Partida Rol por web

El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Capítulo 1: Lesbos

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08/12/2016, 18:41
Richard Collins

La Teniente parecía decidida a no dejarse convencer. Richard solo podía intentar imaginar lo que había supuesto para aquella muchacha verlos destrozar a sus amigos, él no era consciente pero suponía que había tenido que ser horrible, no la culpaba, en su lugar él también les temería y odiaría. Por eso también comprendía la prudencia con la que Danica estaba valorando la situación. Pero el profesor siempre había sido alguien pacífico y tranquilo, que había estudiado historia siguiendo el ejemplo de una de sus frases favoritas.

-Hay que estudiar la historia para no cometer los mismos errores del pasado.

Fue apenas un murmullo, que ni siquiera iba destinado a ninguna de las dos mujeres, tan solo un pensamiento hecho palabras entre sus labios mientras intentaba encontrar una solución a aquella difícil situación de intereses tan contrapuestos. Además las palabras de Elena le habían hecho pensar profundamente en que quizás ellos podrían suponer una mayor amenaza de la que estaban intententando librar a la humanidad, aunque a decir verdad nada se le antojaba tan horrible como los strigoi y él, o quizás la parte que todavía pertenecía al profesor, no se veía como ninguna amenaza sino más bien como una esperanza. Debía intentar que Elena comprendiera eso y que Danica no viera una amenaza en la asustada soldado.
Al principio pensó que sería imposible, pero tras reflexionar sobre lo que había dicho vio como Elena Pérer cambiaba de opinión, sin decir nada y en silencio.

El que calla, otorga.

Para él era suficiente, tendrían tiempo de demostrar que no se equivocaba y de poder compensar de alguna manera lo que había pasado en la cueva. De momento ya se habían llevado por delante unos cuantos strigoi, una pequeña hazaña que le parecía digna de mención.
Pero la joven Danica era harina de otro costal y ahora debía tranquilizarla y hacerle ver que la Teniente no suponía ya ninguna amenaza.
Se giró al escuchar las palabras que la joven vampira susurraba y se disponía a demostrarle que ya no sufrían peligro, pero entonces la chica se movió con rapidez y al profesor no le quedó ninguna duda de que pretendía terminar con la Teniente por la vía rápida.

-¡No lo hagas!

Fue lo único que acertó a decir mientras intentaba interponerse entre las dos mujeres.

Notas de juego

Como me aburría dejo este post por aquí que creo no interfiere en la acción de mi compañera, pero si deja claro que el profesor intentaría salvar a la Teniente aunque el pobre no tenga nada que hacer XD.

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24/12/2016, 01:35
Syria Keogh

Sin perder mucho el tiempo, aprovechando que parecía que en el barco ya no había sanguijuelas, desciendo del barco hasta el agua de un salto. Así me interno en el agua para volver  acceder de nuevo a la ruto, en lo que el flautista sigue  consiguiendo entretener a los Strigoi (de momento) y el resto lo masacra. Quizá, entre el resto y los dos que aguardan dentro de la gruta, podríamos sacar las estatuas. Si no se habían matado entre ellos. 

Los recuerdos residuales de Syria, hacen tener la inercia del temor a sumergirse en el agua y la imposibilidad de respirar. Cosas de estarse  adecuando a un nuevo recipiente fresco.

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04/02/2018, 18:01
Director

Ajenos a lo que pasa fuera, Danica y el doctor Collins tienen su propio drama personal. La joven, que nunca había estado muy apegada a la humanidad debido a su aislamiento, había decidido que quien no fuera parte de la solución era parte del problema. La sargento veía sin embargo que era peor el remedio que la enfermedad que trataban de curar. ¿Acaso estaba mejor soltar bestias peores para acabar con una plaga? A su parecer no merecía la pena el riesgo que estaban tomando.

Antes de que la teniente llegue a tocar su arma, Danica se abalanza sobre ella y la domina con facilidad. Collins poco pudo hacer, porque en un abrir y cerrar de ojos estaba bebiendo de ella con un ansia animal. La sangre, ahora consciente de que la tomaba, era el manjar más exquisito que jamás hubiera probado. La exploradora no había tenido nunca un paladar delicado, debía comer lo que podía, pero aquello… Era ambrosía con sabor metálico.

Notaba como Elena se retorcía entre sus brazos, pero no ofreciendo resistencia. El cuerpo de la teniente poco a poco va perdiendo su tonicidad y su corazón tiene dificultad para bombear la escasa sangre que quedaba en su sistema. Como mecanismo de emergencia, su cerebro obliga a sus pulmones a hiperventilar pues la falta de oxígeno es evidente.

Guiada por un recuerdo pasado que recuerda como un sueño vívido, Danica ofrece su sangre a la mujer moribunda. Esta se retuerce y grita de dolor. Su cuerpo sufre espasmos. Se está muriendo, pero la exploradora sabe que no es del todo cierto. Porque son cosas que sabe y que no recuerda a ciencia cierta de porqué lo sabe. Era como si hubiera vivido aquellas cosas a través de una neblina que se disipaba poco a poco conforme pasaba el tiempo. Sabía lo que quería obtener de aquel intercambio de fluidos: su chiquilla.

Chilla y abre los ojos, los ruidos retumban en la cueva. Un eco de muerte que termina antes de lo esperado. Finalmente el dolor se va y viene la curiosidad, los ojos de la joven examinan la estancia y se fijan en quien tiene delante.

En ese momento pudieron ver como de la abertura de la cueva emergía Syria del agua, que había presenciado todo.

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04/02/2018, 18:12
Director

Placer.

El mayor placer carnal que un cuerpo pudiera experimentar. Cada célula de tu cuerpo se siente gratificada por la acción que se está cometiendo. No puede moverse y, aunque su cerebro desprecia aquello y quisiera resistirse con hasta la última molécula que la compone, no se resiste. Algo la sujeta, de forma firme, con una presa. Le da seguridad, una que no sintió nunca. Le sostiene mientras su ser trata de moverse ligeramente para sentir más de ese regalo divino.

Un trago amargo y metálico es el desencadenante del horror.

Dolor.

El cuerpo de la mujer solo siente dolor, uno que nunca sintió antes. Si antes era como si cada una de sus moléculas gimieran de placer, ahora chillaban por el sufrimiento que acontecía: una muerte prematura del cuerpo. Era como si millones de agujas le atravesaran mientras su cuerpo se sacudía con espasmos involuntarios.

Chilla y abre los ojos, los ruidos retumban en la cueva. Un eco de muerte que termina antes de lo esperado. Finalmente el dolor se va y viene la curiosidad, los ojos de la joven examinan la estancia –una cueva- y se fijan en quien tiene delante –una mujer morena de aspecto salvaje-. Es su sire, ella no lo sabe pero tiene un lazo de sangre muy fuerte con ella ahora mismo. No sabe, pero siente ese lazo fuerte hacia ella. Trata de recordar más: su nombre, el pasado, su origen… Pero es inútil.

En el centro de la cueva había un gran monolito de mármol con marcas y algún tipo de jeroglíficos o runas, marcas desconocidas que no le dicen nada, a primera vista. Alrededor y de cara al monolito de mármol 12 tronos esculpidos con el mismo mármol. Sobre los tronos sentados 6 figuras de una belleza extrema, ataviadas con ricos ropajes y mucha joyería. Las figuras antropomórficas eran muy realistas y quizás demasiado detalladas. Sus ojos estaban cerrados y las 6 miraban al monolito, los otros 6 tronos se encuentras vacíos.

Con ellas en la cueva hay un hombre con gafas que mira la estampa cercana que tienen ambas mujeres. ¿Qué ha pasado? ¿Quién es ella? ¿Y esa mujer morena que se relame frente a ella?

En ese momento pudieron ver como de la abertura de la cueva emergía Syria del agua. Una mujer rubia que mira atónita la escena.

Notas de juego

Eres Malkavian de generación cuarta. Tienes amnesia pero eres consciente que puedes hablar español e inglés. Hacia Danica sientes lo normal de un vínculo de sangre de primer grado. Cuando hagas tu ficha debes priorizar las habilidades y atributos físicos, tu personaje era militar pero eso ahora no lo sabes más que de forma "intuitiva". 

Si tienes más preguntas o dudas, aquí estoy. Iremos viendo poco a poco para disciplinas ^^

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04/02/2018, 18:12
Director

Atónita observó la escena que ocurría tras emerger del agua. Danica atacaba a la teniente y bebía de su sangre. Ese era el dolor que debía haber visto Fred y que tanto temía. Había algo “natural” en ese gesto de Danica de alimentarse, pero también era ciertamente escalofriante. Oírla tragar mientras la mujer entre sus brazos se retorcía de lo que parecía placer.

El cuerpo de la teniente poco a poco perdía fuerza, la vida se escapa de él y hay poco que se pueda hacer ahora como había pasado con los otros soldados americanos. Su corazón tenía dificultad para bombear la escasa sangre que queda en su sistema. Como mecanismo de emergencia, su cerebro obligó a sus pulmones a hiperventilar pues la falta de oxígeno es evidente. Se estaba muriendo. Danica no deja así las cosas, se inclinó y le dio su sangre.

Algo en el interior de Syria le decía que aquello en cierto modo era natural. Algo primitivo con lo que había reconectado con ese día de sueño reparador. Su nuevo yo interior comprendía lo que ocurría. Danica estaba abrazando a su chiquilla y era hermoso.

La teniente se retuerce y grita de dolor. Su cuerpo sufre espasmos. Chilla y abre los ojos, los ruidos retumban en la cueva. Un eco de muerte que termina antes de lo esperado. Finalmente el dolor se va y viene la curiosidad, los ojos de la joven examinan la estancia y se fijan en quien tiene delante.

La urgencia seguía ahí, había que sacar aquellas estatuas de la cueva antes de que vinieran más de esos gusanos asquerosos.

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04/02/2018, 18:37
Director

Notas de juego

Os encontráis todos en la cueva. Marcaros entre vosotros, el resto sigue fuera.

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04/02/2018, 19:12
Director

Pese a lo que decía Tobias, que alguien trataba de robarle el control de aquellas cosas, el resto no notó cambio alguno. Los bichos seguían hipnotizados tontamente. Sería tan fácil acabar con ellos ahora, por todas esas horas y días que vivieron aterrorizados a ser infectados o asesinados.

A eso se dedicaba Damon, atormentado por recuerdos pasados a los que no debía temer nunca más. Las pesadillas y la amenaza constante había dejado de existir, ahora ellos poblarían de malos sueños las mentes de aquellas criaturas. Ahí en ese momento se dieron cuenta que se acababa el huir de ellos, porque no había nada de lo que ellos debieran huir, al contrario. Esos bichos pagarían por aquellas décadas de oscuridad y sentirían en sus carnes mil veces la osadía que habían causado. Porque fueron creados para servir y no para gobernar.

En ese barco habían llegado numerosos strigoi pero no tardarían en desaparecer, aquella isla volvería a estar relativamente limpia de su influencia. Ahora habían adquirido nuevos poderes, que aún tenían que probar y comprender para poder usarlos como era debido. Sabían de que eran capaces pero solo el tiempo y un nuevo aprendizaje les llevaría a un saber pleno de sus capacidades.

Notas de juego

Danica, Richard, Syria y la teniente están en la cueva, no los marquéis a no ser que entréis y les habléis. Tenéis esta escena para probar disciplinas al gusto, tendríais que narrarlas y sin tirada debido a que Tobias tiene a los strigoi en modo zombie y no contratacarán.

No pongo mucho de lo que Heikki ha hecho porque su jugador ya no posteaba desde antes de pausar la partida, a la libre elección del nuevo jugador lo dejo :)

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05/02/2018, 15:11
Tobías Quinn

Damon se dedicaba a destruir a las criaturas...

—Sigue destrozándolos, Damon... el resto podrán entrar y sacar las estatuas... y luego largarnos en el propio barco. ¡Heikki, ayúdale!

Ahora tendrían que aprovechar las horas de oscuridad también ellos. Tobías siguió esperando, proyectando su poder, no quería que se los llevaran y les atacaran por sorpresa. Esperaría a que Damon los hiciera picadillo a todos. Con la ayuda de Heikki, o el barbudo podría dedicarse a cargar las estatuas también...

Notas de juego

No pongo nada muy largo, pero sí un post para ir avanzando. 

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06/02/2018, 20:17
Dutch Velders

De alguna forma Dutch había pasado del shock inicial que había supuesto ver cómo podía modificar su cuerpo a la fascinación por saber hasta dónde llegarían esas capacidades, o si podría usarlas para aniquilar a esos monstruos que de pronto ya no le parecían tan peligrosos. Casi le parecían dianas para probar hasta dónde llegaban esas capacidades, como estaban haciendo Damon y Tobías.

Pero antes de llegar a decidirse por qué podía intentar probar, sintió una llamada tras ver a Syria sumergirse otra vez en el agua e ir hacia esa cueva. De alguna forma la cueva la llamaba, y no era por esas estatuas de mármol que al parecer eran antiguos seres de poderes increíbles, sino por la misma tierra de la cueva. Sentía que, de alguna forma, esa misma tierra la estaba llamando y que no podría abandonar esa cueva del todo nunca más.

Debía ser un efecto secundario de lo que ahora era, que estuviera siendo guiada por esa nueva parte de ella. Pero tenía que volver a esa tierra y conseguirla para así no separarse de ella nunca más.

Puta mierda... —maldijo en un murmullo.

No le hacía ninguna gracia tener que volver a la cueva pese a que no notara el frío del agua. Pero esa llamada era cada vez más fuerte. Resignada y observando que, pese a la advertencia de Tobías, ni él ni Damon parecían necesitar ayuda para acabar con los monstruos, además de que tampoco se la habían pedido, se sumergió en el agua para volver a la cueva.

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06/02/2018, 20:26
Dutch Velders

Una vez Dutch alcanzó a los que habían ido a recoger las estatuas a la cueva apenas perdió tiempo en explicar por qué había decidido acudir a última hora, ya que ni siquiera ella lo sabía con certeza. Esa extraña conexión con la tierra parecía cosa de locos, pero también lo era modificar su cuerpo como si fuera arcilla húmeda o todos los recuerdos y conocimientos que la habían asaltado.

—Hola currantes... —saludó, más por inercia, antes de ponerse a atender los asuntos que la habían llevado a regresar—. En un minuto estoy con vosotros.

Lo primero que hizo fue agacharse en la arena, desenroscando la botella de agua que tenía en su mochila, el único recipiente que había encontrado, y comenzó a llenarla de la tierra seca del lugar en el que había renacido. La llenó hasta el borde y enroscó el tapón antes de guardarlo con sumo cuidado, intentando que no pareciera que estaba como una puta cabra.

Notas de juego

Como no sé muy bien cómo están las cosas en la cueva no entro en detalles y pongo lo de la tierra para avanzar algo.

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07/02/2018, 12:40
Nissiku

El grito seguía reverberando por dentro de su cuerpo pero las cuerdas de su cuello habían dejado de vibrar. De pronto no entendía por qué gritaba, ni qué hacía allí, ni quien era esa gente. Lo más curioso fue que la duda más primitiva la asaltó en última instancia «¿Quién soy?» e incapaz de apartar su mirada desorbitada de la morena que tenía delante elevó su duda «¿soy?».

Le costó todavía unos largos segundos ser consciente de su cuerpo. Perfectamente hubiese podido vivir creyéndose una cabeza flotante si no fuera por la necesidad de mover todo el cuerpo para hacerlo ella.

No sabía de dónde le venía, pero había algo que necesita hacer. Y para ello necesitaba empezar por cerrar la boca, y tomar el control de sus brazos. Algo sencillo para cualquiera con más de un año de vida pero en ese momento ella se sentía oxidada, completamente perdida en las tareas más sencillas, como...respirar. Había olvidado incluso eso y tal vez por ello ya ni le hacía falta.

Si bien su cabeza era gris cubierta por un manto de espesa telaraña que lo cubría todo había en medio de la niebla una luz: Esa mujer, fuera quien fuera.

No recordarla a ella le dolió más que no conocer su propio nombre, había algo dentro de sí misma que la empujaba hacia ella y siendo tan importante como sentía que era le desgarraba no poder recordarla.

Se despreocupó del aliento y luchó contra la gravedad para alargar sus brazos a la morena. Quería tocarla, saberla real, preguntarle quien era. Necesitaba saberlo. La necesitaba a ella.

Su mano tanteó la mejilla de esa mujer con los dedos más largos y la comisura de esos labios que relamía con el pulgar.

Dentro un impulso cubrió la suavidad cohibida por las dudas con la vehemencia de un niño tomando lo que quiere.

¿por qué —preguntó en español— quiero comerte? —terminó en inglés.

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07/02/2018, 20:25
Syria Keogh

Los gritos de la teniente son, a ojos del otro yo de Syria, canto de sirenas. Un tramite necesario para un fin mayor. Como la larva que durante mucho tiempo permanece dentro de su crisálida y acaba floreciendo al mundo como una criatura aun más hermosa. No le parece horroroso, al contrario. Pero no había tiempo de ensalzamientos, así que vio el asunto como la aportación de dos manos mas para el transporte de las estatuas. Que aun esperaban ser movilizadas. 

Vamos, no hay tiempo que perder. Tenemos que sacarlas. - se apresura acercarse a una de ellas - Fuera están conteniendo la amenaza, ero no sé por cuanto tiempo...

Tantea una de las estátuas, la rodea con los brazos e intenta moverla para sacarla.*

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo un dado adicional en Fuerza por Potencia. Dime la dificultad de la tirada para probar.

3 dados base + 1 dado potencia + 10 puntos de sangre

Post editado por ignorancia:

Tengo fuerza 4 de base (Atributo + Potencia) e invierto esos 10 puntos de sangre.

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08/02/2018, 08:10
Damon Gates

Intentó golpear a algunos monstruos, envalentonado y rebosante de soberbia con su nueva realidad. Pero esa misma soberbia actuó en su contra, haciéndole falle penosa y ridículamente.

Se miró las manos. Un strigoi hipnotizado le había esquivado y al atacar a otro casi se resbala con un charco de sangre en el suelo. Eso le detuvo. Se miró las manos, ahora tan poderosas y, al mismo tiempo, tan incapaces como siempre. Asintió, complacido, comprendiendo.

Desde el punto de vista de un humano, ahora era imbatible. Su nueva condición le ponía por encima de cualquier criatura sobre la Tierra. Sin embargo, no era un dios. Seguía sometido a las leyes de la naturaleza y a las penas de la humanidad: soberbia, orgullo, autoconfianza inútil. No podría hacer todo lo que quisiera y, a veces, incluso un strigoi, que ya no era para él más que una oruga blanda y torpe, podría ser un peligro.

- Tiradas (1)
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10/02/2018, 20:05
Danica Dvorák

Todavía podía sentir en la lengua el delicioso sabor de la sangre de la teniente. Nunca había probado nada mejor que aquello y le habría sido difícil soltarla a tiempo de no ser por aquella determinación demente que la había iluminado en el último momento. Era el castigo perfecto para quien podía llegar a convertirse en una amenaza con demasiada facilidad. La teniente podría haber sido parte del problema, pero Danica le había dado la vuelta, convirtiéndola en parte de la solución. 

Con una mezcla entre curiosidad y satisfacción contempló cómo la mujer cambiaba ante sus ojos. La exploradora tenía la barbilla y el cuello llenos de sangre y sus colmillos asomaban salvajes y desafiantes entre sus labios. Al ver a Syria aparecer, apartó la mirada de la teniente para observar cómo salía del agua y se encaminaba directa hacia una de las estatuas. Asintió con la cabeza, pero no llegó a decir nada antes de que la voz de la teniente atrajese su atención. 

Por un momento esa pregunta sobre comerla hizo que el labio superior de Danica se retrajese en amenaza, dejando ver mejor sus colmillos, pero Elena no parecía violenta. Había dicho algo en otro idioma también, así que pensó que sólo estaría confusa. La miró con hosquedad y el machete dio una vuelta en su mano inquieta. A pesar de sus palabras no parecía una amenaza y ni siquiera tras obtener esa bendición que sería su regalo y su castigo había dejado de parecer débil. Danica emitió un leve bufido por lo bajo.

Cómete los restos del suelo —le dijo, señalando sin mirar hacia los cadáveres de los que habían presenciado su despertar.

Se apartó de ella para dirigirse de nuevo a la estatua de Veddharta y concentró su sangre como había hecho un rato atrás al tantear si podría levantarla ella sola. No estaba segura de cuándo había aparecido Dutch, pero cuantas más manos tuvieran para mover a sus hermanos, mejor.  

Notas de juego

Me gasto 9 de sangre para llegar a Fuerza 13 (3 de Fuerza base+1 de Potencia) y me llevo a Veddharta, que ya le he cogido cariño o algo XD.

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11/02/2018, 22:25
Director

Lo que Dutch presenció nada más llegar fue el despertar de la teniente como algo nuevo. Aquella mujer, que ahora no recordaba su nombre, parecía querer comer. Danica había creado a su primera chiquilla, ningún humano podría saber qué había pasado allí, solo los nuevos viejos vampiros que sentían que aquello era lo correcto podíais entenderlo.

Syria coge una de las estatuas y lo mismo hace Danica. Para cualquier humano y para ellos antes aquello sería una tarea imposible. Pero con facilidad cargaron las estatuas y pudieron meterlas en el agua y sacarlas del otro lado. Dutch cargó la botella de plástico que llevaba con ella, si necesitaba más seguro que sus compañeros llevaban algo similar entre sus pertenencias.

Mientras la neonata miraba todo con confusión. Su sire le dijo que se comiera los cadáveres. Hasta Danica sentía que eso era de mal gusto, beber sangre de un muerto de un día no era agradable. Si siguieran siendo humanos, todos los presentes hubieran tenido una arcada por el ofrecimiento. Como decirle a alguien que se alimentara de un pedazo de carne lleno de gusanos y putrefacto por el tiempo, algo que estaba mal y se intuía que sabría mal.

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11/02/2018, 22:25
Director

Damon no parecía ser muy diestro en eso de matar bichos. Sentía que tenía el poder dentro de él pero no sabía exactamente cómo condensarlo. Dutch había entrado a la cueva, quizás para ayudar a sacar al resto de estatuas, mientras que ellos debían encargarse de los monstruos de fuera.

Por suerte Tobias podía controlar y luchar contra ese tirón que sentía, ajeno a ellos. Seguramente pudiera aguantar con aquellos strigoi hipnotizados bastante tiempo, incluso mientras acababan de cargar todo en aquel barco robado.

Heikki* contribuyó a eliminar strigoi, usando uno de sus cuchillos de caza y hundiéndolos en los cráneos de aquellas criaturas. El problema es que con la cantidad que había entre dos no iban demasiado rápido si querían limpiar aquello.

Mientras de la entrada submarina de la cueva salían Danica y Syria ambas con sendas estatuas. Portaban una cada una, como si aquellas efigies en piedra maciza estuvieran en realidad hechas de corcho o cualquier material liviano. Todos sabíais que de no ser por vuestro recién adquiridos poderes, no podríais mover ni entre todos una de esas.

Notas de juego

*PNJtización.

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11/02/2018, 22:26
Director

Notas de juego

En Vampiro puedes usar tu sangre para aumentar tus atributos físicos y ese gasto dura una escena. Cada punto de sangre que te quites lo puedes sumar a destreza, fuerza o resistencia. Así que si quieres tirar tu próxima tirada de combate sumando, puedes. Por ejemplo, puedes quitarte 3 puntos de sangre y sumarlos a destreza, esto te daría 6 dados. Siento de la generación que eres puedes usar hasta 15 puntos de sangre por turno, pudiendo aumentarte en el mismo turno hasta +15 la destreza. Suena burro pero es normal porque sois una generación pequeña y eso quiere decir que sois más cercanos al primer vampiro y viejunos.

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11/02/2018, 22:27
Director

Al salir de la cueva, cada una con una estatua y portándolas con poco esfuerzo, pudieron ver como Tobias tenía hipnotizados a aquella manda de strigois. Aquel acontecimiento era algo que Danica, estando dentro de la cueva, se había perdido. Aquellos bichos no se movían, solo le miraban. Mientras Heikki y Damon aprovechaban para dar cuenta de ellos, matándolos de uno en uno. Heikki con su cuchillo y Damon... Bueno, él hacía lo que podía con sus manos.

El barco no estaba lejos, ese en el que los strigoi habían venido a buscarles. Podían llegar ambas portando las estatuas sin dificultad, aunque maniobrarlas para subirlas sería otra historia.

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13/02/2018, 17:41
Tobías Quinn

Tobías seguía quieto, esperando, no creía poder hacer otra cosa. Si se movía o si hacía algún movimiento agresivo, los strigoi se darían cuenta de que los estaban matando. Todos los gusanos le miraban quietos, fascinados. 

Vamos, joder, acabad con ellos. Heikki no paraba de matar pero Damon golpeaba con intensidad el aire alrededor de los gusanos. 

—Venga, mis pequeños, seguid mirándome. ¿No os encontráis bien?

Malditas alimañas sin alma, sin personalidad... son un absoluto horror, están ya muertos y matan más... Joder, Damon, déjate llevar y mata a alguno. 

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14/02/2018, 22:33
Dutch Velders

—¿Qué coño le ha pasado?

La curiosidad de Duch fue evidente al ver a la teniente, aún cuando su mayor interés era llenar la botella de tierra.

No esperaba encontrársela en aquel estado, había sido un golpe al que sin duda habría prestado toda su atención de no ser por la extraña llamada que sentía de la tierra. De esa tierra. De alguna forma era consciente de que estaba atada a ella, y aunque una gran parte de sí misma lo consideraba algo completamente loco y absurdo, otra que ganaba terreno a cada minuto lo consideraba simple lógica.

—Di que sí, barra libre —soltó con sus labios deformados en una mueca de asco al escuchar a Danica. Aunque era una mueca que iba de parte de alguien que había visto cómo podía jugar con su cuerpo alargando sus dedos hasta límites absurdos—. Supongo que ya me enteraré...

Era consciente de que había cosas más importantes que ponerla al día sobre los minutos que se había perdido en esa cueva. No creía que en la superficie fueran a tener problemas, pues con lo que estaba haciendo Tobías acabar con los strigoi era como practicar tiro al blanco, pero aún así cuanto antes terminasen mejor.

Tras cargar todo lo que pudo de tierra en su botella, contó las estatuas que había en la sala. No había una de menos, así que descartó que la teniente hubiera sido poseída por un vampiro con retraso.

Como no tenía especial interés en ver si la teniente obedecía las indicaciones de Danica, que seguía al más puro estilo «Rambo» con su machete, se volvió a colgar la mochila al hombro y observó una de las estatuas por las que sus compañeros aún no habían mostrado interés. Sin duda eran pesadas de cojones, pero las estaban levantando como si nada e imaginaba que ella también podría hacerlo. Después de haber descubierto un significado nuevo de «juguetear» con su propio cuerpo, ¿por qué no podía ser más fuerte?

Recordó la sensación que había tenido al modificar sus dedos pero en esa ocasión se centró en cada músculo, en cada hueso, incluso en cada poro de su piel mientras sentía la extraña sensación de su cuerpo hinchándose, llenándose con el calor de la sangre bombeada.

Lo primero que escuchó fueron los chasquidos de su propia columna vertebral, mientras aumentaba el peso de su espalda a la vez que una hilera de púas nacían de ella. Luego la misma sensación se extendió por todos los huesos de su cuerpo mientras se desencajaban, se agrandaban, e iban adoptando nuevas e imposibles formas. Sabía que su cara estaba cambiando, y sus dientes creciendo, y por la sensación que tenía casi agradeció no tener delante un espejo. Era suficiente observar las uñas negras y afiladas al final de sus dedos, los cuales habían adquirido la tonalidad de un cenagal y parecía desprender el mismo olor. Como la mata de pelaje grasiento que le había crecido por todo su cuerpo.

Si le habían quedado dudas ahora se confirmaba que poco podía quedar de la humana que había sido, y la parte que conservaba de ella misma se horrorizaba de lo poco que veía de sí misma más de lo que se horrorizaría de una manada de strigoi. Pero el susto pronto pasó al darse cuenta de que era mucho más alta, mucho más fuerte, y mientras continuaba bombeando su sangre sus fuerzas seguían creciendo hasta que levantar esas estatuas sería una tarea rutinaria.

Y con esos fibrosos y alargados brazos simiescos también sería mucho más cómodo rodearlas.

Notas de juego

Gasto 2 Puntos de Sangre para despertar la forma de Zulo y ganar tres en todos los atributos físicos. Luego gasto otros 6 para llegar a 13 en Fuerza y levantar una de las estatuas.