme al modo en los segundos que nos quedan antes del despliegue.

- Sí, señor - dijo, un poco mareado todavía por el golpe, pero dispuesto para la lucha. Le habían asignado en vanguardia, y era una manera muy apropiada para demostrar a sus nuevos compañeros de lo que era capaz. Con una sonrisa, activó el sistema de infrarrojos, e inmediatamente su visión se vio alterada. 

Todo parecia calmado, mientras los nervios aumentaban a causa de  ese tiempo en el que los motores aun no habian conseguido encenderse, la cabeza del artillero parecia un salon de baile con tambores incluidos. La cabeza le palpitaba y el dolor era continuo. Cerro los ojos intentando pensar en algo agradable pero la mente se centraba demasiado en el dolor. Golpes, habia oido golpes? o era su cabeza aumentando el sonido del dolor. Al abrir los ojos se dio cuenta de que varios infantes que si habian recuperado la consciencia miraban hacia el exterior. Maldita sea, ahi fuera habia algo golpeando la nave, el sonido se hizo mas claro y por un momento se le olvido el dolor de cabeza. Si los bichol les pillaban ahi sería una carniceria pues lo tendria dificil con los arneses. Si no hubiera sido por el intenso dolor  que sufria y que no le dejaba pensar con claridad, hightower habria roto los arneses o al menos lo habria intentado, pero cualquier movimiento significaba un aumento en el dolor de cabeza.

Antes de que pensara mas en el tema el taladrio rugio y comenzo a girar su eje por lo que entendio que comenzaban el descenso hacia el interior. Se relajo, todo estaba mejor cuanto mas cerca estuviera de la reina cuando descargaran. Por desgracia el sargento confirmó sus temores, habia bichos siguiendo al taladro y esos cabrones si no conseguian inutilizarlo antes de que llegaran a su destino, sin duda les prepararian un comité de bienvenida en cuanto descendiera.

El sargento comenzo a hablar y eso hizo que la cabeza se le aclaraba, estaban entrenados para seguir ordenes y cuando el superior hablaba la cabeza escuchaba. Hizo lo indicado, cogio el morita pues debia ser el armamento mejor para la pequeña diestancia y poco tiempo de reaccion. Lo habian hecho en los entrenamientos y con un poco de suerte conseguirian salir pronto. Por desgracia los inconscientes si no salian pronto del ko serian menos armas listas para abrir hueco entre bichos. Iba a ser otra batalla encarnizada. - Entendido señor. - Retaguardia, no es que le molestara, pero sinceramente andar junto a los que tienen los explosivos mientras intentas que los bichos no los alcancen iba a ser dificil. Cambio su sistema de vision al infrarrojo detectando perfectamente los cuerpos de sus compañero asi como el calor que desprendia el taladro por estar en movimiento.

La distribución dada por el Sargento Mayor tiene más sentido que la que yo había propuesto en un primer momento. El médico con nosotros en el grupo de Mando, y los fusileros más capaces en el de Vanguardia. En Retaguardia los técnicos y equipo pesado, apoyados por el consejero táctico para poder mantener el contacto en todo momento. Es la distribución ideal.

Obedeciendo la orden, paso al modo de visión infrarrojo.

A la orden, dice en tono conversacional, como si estuviera de paseo. James memoriza su posición y sus compañeros:

Retaguardia, con Bockman, artillería, Sonny, demoliciones, Billy, técnico y Sonia, tirador.

Visión infrarroja, por defecto.

Cambia el modo de visión y utiliza los siguientes tres segundos para adaptarse, procurando reconocer lo que ve. Todo son como llamaradas y veladuras, las luces y los diferentes cuerpos pulsando al ritmo de los latidos de sus corazones, las pequeñas fugas de energía de los trajes, sobreimprimiendo texturas tecológicas sobre las orgánicas, todo ello todavía atenuado por la luz del interior del taladro.

Cuando las armas comiencen a calentarse, esto será como un circo, piensa.

El ruido dentro de la cabina de transporte es insoportable y parece que eso es lo que al final la despierta. Desconecta los sensores de sonido del casco mientras mira a un lado y a otro un poco confusa y con bastante dolor de cabeza. No recuerda mucho, salvo que ese trasto no está preparado para aterrizar o al menos para frenar un poco la velocidad antes de impactar.

-Billy... - se detiene un momento, por la jaqueca - Billy lista, señor. He regresado de la muerte, aunque no se si en muy buenas condiciones. ¿Qué cojones ha pasado?

Está un poco mosqueada por haber quedado KO tras el impacto, pero la cabeza no le deja pensar como es debido, cosa mala en ese lugar y llevando una de esos paquetitos tan interesantes que debe recibir la reina con urgencia. Aunque la cosa no pinta bien por lo poco que ha llegado a captar.

Y solo falta poner la infrarroja para acabar de rematar la tirada. Al menos, puede apuntar y disparar y no será un lastre... al menos no uno muy grande.

-Siento no estar del todo lúcida. Sargento Mayor, ¿visión infrarroja y retaguardia? - pregunta para confirmar las órdenes que le ha parecido oír.

Respondo a Billy que esta despierta, pero aun no del todo repuesta:

- "Así es, Billy. Visión infrarroja para detectar enemigos con cualquier iluminación en primera instancia. Irás en retaguardia pues llevas una carga y aquel equipo se encargará de plantarlas."

Si, señor- tras oír las órdenes, Dereck se dirige a su posición en la vanguardia, mientras coloca su visión a modo infrarrojos.