Partida Rol por web

El Ocaso de los Magos

Gran Torreón - Pasillos

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05/12/2019, 18:02
Morgause

Al escuchar que Senca había pasado cerca del Bosque Dría, la aprendiz enarcó una ceja, suponiendo que había recorrido los alrededores del boque... en vez de las profundidades del mismo. Nadie en su sano juicio habría hecho eso... bueno, excepto ella pero había estado más preocupada por abandonar aquel poblado para convertirse en lo que deseaba ser. Tal vez regresaría en otro momento para descubrir los misterios que aquel sitio escondía. - Supongo que visitaste los alrededores. Los que entran al bosque... no regresan. - Explicó con total tranquilidad, como si no le preocupara el hecho de que no regresaran, ya que para ella era algo más que normal. - ¡Hmf! Dudo mucho que un mediocre como él pueda sobrevivir en ese lugar. - Aseguró el mago oscuro, dudando en demasía que Senca hubiera hecho otra cosa más que visitar el poblado que se encontraba en los lindes del bosque. - Ese privilegio lo tendrá nuestra pequeña. ¿No es así, Mor? - Preguntó la emperatriz en un tono maternal, dulce. - Luego. Primero quiero que hablen las piedras. - Respondió la joven a la voz en su mente, no dándole mucha importancia a aquel tema. Además, quería aprender algunas cosas de Eliza... o esa era la excusa que había forjado en su mente. - Y no, no te vi. - Afirmó con respecto a lo de haberse podido encontrar en algún momento mientras ella vivía en el poblado. Tampoco era como si ella le diera mucha importancia a otras personas. Eran pocos los que llegaban a llamar su atención por encima de las piedras preciosas. Sea lo que fuera, permaneció un momento en silencio, reflexionando sobre la explicación respecto a lo que era "justo". - Yo sólo tuve que elegir entre una cosa rara, unas cosas brillantes y un anillo precioso con una piedra aún más preciosa. Ah y... derramar mi sangre. - Se explicó con rapidez, quitándole importancia al hecho de que había tenido que sacrificar su sangre. De cualquier modo, no tardó mucho en asentir. - Buscaré mi propia justicia. - Afirmó, sin mirar al joven.

Ante la llegada del otro chico, la aprendiz levantó la mirada un momento, observando que se trataba de un aprendiz como ella, por el color de su túnica. Su atención se desvió del muchacho a la sirvienta, para luego asentir en silencio. - Buenas tardes. - Respondió al saludo, como había hecho con Senca en su momento, a pesar de que aún era de día. - ¡¿En serio?! ¿Otra sirvienta joven? ¡Esto es un insulto a nuestra grandeza! ¿Por qué tenemos al vejestorio? ¡¿Dónde está mi caballero o caballera en armadura dorada?! ¡No es más que una afrenta a mi pequeña! - Exclamó la emperatriz en su mente, totalmente furiosa por el hecho de que, según ella, le hubieran otorgado a Morgause la peor sirvienta. - ¡Bah! No tiene importancia. Un sacrificio de sangre es un sacrificio de sangre, sin importar si es joven o no. - Afirmó el mago oscuro, Elric, considerando que, tarde o temprano, tendrían que sacrificar a sus sirvientes para alimentar el poder de su querida Morgause. - Frederika está enojada porque es una vieja pervertida. - Aseguró la campesina, Nalyr, no perdiendo la oportunidad de burlarse de Frederika, al notar lo enojada que estaba. - ¡La osadía! Si no fuera por mi pequeña... haría que tragaras esas palabras, campesina ignorante. - Se expresó la emperatriz con cierto veneno en su voz, a lo que la aprendiz tan sólo respondió con un suspiró de puro agotamiento. Estaba cansada de que pelearan de esa forma, si bien sabía que aquello era algo usual entre esas dos. - Basta. Tenemos lo que tenemos. No sé por qué tanta importancia... - Susurró para sí misma, en respuesta a la discusión que las voces habían iniciado. - Auxibia es muy buena. Lo que importa es que sepa cocinar y que le gusten las piedras. - Dijo en un tono gentil, ignorando el hecho de que hubiera otras personas cerca de ella, como si las voces estuvieran presentes junto al resto. - Ah... soy Morgause. - Dijo al final, recordando que Misha se había presentado, aunque sin presentar a las voces en su cabeza, principalmente porque sabía que a las voces no les importaba tratar con otras personas. Usualmente les insultaban o decían algo raro.

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05/12/2019, 23:34
Arlette

Arlette abrió la boca pero de esta no salió ninguna palabra. Entrecerró los ojos y te miró por unos instantes mientras terminaba de comprender lo que le habías dicho. Finalmente cerró su boca y tragó saliva, asintiendo con la cabeza.

Gracias —dijo despacio mirándote a los ojos—. Sígueme, Lord Lorlen está esperando —explicó dándose media vuelta y disponiéndose a comenzar a caminar esperando que la siguieses por el amplio pasillo en el que se encontraban.

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06/12/2019, 00:57
Eiara

Eiara guió a Eliron por un largo pasillo con amplios ventanales en el que se podía escuchar el eco de sus pisadas resonando. Después de haber caminado unos cuantos metros, doblaron por un pasillo a la derecha, después a la izquierda, y después a la derecha nuevamente. Eiara abrió una puerta tras la cual unas escaleras en forma de caracol los invitaron a subir sus escalones. Ya habiendo subido un par de metros y después de cruzarse con una chica que por su ropa sería posiblemente parte del personal de Gran Torreón, caminaron un poco más por un pasillo lleno de ventanales de vidrio pintado que no dejaba ver al exterior. Al final del pasillo, enfrente a una puerta, se podían ver cuatro figuras, tres de ellas vistiendo la misma túnica marrón que vestía él.

Aqúi es donde nos separamos —dijo Eiara—, suerte.

Dicho esto, la joven bajó por las escaleras.

Notas de juego

Al final del pasillo se encuentran Misha, Morgause y Senca, además de una anciana que espera a un lado de la puerta que da al despacho en el que se supone que está Lorlen.

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06/12/2019, 11:42
Misha de Schwarzfels

Y a ti Misha, también te hicieron elegir algo para ser Aprendiz?

Misha dio un respingo sorprendido... -¿Te refieres durante el sueño? ¿En esa negrura infinita? Sí, tuve que elegir entre dos cosas.- Bajo el tono de su voz. -Hablé de ese sueño con una maestra, pero no me dio ninguna explicación. Me dijo que quizá el administrador le viera algún sentido o que quizá no fue nada.

Basta. Tenemos lo que tenemos. No sé por qué tanta importancia (...) Auxibia es muy buena. Lo que importa es que sepa cocinar y que le gusten las piedras.

Aquella conversación extraña, casi susurrada le dejó un poco descolocado. Tal vez estaba siguiendo el hilo de algo que habían dicho antes de su llegada. O tal vez la chica era una de esas personas "benditas" con el don de escuchar. La gente los apreciaba mucho por su capacidad de hablar con las piedras, los arboles, los antepasados,... y solían llevarles regalos y comida. Aunque nadie los quería tener realmente cerca y solían terminar viviendo solos en alguna cueza o choza apartada donde solo recibían la visita de gente que necesitaba hablar con un difunto, curar una maldición o abortar un bebe no deseado. Agitó la cabeza para sacarse esa idea.

-Un placer conoceros, Senca y Morguase.- Lanzó un vistazo a una de las esquinas, contemplando los colores de las piedras. -¿Vosotros os habéis despertado hoy también? Yo esto totalmente entumecido.- Añadió con una sonrisa nerviosa. No se le daba bien la charla social y no tenia ni idea de si la pregunta era procedente. Pero parecía que estaban en el mismo barco y que iban a ser compañeros. Así que mejor romper el hielo cuanto antes y confiar los unos en los otros.

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09/12/2019, 06:02
Irina

Irina llevó su mirada de la punta de la túnica, cerca de los pies de Milo, hasta sus ojos, con una relajada sonrisa.

Sí, está bien —dijo estirándola un poco en la parte delantera, para luego volver a mirarlo y sonreirle amablemente—. Vamos.

Irina guió a Milo por un largo pasillo con amplios ventanales en el que se podía escuchar el eco de sus pisadas resonando. Después de haber caminado unos cuantos metros, doblaron por un pasillo a la derecha, después a la izquierda, y después a la derecha nuevamente. Irina abrió una puerta tras la cual unas escaleras en forma de caracol los invitaron a subir sus escalones. Ya habiendo subido un par de metros y después de cruzarse con una chica que por su ropa sería posiblemente parte del personal de Gran Torreón, caminaron un poco más por un pasillo lleno de ventanales de vidrio pintado que no dejaba ver al exterior. Al final del pasillo, frente a una puerta, se podían ver cuatro figuras, tres de ellas vistiendo la misma túnica marrón que vestía Milo.

Ve con ellos, esa de allí —dijo señalando la puerta con la mirada— es la puerta que da al despacho del administrador. Nos vemos luego —dijo con una sonrisa y haciendo una reverencia antes de retirarse del lugar.

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09/12/2019, 15:09
Narrador

Dos nuevos aprendices aparecieron al fondo del corredor. Se trataba de Milo y Eliron, también vestidos con aquellas túnicas de tela marrón. Una brisa gélida se coló en el pasillo de vidrios tintados, recordándole a todos lo poco que debía de faltar para el solsticio de invierno y para que los copos de nieve comenzasen a caer del cielo no sólo por la noche sino también por el día, en mayores cantidades pero a menor temperatura. Aún así, las túnicas de los magos, asumiendo que eran todas como las que los aprendices vestían, no parecían especialmente abrigadas; eran ligeras y relativamente delgadas. Salir así por un par de horas significaría hipotermia sin lugar a dudas.

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09/12/2019, 15:23
Eliron

Me quedo asombrado por la belleza del lugar, el sitio me sonaba familiar. Me despido de Eiara con un movimiento de cabeza y me dirijo donde están esperando el resto de personas y les saludo. Buenas, soy Eliron Van Thering, ¿vosotros también sois aprendices?

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09/12/2019, 16:56
Milo
Sólo para el director

Milo no pudo evitar corresponder de nuevo a la sonrisa de Irina. La siguió por los pasillos admirando los detalles exquisitos que cubrían todo en aquel Torreón. No había visto nada parecido en su vida y estaba seguro de que podría pasar años recorriendo aquellos pasillos y buscando entre los secretos que ocultaban sus puertas y nunca llegaría a conocerlos todos. 

Saludo amable a la joven con la que se cruzaron y llegó el momento de despedirse. - Muchas gracias por todo Irina, te veo luego. - dijo con sinceridad mirando a los ojos de la joven. 

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09/12/2019, 17:01
Milo

Por el fondo del pasillo aparecieron un chaval joven, que no habría visto 16 primaveras, que vestía la túnica marrón de los aprendices y una joven, de más o menos su misma edad, cuyo comportamiento la acabaría revelando como un miembro del servicio. Cuando hubieron recorrido la mitad del pasillo, la joven morena se detuvo y se giró a decirle algo al aprendiz para después hacerle una reverencia y retirarse caminando hacia el fondo del pasillo. El joven añadió algo,   y continuó andando en dirección al resto de aprendices no sin antes, tras haber andado un par de pasos, volverse tímidamente a ver si la sirvienta había se había vuelto a mirarle o había seguido andando.

Lo habíais visto antes, durante el tiempo que tuvisteis que esperar a las afueras del gran torreón. Seguramente fuese el más joven de los que había acudido a la prueba y quizá por eso os llamó la atención. O quizá no. El caso es que el joven que se acercaba por el pasillo era un chaval bastante delgado, de aspecto frágil pero que en ese momento sonreía tímidamente mientras dedicaba un momento a mirar a cada uno de los presentes.

Hola. - dijo aprovechando la presentación que acababa de hacer Eliron. - Yo soy Milo. - se presentó con timidez. - Creo que sí, me suena haberos visto haciendo cola para entrar a la cabaña. - añadió respondiendo a Eliron. - Pero creo que falta uno. Me tocó entrar el último así que pude ver las pruebas de todos los demás y hubo seis personas antes que yo que no volvieron a salir de la cabaña. - explicó al resto con la mirada clavada en el suelo, la timidez hecha persona. 

Notas de juego

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09/12/2019, 17:46
Eliron

El primero que me responde es un chaval enclenque, en otras situaciones me habría reido o incluso me habría puesto algo gallardo, pero tras un mes sin haberse despertado, la cosa era bien distinta... No me sonaba para nada el chico, me pregunto al princio si un chaval como él ha podido pasar... Me enfurezco conmigo mismo, alguien más débil podría haberlo hecho mejor que... 

... Le presento mi mano para un apretón Encantado Milo, ¿vosotros también soñasteis o cuál fue vuestra prueba? Pregunto muy interesado. 

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09/12/2019, 17:58
Morgause

Cuando Misha dijo que era un placer conocer a Senca y a Morgause, la aprendiz simplemente asintió en silencio, sin darle mucha importancia a esas palabras. ¿Placer conocerla? ¿Por qué? No tenía sentido. Sea lo que fuera, ante la pregunta del muchacho, la joven se encogió de hombros, aún sin levantar la mirada para mirar a alguno de los otros dos aprendices. - Desperté hoy, sí. No sé cómo hice para dormir tanto pero eso es lo que Eli dijo, así que le creo. - Respondió con tranquilidad y sin preocupación alguna por el hecho de que hubiera estado tanto tiempo durmiendo. No era normal pero tampoco la preocupaba, debía de ser algo normal para los magos, y ahora ella era una de ellos. Por otro lado, no dudó en llamar de esa forma a la profesora, como si fuera una amiga de toda la vida. - Aunque creo que Eli dijo que yo fui la primera en hacerlo... - Agregó con cierta indiferencia, a pesar del hecho de que las voces parecían estar bastante orgullosas de que hubiera sido ella la primera en despertar. - Por supuesto. Mi pequeña posee un gran potencial, no como estos... campesinos. Es una afrenta que la agrupen con estos fracasos. - Aseguró la emperatriz, antes de hacer un sonido como si estuviera a punto de vomitar debido a la presencia de los llamados "campesinos". - Por más que me moleste reconocerlo... la ignorante de Frederika tiene razón. No veo otra cosa más que mediocridad en este lugar. El administrador debería de disculparse por hacer esperar a mi querida Morgause junto a éstas patéticas excusas de magos. - Se expresó el mago oscuro, ciertamente de mal humor, como si la presencia de los otros aprendices pudiera contagiarla de mediocridad. - Yo creo que estamos perdiendo tiempo... ¡Quiero robar algo! De seguro hay oro o plata. O gallinas. El otro dice que no hay pero no le creo. Seguro que las quiere todas para él. No te fíes de ese chico, Mor. - Advirtió Nalyr, la campesina.

No obstante, la llegada de otros dos aprendices, de acuerdo al color de sus túnicas, llamó la atención de la joven por un instante, elevando su mirada de manera breve para responder al saludo de uno de ellos. - Malas. - Dijo de manera simple en contraposición al "buenas" de Eliron, como si pensara que aquella era la respuesta correcta a dicho saludo. Sea lo que fuera, no tardó mucho en volver a bajar la mirada, tras observar a los dos por un momento. - Morgause. Sí, soy una aprendiz. - Aclaró con la mirada baja, observando cierto detalle del suelo. ¿Eso era una grieta? Habría sido mejor que estuviera cubierto de hermosas piedras brillantes. - No eres sólo una aprendiz, eres la mejor aprendiz entre este montón de desperdicio de carne. Nunca lo olvides, mi pequeña. ¡Juntos le demostraremos nuestra superioridad a la existente mediocridad! - Exclamó el mago oscuro en su mente, dejándose llevar por la emoción, demostrando su ira hacia aquellos que consideraba inferiores a él. - Por una vez, concuerdo con lo que piensa el demente. Sería bueno que ese iluso del administrador comprendiera esa verdad y nos proveyera de sirvientes que tengan cierta utilidad. - La voz de la emperatriz parecía mantener aquel desagrado por la presencia de Auxibia, a lo que la aprendiz no tardó en responder al poner los ojos en blanco. Seguía sin comprender el porqué le daba tanta importancia a la edad de la pobre anciana. Ella no necesitaba una sirvienta, por lo que ni siquiera quería que Auxibia hiciera su trabajo. De cualquier modo, escuchó con atención lo que Milo tenía para decir, a pesar de que mantenía la mirada aún en el suelo. - Un sueño, también. Creo. Tuve que elegir. Me corté la mano y derramé sangre en un cuenco. La voz me engañó. Yo pensé que podría elegir a los tres. No me gusta elegir. - Le respondió a Eliron, para luego continuar mirando la superficie del piso. No pudo evitar preguntarse cuándo pasarían a hablar con el administrador. Parecía que aún faltaban dos. Esperaba que no la metieran en problemas por dos que parecían estar demorándose bastante. - Nada que un par de azotes no puedan resolver. - Aseguró la emperatriz en su mente.

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09/12/2019, 19:21
Mérope

Mérope te guió por un largo pasillo con amplios ventanales en el que se podía escuchar el eco de sus pisadas resonando. Después de haber caminado unos cuantos metros, doblaron por un pasillo a la derecha, después a la izquierda, y después a la derecha nuevamente. La anciana abrió una puerta tras la cual unas escaleras en forma de caracol los invitaron a subir sus escalones. Ya habiendo subido un par de metros y después de cruzarse con una chica que por su ropa sería posiblemente parte del personal de Gran Torreón, caminaron un poco más por un pasillo lleno de ventanales de vidrio pintado que no dejaba ver al exterior. Al final del pasillo, frente a una puerta, se podían ver seis figuras, cinco de ellas vistiendo la misma túnica marrón que vestías tú, y la sexta era una anciana, posiblemente de la misma edad que Mérope y con una vestimenta muy similar a la que esta última llevaba puesta.

Esa puerta de allí da al despacho del administrador —dijo señalándola con el índice e inclinándose unos centímetros hacia ti para tener un mejor ángulo desde el cual señalar—. Esos creo que son los otros aprendices —señaló, posando su mirada sobre ellos—, y ella es mi hermana, Auxibia —explicó haciendo referencia a la anciana que custodiaba la puerta al despacho—. El administrador los atenderá pronto, según me dijeron. —Mérope cerró los ojos brevemente y asintió con lentitud— Bueno, me retiro —dijo con amabilidad antes de disponerse a emprender un lento descenso por las escaleras por las cuales habían llegado hasta allí.

Notas de juego

Si vas con ellos, marca a todos menos a Kai, que aún no llega.

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09/12/2019, 20:02
Sarthan

No recuerdo haber estado nunca en el interior de un edificio así, es antiguo pero se mantiene en bastante buen estado, parece que quienes lo construyeron se tomaron en serio la labor, paredes sólidas, grandes ventanales, ornamentos en cada rincón, tantas puertas que pierdo la cuenta, escaleras, pasillos, ciertamente es un lugar inmenso. La anciana me señala la puerta, en la que otra mujer tan antigua como esa construcción, está junto a cinco jóvenes. No es difícil adivinar quienes son ellos, tampoco quién es la anciana, menos con la descripción que la mujer me acaba de dar. - Gracias - le respondo cuando se retira y camino hacia el grupo. La puerta está cerrada, la reunión no ha empezado y me agradezco haber priorizado terminar el desayuno.

- Hola Auxibia - le digo a la anciana y le sonrío. El resto tal vez esté conversando, por mi parte pueden seguir haciéndolo, no es para hablar sino para escuchar que me han convocado. Me quedo en silencio unos instantes, evitando interrumpir, sin intención de entrometerme.

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10/12/2019, 07:17
Senca Temno

Ya somos muchos, uno, dos, tres, paré de contar, casi estamos todos, o eso creo. 

Soy Senca, encantado, si somos aprendices, respondí amable al primer chico que llegó. 

Otro chico intrigante, los dioses no distinguen a que personas le dan sus dones, pensé de Milo, no parecía un aventurero, aunque no era algo que me importará. 

Así que todos hemos despertado ahora, parece como si estuviera medido ¿verdad?, pensé en voz alta. 

También estoy "entumecido" respondí con cierta duda, suponía lo que significaba por el contexto, aunque no estaba seguro del todo. Supongo que debo entrenar, el sueño hace débiles a las personas, no puedo permitirmelo. 

Después escuché al último en llegar, tenía curiosidad por el sueño/elección, como yo. 

Yo también tuve que elegir aunque fue extrañamente sencillo, había un hombre que había matado a una mujer, y yo tenía una espada. ¿Qué querrán descubrir?. Volví a pensar en voz alta. 

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11/12/2019, 10:23
Kai
Sólo para el director

Me dispuse a seguirla sin más a través del enorme pasillo mientras me asombraba de las espléndidas vistas que proporcionaba aquel Torreón, tanto por dentro como por fuera... 

Procuré estar atento al camino e intentar hacerme un mapa mental del laberinto por el que circulábamos. Quería ser capaz de poder volver a la habitación por mi mismo si me lo propusiera, además de poder moverme por los pasillos con soltura lo antes posible.

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11/12/2019, 12:10
Milo

Milo estrecho la mano de Eliron, no era un apretón fuerte pero intentó que fuese firme. Luego escucho lo que decían los demás sobre los sueños que habían tenido. Se estremeció cuando el tal Senca habló tan a la ligera de haber matado a un hombre, sí, era un asesino pero aún así... - Según he podido saber, el sueño no forma parte de la prueba. La prueba la pasamos en la cabaña cuando Lady Eliza miró en nuestra mente, se supone que el sueño forma parte del proceso para despertar la magia. - dijo intentando aportar algo a la conversación. - Aunque he oído que nunca antes había durado tanto, un par de días como mucho. - añadió. 

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11/12/2019, 12:56
Morgause

La aprendiz volvió a levantar la mirada en el momento en el que otro chico se acercó al grupo, notando que se trataba de otro aprendiz. En vez de saludar al resto, el muchacho se limitó a saludar a Auxibia, algo que sorprendió a Morgause, principalmente porque no había imaginado que otro aprendiz conocería el nombre de su sirvienta. ¿De qué la conocía? Sea lo que fuera, no tardó demasiado en volver a mirar el piso, sin darle mucha importancia al asunto, incluso si a algunas de las voces no parecía haberle agradado el hecho de que el chico hablara con la sirvienta de la aprendiz. - ¿Está hablando con nuestro vejestorio? ¡La osadía! ¡La anciana es nuestra! ¡De seguro planea seducir al vejestorio para que envenene la comida de nuestra pequeña! - Exclamó la emperatriz en un tono que dejaba en claro que aquello no le había agradado en lo más mínimo. Si hubiera tenido un cuerpo para sí misma, no habría dudado en retar al muchacho a un duelo, luego de lo que ella veía como una afrenta hacia su querida Morgause. - Mm... ese sería un buen plan. Es normal que se sienta intimidado por el potencial de Morgause. Los mediocres siempre buscaran una forma de deshacerse de aquellos que son superiores a ellos. ¡Sangre, horror! ¡Nadie tocará a nuestra querida y brillante gema! - El mago oscuro no dudó en expresarse de manera apasionada en la mente de la joven, ciertamente compartiendo la forma de pensar de Frederika, la emperatriz. Sin embargo, ante aquellas palabras, la aprendiz tan sólo puso los ojos en blanco, considerando que las voces estaban exagerando como siempre. Debía de ser un amigo de Auxibia o algo parecido, no había motivo para alarmarse, y la sirvienta podía tener todos los amigos que quisiera. Morgause no pensaba decirle lo que podía o no podía hacer.

Ante el comentario de Senca, respecto a que hubieran despertado durante el mismo día, la joven tan sólo se encogió de hombros. Eso no quitaba el hecho de que hubieran despertado más tarde que otros aprendices, teniendo en cuenta que, según Eliza, lo normal era que durmieran por uno o dos días, mientras que ellos habían dormido durante un mes. No sabía si eso era algo malo o bueno, la verdad, aunque tampoco le importaba demasiado. Lo único que importaba, era que ahora tenía el poder que deseaba, tan sólo debía de aprender a usarlo. - Eli dijo que dormimos por un mes, y que lo normal es un día o dos. - Se explicó con rapidez, con la mirada aún concentrada en el piso. Estaba cansada de esperar allí, quería oír lo que el administrador tenía para decir y luego hacer algo divertido, o buscar piedras brillantes. Cualquier cosa era mejor que estar sentada en ese sitio. No tardó en volver a encogerse de hombros al oír a Senca decir que el sueño debilitaba a las personas. Ella siempre había sido débil, por lo que no tenía importancia si era más débil ahora o no. ¿Para qué deseaba fuerza física si podía contar con el poder de la magia? Además, tenía otra clase de prioridades como para preocuparse por algo así. - Sólo los esclavos se preocupan por la fuerza física. ¡Un mago no es otra cosa que un dios en carne y hueso! ¡Imagina las posibilidades, mi querida Morgause! - Exclamó el mago oscuro en su mente, dejando en claro que no había necesidad de preocuparse por algo tan irrelevante como el poderío físico, algo más digno de un ser ignorante y carente de futuro. - Concuerdo con el vejestorio. Mi pequeña será una emperatriz tan maravillosa como mi propia persona. No escuches a los campesinos. - Aseguró Frederika, demostrando el orgullo que sentía por la aprendiz. - Yo sólo quiero terminar con esto y aprender algo... - Dijo la joven en respuesta a lo que las voces habían expresado. Si bien le importaba alcanzar la grandeza para llamar la atención de ciertas personas, en ese momento tenía otro intereses.

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11/12/2019, 14:48
Sarthan

Inquietos. Me cuesta no escucharlos en este parloteo que no parece tener otro propósito que el de romper el silencio, comparten con ansias los pedazos de verdad que otros le dieron, como si eso los acercase a lo que realmente estaba ocurriendo. Ella me mira, un instante nada más, sus ojos prefieren el piso y no la culpo. El resto habla de un sueño, de una elección, de dormir y de despertar, de un tiempo que debió haber durado unos días y en su lugar duró un mes, exactamente un mes. Palabras que evocan una y otra vez la misma experiencia que he vivido, al menos eso nos une, más que con cualquier otro mago que camine por esta academia.

Hablan también de alguien, de Eliza. No puedo evitar mirarlos cada vez que la nombran, podía entender que a todos nos hubiese evaluado la misma hechicera, junto al otro, el que puso su mano en mi pecho. Puedo entender que se preocupase por todos nosotros, eso tiene más sentido que el pensar que lo había hecho sólo por mi. Puedo entender que en su afán de ver cómo están sus futuros alumnos se hubiese acercado, incluso puedo confiar en que esa preocupación que mostró fue genuina. Pero no comprendo cuándo ha hablado con ellos, cuándo? cómo? todos despertamos a la vez, todos hemos llegado hace poco, algunos parece que recién acaban de conocerse, pero Lady Eliza estuvo conmigo hasta recién. No dejas de sorprenderme, pienso y sonrío.

La voz de ella era más dulce que la de los demás, aunque estaba teñida de impaciencia. Me da gusto escucharla, y más aún cuando sus palabras rompen un diálogo que sólo nos conducía al mismo lugar en que habíamos comenzado. La miro, como si esa corta frase hubiese sido un poema - También puedes elegir aprender algo de esto - le contesto. Clavo mis ojos en los suyos, sin atreverme a entrar en el interior de lo que ellos esconden, ni mostrar a través de los míos mi insondable silencio. Entonces, sin más, le sonrío como lo hace un niño.

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11/12/2019, 17:30
Arlette

Arlettete guió por un largo pasillo con amplios ventanales en el que se podía escuchar el eco de sus pisadas resonando. Después de haber caminado unos cuantos metros, doblaron por un pasillo a la derecha, después a la izquierda, y después a la derecha nuevamente. Arlette abrió una puerta tras la cual unas escaleras en forma de caracol los invitaron a subir sus escalones. Ya habiendo subido un par de metros y después de cruzarse con una chica que por su ropa sería posiblemente parte del personal de Gran Torreón, caminaron un poco más por un pasillo lleno de ventanales de vidrio pintado que no dejaba ver al exterior. Al final del pasillo, enfrente a una puerta, se podían ver siete figuras, seis de ellas vistiendo la misma túnica marrón que vestías tú. La persona restante era una anciana que, por su ropa, se trataría posiblemente de una sirvienta como Arlette.

Esa puerta de allí da al despacho del administrador —dijo señalándola con el índice—. Los atenderá pronto, según me dijeron. —Arlette se giró y volteó un poco la cabeza hacia ti. Luego de unos instantes en los que pareció dudar si decir algo o no, finalmente volvió a enderezarse—. Hasta luego.  —dijo antes de dirigirse nuevamente hacia la escalera por la cual habían llegado al lugar.

Notas de juego

Marca a todos cuando te vayas a ir a presentar ante el resto.

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11/12/2019, 18:44
Misha de Schwarzfels

Buenas, soy Eliron Van Thering, ¿vosotros también sois aprendices?

-Buenos días. Yo me llamo Misha de Schwarzfels.- Respondió el joven, preguntándose si el nombre del recién llegado debería sonarle. Los apellidos que empezaban por "von", "van" o "zu" solian corresponder a casas nobles.

así que pude ver las pruebas de todos los demás y hubo seis personas antes que yo que no volvieron a salir de la cabaña.

-Yo no me acuerdo de nadie que entrase antes de mi.- confesó impresionado por la memoria ajena. -Estaba bastante nervioso. Me acuerdo de la gente por la espera en la explanada los días antes de que empezase la prueba.

Supongo que debo entrenar, el sueño hace débiles a las personas, no puedo permitírmelo.

-Es lo mismo que pensé yo. A poco me caigo al levantarme. ¿Qué deporte o ejercicio practicáis? Podríamos hacer algo conjunto. En mi casa yo solía correr al amanecer y entrenar con la espada o el arco según el día.- La idea salió de sus labios antes de pensárselo, quizá el otro no estuviese interesado, pero Misha añoraba las practicas con el resto de los soldados.

Según he podido saber, (...)un par de días como mucho. - añadió.

-Lady Eliza me ha comentado eso mismo. Se sorprendió cuando le conté del sueño y me dijo que quizá no fuese nada pero que de ser algo, solo el administrador conocería el motivo. Pero si todos hemos tenido que elegir entre dos cosas... es que significa algo. Estoy convencido. Espero que sea un buen augurio.

 

Guardó silencio en el ultimo momento. la respuesta de el tipo que no les había dicho su nombre a Morgause le pareció demasiado directa, pero no quería meterse en medio. Era todo tan raro cuando uno dejaba su hogar atrás. ¿Qué era descortes y que era una costumbre diferente?