Partida Rol por web

El oro y el acero

Escena Alvar Antúnez de Medellín

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06/12/2021, 14:36
Narrador

Llamar taberna a la bayuca que Cazalillas regenta en la calle Primavera siempre me ha parecido excesivo. Bien cierto es que se puede decir, sin darme la razón, que es la mejor bodega del barrio de Lavapiés. Que tampoco es decir demasiado, porque sirven por este barrio vino que bien podría estar hecho a base de meados de rata, y en algunas de sus mancebías la cabalgada a Francia, a por bubas, es cosa hecha. Todo es ironía y doblez por este rincón de la Villa, empezando por el nombre, Lavapiés, que los de por aquí solamente se los lavan cuando llueve, y eso solamente porque no suelen andar con buen calzado.

Me encontraba yo aquel día bebiendo un azumbre de vino, que si no era un Valdeiglesias, por lo menos estaba más bautizado que un santo, por la no poca ración de Manzanares que contenía. Y en estas andaba, mascando a lo pío, torciendo el gesto al tragar y mojándome el bigote, cuando el habitual bullicio del lugar dio paso a un silencio sepulcral, que no había oído yo antes ni en la más solemne de las misas. Alcé los ojos, sorprendido, a ver qué había hecho enmudecer la natural algarabía de la flor de la jacarandina, que el local siempre frecuentaba, producía con igual naturalidad que el beber, robar, pedorrear o matar. Y me descubrí tan boquiabierto como el más matasiete de los bravoneles o la más resabiada de las piltroferas, que en la puerta de la taberna, con una gélida determinación en la mirada, estaba una mujer joven, vestida de riguroso luto como corresponde a las viudas recientes, que sin mirar ni a derecha ni a izquierda empezó a avanzar a pasos quedos hacia mí. Me miró de fijo y me lanzó a la cara, como si me escupiera:

-Tu hermano ha muerto. Lo han asesinado.

Lo dijo como si yo tuviera la culpa, y bajo su punto de vista, sin duda algo de razón tenía. Hacía tiempo que no veía a mi cuñada Margarita, que por mi parte soy de natural desarraigado, y a mi hermano Álvaro. A su linda mujer no le hizo ninguna gracia que el antiguo soldado del rey, veterano de los tercios, harto de acumular cicatrices y gloria, pero escaso sonante en la
bolsa, mudara de oficio y de costumbres, convirtiéndome en una de tantas espadas a sueldo de la Villa. Llamadme asesino si eso os place más, pero os he de decir que, a diferencia de otros compañeros del oficio, no mato mujeres ni niños, ni gentes desarmadas, ni por la espalda, sino bien de frente y mirándoles a los ojos, bueno, al menos la mayor de las veces. Claro que, para muchos, que esgrimen la toledana con el mismo garbo con que menearían el palo de una escoba, la sentencia de muerte cuando se cruzan conmigo es cosa segura. Pero no eran las muertes que pendían de mi conciencia lo que me interesaba ahora, sino la de mi hermano; que personalmente lo considerara un paniaguado no es lo mismo que me importara una jiga que lo hubieran convertido en parte del paisaje, en calidad de estiércol, así que la invité a sentarse a mi lado y le pedí que se explicara. Negó con la cabeza y me soltó la siguiente frase de modo maquinal, como si lo tuviese ensayado:

-Me lo mataron ayer de un tiro en la cara. ¿No vas a hacer nada?

Un tiro en la cara... Suspiré, rumiando pensamientos. Muchas muertes hay en la Villa, no pocas por duelos y lances de honor, otras para vengar ofensas reales o imaginarias y muchas más por la simple codicia de un ladrón. Pero aunque yo me hubiese ganado la hidalguía sirviendo al Rey, Álvaro no gozaba de tal privilegio, que de familia villana eran nuestros padres. Así que el asunto del honor quedaba descartado. Está la venganza, claro, pero no podía imaginarme yo que podía haber hecho mi hermano para ofender a nadie. No, era un asunto de codicia, de oro, que es el que paga al acero que mata. De eso yo sabía más que nadie. Pero lo primero es lo primero y una pregunta había sido formulada: ¿No iba a hacer nada? Suspiré. La sangre es más espesa que el agua y de todos modos, aunque escaso amor le profesara a mi hermano, algo debía hacer. Vengarle, por ejemplo.

Miré nuevamente a mi cuñada. Podía preguntarle más sobre la muerte de su marido o bien podía preguntar a otros, posiblemente más avisados. Que en ciertos barrios, hasta las piedras de los muros tienen ojos para ver y orejas para escuchar.

Notas de juego

Introducción

Si quieres preguntarle a ella más cosas, pasa a la sección 1.

Si quieres partir para preguntar a otros, pasa a la sección 44.

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08/12/2021, 17:41
Alvar Antúnez de Medellín

Introducción

Alvar Antúnez de Medellín, así me llamaban, nombre que constaba en los registros de los tercios de su Majestad Católica. No demasiado alto, moreno, de complexión fuerte, rondando los 40, con barba de tres días... Soldado de los tercios de España, si, por la gracia de Dios, pero mal combatiente, no por mi valor, pero si por mi destreza. Mis sargentos y capitanes lo notaron, y me destinaron a funciones importantes, aunque claro que combatí, y la muerte varias veces me rondó en el combate. Así gané hidalguía, aunque ahora tuviera que malvivir, una vez licenciado, con acciones quizás reprobables. Remordimientos que apagaba bebiendo. 

Estaba yo olvidando mis desasosiegos del día con aquel aguado vino, que bien podía ser más bien agua manchada con zumo de vid, pero que al menos, me servían con presteza. Ver a mi cuñada me sorprendió, pero no de buenas recuerdos, como creo que pudo interpretar por mi cara. No. La verdad que tenía a Álvaro por un estúpido, y no quería saber nada de él. Aunque fuera por pensar que era un cobarde, y no haber sido como yo soldado en Flandes. Bueno. Allá él. El que yo volviera a la Villa y Corte y me pusiera a cumplir encargos de cierto corte "oscuro" no hacían que ayudara a recuperar la relación. Mi conocimiento de los buenos modos me permitía hacer encargos que otros no podían asumir, gracias a haber ayudado a los capitanes allá en el ejército. Aunque no fuera un buen luchador, eso me hacía mortal en muchos casos. 

Sacudí la cabeza, y contesté a la enfadada viuda. - Lo lamento por él. Y por vos. Pero os invito a sentaros a mi lado para que me respondáis a preguntas. Mi honor me impele a vengarle, por mucho que Álvaro fuese un pichafloja que no quisiera servir a su rey con las armas. Y vive nuestro Señor Jesucristo que lo haré, pero sentaos y hacedme caso. Quiero saber más de la muerte de mi hermano por vuestra boca. 

Apuré el trago, esperando a que mi cuñada tomase la decisión de sentarse y dejar de llamar la atención y contarme, o mandarme a tomar vientos. 

Notas de juego

Esta es mi elección

Si quieres preguntarle a ella más cosas, pasa a la sección 1.

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08/12/2021, 21:52
Narrador

Bien sabía yo que mi hermano era un pichafloja, de natural manso como un cordero y que no tenía enemigos, pues nada tenía que nadie codiciara. Si me hubieran preguntado el día anterior, hubiera dicho que no valía ni siquiera el plomo que le metieron.

Notas de juego

Sección 1

Pasa a la sección 49.

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08/12/2021, 21:53
Narrador

Miré a mi cuñada fijamente, al busto prominente que tantas miradas atraía por donde pasaba, pensando qué preguntar. Ella se sentó a disgusto, pero allí estaba, a mi lado.

Notas de juego

Sección 49

Si piensas preguntarle si Álvaro andaba metido en algo que justificara su muerte, pasa a la sección 97.

Si piensas preguntarle dónde se encontró el cadáver, pasa a la sección 150.

Si piensas preguntarle dónde está el cuerpo ahora, pasa a la sección 311.

Si nada hay por preguntar, pasa a la sección 318.


Muy buen presentación, sí señor.

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08/12/2021, 23:00
Alvar Antúnez de Medellín

Sacudí la cabeza, pensando en el inútil de mi hermano. Que, ¡joder! se había conseguido una moza de demasiado buen ver, y no sabía cómo. Qué desperdicio en manos de aquel vago de ciudad. Por cierto, tendría que poner un ojo  en ella, no fuera a ser que tuviera algunas "visitas" de esos lascivos que ahora la miraban. El honor de mi hermano incluía a su viuda. 

Cuando se sentó a mi lado, indiqué que le sirvieran algo con un gesto, y la miré. ¿Qué le hacía mirarme así, con ese cabreo? Ni que yo la hubiera jodido alguna vez, no literalmente claro. Suspiré. 

Margarita, ¿sabéis vos algo de lo que le ha pasado a Álvaro? Me refiero, vos, que estabais cada día a su lado, como mandan los buenos cánones de las mozas, sabríais si tenía problemas, o algo había diferente en su comportamiento. ¿Alguien le visitaba, o veía a algún maleante? - Maldición, seguro que al haber dicho eso, ahora se lo echaría en cara, que el único maleante al que veía era a mi, por desgracia. Bebí otro trago, ofreciéndole que ella hiciera lo mismo con la bebida que le acababan de traer. 

Notas de juego

Elijo la primera, esta :

Si piensas preguntarle si Álvaro andaba metido en algo que justificara su muerte, pasa a la sección 97.


Lo de pichafloja me ha salido del alma.

Gracias, luego readaptaré eso que escribí para poner en la parte de historia del personaje

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10/12/2021, 17:08
Narrador

Cogió la bebida que se le ofrecía y dio un sorbo del licor. Parecía pensativa o dubitativa, no sabría bien dilucidarlo. Me miró con esa mirada suya cargada con no poco desprecio antes de decirme:

-Mi marido no era como tú, y bien que lo sabes. A nadie hizo mal, nadie le deseaba sino bien.

Prácticamente me escupió las palabras encima.

Notas de juego

Sección 97

Haz una prueba de Observación.

Si sacas la tirada, pasa a la sección 164.

Si no sacas la tirada, pasa a la sección 83.

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12/12/2021, 09:56
Alvar Antúnez de Medellín

Efectivamente, nada estaba más claro que el desprecio que Margarita tenía por mi persona. Admito a vuesas mercedes que podría tener alguna razón para ello, pero ahora estaba actuando bien, por mucho que mi hermano no lo valiese. Lo que no veía tan claro era el motivo de su pausa al hablarme. Pero me llevé mi jarra a la boca, observando disimuladamente entre trago y trago. Tenía que saber qué pasaba por la cabeza de aquella mocita que seguía despreciándome de palabra pero a la par exigiendo mi ayuda. 

No, no lo era. - Acepté. - Pero su muerte habrá tenido alguna razón. Puede que no esa. Pero alguna. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pasada, con esa puntuación, no me extraña. 

Si sacas la tirada, pasa a la sección 164.

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13/12/2021, 20:57
Narrador

Algo aleteó por un instante en sus ojos, poco acostumbrados a mentir, por mucho que lo hiciera su boca. Olfateé miedo, y eso es normal, pues viuda se había quedado, pero también duda. Alguna cosa me ocultaba. Y como no me acomodó el asunto, decidí apretarle un poco los grillos, a ver si cantaba.

-Pues bien, señora cuñada, ya me dirás cuando es el entierro y la misa, que yo ahora mismo voy a empezar a brindar por la salud de su alma, que lo de los rezos se lo dejo a los curas.

Abrió tanto la boca que bien creo yo que hubiera podido emboscarse dentro un ejército de herejes entero. Bien claro estaba que no era así como esperaba que le fueran las cosas. Y sin darle tiempo a reaccionar proseguí.

-... A no ser, claro está, que me lo digas todo, que decir las cosas a medias es igual que no decir nada. Pues puede que mi madre criara a un hijo tonto, pero te aseguro que dos, no.

Carraspeó y se sonrojó como la grana, abatió los hombros y la cabeza y su actitud desafiante desapareció como el rocío con los primeros calores de la mañana. Casi susurró:

-Tu hermano no tenía pendencias, pero el amo al que servía anda metido en pleitos. Cosas de requerimientos y letrados, por no se qué herencias. Y su rival es hombre de mal contentar, y se han recibido en la casa no pocas amenazas. Quizá de la palabra pasara a la obra.

-¿Veis, mi señora cuñada, como cuando las palabras son llanas todo se ve más parejo? Decidme el nombre del amo de Álvaro y del que le pleitea, y ya estará la confesión completa.

Sin alzar la cabeza susurró:

-Servía al conde de Peñaranda, que está enfrentado en pleitos con don César Madrazo, marqués de Villascusa.

Notas de juego

Sección 164

Pasa a la sección 83.

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13/12/2021, 21:03
Narrador

Sonrío ante lo descubierto. Esta Margarita canta como los mirlos si la aprietas un poco.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a mirar a los ojos de Margarita, pensando que tienes más preguntas que hacerle, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento para que llore a tu hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas, pasa a la sección 318.

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15/12/2021, 12:27
Alvar Antúnez de Medellín

Efectivamente, me congratulaba de poder saber algo más de la verdad. Quizás fuera el momento de conseguir profundizar más en esas relaciones con los amos y sus pleitos, o algún detalle más de la muerte del poco hombre y nada arrojado de Álvaro.

- Bien, bien. Hemos avanzado, cuñada. - Dije, manteniendo un elegante... bueno, un a propósito incómodo silencio. Bebí un trago, y expresé: - Creo que quizás debería saber algo más, si he de vengarlo. Quizás sepáis algo de las pendencias que se tenían los amos. O puede ser que alguna pista tengáis de quién fue el malnacido que manchó con la sangre de mi familia el suelo. Aunque sea con una sangre algo aguada... - Se me oyó mascullar. Bebí otro trago. - Miradme, Margarita. ¿Qué me respondéis?

Notas de juego

Si vas a mirar a los ojos de Margarita, pensando que tienes más preguntas que hacerle, pasa a la sección 49.

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17/12/2021, 00:52
Narrador

-Nada sé de las pendencias que se traigan entre ellos. Esos menesteres escapan a mi percepción.

Miré a la viudita de fijo, pensando qué más preguntar...

Notas de juego

Sección 49

¿Dónde se encontró el cadáver? Pasa a la sección 150.

¿Dónde está el cuerpo ahora? Pasa a la sección 311.

Si nada hay por preguntar, Pasa a la sección 318.

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22/12/2021, 20:58
Alvar Antúnez de Medellín

Bueno, parecía sincera, y quizás tuviera razón. Al menos en eso mi hermano, absoluto inútil, había hecho algo serio. En las mujeres, incluso en aquellas de armas tomar como mi cuñada, no se podían confiar cierto tipos de secretos. Mientras me bebía otro trago, maquinaba cual sería el mejor camino para poder llegar a la verdad, a la venganza y a poder volver a la posada a beber algo en recuerdo de mi hermano... o bueno, beber por beber, no se merecía pagar ni una onzilla de mal vino, pero seguro que madre querría que brindara por él. 

Decid, Margarita, pues, ¿dónde hallaron el cadáver de Álvaro? Es algo importante, pues quizás eso nos enseñe algún paso a seguir sobre su muerte. 

Notas de juego

¿Dónde se encontró el cadáver? Pasa a la sección 150.

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25/12/2021, 22:42
Narrador

Quedó sorprendida por la pregunta, pareció pensarlo un poco, luego rezongó:

-En un callejón en el barrio de Santiago, cerca de la plaza de los Ramales.

Silbé para mí. No era barrio de carda, sino señorial, pues estaba demasiado cerca del Alcázar para el gusto de los que piden con el acero en la mano, que ya se sabe que la gurullada gusta de arrimarse más a los ricos que a los pobres. No digo yo que algún jayán con cuajo en las venas gustara de cazar por tales prados, pero sin duda buscaría otra presa que no el infeliz de mi hermano…

Notas de juego

Sección 150

Pasa a la sección 83.

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25/12/2021, 22:43
Narrador

Miré a los ojos de Margarita, pensando si tenía más preguntas qué hacerle o la dejaba marchar con buen viento a llorar a mi hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a hacerle más preguntas, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento, pasa a la sección 318.

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28/12/2021, 10:09
Alvar Antúnez de Medellín

Encogí los hombros. La verdad es que en aquel momento me sorprendió en demasía el lugar, puesto que jamás hubiera relacionado al patán de mi hermano con aquellas calles más de buena vida que no estas de malos vinos y consecuentes orines. Hablé: 

Otra cosa no habrá hecho el palurdo de Álvaro, más que morir en buen lugar, pardiez. ¿Porqué no tras la alcoba de la Reina? Ese lugar me parece demasiado bueno para él. - Terminé de un trago el fondo de mi vaso, y la verdad, me planteé mucho qué hacer. Pedir otro para preguntar a Margarita, más podía ser contraproducente, pero tenía mis dudas de algunos temas más. Me acomodé ligeramente, dejando mi agotada bebida en la mesa con un golpe - Antes de iros, cuñadita, os preguntaré alguna cosa más, si no os incomoda para ir a llorar al bueno de mi hermano. - Sabía que ella notaría el retintín, pero a la par, ¿qué otra cosa podía hacer más que aguantar y responderme?

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28/12/2021, 22:02
Narrador

Esbozó algo parecido a una sonrisa, que se le quedó en mueca triste.

-Solo me queda decirte donde está su cuerpo: en la iglesia de San Juan, en espera que se resuelvan los trámites y se le pueda dar la absolución después de muerto, para que sea enterrado en tierra sagrada y no en fosa común, como a los herejes y a los blasfemos.

Notas de juego

Sección 311

Pasa a la sección 83.


He revisado los anteriores post y el 97 y el 150 ya los elegiste, así que solo te quedaba por preguntar la opción 311, la cual pongo aquí.

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28/12/2021, 22:03
Narrador

Miré a los ojos de Margarita, pensando si tenía más preguntas qué hacerle o la dejaba marchar con buen viento a llorar a mi hermano, como es obligación de las viuditas bien enseñadas.

Notas de juego

Sección 83

Si vas a hacerle más preguntas, pasa a la sección 49.

Si la dejas marchar con buen viento, pasa a la sección 318.


Ya has preguntado todo, así que solo te quedaba elegir la opción 318.

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28/12/2021, 22:04
Narrador

Y así se fue de la bayuca una mujer honrada, dejándome como regalo un negocio que sería de todo menos honesto. Que para hacer la justicia del Rey, están los corchetes y el Señor de la Garnacha. Mi justicia, una vez encontrara al asesino, sería tener con él tan poca piedad como se la tuvo a mi hermano.

Apuré mi jarra de un trago y me repasé maquinalmente los bigotes, retorciendo las puntas, a lo bravo, pensando cuál era el siguiente paso a dar: podía sembrar preguntas por la carda, a ver si en algún oído germinaba una respuesta y ésta brotaba de alguna boca dispuesta; podía ir a presentarle mis respetos a mi hermano Álvaro o al menos a lo que quedaba de él, que si malo es no acordarse de los vivos, peor es olvidarse de los muertos. Y aunque uno es de natural poco amigo de supersticiones, si algo se dice es que algo hay y ningún daño me haría verle de cuerpo presente; o bien podía pedir más vino y beber a la salud de mi hermano, o más bien por su descanso eterno, que a buen seguro mascar a lo pío se me daría mejor que un par de rezos de falsa beatería.

Notas de juego

Sección 318

Si siembras preguntas por la carda, pasa a la sección 44.

Si decides ir a ver a tu hermano Álvaro, pasa a la sección 125.

Si te quedas bebiendo, pasa a la sección 80.

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05/01/2022, 10:03
Alvar Antúnez de Medellín

No sabía si era la noticia y la bebida bien mezcladas, la sensación de tener que vengarle o sencillamente que todo buen español honraba a su familia, por mojigata y timorata que esta fuera, porque pocas cosas como la familia... y bien sabe Dios que yo era el único que podía hacerle mal a la familia. 

Me levanté bruscamente, y me dirigí a la puerta. Quería ver a Álvaro. Quería con la mano sobre mi arma, jurar que el imbécil que lo mató moriría. Y Luego bebería para olvidar lo imbécil que fue, y que tan sólo dos cosas buenas hizo, casarse con tal mujer y morirse, puesto que nada mejor hacía en vida. De ese modo, encaminé mis pasos a la Iglesia de San Juan. 

Notas de juego

Elijo: 
Si decides ir a ver a tu hermano Álvaro, pasa a la sección 125.

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05/01/2022, 18:33
Narrador

Vacilé un momento, ya saliendo del Figón. ¿Le había preguntado a Margarita dónde estaba el cuerpo de mi hermano?

Notas de juego

Sección 125

Si es que si, ve a la sección 100.

En caso contrario, habrá que resignarse a hacer preguntas, que cuando solamente es una la opción que nos dan, la decisión
es fácil, pasa a la sección 44.