Partida Rol por web

El Psiquiátrico

El psiquiátrico (escena principal).

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19/02/2013, 10:19
Samuel Lockwood

Padre, no está usted en sus cabales y está padeciendo un delirio transitorio, amén de estar bajo el efecto de las drogas y quién sabe si comenzando a exhibir síntomas de demencia senil. Por ese motivo no tomaré en cuenta su grosería.

Ahora bien, si lo que pretende usted es pegarle patadas a cualquier solución racional para acabar con esta situación, mientras insiste en que quiere utilizar los poderes que Cleopatra le ha transmitido, mi paciencia acabará agotándose ante la espiral de solipsismo decadente en la que parece usted empeñado en hundirse aullando e inentando arrastrarnos a los demás a ella.

Hasta ahora, además de balbucear fantasías opiáceas de viajes por la época de la Cuarta Dinastía y consumir drogas, no ha hecho nada de utilidad. Si nos contase cual es su "plan" (hago símbolo de comillas con los dedos), al menos sabríamos qué pretende y quizás podría usted aliviarnos un poco la tensión que estamos padeciendo, al hacernos reír a mandíbula batiente con sus chifladuras.

No obstante, si lo que usted pretende es ejercer de flautista de Hamelín y decirnos que debemos asomar la cabeza por esa trampilla (señalo a la misma) para que el psicópata que probablemente está arriba nos pegue un machetazo en el cráneo a cada uno, debo decirle que lo siento, pero eso no va a suceder.

Así que le doy tres opciones, padre. o recupera la cordura y se serena, o nos hace reír, o bien se calla y deja de comportarse como un grosero lunático pateando una hoguera que bien pudiera representar los últimos añicos de razón presentes en su enmohecido cerebro, víctimas de un brutal ataque perpetrado por un enfurecido anciano demente incapaz de asumir la realidad.

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19/02/2013, 11:31
Mike Mc Farlane

¿Rehenes? ¿En serio? ¿Creen que alguien saldrá con vida de esta maldita isla? ¡Debería hundirse en el océano! ¡Quememos este maldito faro y todo lo que haya en él! Sólo si alguien ve el fuego podrá venir a rescatarnos, y será mejor que eso ocurra mientras aún sea de día...

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19/02/2013, 16:17
Director

Notas de juego

Estamos muy cerca de finalizar la aventura. Sólo falta que me digáis exactamente que hacéis y sigo con la escena, por ahora no tengo muy claro que plan tenéis ya que hay cierto lío entre vuestros personajes.

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19/02/2013, 17:50
Frederick Lockwood

-Mi propuesta es que abramos esa trampilla, y mandemos a esa cosa al lugar del que a venido usando los talismanes que os he dado. Y luego usemos el faro para hacer señales a tierra firme. Se que Samuel piensa que estoy senil, pero ustedes han visto a esa cosa, con los talismanes podrmos mandarla de vuelta. Necesito vuestra colaboración para ello. ¿Estais dispuestos?

No creo que quemar el faro, ni la ridicula idea de Samuel de ahumar a esa cosa de resultado. Lo que si se es que si se hace de noche estaremos todos perdidos.

Diganme. ¿Subiran al faro conmigo?

Espero a ver que me contestan el resto. Si deciden seguirme subo al faro, sino sigo el plan que la mayoría decida.

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20/02/2013, 10:14
Samuel Lockwood

(A McFarlane y Yeandle, susurrando):

- Miren, mi padre claramente ha perdido todo el contacto con la realidad... vamos a seguirle el juego, porque si no, no va a parar de insistir en que pongamos en práctica sus fantasías.

(A todos):

- Salgamos del faro un momento, para que no nos oigan.

(En voz alta, una vez estemos fuera)

- A ver, entonces, si le he entendido bien, padre ¿los faraones le dijeron que subiésemos al faro con los talismanes para acabar con el asesino? (cojo el talismán de sus manos) ¿Exactamente qué tenemos que hacer una vez subamos? ¿Algún tipo de cántico o qué? (esbozo una sonrisa irónica, las gotas de sudor perlan mi frente).

Vuelvo a entrar en el faro. Me acerco a la trampilla, subiendo silenciosamente algunos peldaños y agudizo el oído, intentando escuchar si hay alguien en el piso de arriba y si se mueve.

Si no escucho ningún ruido de personas, bajo y salgo del faro, volviendo a hablar con el resto de personas:

- Miren, no he oído ningún ruido del piso de arriba. Es posible que el asesino esté dormido y podamos subir y aprehenderlo, mientras mi padre le lanza un hechizo y lo embruja para que participe en sus fantasías egipcias (río nerviosamente, luego me vuelvo a poner serio, aunque el labio inferior me tiembla). Ahora bien, también es posible que esté despierto y esperándonos.

- Por eso, lo que les planteo es lo siguiente: podemos intentar subir las escaleras, dejando la fogata abajo preparada, por si acaso. ¿Alguien sabe hacer una mecha? Podríamos intentar hacer un explosivo rudimentario. No para herir al asesino, sino para lanzarlo una vez abramos la trampilla, a modo de distracción. Si no, podríamos subir con una antorcha y lanzarla. Lo que sea con tal de evitar que el asesino esté dispuesto a descargar un machetazo sobre el pobre incauto que vaya primero a través de la trampilla. Una vez entremos, ya podremos encargarnos de él. En caso de que nos sea imposible, tendremos que retirarnos y prender la hoguera.

Me giro a mi padre y le hablo, repleto de rabia. Podéis notar como estoy al borde de un ataque de nervios, pero la sensación es rara, porque todo el rato mantengo el tono bajo, preocupado por si el asesino nos oye. Así que a medida que voy hablando, no subo el tono, sino que éste se hace más estridente y rasposo, como si la rabia fuese creciendo en mi interior.

- Padre, toda este plan lo ha propuesto usted basándose en su maldita fantasía opiácea, así que no vamos a jugarnos a suertes quién va primero a través de la trampilla. Va a asomar usted su cabeza el primero, si quiere que le sigamos llevando los talismanes como si fuésemos su condenada secta. Ha tirado por el suelo mi hoguera y lleva todo el día comportándose como un maldito tarado. Ahora va a cumplir con el resto de condiciones que hemos dicho para el plan, (voy acercando mi cara a la suya mientras hablo, sudando y rechinando los dientes) y va a aceptar nuestras condiciones, si no quiere que el que le abra esa senil cabeza sea yo mismo. ¿ENTIENDE?

Me quedo mirándole fijamente.

- Y ahora, fuera de mi vista.

Voy y vuelvo a montar la hoguera en la planta baja del faro. Luego, si alguien sabe hacer mechas, le ayudo a intentar preparar el explosivo, o empapo algún trapo en gasolina y busco una rama para hacer una antorcha. Después, sigo al resto para intentar subir al piso de arriba.

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20/02/2013, 10:47
Frederick Lockwood

Le pego un guantazo a Samuel en cuanto se gire:

-No te consiento que me hables asi!

No se si te has dado cuenta, que el único que piensa que lo que hay alli arriba es humano eres tu. Todos estamos locos menos tu, que eres el único que conserva la cordura. Si quieren ire yo primero, que apenas puedo moverme.

Lo he dicho 100 veces, los talismanes canalizaran tu deseo de explusar a ese ser. No es racional, lo se. Pero se que funcionará. Pero debemos intentar explusarlo todos juntos.

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20/02/2013, 11:21
Samuel Lockwood

Noto que mi padre me golpea en la cabeza al girarme.

Frederick-No te consiento que me hables asi! No se si te has dado cuenta,[...]

En cuanto noto el golpe, me giro y me lanzo encima de mi padre, interrumpiéndole, intentando golpearle en la cabeza con el revolver. Mientras le agredo, mascullo, entre gruñidos:

- ¡Ya no soy un niño! ¡Ya no soy un niño!

Notas de juego

Esto que he hecho se llama "Pistol whipping": http://en.wikipedia.org/wiki/Pistol-whipping

Este pistol whipping es muy edípico.

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20/02/2013, 14:45
Director

Samuel Lockwood saca el revólver con el rostro enrojecido y totalmente fuera de sí y acto seguido comienza a golpear a su padre con la culata de este en la cabeza. Los golpes son contundentes y a punto están de costarle la vida a su progenitor que ya se haya muy malherido, afortunadamente ninguno es propinado con la habilidad suficiente para provocar daño alguno.

- Tiradas (1)
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20/02/2013, 15:39
Jack Yeandle

Intento sostener a Samuel cuando veo que ataca a su padre, cuando se calma un poco la situación, digo:

- ¡Menuda familia feliz! Estan intentado acabar con asesinos y ni si quiera pueden arreglar sus propios problemas.
- Venir a esta isla ha perturbado mi mente, y la mente de Mike, pero ustedes dos, parece que la tubieran perjudicada mucho antes.

- Al final sus discusiones padre-hijo nos van ha dar problemas serios.
- Les diré lo que haremos. Entraremos a la carga hasta donde este nuestro oponente y le daremos muerte, lleven un talismán, lleven el revolver y preparen las antorchas y los explosivos que les parezca. Cuando estén preparados, avisenme. Estaré sentado en aquel árbol disfrutando de lo poco que me queda de vida.

Enciendo una cerilla de las que me dió Frederick y me enciendo un cigarro, acto seguido me voy a esperar sentado en un tronco seco de un árbol. Mientras tanto aprovecho para escribir ideas y notas para un posible articulo/historia con tintes postumos sobre lo que nos ha ocurrido en la isla.
 

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20/02/2013, 16:25
Frederick Lockwood

-Perdone Jack, pero creo recordar que ustedes dos vinieron al psiquiátrico con la intención de dispararnos, de hecho el Sr. Mcfarlane me ha disparado dos veces, lo cual seguramente me provocará la muerte. Yo solo intento que mi hijo entre en razón y deje de tomarnos a los tres por locos.

-Y tu hijo! Debería darte verguenza agredir a tu padre con un arma. Que pretendes? Matarme? Menos mal que eres un endeble. Estando medio muerto sigo siendo mas hombre que tu. COMPORTATE DE UNA VEZ! Hacer una mecha? explosivos? Creo que has leido muchas novelas de aventuras...

Aporta algo util para variar. Y la próxima vez que intentes matarme, no lo hagas como una mujerzuela, ECHALE COJONES A LA VIDA HIJO!

Mcfarlane esta usted dispuesto?

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20/02/2013, 18:06
Samuel Lockwood

Yo después de haber golpeado de forma brutal la cara de mi propio padre, un hombre malherido y débil, me hallo en un estado de trauma emocional, e inmediatamente me alejo de él, internándome entre los árboles que quedan al oeste del camino, sin escuchar nada de lo que me dice. En medio del torrente de emociones que me abruma, sólo alcanzo a oír palabras sueltas de Mr.Yeandle y mi padre:

- [...] feliz[...] padre-hijo [...] matarme [...] perjudicada [...] matarme [...] explosivos [...] intentes matarme [...] matarme [...] matarme [...] matarme [...]

Todo ello resuena en mi cabeza mientras me interno entre los árboles buscando ramas con las que poder hacer antorchas. Entre los árboles, intento ordenar mis emociones y traumas, psicoanalizarme a mí mismo (con todo lo imposible que pueda ser eso).

Una vez se me ha pasado el arrebato, vuelvo con el resto.

- Mr. McFarlane y Mr. Yeandle, disculpen lo que han presenciado. Esta situación es demasiado para mí. Pongámonos manos a la obra, llevemos a cabo la pantomima que quiere este anciano, pero hagámoslo bien armados y preparados, de acuerdo con el plan, para poder enfrentarnos a quien esté en ese primer piso.

- Usted, padre, no tiente su suerte, o le golpearé de nuevo, como el saco de huesos seniles que es, vapuleado por su joven y vigoroso hijo, igual que ocurrió hace unos minutos. La próxima vez no le dejaré dientes con los que continuar dirigiéndome más de esas viles invectivas que ha utilizado para atacarme toda la vida. Deje de poner excusas de que "no puede moverse", y sea un hombre por una vez en la vida, ya que buen padre no lo ha sido nunca. Levante su talismán y suba usted el primero por la escalera.

Cuando todo el mundo esté preparado, intento seguir el plan: yo llevo una antorcha en la mano, encendida, y el revolver en el bolsillo izquierda de mi pantalón. También llevaré el talismán colgado. Depende de cómo quieran ir Mr.Yeandle o Mr.McFarlane iré en una u otra posición, pero inentaré insistir en que mi padre vaya el primero (por rabia), diciendo que ha sido idea suya.

Una vez se abra la trampilla, tiraré la antorcha por ella, e intentaré entrar a toda prisa, sacando el revolver y apuntando a quien haya allí.

Notas de juego

Fuera de personaje: Me imagino que la escena ha sido bastante chocante, más que nada porque por mucho que Frederick quiera "pegar un guantazo" a Samuel, es un hombre de edad avanzada que ha recibido un disparo, así que no creo que haya podido ser un golpe muy fuerte, y sobre todo, a la luz de la desproporcionada e irracional respuesta que se le ha venido encima.

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20/02/2013, 18:56
Director

Después de poneros de acuerdo subís la escalinata del faro, Frederick Lockwood y Mike Mc Farlane van primero, seguidos muy de cerca por Yack Yeandle y Samuel Lockwood. El viento silba por las hendiduras de los cañonazos sufridos siglos atrás. Frederick Lockwood abre la trampilla que conduce al piso superior del faro y su hijo lanza rápidamente su antorcha al interior. En pocos segundos una forma bulbosa compuesta de esferas gaseosas e iridiscentes hace su aparición, toda ella está rodeada de anillos chisporroteantes de electricidad que provocan que vuestro vello se erice. La forma de este ser es tan horrible y abyecta que en pocos segundos decenas de preguntas a cada cual más horrible se agolpan en vuestras cabezas incapaces de comprender en su totalidad este fenómeno. Las mentes de Frederick Lockwood y su hijo se derrumban a la vez al contemplar a este ser, quizás sus mentes racionales no soportan contemplar esta anomalía del espacio-tiempo o tal vez la monstruosidad de este horror es demasiado para ellos.

 

Frederick Lockwood: ¡¡¡Te lo dije Samuel, te lo dije!!! ¡Tu padre siempre tuvo razón y tú nunca me escuchaste! ¡Lo hice todo por tu bien Samuel, TODO, incluso cuando de pequeño te azotaba con esa vara de roble aquellos golpes me dolían más a mi que a ti. Tú sabes bien que las heridas de la mente no sanan tan fácilmente como las del cuerpo.

Samuel Lockwood: (ríe a carcajadas) ¡Yo te amaba padre, eras un ejemplo a seguir para mi! ¿Porqué me trataste siempre como uno de tus pacientes? (dirigiéndose a la criatura mientras vacia el cargador de su arma sobre ella) ¡Desaparece maldito, no creo en ti, no existes!

Dos pseudópodos compuestos por una sustancia inidentificable mitad gas mitad sólido salen disparados en dirección a Samuel Lockwood y su padre. Este primero es electrocutado y cae al suelo semiinconsciente en medio de agónicos estertores para ser envuelto totalmente por la criatura, la cual comienza a alimentarse de él hasta convertirlo en una carcasa de carne quemada. Frederick Lockwood es más afortunado, cae al suelo muerto inmediatamente cuando el haz luminoso le roza provocando sobre él una descarga de veinte mil vóltios.

Yack Yeandle y Mike Mc Farlane corren escaleras abajo como alma que lleva el demonio seguros de que la muerte les llegará tarde o temprano, cuando el ser está a punto de alcanzarles al pie de la escalera extrañamente se detiene como si una fuerza invisible le obligase a retroceder. Con un milagroso esfuerzo de voluntad Mc Farlane y Yeandle obligan a la masa burbujeante a salir al exterior del faro atravesando una de las grietas en el muro norte. Al impactar sobre ella la luz solar la criatura comienza a disolverse mientras se retuerce frenéticamente. En pocos segundos no queda de ella más que vapor y un fuerte aroma a ozono en el aire.

- Tiradas (12)

Notas de juego

Samuel Lockwood y Frederick Lockwood han sufrido una locura temporal (crisis nerviosa aguda) debido a sus tiradas fallidas de cordura. Esto les impide usar el amuleto protector y actuar como deberían para intentar salvar sus vidas.

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20/02/2013, 19:02
Mike Mc Farlane

(Cuando estalla la pelea):

¿Pero qué hacen, se han vuelto locos del todo? ¡Dejemos de luchar entre nosotros, por Dios Santo! Necesitaremos todas nuestras energías para enfrentarnos a esa... cosa... criatura...

Me giro hacia Jack Yeandle:

Jack, creo que los Lockwood deben arreglar sus asuntos, antes de enfrentarse a su destino... bueno, el nuestro... cielo santo, ni siquiera he podido escribir una miserable nota, por si la encontrasen en la posteridad...

Saco un cigarrillo (posiblemente el último) y lo enciendo.

Dejémosles un minuto, antes de entrar... otra vez...

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20/02/2013, 19:36
Director

Notas de juego

Mc Farlane ha escrito mientras yo escribía, imaginad que está detrás de mi post. No puedo eliminarlo porque sería un poco injusto rehacer las tiradas.

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20/02/2013, 19:41
Director

Epílogo

     Después de incendiar el faro, el humo y su luz son vistos desde la próxima costa de Cornwall. Al amanecer del día siguiente un pequeño bote de la guardia costera acude para auxiliar a los supervivientes. Al llegar a puerto los periodistas se agolpan lanzando decenas de preguntas a Yeandle y Mc Farlane, los cuales los ignoran, aún conmocionados por la terrible experiencia sufrida. La vida continua, pero para ellos todo ha cambiado, ahora son conocedores de parte de la gran y terrible verdad que se esconde ahí fuera.

En todos los periódicos del país e incluso en muchos del mundo entero aparece en primera portada el fallecimiento doble en y en extrañas circunstancias de Dr. Frederick Lockwood y el Dr. Brewer, en letra pequeña se hace también mención a Samuel Lockwood. El entierro se celebra a los tres días, sólo dos personas acuden a él: Yack Yeandle y Mike Mc Farlane, en ese punto comprenden que a pesar del mutuo odio que se profesaban padre e hijo, ambos estaban unidos por sólidos lazos, más fuertes aún que los de la propia sangre...

 

Fin

- Tiradas (2)
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20/02/2013, 20:25
Frederick Lockwood

En el otro mundo:

-Esto no ha acabo Samuel! Te estare sermoneando toda la eternidad aqui en el limbo. A mi la criatura me mato porque ya estaba medio muerto. Pero a ti porque eras una nenaza.

-Mc Farlane! TODO ESTO ES POR TU MALDITA CULPA. MALDITO BASTARDO, TE ATORMENTARÉ MIENTRAS VIVAS!

Intento materializarme como un fanstamaaar, para atormentar a Mc Farlane todos los días del resto de su vida, y joderle los polvos, y lo que jode más las pajas. En próximas partidas me apareceré y le volveré loco.

Notas de juego

Joder he fallado el chequeo por culpa de la cordura que gaste en hacer los putos talismanes.

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21/02/2013, 09:58
Director

Tirada corregida para final alternativo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ahora cuando tenga un ratillo libre escribo el final alternativo. Este tendría que ser el de verdad ya que hice una pequeña trampa sin darme cuenta, cada uno que se quede con el que más le guste :D

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21/02/2013, 10:23
Samuel Lockwood

En el breve momento en el que veo a la criatura lanzarse a por mí y noto el contacto de sus pseudópodos, llego a la conclusión que lo que quiera que sea este fenómeno (un truco de ilusionismo del asesino utilizando productos químicos, algún tipo de animal desconocido para el hombre, un fenómeno psicosomático que me ha hecho sentir sensaciones de electrocución, etc), no quita para confirmar lo que ya sospechaba: que mi padre había perdido totalmente el juicio, y que sus historias sobre su viaje a Egipto y los talismanes que nos hacía llevar eran meras fantasías opiáceas, mecanismos de defensa ante de una psique frágil desmoronándose, una persona que siempre temió la pujanza de una versión más joven y vigorosa que él y ahora finalmente muestra su debilidad.

Las teorías de mi admirado Dr.Sigmund Freud se cumplen en mi cabeza, en la fracción de segundo en el que soy arrastrado hacia mi inevitable condenación. Y como en las teorías del psicólogo y psiquiatra austríaco, consigo "matar" a mi padre, tanto en sentido figurado, al constatar que él se equivocaba y yo tenía razón, como físicamente, al observar que él también sufre el ataque de lo que sea que está a punto de matarnos.

Y me entrego al abrazo de la muerte con un esbozo de sonrisa en los labios, probablemente en parte debido a la locura que me embarga, sabiendo que soy Edipo, he matado y reemplazado a mi padre: yo soy el que se hallaba en posesión de la verdad, aquel que tenía razón.

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21/02/2013, 11:46
Director

Final alternativo

 

Después de poneros de acuerdo subís la escalinata del faro, Frederick Lockwood y Mike Mc Farlane van primero, seguidos muy de cerca por Yack Yeandle y Samuel Lockwood. El viento silba por las hendiduras de los cañonazos sufridos siglos atrás. Frederick Lockwood abre la trampilla que conduce al piso superior del faro y su hijo lanza rápidamente su antorcha al interior. En pocos segundos una forma bulbosa compuesta de esferas gaseosas e iridiscentes hace su aparición, toda ella está rodeada de anillos chisporroteantes de electricidad que provocan que vuestro vello se erice. La forma de este ser es tan horrible y abyecta que en pocos segundos decenas de preguntas a cada cual más horrible se agolpan en vuestras cabezas incapaces de comprender en su totalidad este fenómeno. Las mentes de Frederick Lockwood y su hijo se derrumban a la vez al contemplar a este ser, quizás sus mentes racionales no soportan contemplar esta anomalía del espacio-tiempo o tal vez la monstruosidad de este horror es demasiado para ellos.

 

Frederick Lockwood: ¡¡¡Te lo dije Samuel, te lo dije!!! ¡Tu padre siempre tuvo razón y tú nunca me escuchaste! ¡Lo hice todo por tu bien Samuel, TODO, incluso cuando de pequeño te azotaba con esa vara de roble aquellos golpes me dolían más a mi que a ti. Tú sabes bien que las heridas de la mente no sanan tan fácilmente como las del cuerpo.

Samuel Lockwood: (ríe a carcajadas) ¡Yo te amaba padre, eras un ejemplo a seguir para mi! ¿Porqué me trataste siempre como uno de tus pacientes? (dirigiéndose a la criatura mientras vacia el cargador de su arma sobre ella) ¡Desaparece maldito, no creo en ti, no existes!

Dos pseudópodos compuestos por una sustancia inidentificable mitad gas mitad sólido salen disparados en dirección a Samuel Lockwood y su padre. Este primero es electrocutado y cae al suelo semiinconsciente en medio de agónicos estertores para ser envuelto totalmente por la criatura, la cual comienza a alimentarse de él hasta convertirlo en una carcasa de carne quemada. Frederick Lockwood es más afortunado, cae al suelo muerto inmediatamente cuando el haz luminoso le roza provocando sobre él una descarga de veinte mil vóltios.

Yack Yeandle y Mike Mc Farlane corren escaleras abajo como alma que lleva el demonio seguros de que la muerte les llegará tarde o temprano, cuando el ser está a punto de alcanzarles intentan en vano convocar el poder del talismán con la fuerza de sus voluntades, pero o bien su concentración no es suficiente o quizás el talismán ofrecido por Lockwood no es más que un objeto inútil entregado por un demente. A pesar de todo Yeandle y Mc Farlane consiguen escapar del faro. Minutos después, cuando ya se encuentran a medio camino del psiquiátrico el aire que rodea toda la isla comienza a tomar un extraño color amarillento, unas nubes negras como el carbón oscurecen el cielo con una negrura más profunda que una noche cerrada sin estrellas. Una gran esfera oscura y perfecta comienza a crecer en el faro arrastrándolo todo hacía su interior. El ser ha completado su transformación y ha huido hacia su propio universo, pero la paz y la tranquilidad no llegan con este acontecimiento, al contrario. Para conseguir acceder a su dimensión la masa de burbujeante energía ha abierto un minúsculo agujero negro del tamaño de un átomo de hidrógeno, suficiente para que comience a arrastrar y absorber toda la materia de su alrededor y a crecer. En pocos segundos la isla es convierte en un hucarán de piedras y agua que son tragados por el minúsculo agujero que va creciendo cada vez más. No mucho más tarde todo el planeta Tierra, inconsciente de lo que se le viene encima sigue su misma suerte. En poco más de una semana todo el sistema solar es absorbido quedando solo una minúscula y redonda mancha oscura en su lugar cuya única misión es seguir tragando polvo cósmico hasta el fin de los tiempos. Nadie queda ya para recordar que otrora existió en este lugar una criatura de increíbles dones capaz de soñar y crear: el hombre.

Cargando editor
21/02/2013, 12:54
Samuel Lockwood

Fuera de personaje: no cambio ni una coma de mi epílogo. Sólo añadir que el final de la estirpe Lockwood equivale al final de la humanidad.