Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Alex y Walter: Un trabajo sencillo

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27/03/2011, 21:15
Alex Arnold

Ante la confirmación de su marido de que no le importunaba que lo acompañara a Alex se le iluminó el rostro y bajó del auto para ir junto a él. En un arranque que hacía mucho no sentía, la muchacha lo abrazó y lo besó dulcemente. Desde que los problemas económicos se habían vuelto una constante, la relación se había enfriado, y aunque ella sentía que lo quería tanto como el día que había firmado los papeles del matrimonio, las muestra de afecto habían quedado guardadas en el congelador.

-Vamos entoces- le dijo mirándolo a los ojos y sin soltarse de su cuello aún.

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28/03/2011, 18:26
Director

No tiene porque pasar nada, a no ser que lo que se encuentre tras ese montón de hormigón sean chupasangres al más puro estilo la " teta enroscada ", ninguno de los dos sabéis que os váis a encontrar ahí dentro por lo que no es una mala idea entrar los dos juntos. Quizá necesiten algún dato familiar.

En cualquier caso os dirigís hacia la entrada, a la carrera, por culpa de la lluvia.

La puerta rotatoria da acceso a un enorme hall, adoquinado en baldosas blancas y negras a semejanza de un escaque. Un guardia de seguridad os retiene después de cruzar la puerta.

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28/03/2011, 18:30
Guardia de Seguridad

Un hombre joven, cuerpo de seguridad del edificio, está frente a un boletín en el que debe de apuntar quién entra y quién sale cada vez del edificio.

Su profesionalidad es excelente y tiene una agradable voz en la que cualquier persona se sentiría agradecido por el recimiento que ofrece a cualquier ciudadano. Aunque no es muy alto si que aparenta mas edad de la que tiene, por lo que la gente le suele tratar como a un hombre maduro.

-Buenas noches señores. ¿Han concertado alguna cita esta noche?-

Deja apoyado un bolígrafo sobre el boletín de notas y se encarga de recoger un detector de metales. No tardará en usarlo mientras va recogiendo el motivo que os ha llevado hasta allí.

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31/03/2011, 18:04
Director

Tras el visto bueno apunta algo en el papel y asiente, señalando dirección al ascensor.

-Subid por ese ascensor del fondo. Quinta planta, no tiene perdida.-

El mismo se encuentra tras un gran mostrador de cristal donde un par de secretarias están recogiendo sus cosas. Posiblemente ya hayan terminado su jornada de trabajo. En cuanto os acercáis un par de empleados, vestidos con traje y maletines salen por el ascensor. Os dan las buenas noches y marchan con paso ligero para volver con sus familias. Subís y marcáis la quinta planta como es indicó el guardia.

El raqueante ascensor que produce un inquietante e incesante chirriar os conduce hasta el quinto piso, donde al final de un largo corredor enmoquetado en rojo se divisa una puerta entreabierta e iluminada. No hay nadie más por el pasillo.

Una placa metálica sobre la misma puerta indica que es la oficina de la Srta. Silverstone.

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31/03/2011, 19:01
Walter Ross

El edificio tenía seguridad. Un guarda y detectores de metal. Parecía un sitio con dinero, a juzgar por la decoración y el tamaño de las salas.

Siguen las indicaciones del encargado de la seguridad y encuentran fácilmente el despacho de la Srta. Silverstone. Antes de llamar a la puerta se detiene y mira con curiosidad a Alex.

-Vamos allá- dijo antes de llamar a la puerta para avisar de su llegada y empezó a abrir la puerta- ¿Se puede?

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03/04/2011, 19:44
Meredith Silverstone

Conduces vuestros pasos hacía el final del pasillo donde una puerta entreabierta os espera. Walter cogida de la mano de Alex abre la puerta despacio y una mujer alta, bien parecida, rondando la cuarentena y con algunas canas ya florecientes en larga melena castaña os  recibe. Va enfundada en un largo vestido gris de franela con apariencia de ser considerablemente caro.

La mujer se gira, que estaba de pie mirando tras un gran ventanal con las manos tras la espalda. Diriáis que parece tener algo de prisa tras escuchar si se podía pasar. Así que lo que dice lo suelta de una forma bastante directa mientras recoge algunas de sus cosas:

-Vd. debe de ser el periodista que vamos a contratar, ¿me equivoco?. Espero que no le moleste que la reunión se lleve a cabo en otra parte, más todavía no he cenado y tengo una mesa reservada en el restaurante para dentro de veinte minutos. Si no le importa podemos hablar largo y tendido sobre el tema durante la cena.

Rápidamente va hacia un perchero donde tiene colgado su abrigo. No parece convencida de si sois pareja o ya habéis sido casados. En cualquier caso no parece incómoda por que tenga que invitar a una más a la cena, si se diera el caso de que aceptáis. ¿Es su mujer?.-

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04/04/2011, 03:45
Alex Arnold

El edificio había sorprendido a Alex con todo su esplendor. Se notaba que era una exquisita obra de arquitectura y decoración; evidentemente allí se movía mucho dinero.

Alex tomó el ascensor y luego caminó por el pasillo rumbo a la oficina donde aguardaban a su esposo, todo el tiempo tomada del brazo de él. Tenerlo cerca le daba la seguridad que todo aquel lujo le quitaba.

-Vamos- respondió ante su gesto cuando se frenaron frente a la oficina donde los aguardaba la señorita Silverstone.

Entraron y vieron a una guapa mujer madura, evidentemente rica y poderosa, ya que tanto su actitud como su vestimenta parecían gritarlo.

-Si srta. Silverstone. Soy Alexandra Arnold, la esposa de Walter. Espero que no le incomode que haya venido pero dada la hora no quise quedarme sola en casa- la realidad era totalmente distinta. Ella no había querido que Walt no fuera solo a ese lugar pues todo había sucedido de forma muy extraña. Sin embargo no quería meterlo en problemas por eso intervino antes de que él dijera algo. -Si me permite, iré con vosotros.-

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05/04/2011, 13:21
Meredith Silverstone

La mujer en cuanto termina de recoger sus cosas sobre la mesa del despacho, estrecha su mano con apego a los dos. La notáis muy agradecida por aceptar esa cena, de lo contrario la directora es de esas personas que actúan sin pensar y prefiere decidir las cosas con forme se va acercando el momento, probablemente una negativa por parte de Walter hubiera acarreado un pequeño cabreo y hubieráis terminado la reunión en una de sus oficinas de forma rápida y contundente. En definitiva, por su forma de ser no os extraña lo más minimo que haya escalado puestos hasta llegar a ser la directora de una empresa como esa.

-He reservado una mesa en un pequeño restaurante Italiano, cercano al Great Park. Está un par de manzanas calle abajo. ¿Habéis venido en coche? Y no te preocupes por tu esposa, también podemos invitarla, ¿no?. La mujer con la chaqueta doblada la apoya sobre su brazo y hace intención de salir del despacho. No sin que antes lo hagáis vosotros, ya que permanece con la mano libre sobre el pomo de la puerta hasta que crucéis el umbral. A lo que añade:

Por cierto. Espero que le gusten las sensaciones fuertes Sr. Ross...-

Walter siente un ligero cosquilleo como si antes de subir al coche, sin ni siquiera salir del despacho, esa reunión ya hubiera dado comienzo.

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07/04/2011, 02:57
Alex Arnold

-Si señorita Silverstone, hemos venido en auto. Si desea puede venir con nosotros aunque creo que su vehículo no se comparará en nada con mi viejo escarabajo. Para no importunarla, denos la dirección e iremos para allá.

Alex intentó llenar el silencio de su esposo hablando rápida y atropelladamente. La mujer que tenía delante se vía segura de sí, capaz de hacer lo que fuera para alcanzar sus objetivos y ellos sólo serían peones que emplearía mientras le sirvieran. Sin embargo, dado el estatus del lugar y la apariencia de Meredith, seguramente el trabajo estaría bien pago. 

La chica Arnold encabezó la marcha cruzando primera el umbral de la puerta pero no se alejó mucho. Hasta que Walter no estuvo con ella no siguió adelante. No le había gustado nada el tono que la empresaria empleara con su esposo luego de invitarlos a abandonar la sala.

¿De qué se trata todo esto? Tanto secreto, tanto misterio... Espero querido mío que no estén intentando embaucarte...

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08/04/2011, 19:06
Meredith Silverstone

El ascensor queda justo enfrente dónde esperáis unos pocos segundos hasta que la puerta se abre para bajar hacia la planta de recepción. A la mujer le parece un buen momento para ir abriendo conversación de camino hacia el coche. -Empezaré con una breve presentación, si me lo permitís. Somos la mayor industria química del país. Trabajamos con sosa caustica. Es una sustancia blanca que tiene diversas funciones. Fabricamos jabón, y principalmente un producto desatascador. Algunos comerciantes de aceintunas también lo utilizan para eliminar un ácido de la aceituna. Sonríe de forma agradable por ese último comentario.

Llegáis a la planta baja y con paso raudo os dirigís hacia la salida, dónde amablemente el agente de seguridad os da las buenas noches. Silverstone abre el paraguas y continúa la conversación permitiéndote que os coloquéis bajo su -grande- paragüas para no mojaros.

El Domingo pasado recibimos una noticia impactante a la vez que extraña. Un carguero, con destino a Boston, estaba previsto para llegar ese mismo día a Massachussets y traernos nuestra mercancía. Al parecer no pudo llegar por situaciones que desconocemos... Pero por favor, le contaré más en la cena. Hace referencia especialmente en Walter con ese último comentario.

Por cierto, si lo prefieren pueden seguirme con el coche.- La mujer se detiene ante un chrysler de color rojo, esperando a que os montéis en vuestro coche para seguirla hasta llegar al restaurante.

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08/04/2011, 19:13
Director

Seguís al coche de Meredith por la misma avenida. Y una par de manzanas más allá se encuentra el Great Park, una zona muy transitada de bares y buenos locales en los que disfrutar por las noches. La zona está perfectemente estudiada para que los coches puedan aparcar con facilidad, así que por suerte no os supone un problema.

El restaurante Italiano es un local muy reducido, sin embargo las enormes cristaleras dejan ver lo abarrotado que se encuentra el local, con gente incluso haciendo cola en el exerior a pesar de los tres grados bajo cero que marcan los termómetros esa noche. Pese a ello, vosotros cruzáis junto a Meredith sorteando la cola y un amable camarero os conduce hasta un reservado en un umbrío rincón cercano a las cocinas.

El interior del local es perfecto. Desde los grandes ventanales podéis ver toda la parte este del  gran parque, incluso se percibe el movimiento de los árboles con la brisa otoñal. La iluminación le da una especie de penumbra a vuestro rincón en el lujoso restaurante. Sobres la mesas hay un típico adorno con una vela encendida.

A pesar de la gran multitud de gente de todo tipo de economía, todo se encuentra en un agradable silencio.

Imagen externa a Comunidad Umbría

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08/04/2011, 19:13
Meredith Silverstone

-Espero que os guste. Dicen que es el mejor restaurante de la ciudad. Con una sonrisa apoya la chaqueta sobre el respaldo de la silla. Poneros cómodos mientras tanto. Enseguida vengo.-

Le hace un gesto con las manos a uno de los camareros, como avisándole de que ya pueden ir preparando las cosas. La verdad que a Meredith se la nota como si fuera por su casa, como si ya hubiera visitado este restaurante docenas de veces.

Sus pasos van hacia el baño.

Notas de juego

Hemos hecho un pequeño salto en la escena para adelantar.

¿Porqué no posteas Walter?. Joder tio, no digo nada porque me sabe muy mal por Potty que lo hace de puta madre. Pero ostia, postea algo, aunque sea dos líneas.

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08/04/2011, 19:49
Walter Ross

Llegan al restaurante, parece bien decorado y lujoso. Era un sitio agradable para una cena. Y más para convencer a alguien de hacer algo que se le escapa de la rutina. Apenas le dijeron bien de qué trataba el asunto, solo le pusieron la miel en los labios para contarle el resto en la cena.

Pero durante el viaje hacia el restaurante, Walter solo pensaba en las palabras que le habían dicho. La mujer trabajaba para una industria química y han perdido uno de sus cargueros. A primera vista, no parece nada que requiera la atención de un periodista de fenómenos extraños, más bien de la policía. Y esta parte concreta es la que más le llamaba la atención. Si lo querían a él en vez de a las fuerzas del orden debía ser por alguna razón. Y él estaba deseando preguntársela. Sin embargo, se esperó a la cena para hacerlo, sabía que hasta entonces no le contarían todo y no quería quedarse sin la respuesta.

Una vez allí, Silverstone les dice que se pongan cómodos, momento en el cual Walter retira de la mesa una de las sillas y hace un gesto a Alex para que se siente.

-Bueno- dijo aprovechando la ausencia de Meredith- ¿de qué crees que va todo? Lo del carguero suena extraño, pero nada que requiera de tanto suspense ni de mi presencia aquí, ¿crees que hay algo más?

Notas de juego

Perdona que no te avisara, esta semana he estado con unos cuantos parciales. Pero ya estoy al 100%, palabra.

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12/04/2011, 04:07
Alex Arnold

Siguieron raudamente a la señorita Silverstone mientras les iba comentando acerca de su firma y las actividades que desarrollaban. Alex tenía idea de que era la sosa cáustica de verla en cientos de prospectos de limpiadores de baño y otros productos similares. Lo que le llamó mucho la atención es que también se utilizara en la industria alimenticia. Por ser ella chef le resultó curioso no haber oido antes acerca del tema. Tal vez no se trataba de una práctica muy ética, de ahí que no la conociera.

Se separaron de la ejecutiva y subieron al pequeño escarabajo. Siguiendo el auto de Meredith arribaron al restaurante sin ningun tipo de problemas. Al descender del auto y ver hacia donde se dirigían, la joven Arnold se sintió bastante incómoda. De haber sabido que tendríamos una cena de lujo me hubiera arreglado un poco. Su cabeza no pudo menos que pensar en lo gastados que estaban sus jeans o en lo pálida que debía verse sin maquillaje. Sin embargo no dejó que la turbación se notara. Para que su esposo consiguiera el trabajo, ellos debían aparentar seguridad en quienes eran.

Entraron al lugar y se dirigieron a la mesa reservada. Alex aceptó con una sonrisa el gesto galante de Walter. Siempre estaba en los pequeños detalles y aunque ella era una mujer moderna, se sentía halagada cada vez que su marido la trataba tal como una dama.

-Gracias Walt. La verdad es que no se muy bien que pensar. Como bien dices, si se tratara de un robo o un secuestro hubieran llamado a la policía. No creo que el carguero se haya esfumado así como así en el medio del océano. Se me hace que aquí hay gato encerrado.- La joven dirigió su mirada, pensativa, hacia donde había ido la ejecutiva. -Parece que tendremos que esperar a que la señorita Silverstone regrese y se digne a contarnos el resto de la historia. Por ahora propongo que disfrutemos de esta cara cena que corre a cuenta de la WCI.

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12/04/2011, 14:06
Meredith Silverstone

La mujer regresa del baño y toma asiento dónde había dejado colgada su chaqueta. Hace un gesto para que os acerquéis un poco y la podáis escuchar sin que nadie más se entere. -No os dejéis engañar por el lugar. La gente por aquí tiene un aspecto de ricachón creído. No los aguanto... pero el lugar es perfecto para hacer este tipo de reuniones improvisadas. Por eso acepté que viniera su mujer Sr. Walter. Al menos espero que a ella no le importe compartir mesa con la futura jefa de su marido.

No sabéis porqué pero parece que la mujer os va a caer mejor de lo que teniáis previsto. En cualquier caso, la mujer parece que ya había hecho el pedido, por lo que aunque ella se disculpa no váis a tener el privilegio de pedir a la carta. Por cierto antes de venir aquí ya había hecho el pedido. Ya avisé al camarero de que seríamos dos más cuando fuí al baño. Pedí ensalada, y rissoto especial de la casa para tres. Sin olvidar la pasta al funghi que me encanta y el vino rossato.

Al cabo de unos 25 minutos, entre conversaciones amenas y que tiene que ver principalmente con el trabajo de Walter la comida está servida en la mesa. La mujer realmente tiene una voz de esas con son agradables de escuchar para mantener una conversación. Siempre mira a los ojos al hablar.

Os comentaba que... que somos la mayor industria química del país. Fabricamos jabón, y principalmente un producto desatascador... Esta semana nuestro carguero de Islandia con destino a Boston, tuvo problemas para embarcar. Y al parecer no pudo llegar a tiempo para descargar nuestra mercancía, de hecho aún no hemos recibido noticias del transporte. Y estamos perdiendo clientes.

Desconozco los motivos, por eso estoy aquí. Para contratar los servicios de su marido y que viaje a Reikiavik. Usted podría acompañarle si lo desea, además tengo entendido que es una estupenda cheff, quizá tenga un montón de posibilidades para seguir demostrándolo. Trata de llevar la conversación lo más amena posible. A no ser que Walter no esté dispuesto a aceptar el trabajo.-

Hace una pausa para probar la ensalada y, de paso saber cual es la primera impresión de la pareja, especialmente Walter.

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14/04/2011, 03:54
Alex Arnold

Alex fue perdiendo poco a poco sus reservas. La mujer que los llevara hasta aquel restaurante era muy agradable y capaz de entablar conversación con ellos dos comos si de una vieja conocida se tratara. La chica no perdía de vista que estaba acostumbrada a mandar y que las cosas debían ser como ella quería. Sin embargo no por eso era una persona altanera o creída y tras el tiempo transcurrido hasta que la comida alcanzó la mesa la confianza se asentó en la joven Arnold. Meredith estaba allí para ofrecerles un trabajo serio.

-Muy buena elección de los platos Meredith. Espero que no le moleste que la llame por su nombre- un poco sonrojada por el atrevimiento, Alex probó otro bocadillo del plato que le habían servido. No por nada aquel restaurante era tan exclusivo. Ella, por su profesión, sabía que la cocina del lugar era excelente y ahora que tenía la oportunidad de catarla de primera mano no hacía más que confirmarlo. Tomó un sorbo de vino y luego acarició la mano de su marido.

-Ya que se me ofrece la oportunidad, estaré encantada de acompañar a Walter en su investigación. Islandia es un país con una cocina muy interesante, un campo que me encantaría conocer. Pero por supuesto, primero es él quien debe dar el sí- su tono sonó a disculpa hacia su marido. Ella enseguida había hecho planes en su cabeza pero quien debía decidir si se embarcaban en aquel viaje era él y nadie más que él.

Notas de juego

Perdón por no pasarme ayer. Mi jefe está recien vuelto de vacaciones y me está tiranizando como nunca!!!

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14/04/2011, 11:51
Walter Ross

Walter ya veía venir que la petición sería extraña y difícil de digerir. Por eso se tomaban tantas molestias en dar una buena impresión. Cena en un buen sitio, buenos modales y misterio. Además, la directora era muy amable, y eso al menos le dio confianza al escritor, empezaba a caerle bien. Pero aún habían dudas que resolver, y una buena primera impresión no bastaba para ir al otro lado del mundo.

-Excelente comida- dijo degustando de su plato, antes de centrarse en el tema- pero hablemos sobre el trabajo. Debo admitir que la propuesta es interesante pero usted debe admitir que es extraña. Normalmente, no se ofenda, pero estas cosas suelen ser tarea para las autoridades locales, más que para los periodistas o "investigadores paranormales de revista"- dijo con cierto retintín, pues se notaba que no creía demasiado en esos temas- Al principio pensé que el reparo a que la policía se ocupe del tema es para no llamar la atención de los medios, pero contratar a un periodista es más bien algo opuesto a lo anterior. Y una pregunta obligada es, ¿por qué yo? Cierto que si acepto el trabajo me volcaré en descubrir la verdad, pero debe haber investigaores privados con un currículum más largo que el mío.

Ross volvió a comer de su plato, y luego miró a Meredith con expresión amable.

-Pero no deduzca de todo ésto que rechazaré el trabajo sin saber nada más, es solo curiosidad. Pero por supuesto, me gustaría saber si hay más detalles, o si tienen alguna sospecha sobre qué pudo pasarle al carguero y donde empezar a buscar.

Vio en el rostro de su mujer que ella estaba interesada en viajar a ese lugar. Era como un libro abierto, y los viajes y las aventuras era algo que le atraían. Por fortuna para los dos, a él también, pero solía pensar mucho las cosas antes de hacerlas.

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14/04/2011, 18:42
Meredith Silverstone

La mujer sonríe al escuchar a Walter, y siente de buena que la reunión va a ser un éxito con el apoyo de Alex. Ya casi con los platos medio vacíos comienza a resbucar algo en su carpeta, la cual la apoya sobre la mesa y empieza a remover varios papeles. Primero saca una especie de mapa marítimo, donde se muestra el supuesto viaje que realizó el carguero. La mujer explica el detalle del mapa, repasando con un bolígrafo una posible línea que realizó el barco para llegar hasta Boston. Trata de enseñarlo a los dos, pero su intención es que el periodista no pierda detalle.

-Las autoridades locales ya han dado el barco como hundido o perdido. Pero nosotros creemos que no es así. Por eso he recurrido a usted señor Ross. No demasiado espacializado en estos temas, joven, con ganas de demostrar que puedes ser el investigador de una grande empresa privada. En definitiva, quiero que me atiendan un momento y después opinen. Miren..

El nombre del carguero que quiero que vaya a investigar se conoce como el Oddissey. Al parecer, creemos que se encontraba realizando el trayecto Helsinki-Fort Albani haciendo escala en Reikabik y supuestamente siguió el trayecto que cruzaba las heladas costas de Groenlandia con destino a Boston...

Bien, quiero que encuentre ese barco y descubra si de verdad hizo ese trayecto, es sencillo. Guarda el mapa y saca otros papeles que aparentan ser un contrato. La mujer, como cuando se encontró con Walter está claro que le gusta ir al grano. Esta vez los papeles no los muestra, pues quiere asegurarse antes de que esté dispuesto a acetpar el trabajo una vez escuchadas las condiciones ecónomicas. En lo referente a condiciones económicas, la WCI correría con todos los gastos pagados, alojamiento y manutención. La cifra son 10.000 dólares, de los cuáles 1.000 dólares serían entregados por anticipado para cubrir cualquier necesidad que sugeriese vuestro viaje. Quiero que viajen mañana mismo.-

Notas de juego

No te preocupes Alex. Vamos allá =)

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17/04/2011, 01:19
Walter Ross

El caso seguía siendo misterioso, algo fuera de lo habitual para él. Pero empezaba a hacerse a la idea. La cifra que le ofrecían era alta, y los primeros 1000 dólares los recibiría solo por aceptar. Y no estaba solo el dinero. Aquello parecía una oportunidad, podría ser una buena historia, o quien sabe si esto derivaba en una nueva carrera como investigador o algo similar. Solo sabía que hasta ahora no tenía casi nada y no podría estar así para siempre.

Buscó la mirada de su mujer para pedirle consejo. Pero ella parecía casi más convencida que él, seguro que ya estaba haciendo planes. Y era incapaz de decirle que no a algo.

-Suena interesante, para qué negarlo. Y supongo que ya habrá hecho los deberes y conocerá mi situación laboral actual. 

No quería parecer muy interesado, pero ya sabía que iba a aceptar aunque no le dieran más detalles.

-Se han tomado muchas molestias para llamar mi atención, y lo han conseguido. Y supongo que a pesar del poco tiempo que nos ha dado para prepararnos, podríamos hacerlo.

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17/04/2011, 03:41
Alex Arnold

¿Diez mil dolares? Alex no fue capaz de controlar su rostro y el asombro y la incredulidad se pintaron en su expresión apenas escuchó la cifra. Diez de los grandes, por una investigación que no parecía demasiado complicada. Diez mil dólares limpios ya que el resto de los gastos correrían por cuenta de la WCI, todos para ellos, para poder salir del agujero en el que habían caído hacía un tiempo.

Los ojos de la muchacha bailaban. Un brillo de esperanza y felicidad los hacía lucir más bonitos. Sin embargo, debía ser Walter quien diera el sí. El trabajo era para él, ella solo estaba allí como simple espectadora.

O tal vez no... ¿Será que han montado todo este circo a propósito? Tan rápido como había aparecido ese bello brillo, se esfumó. No sería raro saber que esta mujer contara con que yo estaría aquí para oir la propuesta y que mi sola presencia ya limitaría las respuestas de Walt. Sé que después de ver mi cara hace unos instantes no podrá de cir que no. ¿Y si todo esto encierra una trampa? ¿Y si hay más de lo que nos cuenta esta mujer? Es un trato demasiado bueno el que nos presenta, casi como sacarnos la lotería. Pero los Ross no tenemos suerte.

Insegura y atemorizada intentó desechar estos pensamientos. -Seguro que lo lograríamos cariño. No tenemos demasiadas cosas por empacar.- Alex se obligó a sonreir pues sentía que su voz sonaba hueca, vacía, impostando emociones que de pronto ya no sentía.