Partida Rol por web

El Oddissey: Terror en la nieve

Maurice Stolker: Un trabajo sencillo

Cargando editor
11/03/2011, 18:19
Director

El taxista anima a su sobrino a que actué con frases como " venga Jimmy no tengas verguenza, además es de los que a ti te gustan ".

El hombre, que está al lado de un animal, aparentemente un lobo parece demasiado vergonzoso y no se atreve acercarse. Quizá es porque, detrás de esa imagen deforme y monstruosa aun queda algo de piedad mientras le intentas convecer de que no te hagan nada. Cada vez empieza a ponerse más nervioso, así lo notas en sus agitadas y aceleradas olfateadas. Toma al animal por las orejas y comienza a girarlas como destapando un recipiente con rosca, hasta abrirle el cráneo y dejarle expuesto el cerebro; luego, el hombre abre su propia boca y bebe la sangre que cae. La situación es espeluznante, llena de un ambiente oscuro y terrorífico que solo puede producirte más y más miedo, llegando incluso a notar como el corazón te aprieta contra el pecho como si quisiera ser él el primero en escapar de esa situación.

Parece que la sangre es su fuente de vida. Notas como se acerca a tu boca, te pasea su sucia lengua ensangrentada por tu rostro. Un hacha oxidada entre sus manos te corta el antebrazo, entre tus gritos de dolor continúa con sus ataques salvajes, decapitándote el otro brazo y las piernas.

Entre los gemidos de él y la risa del borracho taxista... tus lágrimas amargas tratan de aliarse contigo como si quiseran ocultarte la escena. Poco a poco se vuelve todo más borroso, como si se produjera eco a tu alrededor.

El teléfono te despierta. Sobre tu mesa se encuentra una carta que ya has debido de leer previamente y al lado una pequeña tarjeta con datos. El teléfono no deja de sonar. Estás en tu casa.

Cargando editor
12/03/2011, 00:24
Maurice Stolker

Maurice se sobresaltó de repente al oir el teléfono. No sabía quién era pero le agradecería el que le hubiera sacado de aquel mundo onírico tan espeluznante. Aun le temblaban las manos y le sudaba su pronunciada frente. Antes de descolgar el teléfono y hablar tomó un poco de aire y después descolgó el aparato y respondió con un escueto: - ¿Si? Digamé. - Antes de que pudiera contestar se fijó en como sus manos temblaban. La pesadilla le había trastornado en cierta manera, quizás su cena fue demasiado copiosa y el alcohol no le ayudó.

Notas de juego

Oye, cojonuda la escena ¿eh?

Cargando editor
14/03/2011, 18:02
Secretaria

Al otro lado contesta una mujer con una voz extremadamente aguda, que sin duda ayuda a despejarte un poco de la pesadilla. No obstante la joven muchacha que está al otro lado te suena de que ya has mantenido una conversación con ella, quizá antes de que te quedaras dormido.

-Buenas noches señor Stolker. Le confirmamos que podemos enviarle un taxi a su domicilio. No se moleste, ya se lo agradecerá a la Srta. Silvertone, ha sido idea suya.

Llegará en cinco minutos a su casa. Espero que esté listo.-

Se queda sin colgar el teléfono por si quieres añadir alguna cosa en cuestión, en caso contrario cortará la llamada.

Notas de juego

Gracias. Me alegra mucho que te guste porque es la primera vez que dirigo una partida de terror, y que te parezca cojonuda anima mucho ^^

Son las 21:10

Cargando editor
14/03/2011, 23:35
Maurice Stolker

- ¿Cinco minutos? - dijo aturdido aún. Respiró hondo de nuevo y empezó a calmarse. El teléfono ya no temblaba en sus manos y dedicó unos cuantos segundos a poner en orden sus ideas y recordó que tenía una cita para un trabajo. Cuando volvió a hablar estaba mucho más sereno - Perdone señorita pero he tenido un pequeño percance doméstico. Necesitaré quince minutos para estar preparado. Debe usted disculparme. Buenas noches. - Dicho lo cual colgó el teléfono y se levantó del sofá. Corrió hacia la ducha y tras orinar se metió en ella. No le dio ni siquiera al calentador pues tardaba dies minutos en calentar el agua y él no tenía ese tiempo. Por lo que se duchó con agua fría, se puso su mejor traje con corbata incluida y se echó su perfume barato. Salió a la calle con el enjuague bucal aun girando en su boca.

Cargando editor
15/03/2011, 18:49
Director

La secretaria te indica que no te preocupes, que el taxi esperará en tu puerta.

Con la resaca de la pesadilla te apresuras para cambiarte. Te mirás frente al espejo y el uniforme que has decidido ponerte la verdad que es perfecto para la ocasión. Abres las puerta y frente a tu casa espera un taxi, a diferencia de otros vehículos este lleva el logo de la empresa tatuado en las puertas con letras grandes y rojas, en definitiva modernas para la época.

Tratas de apartar el sueño de tu cabeza con forme te acercas al taxi. El taxista es un hombre mayor, de unos cincuenta años de edad y va vestido con un uniforme que podría llevar cualquier empleado de seguridad, y unos guantes blancos. La verdad que te da bastante confianza.

Te da las buenas noches y conduce hasta llegar a una amplia avenida bordeada de añejos olmos, un barrio rico residencial en el que muy pocas empresas tienen sede.

El edificio en sí es una enorme mole de hormigón armado y vigas de acero, de unos doce pisos en total y que contrasta fuertemente con las antiguas mansiones coloniales que la rodean, dandole aún mas si cabe el aspecto de un monstruo abyecto que se cierne sobre la ciudad. Sobre la azotea del edificio un gran armazón de hierro sostiene las iniciales de la compañía, iluminadas desde abajo en un espectral efecto lumínico por tres pares de potentes focos. Una puerta rotatoria da acceso al enorme hall.

-Hemos llegado- Dice el taxista tras detener el vehículo.

Cargando editor
15/03/2011, 23:23
Maurice Stolker

Maurice sabía que en ese tipo de servicios la cuenta del taxi iba a cargo de la empresa que lo había contratado. Así que lo único que hizo fue sacar un par de monedas de su cartera y entregárselas al conductor a modo de propina. - Buenas noches - dijo como escueta respuesta y se marchó en dirección al edificio. La verdad es que impresionaba su mastodóntica talla y su lúgubre aspecto. No pudo más que sentir un escalofrío al contemplarlo. No obstante, se dirigió hacia su puerta con paso firme hasta llegar a ella e intentar abrirla...

Cargando editor
16/03/2011, 18:35
Director

No es necesario pagarle nada, aunque carraspea de manera majestuosa como que no le haría ascos a ningún tipo de propina. Con un par de dólares crees que es más que suficiente par que el veterano chófer quede satisfecho. Te da las buenas noches nuevamente cuando sales del taxi.

Te diriges hacia la entrada.

La puerta rotatoria da acceso a un enorme hall, adoquinado en baldosas blancas y negras a semejanza de un escaque. Un guardia de seguridad te retiene después de cruzar la puerta.

Cargando editor
16/03/2011, 18:36
Guardia de Seguridad

Un hombre joven, cuerpo de seguridad del edificio, está frente a un boletín en el que debe de apuntar quién entra y quién sale cada vez del edificio. Su profesionalidad es excelente y tiene una agradable voz en la que cualquier persona se sentiría agradecido por el recimiento que ofrece a cualquier ciudadano.

-Buenas noches señor. ¿Ha concertado alguna cita esta noche?-

Cargando editor
16/03/2011, 20:20
Maurice Stolker

- Buenas noches joven, soy Maurice Stolker. Tengo una cita con la señorita Silvertone - dijo intecambiando miradas entre el hombre y el gran edificio en el que se había adentrado.

Cargando editor
17/03/2011, 17:47
Guardia de Seguridad

El joven observa la hora de visitas concertadas, y efectivamente encuentra el nombre de Maurice Stolker. O al menos eso puede deducir él  en cuanto el guardia de seguridad se acerca con un detector de metales que pasea por su silueta.

Tras el visto bueno apunta algo en el papel y asiente, señalando dirección al ascensor.

-Tienes que subir por ese ascensor del fondo. Quinta planta, no tiene perdida.-

Notas de juego

Digamos que entre las pisas te dejaste la navaja en casa esta vez. Por eso no da pitidos indeseables en el detector de metales.

Cargando editor
17/03/2011, 17:49
Director

El mismo se encuentra tras un gran mostrador de cristal donde un par de secretarias están recogiendo sus cosas. Posiblemente ya hayan terminado su jornada de trabajo. En cuanto te acercas un par de empleados, vestidos con traje y maletines salen por el ascensor. Te dan las buenas noches y marchan con paso ligero para volver con sus familias. Subes y marcas la quinta planta como te indicó el guardia.

El raqueante ascensor que produce un inquietante e incesante chirriar te conduce hasta el quinto piso, donde al final de un largo corredor enmoquetado en rojo se divisa una puerta entreabierta e iluminada. No hay nadie más por el pasillo.

Una placa metálica sobre la misma puerta indica que es la oficina de la Srta. Silverstone.

Cargando editor
17/03/2011, 19:23
Maurice Stolker

Por la cabeza de Maurcie volvió a correr la idea de que sus servicios debían ser muy necesarios cuando aquella mujer lo citó a esas hora. O quizás fuera que lo que le iba a proponer no debería ser escuchado por más gente. Sinceramente esperaba que fuera algo relacionado con la primera opción ya que él no estaba dispuesto a pasar otra temporada en la cárcel. Aunque, que demonios, ahora si es verdad que no tenía nada que perder. Se acercó a la puerta con la placa correspondiente y llamó dos veces.

Notas de juego

Ufff, mi tipo es bastante maniático y después de la pesadilla no creo que estuviera muy dispuesto a salir sin su navaja. Xd

Cargando editor
18/03/2011, 18:59
Meredith Silverstone

Conduces tus pasos hasta el final del pasillo donde una puerta entreabierta te espera. Golpeas con tus nudillos la puerta y una mujer alta, bien parecida, rondando la cuarentena y con algunas canas ya florecientes en larga melena castaña. Va enfundada en un largo vestido gris de franela con apariencia de ser considerablemente caro.

La mujer se gira, que estaba de pie mirando tras un gran ventanal con las manos tras la espalda. Dirías que parece tener algo de prisa tras escucharte. Así que lo que dice lo suelta de una forma bastante directa mientras recoge algunas de sus cosas:

-Vd. debe de ser el investigador que vamos a contratar, ¿me equivoco?. Espero que no le moleste que la reunión se lleve a cabo en otra parte, más todavía no he cenado y tengo una mesa reservada en el restaurante para dentro de veinte minutos. Si no le importa podemos hablar largo y tendido sobre el tema durante la cena.-

Notas de juego

No pasa nada, digamos que por una vez se te olvidó. Si hasta escupiste el enjuague bucal en tu propia puerta casi xD

Cargando editor
18/03/2011, 23:59
Maurice Stolker

La mujer estaba de buen ver, para que engañarse. Estaba deseando que se levantará de aquel sillón para verle su trasero en movimiento...Maurice era un hombre de culos. Además en la trena había tenido mucha falta de mujeres y ahora se tenía que contentar con alguna prostituta cuando su paupérrima economía se lo permitía. Cuando oyó lo de la cena se alegró bastante. Sus cenas como soltero se basaban en sandwiches, sopas de sobre y bocadillos. Una buena cena no podía ser rechazada. - Estaré encantado de ir con usted, señorita Silverstone.

Cargando editor
19/03/2011, 18:57
Meredith Silverstone

La mujer en cuanto termina de recoger sus cosas sobre la mesa del despacho, estrecha tu mano con apego. La notas muy agradecida por aceptar esa cena, de lo contrario la directora es de esas personas que actúan sin pensar y prefiere decidir las cosas con forme se va acercando el momento, probablemente una negativa por tu parte hubiera acarreado un pequeño cabreo y hubieráis terminado la reunión en una de sus oficinas de forma rápida y contundente. En definitiva, por su forma de ser no te extraña lo más minimo que haya escalado puestos hasta llegar a ser la directora de una empresa como aquella.

-He reservado mesa para dos en un pequeño restaurante Italiano, cercano al Great Park. Está un par de manzanas calle abajo. Iremos con mi coche. La mujer con la chaqueta doblada la apoya sobre su brazo y hace intención de salir del despacho. No sin que antes lo hagas tú, ya que permanece con la mano libre sobre el pomo de la puerta hasta que cruzes el umbral. A lo que añade:

Por cierto. Espero que le gusten las sensaciones fuertes...-

Sientes un ligero cosquilleo como si antes de subir al coche, sin ni siquiera salir del despacho, esa reunión ya hubiera dado comienzo.

Cargando editor
21/03/2011, 16:13
Maurice Stolker

¿Las sensaciones fuertes? - Pensó para sí mismo Stolker. ¿Le parece poca sensación extrema estar acojonado en la cárcel durante día y noche por ser un picapleitos y haber encerrado a algunos compañeros de celda? No le iba a decir aquello a la señorita Silverstone, aunque estaba seguro, con la información y recursos que parecía manejar que ya sabría lo de su estancia en la cárcel. No obstante comentó: - Estoy acostumbrado a las sensaciones fuertes, señorita. No se preocupe.  Aquella parecía ser una hembra de las de armas tomar. Una chica dura que haría lo que tendría que hacer para subir hasta lo más alto. Conoció a una de esas en el buffet...una con la que luchó por el mismo puesto. Desde luego lo ganó él. Fue fácil hacer caer en una trampa con un gigoló de tres al cuarto a aquella zorrita. La cosa se le fue de las manos a Maurice, desde luego, puesto que su marido le pidió el divorcio y se quedó con su hijo. La echaron de la empresa y acabó tirándose por la ventana.

La culpa fue de ella, no tenía que haberse enfrentado al gran Stolker.

Cargando editor
21/03/2011, 19:23
Meredith Silverstone

La mujer sonríe mientras sus pasos van a la par de Maurice.

El ascensor queda justo enfrente dónde esperáis unos pocos segundos hasta que la puerta se abre para bajar hacia la planta de recepción. A la mujer le parece un buen momento para ir abriendo conversación de camino hacia el coche. -Permítamé que le haga una breve presentación. Somos la mayor industria química del país. Trabajamos con sosa caustica. Es una sustancia blanca que tiene diversas funciones. Fabricamos jabón, y principalmente un producto desatascador. Algunos comerciantes de aceintunas también lo utilizan para eliminar un ácido de la aceituna. Sonríe de forma agradable por ese último comentario.

Llegáis a la planta baja y con paso raudo os dirigís hacia la salida, dónde amablemente el agente de seguridad os da las buenas noches. Silverstone abre el paraguas y continúa la conversación permitiéndote que te coloques bajo su paragüas para no mojarte.

El Domingo pasado recibimos una noticia impactante a la vez que extraña. Un carguero, con destino a Boston, estaba previsto para llegar ese mismo día a Massachussets y traernos nuestra mercancía. Al parecer no pudo llegar por situaciones que desconocemos...

Pero por favor, le contaré más en la cena.- La mujer se detiene ante un chrysler de color rojo, y a la carrera, da la vuelta hacia la puerta del piloto. Un pequeño "click" y los pestillos se abren. Se introduce en el coche, esperando a que tú hagas lo mismo.

Cargando editor
22/03/2011, 21:10
Maurice Stolker

Sé que es la sosa caústica, idiota. - Pensó Maurice mientras dibujaba una falsa sonrisa en su rostro. Según le fue contando la mujer Stolker hizo anotaciones mentales para más tarde poder realizar las preguntas pertinentes. Cuando el ascensor llegó abajo y se dirigieron al coche Maurice acertó de pleno en sus conjeturas de que aquella mujer era una leona: como tal le gustaban los coches grandes. Antes de que pudiera mostrar algo de caballerosidad abriéndole la puerta la mujer ya estaba subida a los mandos del Chrysler. El hombre abrió su puerta, se sentó en el asiento del copiloto y se puso el cinturón...Mejor no fiarse de una mujer al volante.

Cargando editor
23/03/2011, 19:16
Director

Te subes al coche de Meredith. Con una velocidad que sube todos los límetes legales os dirigís hacia el restaurante por la misma avenida. Y una par de manzanas más allá se encuentra el Great Park, una zona muy transitada de bares y buenos locales en los que disfrutar por las noches. La zona está perfectemente estudiada para que los coches puedan aparcar con facilidad, así que por suerte no os supone un problema.

El restaurante Italiano es un local muy reducido, sin embargo las enormes cristaleras dejan ver lo abarrotado que se encuentra el local, con gente incluso haciendo cola en el exterior a pesar de los tres grados bajo cero que marcan los termómetros esa noche. Pese a ello, vosotras cruzáis sorteando la cola y un amable camarero os conduce hasta un reservado en un umbrío rincón cercano a las cocinas.

El interior del local es perfecto. Desde los grandes ventanales podéis ver toda la parte este del gran parque, incluso se percibe el movimiento de los árboles con la brisa otoñal. La iluminación le da una especie de penumbra a vuestro rincón en el lujoso restaurante. Sobres la mesas hay un típico adorno con una vela encendida.

A pesar de la gran multitud de gente de todo tipo de economía, todo se encuentra en un agradable silencio.

Imagen externa a Comunidad Umbría

Cargando editor
23/03/2011, 19:20
Meredith Silverstone

-Espero que te guste. Dicen que es el mejor restaurante de la ciudad. Con una sonrisa apoya la chaqueta sobre el respaldo de la silla. Ponte cómodo mientras tanto. Enseguida vengo.-

Le hace un gesto con las manos a uno de los camareros, como avisándole de que ya pueden ir preparando las cosas. La verdad que a Meredith se la nota como si fuera por su casa, como si ya hubiera visitado este restaurante docenas de veces.

Sus pasos van hacia el baño.