Partida Rol por web

El portador de dones

Epílogo

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01/09/2009, 16:00
Sadron

Bajáis de la torre. Amrod y Tintestel se encuentran agotados en el quicio de la puerta que hace tiempo abristeis con aquellas palabras.

Todos estáis agotados y nada más que muerte llegáis a ver a vuestro alrededor. Algún bandido y algún orco corre en lontananza. Desprovistos del poder de la vara de Annatar no tienen motivación para enfrentarse a vosotros.

Sadron se acerca a la puerta y os hace una reverencia.

—Maenist no se equivocó con vosotros. Una vez me dijo que el destino de la Tierra Media estaba ligado a vosotros... y no se equivocó. Permitirme agradeceros vuestra hazaña. Vuestros nombres serán escuchados en las tabernas, se cantará por vuestros corazones, amigos. Ahora formáis parte de la historia de la Tierra Media— dice acabando la reverencia con la rodilla clavada en el suelo.

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01/09/2009, 16:36
Ranëdhel

Ranëdhel deja colgando al costado el brazo de la espada ensangrentada, manchada con los últimos restos de vida del traidor, y en silencio contempla a sus camaradas, considerados héroes por Sadron, Tintestel, los Hombres y Elfos que les siguen, y por él mismo.

No sabe qué decir, y como en tantas ocasiones anteriores su vista se fija en Anäril y sus compañeros en busca de alguna respuesta. Entendía las risas y el júbilo que también a él le embargaron cuando el ejército oscuro se desbandó y comenzó a retirarse y caer. Lo creía imposible y el también clamó su gratitud a Elbereth hacia su hogar en los cielos. Pero la reverencia y el respeto que demuestra Sadron hacia ellos le deja sin palabras, sorprendido, incluso algo incómodo sabedor de que el homrbe arrodillado ante ellos en señal de gratitud es el verdadero responsable de que continuen con vida.

- Todo ha terminado, la Vara se ha perdido y el mal ha sido rechazado por todos nosotros, solo deseo abandonar esta torre y celebrar que seguimos vivos.- susurra tenuemente, bastante cohibido a sus compañeros de andanzas.

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01/09/2009, 22:23
Carster

Bajo por las escaleras, bastante ensangrentado, parte cae de la ultima herida que fue capaz de hacer el desconocido, y gran parte de los enemigos, la lucha ha sido dura y mi estilo de lucha no es precisamente sutil.

Mirando en la lejania parece que por un momento barajo la posibilidad de salir a la carrera detras de los que escapan, pero el cansancio puede y bajo el brazo de la espada, buscando algo con que limpiarla

Las palabras de Sadron son extrañas, aunque hay partes que puedo entender bastante bien

Si, sera lo mejor buscar una de esas tabernas, despues de esto podria comer un buey, beber un barril de cerveza y dormir una semana seguida

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02/09/2009, 13:55
Anäril

Así que este es el final - pienso para mi cuando contemplo las idas y venidas de los pocos enemigos que huyen despavoridos del campo de batalla. Agotado por el combate y las emociones, guardo con cuidado las espadas y contemplo a mis compañeros junto a la puerta.

Am, Sadron! *Levántate - digo con solemnidad, tomándole del hombro - Es ante ti y tus elfos ante quienes deberíamos de inclinarnos, pues habéis hecho posible esta victoria. Una victoria amarga, sin embargo, pues mucho hemos perdido en el camino. Nada me gustaría más que Maenist pudiera estar aquí en este momento, aunque estoy seguro de que nos contempla orgulloso allá donde esté, pues este logro es suyo y nadie podría arrebatárselo - añado con gran tristeza.

Ranëdhel, Elerin, Carster, Amrod... - continúo, haciendo una ligera reverencia con la cabeza ante cada uno de mis compañeros - Sin duda sois los más valerosos amigos junto a los que he combatido. Mucho hemos pasado, cosas malas pero también muchas buenas. Para mi sería un honor continuar el camino con vosotros, si lo deseáis. Algo me dice que el destino nos ha reservado más sinsabores y momentos de gloria para ser compartidos.

Por el momento, mi única preocupación es recuperar la Vara y ponerla en lugar seguro - termino - O quizá destruirla, si ello es posible. Ese artefacto es demasiado poderoso para dejarlo expuesto a que cualquiera lo encuentre, y trate de usarlo sin considerar las consecuencias. Cuando todo esté despejado, sellaremos para siempre esta torre, con todo lo que contiene, y mantendremos un ojo puesto en ella. Debemos aprender de nuestros errores del pasado. Estoy seguro de que Sadron sabrá protegerla.

Esa palabra que Gailhen pronunció al final..., Gwilbil. ¿Alguno de vosotros la había oído antes?. Parecería un nombre, aunque nunca había oído ninguno semejante...

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02/09/2009, 16:40
Ranëdhel

Asintiendo al discurso de Anäril, Ranëdhel guarda silencio. Las palabras del capitán noldo expresan lo que siente tal y como el no sabría expresar.

- Gwilbil. Fue la última palabra que abandonó los labios de Gailhen antes de caer de la torre. Supuse que se trataba de Quenya y sabrías de que se trataba Anäril. Quizás se trate de otro idioma, pues no percibí poder en la palabra que la convirtiera en conjuro. Tal vez se trate de un nombre. No sé de qué pueda tratarse.

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02/09/2009, 22:00
Elerin

Cuando salgo de la torre, ensimismado recorro con la mirada el campo de batalla mientras me llega el hedor a muerte que emana de él.

-La victoria ha sido lograda, pero ¿A qué precio? Muchas han sido las vidas de elfos que se ha cobrado la lucha, elfos que no volverán a cantarle a Eärendil o beber una copa con un amigo. Tal es el poder de la oscuridad, que aunque sus designios sean truncados, dejan dolor y desolación a su paso...

Estando sumido en tales pensamientos una ráfaga de viento salado del oeste sopla repentinamente, apartando de nosotros el olor de la batalla y sacándome de esas lúgubres reflexiones a la vez que me recuerda que estos son los tiempos en los que nos ha tocado vivir y que es nuestro deber enfrentarnos al mal con todas nuestras fuerzas para que estos sucesos no ocurran en el futuro, tal como hemos hecho hoy, los vivos y los caídos, ya que la vara no volverá a causar tribulaciones en esta tierra; O no debería...

Escucho las palabras de Änaril y medito brebemente sobre el enigma que plantea.

-Gwibil... No, no me viene nada a la memoria; Tal vez fuera un ser querido, si es que alguien de su ralea puede tener tales. -Niego ligeramente con la cabeza, un misterio más para añadir a la lista- En mi opinión en lo que deberíamos centrarnos debería ser en cómo destruir la Vara, ya que se ha visto que el esconderla no es suficiente, pero en todo caso es algo que deberá esperar a que descansemos, yo me uniré ahora a los que están sanando a los heridos.-Mis ojos brillan mientras mi mirada os va recorriendo- ¡Almarë, amigos! Terrible ha sido la oscuridad que hemos atravesado y largas las sombras contra las que hemos luchado juntos, pero en verdad os digo que aunque sólo fuera por la amistad que se ha forjado entre nosotros, ha merecido la pena.

 

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03/09/2009, 01:27
Ranëdhel

- Tienes razón, Elerin. Mientras atiendes a los heridos yo buscaré la Vara allí por donde cayeron muertos. No andará muy lejos, y si por azar a caído a las aguas, quieran los Valar cuidar de que nadie la encuentre en ellas y sea arrastrada a los abismos bajo los dominios de Ulmo.- Ranëdhel se dirige hacia el umbral de la torre donde se detiene por un momento junto a Sadron y Tintestel, apoyando una mano en el hombro de cada uno con firmeza:- Os debemos mucho, y os estoy agradecido por ello. Que guíe la luz de Elbereth vuestros días.

Tras estas palabras de gratitud, abandona la sala de la torre, vuelta a convertir en tumba una vez más, para buscar en los aledaños de la torre los cadáveres de ambos brujos y la Vara por la que sucumbieron.

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08/09/2009, 13:41
Tintestel

Durante un buen espacio de tiempo se estuvo buscando la vara sin éxito.

Durante años mis elfos hemos guardado este lugar para proteger la voz. Seguiremos haciéndolo durante el tiempo que sea necesario. Ahora el Nenuial será un nuevo aliado y nuestra vigilancia será más fácil.

La despedida fue emotiva. Tintestel y sus elfos se quedaron en las inmediaciones de Mindon Lamath, ocultos como la primera vez que llegasteis aquí.

Emprendéis un nuevo camino hacia Bree. Allí sois recibidos con algarabía y se os reconoce como héroes. Los bardos cantan vuestra gesta y así seguirá siendo por muchos años.

— FIN —