Partida Rol por web

Jaali gira la cabeza hacia la pared sur. Acaso el muro ha sido puesto hace poco? Sin tener mucha idea de esas cosas y como le empieza a doler el cuello se vuelve a tumbar

Parece que sea lo que sea, se ha calmado o al menos no puede pasar. Podriamos intentar comunicarnos con el?

Hay un borde alrededor de una zona de la pared. Es invisible y muy difícil de palpar, pero claramente hay un trozo del muro que encaja en el resto, probablemente una puerta.

 La joven, menuda entre su ligera armaadura de cuero, se acerca tanteando el muro al que apenas llega estirando la mano desnuda. Resigue toda la superficie del muro de este a oeste, mientras se apoya en un borde que le impide llegar del todo bien.

 Tras ir de este a oeste, parece que regresa en un punto que aparentemente no llama la atención, e insite en ese lugar.

 - Creo... creo que hay un punto... en este muro, que parece ser... postizo.- Mirando al enano, quien ya demostro ciertos conociminetos araquitectónicos en el palacio del emir, le pregunta.- ¿Tú que dirías, Dorwas?

Dorwas se acercó a la pared, mirando donde indicaba Jonova y dando unos toquecitos con la punta de su cimitarra.

Yo lo veo de lo más normal. dijo el enano. Claramente no es un trabajo de construcción enano dice en un tono algo despreciativo pero parece sólido.

¿Quizá contestar con los mismo golpes al mismo ritmo? sugirió el enano

Caer, caer, caer...

Ateela se despierta sudorosa y con una mano tapándole la boca. Mueve la cabeza intentando ver algo en la oscuridad... la mano es la mano de Jonova. La druida se lleva un dedo a sus labios en un gesto pidiendo silencio y después ladea levemente la cabeza y posa la mano en su oído, haciendo el gesto de escuchar.

Unos furiosos golpes en la pared sur se escuchan claramente. Al mismo tiempo, la voz de su madre sigue sonando en su cabeza. Ateela, ven a despedir a tu padre; corre, que tiene prisa. Los golpes de la pared. siguen aumentando de intensidad y frecuencia.

Con un gesto de la cabeza, la joven druida insta a la sacerdotisa a que despierte los demás en silencio. A medias entre el sueño y la vigilia, Ateela asiente y despierta a Dorwas y a Morbo. Al igual que Jonova, les indica que guarden silencio y escuchen. Morbo forcejea un instante al despertar y Ateela recuerda cómo en su pesadilla corría por la casa de su niñez para despedirse de su padre. Su madre estaba en la puerta, mirando hacia el exterior, donde estaba su padre. Ateela intentaba forcejear y apartar a su madre, sin éxito. Es como si su madre quisiera no dejar pasar a Ateela, u ocultarle algo. "Ateela, no vienes a despedirte?", decía su padre desde el exterior. "Es que Mamá no me deja!". "Estoy intentando protegerte, tonta", decía la madre, "pero allá tú". Su madre desaparecía de repente como por arte de magia y la niña Ateela caía por el impulso, dando con sus huesos en el suelo y llenándose de heridas.

- Como este pobre hombre ---murmura Ateela sin hacer ruido, intentando concentrarse en el presente para apartar la pesadilla de su cabeza. A Jaali le ha despertado en último lugar, en parte porque está débil y en parte porque Ateela cree que la historia de Morbo podría ser cierta... por absurda que parezca. Los dioses a veces tienen un extraño sentido del humor, y quién sabe lo que ocurre en la pervertida mente del Dios Loco? Tal vez Jaali descubra algo durmiendo en la niebla... aunque su cara es de angustia cuando se acerca a él. Está sufriendo él también una pesadilla como Ateela? Ateela intenta sacudirse los recuerdos de su cabeza, pero no lo consigue.

Su padre la levanta y la consuela, mientras le limpia las heridas. "Me das un beso?". La niña besa a su padre, pero ya no es su padre, sino Bethel. Y Ateela ya no es la que era de niña, sino ella misma con su armadura de placas. "Impostor, cómo te atreves a hacerte pasar por mi padre!", grita con furia. Y Bethel le responde: "Tu madre para mí es lo más importante. Tienes que aceptarlo, ahora soy tu padre. Mírame a los ojos, crees que intento engañarte? Crees que por ser mi hija puedes insultarme? No debería haberte recogido del suelo, debería haberte dejado caer para siempre...". El suelo desaparece debajo de los pies de Ateela, y la sacerdotisa cae, y cae...

Poco a poco los golpes van reduciéndose en intensidad y frecuencia, hasta que paran. En menos de un minuto vuelven a empezar, pero ahora de forma rítmica y sistemática. Cambian de localización cada poco tiempo. Será un intento de comunicación?

Ateela, ven a despedir a tu padre; corre, que tiene prisa. La joven sacerdotisa sacude su cabeza para intentar alejar la pesadilla de su mente, pero no lo consigue.

Muy bien Dorwas, usando la cabeza. - comenta Jaali recostado al ver que alguien continua su idea - ahora puedes seguir en esa linea y golpear ritmicamente el muro con ella

"Ateela, no vienes a despedirte?". Tum, tum, tum, tum...

"Es que Mamá no me deja!". Tum, tum, tum, tum...

"Estoy intentando protegerte, tonta, pero allá tú". Tum, tum, tum, tum...

"Ay!". Tum, tum, tum, tum...

Morbo se despierta entre sudores fríos, ve como Jonova despierta a Ateela con señales de sigilo e interpreta que le conviene no hacer ruido, al oir los golpes un escalofrío le recorre la espina dorsal, la pesadilla había sido muy vivida y no se encuentra bien, pero poco a poco intenta recomponer la cordura y pregunta en voz baja sin esperar respuesta:

- ¿Qué es eso?

Mientras tanto mira a Dorwas como golpea con la cimitarra un trozo de pared y parece entender que quiere responder a los golpes.

Morbo se levanta dirigiendose hacia el enano intentando recobrar la compostura y judgando por las caras de los demás, todo el grupo está en las mismas.

Preguntando a Dorwas:

¿Porqué no contestamos a los golpes? Parece que intentan mandar un mensaje ¿no?

El elfo, habiendo encontrado un buen motivo para ocultar su embarazo ahora que Ateela está cerca, se pone a estudiar la pared por donde se oyen los ruidos. Parece natural, o... quizás esa grieta es demasiado recta, um, mira al suelo y entre la niebla ve unos arañazos junto a la pared. Siguiendo lo que le parecen unos indicios prometedores busca algún tipo de apertura palpando con las manos la extraña grieta.

Hay claramente una puerta secreta, pero no hay ningún mecanismo para abrirla. En realidad no es ninguna sorpresa en un templo de Nethys, la puerta es probablemente de carácter mágico.

Estudiando con cuidado alguno de los "arañazos" descubres que son runas, más concretamente un receptor para magia. Esta puerta probablemente se abra lanzándole un hechizo. Las runas parece que lo absorberán y su energía se usará para mover la puerta.

- Muy bien Dorwas, usando la cabeza. - comenta Jaali recostado en los brazos de Ateela - Ahora puedes seguir en esa linea y golpear ritmicamente el muro con ella

Tum, tum, tum. "Tu madre para mí es lo más importante. Tienes que aceptarlo, ahora soy tu padre". Tum, tum, tum. "Tu madre para mí es lo más importante. Tienes que aceptarlo, ahora soy tu padre". Tum, tum, tum.

Apretando los dientes con fuerza, Ateela se esfuerza en concentrarse en la imagen de Sarenrae. Señora, ayúdame. Espero no estar cometiendo un error...

Ateela posa una mano sobre la cabeza de Jaali. Una ténue luz azul recorre el cuerpo del mago, apenas visible en la oscuridad de la sala de la niebla de Nethys. 

- Mirad, mirad aquí - dice contento como un chiquillo - efectivamente hay una puerta secreta y creo poder abrirla - se la queda mirando - ¿Estáis seguros que sea buena idea? - pregunta antes de meter de nuevo la pata, sin duda él prefiere investigar, pero no quiere hacer nada precipitado.

Dorwas había decidido de perder el tiempo con la pared y estaba ayudando a Ateela a enfundarse en la armadura cuando escuchó a Bethel como un niño gritando con una lagartija recién encontrada.

¿Estás seguro? preguntó. Él no había visto nada pero seguro que el dios de esos hueleinciensos no podía dejar nada real en paz. Vayamos y veamos qué hay. ¿Habéis comprobado que no sea una trampa como con las estatuas?

Jaali ve como la clerigo pone sus manos encima de su frente, murmura unas palabras, aparece una luz azul que le envuelve... Y nada. Se siente igual de debil

Sarenrae parece que tiene la misma opinion de mi que yo de ella

Gracias, Ateela, me siento mucho mejor -musita. Al fin y al cabo, tampoco es su culpa... Y puede que lo intente mañana otra vez. Si sigue vivo.