Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Bernie y Maurice: ¿El Viaje?

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18/08/2011, 12:54
Bernie Gardner

Al ver al conserje y a Erik interrumpo rápidamente la conversación. Un poco de precaución no nos vendría mal teniendo en cuenta lo que vivimos ayer. Sin embargo no puedo evitar sonreírle al muchacho con agradecimiento. De no ser por él ahora podría ser un cubito de hielo. Tengo que invitarlo a cenar, anoto mentalmente. Pero no me atrevo a decirle nada con Maurice delante por miedo a que se mofe de mí; bastantes malas pulgas tiene ya de por sí. Quizás si ve que invito al rubiales se pone celoso y todo, pienso sonriente.

Cuando nos tiende lo que el conserje encontró en el cuerpo del que se suicidó, lo atrapo antes que mi compañero con manos ávidas para examinarlo.

- Jans Olsen. Seguro que sí - comento con ironía dejando la documentación en la mesa, pasando del colgante y cogiendo las llaves. Después miro al conserje y trato de no pensar en lo incómoda que me resulta su presencia - Jack, aunque le agradezco que cogiera esto del cuerpo, no puedo evitar preguntarme por qué no se lo dejó a la policía - intento que no suene a una reprimenda, así que le doy un tono amable a mis palabras - No me malinterprete, el señor Stolker y yo le damos las gracias. Ahora sabemos que nos están persiguiendo y tenemos algo por lo que empezar.

Notas de juego

Jajaja, gracias! 20 años ya xD

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20/08/2011, 11:44
Jack

Jack sonrió brevemente, con los brazos cruzados pasando la mirada por sus dos únicos huéspedes y contestó con una sencilla respuesta al porqué no le había entregado aquellos objetos a la policía científica. -Sencillamente lo olvidé, además pensé que os vendría bien a vosotros para vuestro trabajo. No padezcan, todo irá bien. Mientras hablaba iba tomando asiento en un sillón cercano a la chimenea.

-¿Conoce a Ludwig von Veren? Dado vuestra juventud no lo creo... Río con buena voluntad y rellenó una taza con un café espeso y humeante. Fué un coronel de la II Guerra Mundial. Ese hombre estuvo relacionado con un grupo secreto dentro de los ejércitos alemanes, cuyo nombre en clave era Tarla y que, según se especula, había sido formado por el propio Emperador Guillermo II de Alemania con algunos de sus hombres de mayor confianza. La misión de este grupo secreto era la de expoliar las valiosas obras de arte de las zonas conquistadas por el Reich y enviarlas intactas a territorio teutón, donde pasaban a incrementar las arcas del Emperador.

Por desgracia ese grupo, esa secta aún sigue en pie después de más de cuarenta años. Y se preparan para despertar a lo que dicen ser su Señor; Ithaqua.

Hizo una pausa y bebió del café.

El capitán era el dueño de esa casa, pero se encuentra abandonada hace más de veinte años. Suena absurdo, ¿verdad? Erik me dijo que la encontró allí Srta. Gardner. Tengan cuidado, este temporal es demasiado extraño.

Al instante, Erik le interrumpió con una bonita sonrisa mostrando unos grandes dientes blancos.

-Venga, no les asuste. Todo eso es una chorrada. Saben, tengo buenas noticias. Me he informado sobre el barco, y dicen haberlo encontrado en la gélida Groenlandia. Pero antes tengo que tratar un asunto con un viejo amigo para facilitarles un transporte. Si todo va bien, mañana por la mañana podremos salir hacia allí.

Terminen de tratar cualquier asunto pendiente. Nos veremos esta noche.- Con algo de prisa, cogió un abrigo, las llaves de un automóvil y casi a la carrera alcanzó la puerta para salir al exterior.

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20/08/2011, 13:22
Bernie Gardner

La historia del conserje me resulta digna de una película de aventuras. Una secta de los tiempos del nazismo que trata de apropiarse de obras de arte para el Reich. Aún así, escucho con interés lo que Jack tiene que contar.

- ¿Ithaqua? - trato de pronunciarlo bien - Eso suena a cultura azteca, maya, o a alguna de esas tribus latinoamericanas. He leído alguna vez sobre las operaciones secretas de los nazis, ya saben, esos grupos que tenían para...

En ese momento me veo interrumpida por Erik, que parece tener prisa. Cuando suelta el bombazo de que han encontrado el barco, así como si nada, mis ojos se abren con sorpresa. ¿Si han encontrado el barco eso significa que ya podremos cobrar, o tendremos que seguir investigando qué demonios ha pasado con él?, es lo primero que se pasa por mi mente.

- ¡Vaya, gracias, Erik! - le digo alegremente - Esas son buenas noticias, sin duda. Aunque debemos esperar a poder ir al barco y hablar en primera persona con la tripulación - frunzo un poco el ceño, pensando en la misteriosa muerte del marinero. Tienen algunas cosas que aclarar con Maurice y conmigo, eso es cierto. - Nos veremos esta noche - le dedico una sonrisa flamante al muchacho mientras se va a solucionar el asunto del transporte.

Después me giro de nuevo hacia el conserje. La casa no desaparece en ningún momento de mis pensamientos.

- El bueno de Erik. Lo cierto es que le estoy sumamente agradecida. De no ser por él, me habría congelado en mitad de la tempestad. Cuando esos hombres nos atacaron... Mi compañero Maurice me dijo que corriera, que huyese del lugar. Y así lo hice, para verme perdida en mitad de la nieve - sonrío algo tensa - ¡Y fui a parar en esa casa! Dígame, aunque esté abandonada, ¿es posible que haya viviendo alguien allí y nadie lo sepa?

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20/08/2011, 17:57
Maurice Stolker

Maurice escuchaba la conversación devorando cuantas magdalenas y dulces de leche encontraba a su paso. Ciertamente le habría encantado intervenir en la conversación varias veces pero temía que si lo hacía alguna vez aquello significara perder alguna de sus valiosas piezas almidonadas. De vez en cuando gruñía con la boca llena pero no le apetecía ver la cara de asco de nadie cuando les salpicase con las migajas. Por lo tento siguió escuchando estupideces sobre Dioses mexicanos, nazis alemanes y suicidios. Aquello le parecía un atraso que no llevaba a ningún lado solo se vio reconfortado cuando escuchó lo del barco. Por fin podían ir a por el maldito barco y descubrir el percal. Con suerte terminarían con la misión y podría perder de vista a aquel par de imbéciles y a la flacucha de su compañera. La verdad es que no estaba del todo mal pero visto sus anterirores relaciones la putas era más de fiar y salían siempre más baratas que aquellas estiradas salidas de la universidad. Cuando acabó de comer y se estaba limpiando recordó el tiroteo: - ¿Gracias? De verdad estás dándole las gracias a este par de...? - Prefierió contener los calificativos - ¿Dónde coño estabais metidos en el tiroteo?

No obstante prefirió terminar pronto con todo aquello: Cojamos el barco y finiquitemos esto de una vez. Estoy harto de este país de locos. Con suerte ningún pirado con ametralladoras tratará de hacernos un colador.

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22/08/2011, 13:25
Bernie Gardner

No puedo evitar darle la razón a Maurice. De momento, lo que he visto de este país es frío, tiroteos, felinos que intentan atacarme y cadáveres, además de una niña que me perseguía en la nieve. No es una buena imagen, la verdad.

- Tendremos que esperar a que Erik nos busque el transporte. Maldita sea - digo inconscientemente, ya que las ganas de encontrar el barco son muchas. Y de cobrar y salir de este país, volver a Boston.

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22/08/2011, 18:24
Jack

Lo primero fué sacudir la cabeza a modo de despido cuando el bueno de Erik marchaba por la puerta con semblamente serio y satisfecho por saber que estaba haciendo bien su trabajo para ayudar a los investigadores. Respondió con una frase rápida antes de llegar al escalón que guardaba los datos importantes. -¿Saben? Ojalá pudiera poseer una de aquellas obras, pero me temo que lo máximo a lo que aspiramos es poder ver absurdas imitaciones en los museos... Como en su país Sr. Stolker. O como en este hotel...

Tras soltar un chiste malo señaló los numerosos cuadros variopintos que quedaban colgados por los alrededores de la chimenea. No dejó claro en aquella historia si las obras las recuperaron o no, quizá es porque no conocía del todo aquel misterio. Pero en cuaquier caso se centró en la última pregunta con mucho más detalle.

Jóvenes estudiantes de instituto a beber alochol, yonkies enfermos que buscan un lugar mejor en el que instalarse. Antiguamente quisieron hacer un local de diversión, pero por causas que se desconocen finalizaron las obras... nadie vive allí desde hace mucho tiempo. Al menos que se sepa...

Les contaré todo lo que sé... se conoce que los seguidores de Ithaqua está formado por un reducido grupo, pero muy temido por los que conocen de su existencia. Habitantes temerosos de Siberia y Alaska a menudo dejan sacrificios por Ithaqua, no como culto, sino como apaciguamiento. Aquellos que se unen a su culto se obtiene la capacidad de ser completamente impermeable por el frío.

¿Creen que este temporal es normal? La verdad que podía poner los pelos de punta a cualquiera, por que si alguien se detenía a pensarlo podía tener algo de sentido. Aunque no dejaba de ser una absurda patraña.

Antes de que alguno pudiera responder o continuar con la conversación se escuchó el sonido de un agudo claxón que provenía desde el exterior. Anunciaba la llegada de un vehículo grande aque acaba de detenerse frente a la puerta del hotel. Buenas noticias... el camión de la cisterna ha llegado. Deberían volver al trabajo- Se levantó y de forma apresurada alcanzó la puerta mientras se enfundaba en un viejo chaquetón.

Sobre las manos de Bernie aún colgaba aquel pintoresco llavero del Motel Island. Sobre la mesita había quedado el cuchillo de Jack, y su rostro se veía reflejado en el filo. No fué hasta cuando el sonoro ruido de comer de Maurice le sacó de aquella extraña ensoñación.

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22/08/2011, 23:59
Maurice Stolker

- Joder Bernie, este tipo está zumbado - dijo Maurice asegurándose de que el conserje no le escuchaba. - Que idiotez es esa de los ritos y los dioses. Esas cosas son para los zumbados. ¿El frío? Estamos en el puto culo del mundo...es lo normal. - Stolker pensó que con gusto sacrificaría al conserje si eso significase que aumentaría la temperatura. Dicho pensamiento le hizo emitir una sonrisilla socarrona. Trató de disimularla pues sabía que se le ponía cara de idiota cuando le salía. El investigador miró afuera y vio un camión enorme. Abrió los ojos de par en par y dijo: Mierda, ¿no había algo más grande en esta ciudad? Quién puede pasar desapercibido con esa bestia. Pese a las protestas se apresuró a levantarse y a salir. Antes de eso echó un ojo a lo que tenía Bernie entre las manos. Eran unas llaver de un motel. - Quizás después deberíamos echarle un vistazo a ese lugar. Tenía curiosidad por saber quien había tratado de matarlos...aunque esa curiosidad chocaba de bruces con el insitinto de supervivencia que le recomendaba permanecer lo más lejos posible de ellos.

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09/09/2011, 14:38
Bernie Gardner

Asiento ante las palabras de mi compañero, agitando las llaves que sujeto en mis manos. No tenemos otra pista que seguir, algo para continuar nuestra investigación hasta que Erik nos solucione el asunto del viaje hasta el barco. Así que... ¿por qué no intentar averiguar algo sobre nuestros agresores?

- Yo estoy dispuesta a ir - digo con decisión - Quizás en su guarida encontremos algo sobre quiénes eran y qué buscaban al atacarnos. Quizás tengan relación con lo del barco. Hemos hecho bastantes preguntas, puede que haya llegado a sus oídos y sepan algo - me encojo de hombros.

Notas de juego

Si mi compañero también quiere, vamos a verlo inmediatamente xD

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09/09/2011, 16:29
Maurice Stolker

- Pues en marcha entonces. - Maurice miró el camión de nuevo con desaprovación. - Aunque el factor sigilo esté descartado con ese cacharro. Cuando iban a salir por la puerta algo se le vino a la mente y buscó al conserje fuera. - Oiga, necesitaré una pistola. - Y señaló en dirección a Bernie - Para ella. Stolker pensaba que si se iban a meter en líos quizás él no estaría siempre para protegerla. - Espero que sepas utilizarla.

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09/09/2011, 18:04
Director

Abandonastéis el hotel con ciertas dudas y piezas sin encajar. Lo que quedaba bastante claro era que si lo que contaba el conserje era cierto habría que estar armados hasta los dientes para enfrentarse a esa criatura llamada Ithaqua. Pero eso poco tenía que ver con vuestro trabajo que era descubrir que demonios había pasado con el Oddisey.

De nuevo la forguneta fué un buen refugio para la tormenta, que a pesar de que había decidido detenerse un poco, seguía azotando aquel frío impropio. El motor parecía entrar en calor rápidamente y el aire de la calefacción desempañó los cristales.

A los quince minutos percibistéis el largo techo de un edificio antiguo, con tejado de pizarra, junto a otros edificios de interés como podían serlo un teatro, una galería de imágenes o un salón de opera. Aparcar fué bastante sencillo, y sólo tuvistéis que cruzar una calle mojada y muy poco transitada por los coches.

El Motel Island quedaba un poco alejado del centro de la ciudad, y aunque estaba rodeado de edificios quedaba bastante aislado. Era un mugriento antro en el que apenas si querrían residir las propias ratas. Suciedad y dejadez eran la nota visible en cualquier rincón del edificio y un constante hedor a refrito se alzaba desde la cocina inundando las dos plantas de las que constaba el hotel.

Tras un mostrador se encontraba el propietario del lugar; un viejo flaco y desgreñado con orejas de soplillo y cara de roedor. Parecía sumergido mirando una vieja tele en blanco y negro con los pies aoyados sobre la misma mesa que sostenía la televisión. Aunque podíais hablar con él, no teníais por que llamarle la atención, puesto que Bernie era dueña de las llaves de la habitación.

Notas de juego

Vamás allá pues.

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10/09/2011, 15:31
Bernie Gardner

Observo la recepción, por llamarla de algún modo, de este motel mugriento, sin poder evitar fruncir un poco el ceño con desagrado. El olor a fritura va a quedarse eternamente en la ropa, estoy segura de ello. Miro a Maurice con aire interrogante.

- Será mejor que primero investiguemos en la habitación para no despertar muchas sospechas - señalo al hombre que está enfrascado viendo la tele con un gesto de la cabeza - Este tiene pinta de que no se va a mover de aquí.

Miro las llaves, cayendo en la cuenta que no tenemos ni idea de qué número es, para ver si tiene alguna etiqueta o indicación. Si no, no nos quedará más remedio que hablar con el recepcionista... Aunque preferiría no tener que hacerlo, al menos no sin ver antes la dichosa habitación.

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12/09/2011, 19:03
Director

Cómo un par de aunténticos huéspedes de aquel hotel subísteis por las escaleras que daban a la segunda planta, bajo la atenta mirada del dueño del garito que se limitó simplemente a alzar los pies de nuevo sobre la mesa.

Las habitacionses se encontraban en un pasillo largo, que inevitablemente os recordo al Royal Weird. Se encontraban enumeradas. Las pares a la derecha, y las impares a la izquierda. Tan sólo tuvísteis que seguir el orden hasta encontrar la habitación nº 17.

En la puerta de la misma sólo podía leerse un escueto 7, al haberse caído hacía algún tiempo el 1 de delante. La estancia era bastante pequeña y se encontraba completamente desordenada. Las camas se encontraban por hacer. Sobre la mesa y una de las camas aún restaban los embalajes de algo de comida para llevar.

Un concienzuda investigación podría revelar cualquier detalle importante.

Notas de juego

Una tirada de buscar

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12/09/2011, 19:20
Bernie Gardner
- Tiradas (1)

Notas de juego

A ver si hay suerte. Por cierto, ¿Maurice ya está por aquí?

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12/09/2011, 20:19
Maurice Stolker

Maurice bajó de un salto del camión. El traqueteo constante de la cabina le había dado dolor de cabeza y el maldito volante estaba tan duro que le dolían los brazos. Solo Dios sabe las maldiciones que le echó al conserje en el trayecto. Cuando vio el motel escupió al suelo y le dijo a Bernie: - Parece que los capullos de ayer se gastaron todo el presupuesto en trajes y en armas. Tras lo cual caminó junto a su compañera hacia el lugar.

Dentro echaron un vistazo a la recepción y vieron al conserje. El tipo era aun más desagradable que el de su supuesto hotel lujoso: - Tengo la impresión de que todos los idiotas trabajan de lo mismo en este país. - Y mirando a su compañera continuó: - Tienes razón, será mejor que le echemos un vistazo. No creo que a ese tipo le importe mucho que fisguemos.

Cuando subieron las escalera Maurice estaba sin aliento. Aquel jodido frío le estaba congelando los pulmones y la garganta la tenía en carne viva. Lo peor de todo es que no se había acordado de coger una bufanda. Recordó la que le hizo su madre, se había quedado en Boston. Cuando abrieron la puerta de la habitación, con el arma a punto, sintió un alivio tremendo. Aparte de no haber nadie, la temperatura era superior a la de fuera. - Menos mal, se me estaban quedando las pelotas como canicas - dijo riéndose de buena gana. Guardó su arma y le dijo a Bernie: - Bueno, es hora de ganarse el sueldo. Ten cuidado con lo que tocas vaya que se te pegue algo raro. - La sífilis y la hepatitis debían estar baratas en aquel lugar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Jóvenes, perdonad mi ausencia pero han sido las fiestas de mi pueblo con lo que eso conlleva. Y ahora vienen las del pueblo de al lado. Sino me muero de cirrosis seguiré posteando.

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13/09/2011, 18:30
Director

Fuistéis recibidos por una habitación amplia a la par que discreta, hacía su función sin demasiado ahínco, dando una bienvenida opaca.

A uno y otro lado, extensas mesas daban forma a la estancia. Sobre ellas había algún líquido pegajoso con un toque a dulzor, y varios restos de comida para llevar en un estado aún comestible. Majestuosas alfombras cubrían un suelo polvoriento, donde las huellas quedaban marcadas a cada paso. De las paredes colgaban torcidos cuadros de pintores desconocidos, ya extintos. Y en los rincones, sobre pequeñas mesitas, lámparas inservibles, ahora alumbradas por la claridad que se colaba por pequeños ventanales.

Los dos realizásteis una concienzuda investigación en la habitación. Maurice dejó claro porque la WCI había decidido contratarle, sus habilidades para la investigación y exploración quedaban al alcance de muy pocos y allí con la ayuda de Bernie, pudo revelar un par de cosas interesantes. La primera  ingentes cantidades de ceniza en un par de ceniceros sobre una mesita de noche. Pudo identificar que no se trataba de ceniza de tabaco si no de restos de incienso ritual. Por otro lado, lo más revelador de la investigación fué hallar un periódico de principio de los 40 tirado entre las mantas de la cama y que parecía haber sido leído el día anterior. Se trataba de la edición New York Times al que parecía haber sido arrancada una hoja de la sección de política.

Bernie mientras su compañero había dado con el periódico, pudo identificar un teléfono de color negro medio escondido debajo de la cama. Cuando la fotógrafa lo detectó fué inevitable que sintiera una sacudida al escuchar inesperadamente el sonido del teléfono. Se encontraba a dos pasos de descolgarlo...

Notas de juego

Claro que sí, de fiesta a saco xD

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14/09/2011, 00:38
Maurice Stolker

Maurice se consideraba un tipo dejado de las labores domésticas. De hecho cuando su mujer se fue el piso se convirtió en una selva. Pero era un lujo comparado con aquella pocilga inmunda que tenía ante los ojos. En aquella nación parecía no haber un sitio limpio así que poco podía esperar de un motel de mala muerte que albergaba matones suicidas.

Se puso manos a la obra enseguida. La parte de buscar pistas e investigar le aburría. Era metódico y seguía todo ese rollo de las normas de la investigación que le habían enseñado en la academia, pero no dejaba de ser una mierda tediosa. Al menos haciendo esto nadie te dispara. - pensó resignado. Todo en aquel lugar parecía pringoso así que no se quitó los guantes y empezó a toquetear todo. Abrió cajones, armarios, miró debajo de la alfombra e, incluso, removió la cama. Allí vio un periódico que le pareció curioso. Debía tener más de treinta años y parecía faltarle una hoja de una sección. Por lo que Maurice pudo deducir se trataría de la sección política del prestigioso New York Times. ¿Qué coño hace un periódico norteamericano aqui?- Bernie, estos tipos podrían ser americanos. Por el periódico. Era una pista muy vaga pero en ese momento todo le valía y nada se podía descartar. Decidió apuntar en su libreta el número de página que correspondería a las páginas desaparecidas. Por si acaso...

Tras ello echó un vistazo por encima de las mesitas de noche y encontró ceniceros llenos de apestosas cenizas. No estaba muy familiarizado con el olor pero sospechó que era incienso. Era un olor tan penetrante que, junto al hedor de la habitación, le dieron arcadas. Cuando iba a hacerle un comentario a su compañera el teléfono le dio un buen susto. Se quedó mirando el lugar del cual parecía venir el sonido y dijo: - Espera, contestó yo. Y se encaminó a cogerlo. - Eran tíos los que nos atacaron, están esperando la voz de un hombre. Descolgó el auricular y se lo puso en la oreja y no dijo nada.

Notas de juego

Acabo de darme cuenta lo estçupido que es decirle a Bernie que yo cojo el teléfono por lo de ser un hombre y después no digo nada para contestar. :)

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16/09/2011, 18:10
Bernie Gardner

Mientras investigamos y curioseamos por el cuarto, permanezco en silencio moviéndome de un lado a otro e ignorando por completo a mi compañero. El cuarto tiene que revelarnos algo sobre los atacantes, estoy segura.

Qué asco de habitación. Por suerte en este motel de mala muerte no parecen tener servicio de limpieza, en caso contrario hubiésemos perdido estas... ¿valiosas pistas?, pienso con ironía mientras me acerco a uno de los montones de cenizas. Lo olfateo con curiosidad. En efecto es incienso, muchas veces lo he encendido en mi piso de Boston. Parece que a estos tíos les gusta oler bien antes de intentar cometer un asesinato.

Saco mi libreta y me dispongo a anotar unas impresiones generales de lo que hemos visto cuando la vibración de un teléfono me sobresalta y casi hace que se me caiga el lápiz de la mano.

- ¡Joder! - suelto por un momento, perdiendo mis buenos modales. Después carraspeo rápidamente y dejo que mi compañero conteste, aunque no puedo evitar levantar la ceja ante su comentario machista.

Permanezco casi sin respirar durante unos segundos, el tiempo en el que Maurice descuelga y se lo lleva a la oreja. Lo miro con aire interrogante, haciéndole un gesto con la cabeza para que diga algo. ¿No decía que estaban esperando la voz de un hombre? Pues que el hombre hable.

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19/09/2011, 13:15
Director

Descolgaste el teléfono bajo la atenta mirada de Bernie. Al otro lado no se escuchaba nada, aunque estabas convecido de que había alguien. De pronto un perturbador sonido te paralizó por completo. Una respiración agitada y paranormal comenzó a escucharse cada vez más fuerte. Durante unos segundos te dedicaste a intentar distinguir de dónde procedía, cómo si el que os hubiera llamado estuviera en el interior de la propia habitación. Pero no era así, aquel siniestro rugido procedía del teléfono.

Finalmente, entre alguna que otra interferencia, escuchaste una voz de un hombre que sonaba demasiado aguda. Te envió un mensaje y sin esperar respuesta colgó:

<< Si no quieren morir vayansé de aquí. Os tenemos vigilados. Lo que hay allí es nuestro >>

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19/09/2011, 13:17
Director

Aunque pudiste dintinguir una voz al otro lado del teléfono no llegaste a percibir con claridad el mensaje. Sin duda la cara de Maurice delataba que algo no iba bien.

Notas de juego

Acabo de ponerle el mensaje a Maurice de lo que escucha. No he tenido tiempo en todo el fin de semana.

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21/09/2011, 12:18
Maurice Stolker

Que jodan mil veces, cabrón. - Le hubiera encantado decir a Maurice a su interlocutor, pero el cabronazo colgó antes de que le diera tiempo a abrir la boca. Miró a Bernie y le dijo: - Nos acaban de amenazar de muerte. Primero nos disparan y después nos amenazan...hay que ser gilipollas. - Al investigador se le escapó una sonrisilla nerviosa aunque lo que él esperaba era tranquilizar a su compañera. - Han dicho algo de que lo que hay allí es suyo. - Y yo no sé dónde está "allí" ni que coño es lo "suyo". Maurice tiró el auricular al suelo sin molestarse en colgarlo siquiera.

Echó un nuevo bistazo a la habitación y le dijo a Bernie: - Bueno, ¿y ahora que hacemos? - No sabía por donde seguir con todo aquel asunto.