Partida Rol por web

El reinado de los Strigoi: Capítulo I

Capítulo 1: Lesbos

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18/04/2016, 22:24
Danica Dvorák

Danica abrió los ojos como platos al ver que su intento con la sangre había funcionado de verdad. Aquello cada vez era más raro y más serio, pero al ver cómo la teniente reculaba como huyendo de ella después de que la salvase, chasqueó la lengua y se puso en pie, dedicándole una mirada torva.

—Tsk. —Empezó a caminar hacia Syria, para fijarse en la marca de su cuello. Todavía llevaba el machete en una mano y en la otra tenía la herida que se acababa de abrir ella misma. 

—¿Alguien tiene un pañuelo? —pidió con aspereza, mirando alrededor—. ¿Y qué tengo yo en el cuello? ¿Es alguno de los grabados del monolito?

Al menos la cháchara del profesor volvía a estar de fondo, dando un punto de normalidad a toda aquella situación extraña.

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18/04/2016, 23:01
Director

Tu herida comenzó a cerrarse sola, al tiempo que pedías un pañuelo a tus compañeros. Syria tenía esta marca en el cuello cuando te lo mostró, como un tatuaje teñido en negro y a la vez escarificado:

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18/04/2016, 23:03
Director

Danica tenía esta marca en el cuello cuando te lo mostró, como un tatuaje teñido en negro y a la vez escarificado:

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19/04/2016, 12:16
Heikki Mäkelä
Sólo para el director

Notas de juego

el de danica que yo vi esta por ahi? por señalarselo 

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19/04/2016, 14:51
Director

Notas de juego

Estaban todos en el monolito, solo que los que no supisteis qué era aquello y cómo buscarlo no lo visteis. Ahora lo puedes encontrar y señalárselo.

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19/04/2016, 14:55
Heikki Mäkelä

Heikki se acercó para ver de cerca el grabado que Danica le había señalado y se quedó un rato observándolo, memorizando cada trazo y cada curva que hacía el dibujo representando un escudo medievaloide. Se giró para observar a Merkel como seguía sintiéndose amenazado pero no dijo nada, se limitó a mirar a uno y a otro hasta que el profesor habló. Lo miró con el ceño fruncido ya que Heikki se sentía extraño y el palpito de su cuello no cesaba.

Comenzó nuevamente con su tic, sus dedos tocaban la batería con su muslo derecho y señaló a Danica el dibujo que ella llevaba tatuado obviando la pregunta de Syria, ya que ni se molestó en acercarse para ver que tenía ella tatuado - eso es lo que esta en tu piel, Danica - le dijo con su marcado acento norteño.

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19/04/2016, 16:34
Tobías Quinn

Tobías contempló como la sangre de Danica sanaba a la pequeña militar, que se apartó de ellos con terror. Hemos debido de ser nosotros los que hemos causado sus heridas para que se ponga así. 

Pero lo que tenía que hacer era felicitar a su compañera —Vaya, no tenía ni idea de que la sangre sirviera para esto. En verdad hemos de haber cambiado, que las criaturas se nos han metido dentro como Fred dice.  Richard, estás en estado de negación.

Había que afrontar lo que había que afrontar —Fred... hemos sido nosotros mismos los que hemos atacado a los militares, ¿verdad? Dinos que ha ocurrido que al menos yo no lo recuerdo, tengo la cabeza llena de ciudades antiguas y extrañas palabras, pero te prometo que no tengo ninguna intención de hacer daño a nadie, y si fuera posible hacer algo por el resto ya lo habría hecho. 

—Tenemos que seguir un curso lógico. Veníamos a esto, a buscar vampiros para derrotar a los Strigoi, y eso haremos... pero tenemos que ver antes si somos una amenaza. Ahora mismo a mi no me entra hambre ni me encuentro mal... pero debemos ir constatando los cambios de forma científica... de momento nuestra sangre cura, eso lo acabo de ver con mis propios ojos y, a diferencia del líquido blanco con gusanos, parece sangre roja normal.

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19/04/2016, 17:00
Danica Dvorák

Danica se quedó mirando su propia mano donde la herida se cerraba por sí sola y sus labios se entreabrieron por la sorpresa al mismo tiempo que su ceño se fruncía. 

—¿Pero qué mierda... —murmuró, levantando la cabeza para prestar atención a Heikki. Se acercó al monolito y contempló el grabado que el hombre le enseñaba. No le decía nada, así que entonces fue ella la que miró a Syria y señaló otro de los dibujos de la piedra, tocándolo con la punta del machete.

—Este es como el tuyo. Tiene un unicornio, estrellas y una luna.

Su mirada se desvió hacia el doctor Quinn y escuchó lo que decía, sacando sus propias conclusiones. Bajó la mirada hacia su mano curada milagrosamente y entonces dijo algo más.

—Si esas cosas están dentro de nosotros y ahora nuestra sangre es poderosa... ¿Nosotros podemos controlar a los strigoi? —Lanzó la pregunta al aire, pero sus ojos se pasearon principalmente entre los cerebritos de la expedición. Ellos sabrían de esas cosas.

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19/04/2016, 19:45
Richard Collins

Los esfuerzos del profesor parecían caer en saco roto, aquellos jóvenes seguían más interesados en compartir tatuajes que en darse cuenta de la gravedad de la situación. Habían despertado a siete criaturas, posibles vampiros, y estas habían escapado, ahora debían decidir si seguirles la pista o por el contrario intentar despertar alguna de las otras que quedaban en la estancia.

-No quiero ser grosero, pero lo de los tatuajes es un tema del que pueden hablar en otra ocasión ¿No les parece? Se que es un tema muy interesante. ¿Sabían ustedes que el tatuaje más antiguo que se conoce se encontró en Perú unos dos mil años antes de Cristo? Y se que no me van a creer, pero ¿Saben lo que era? ¡Un bigote! ¡El hombre se había tatuado un bigote! Pero como he dicho no es la ocasión. Señorita Perez, me alegro que esté bien. -Ensimismado en sus cosas Richard no había reparado en la curación milagrosa que acababa de suceder.- ¿Usted recuerda algo? ¿Que tipo de criaturas nos atacaron? Si eran vampiros deberíamos seguirles la pista y hablar con ellos. ¿No le parece Señor Merkel?

Richard no estaba al mando, así que debería esperar a que Fred tomara algún tipo de decisión, solo que parecía algo ausente. Y hablar de tatuajes o de estúpidas teorías de posesión y ataques a sus propios compañeros no estaban ayudando.

-Señor Quinn, no diga tonterías. En mi vida he atacado a nadie. ¿De verdad cree que hubiera tenido alguna oportunidad contra estos pobres soldados? Y no me lo tome a mal, pero creo que usted tampoco...

No había nada que hacer, sus compañeros se habían vuelto todos locos por causa del shock que habían sufrido y Richard no sabía que hacer para convencerles del error en el que se encontraban.

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19/04/2016, 20:55
Syria Keogh

La voz de los compañeros empezó a ser un puto eco para Syria...Para lo que tenía que escuchar. Para empezar, pasaron de ella, siendo la única la morena en ver que coño tenia en el cuello. Para terminar...¿eran conscientes de todo esto? ¿eran conscientes de que acababan de ver una curación milagrosa en una persona gracias a la sangre? ¿que coño estaban diciendo? Sus reacciones eran similares a si estuvieran en una puta película o partida de rol, viendo la situación desde fuera...Tanta tranquilad, tanto todo...¿estaban razonando como si nada? ¿les acababan de vampirizar unos seres milenarios y estaban jugando a qué?

Entendía complemente la reacción de su mentor y la de la militar... Pero la reacción de sus compañeros le pareció tan ortopédica, que encontró cero apoyo en ello.

Miró a Dánica cuando le mostró el tatuaje, no dándole tiempo a contestar a su pregunta porque el pelirrojo la hizo primero, y pasó de la de Syria. Sin duda, se la ponía tiesa y el resto le importaba una mierda. Que buen espíritu de compañerismo. Después Syria se dirige al monilito, mirando el símbolo que indicaba la chica. Estaba cagada, no le salía la voz.

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19/04/2016, 21:46
Damon Gates

Gates se había adelantado para ayudar a tratar a la herida, pero viendo la disposición de Quinn lo dejó hacer. Observó nervioso cómo hacía las curas, y a Fred ansioso, apartado con el cuchillo. Se miró las manos, ensangrentadas. No quería pararse a pensar en las extrañas ideas que tenía en la cabeza... imágenes de antigüedad milenaria, escenas de crueldad, ciudades que ya eran polvo. Intentó apartar esas cosas. No quería, aún, atreverse a mirar ahí dentro. Ni siquiera estaba seguro de que todo eso no fuera una alucinación, un el efecto de una droga. Miró a los demás, que estaban tan extrañados como él pero, al mismo tiempo, le parecían demasiado tranquilos. Demasiado para haber salido de una matanza.

... no es normal… no lo es, Damon, no… no entres por ahí… no aún…

Quinn acabó las curas y entonces Gates se preguntó cómo sacarían a la mujer de allí, herida e inconsciente, por debajo del agua. Pero entonces a la cazadora se le ocurrió una idea disparatada, se cortó la mano y goteó en la boca de la soldado. Y la moribunda reaccionó. Gates se echó hacia atrás, asombrado y sorprendido.

…  ¿qué? ¿QUÉ? ¡milagro! … ¿milagro?...

Miró alrededor y no veía incredulidad. Lo aceptaban. Sin extrañeza, como si fuera lo lógico y esperable. Hasta el médico parecía encogerse de hombros y asumirlo, sin más, solo con curiosidad. Y el historiador contando otro disparate fuera de lugar. Gates se pegó a una pared y casi estuvo a punto de preguntar en voz alta si estaban todos locos. Pero no era propio de un psiquiatra hacer algo así. Lo que les preocupaba entonces eran unos supuestos tatuajes. Había visto obsesiones así antes. Había tenido que tratar a muchos colgados saliendo de las discotecas de Londres, hasta las cejas de alucinógenos que les provocaban obsesiones absurdas  como contarse los dedos de las manos una y otra vez o quitarse los zapatos para volver a ponérselos durante horas. Pero se llevó la mano instintivamente al cuello, que notaba latiente.

…¿tengo?...  se preguntó.

Un tatuaje automático e instantáneo…  eso era otro imposible. Entró en la cámara en un par de pasos a estudiar aquellas figuras, monolitos o lo que fuera. Tenía que haber alguna respuesta. O no.

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20/04/2016, 12:23
Tobías Quinn

Tobías estaba seguro que tenía también un tatuaje en el cuello. Fuera lo que fuera, el vistazo que había pegado a los de sus compañeros no le habían revelado nada así que dudaba que verse el suyo ahora mismo sirviera de algo.

—Richard, no lo recuerdas yo no lo recuerdo... pero mira las manchas de sangre en tu cuerpo. Fuimos nosotros —comentó con amabilidad. No se sentía precisamente mal, cada vez se sentía mejor, pero debían colaborar. Miró por un instante los cuerpos machacados de los caídos y decidió dejar de mirarlos. Tenía que seguir adelante. No había otra opción. Si podían acabar con los Strigoi serían sacrificios aceptables. Héroes. Si no lo conseguían... sería algo tan horrible que no sabía si podía vivir con ello. 

—¿Controlar a los Strigoi? Ni idea, ojalá podamos hacer algo así. Me encantaría hacer que se mataran entre ellos y que desaparecieran de la faz de la Tierra. 

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22/04/2016, 13:40
Richard Collins

No pasa nada Richard, respira profundamente, te necesitan sereno dado que parece que todos han perdido el norte.

Habían confíado en él por alguna razón y era por sus conocimientos y precisamente la historia de la humanidad no era ajena a aquel tipo de situaciones donde un individuo con la mente pre clara se oponía a las equivocaciones de la mayoría y en esa tesitura se encontraba en aquellos momentos el profesor, tan solo debía encontrar la inspiración en el pasado.

Piensa en Aristarco de Samos o en Copérnico cuando dijeron que la tierra giraba alrededor del sol y nadie les creía o cuando algún "loco" dijo que la tierra era redonda. Ahora trata de convencer a esta gente que no han sido poseídos por nadie, se firme en tus convicciones y lo lograrás.

Carraspeó un poco antes de hablar, ahora el destino de la expedición estaba en sus manos o más bien en sus palabras y ni siquiera contaba con el apoyo de Tobías o Damon, a los que veía un poco más racionales que al resto, estaba solo, pero la historia estaba llena de grandes batallas que se ganaban a pesar de la desventaja aparente.

-Señor Quinn, la sangre que tenemos se debe a que hemos sido salpicados por nuestros compañeros fallecidos, no sea duro con sigo mismo y se culpe de algo que no hizo. No me siento bien por no haber podido hacer algo más, sinceramente debí quedar inconsciente por algún golpe al comienzo de la pelea porque no recuerdo nada, pero de ahí a decir que los hemos matado nosotros... No, deben calmarse todos y analizar con perspectiva lo ocurrido. Hemos despertado algo, probablemente vampiros en letargo, ellos nos ayudarán contra los Strigoi solo tenemos que encontrarlos, o podemos intentar despertar a alguno de estos otros que siguen durmiendo, aunque visto el resultado de antes prefiero buscar a los otros, ahora deberían estar saciados y más tranquilos. ¿No les parece?

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22/04/2016, 14:00
Tobías Quinn

Ante las palabras de Richard, Tobías simplemente miró a Fred y a la militar. —¿Fuimos nosotros, verdad? —comentó con tono triste. 

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24/04/2016, 18:26
Director

Las figuras restantes no se movían del lugar, como si fueran estatuas de piedra, atemporales e inamovibles. No muestran ningún indicio de que se vayan a poder mover. Los que se acercaron a mirar el monolito comprobaron que podían leer en cierto modo algunos de los escritos, solo los más antiguos, que había sobre el mismo grabados. Los escritos más nuevos, así como los escudos son ilegibles para ninguno que no hubiera conseguido leer algo al respecto antes.

Fred asintió a las palabras de Tobías, temblando aún temeroso. Con un salto se acercó a la teniente, protegiéndola con un brazo, pensando que quizás se sentía débil. Pero la mujer estaba lejos de sentirse débil, la sangre que Danica le había suministrado la hacía sentir casi eufórica por dentro, como si pudiera ahora mismo con cualquier cosa. Como si nada sobre la faz de la tierra se pudiera anteponer a ella, ni siquiera una horda de strigoi.

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25/04/2016, 19:11
Richard Collins

Richard cabeceó mostrando su inconformidad con lo que estaba sucediendo, estaba claro que el Señor Merkel no se encontraba en plena facultad de sus sentidos y ya antes había manifestado su sentir al respecto de los ataques, volver a preguntarle solo haría que se reafirmara en sus equivocadas teorías y empeoraría su frágil estado mental, desde luego Tobías no había estado acertado y así no iba a ayudar.

-Fred, está usted nervioso, lo comprendo, lo que ha pasado aquí debió ser terrible y algo que se nos escapa de la razón, yo no recuerdo nada y estoy confuso, supongo que usted al no tener una explicación razonable ha decidido que para que no le tomen por loco decir que hemos sido nosotros. Está bien, no pasa nada, todos estamos confusos, pero le prometo que puede usted decir la verdad, le creeremos.

Miró a la Señorita Perez, se había mantenido callada y quizás ella si pudiera hacer entrar en razón a Fred y a todos los que comenzaban a asimilar aquella explicación como lógica a falta de alguna mejor. Afortunadamente el profesor seguía con la cabeza en su sitio y no iba a permitir que sus compañeros entraran en un estado de locura o paranoia. Intentó buscar apoyo en el resto, si es que podían dejar de prestar atención a sus tatuajes y centrarse en todo lo que había pasado.

-¿Que dicen ustedes? ¿No creerán también que hemos sido nosotros? Yo ya les adelanto que no maté a nadie, pero si alguien vio algo... Les contaré una historia. Señor Merkel, una vez, durante la Gran Guerra, un niño jugaba en el campo mientras los aviones sobrevolaban los campos de sus padres. Tenían unas tierras alejadas de la ciudad y la guerra no les había llegado aún más que por noticias. Como todo niño ajeno a la realidad y la crueldad de la guerra, pasaba el tiempo jugando a ser soldado y cuando un avión sobrevolaba su casa él le disparaba con su metralleta imaginaria. Un día pasó un avión y el niño disparó como siempre y para su sorpresa aquella vez el avión comenzó a bajar y se estrelló. El niño corrió contento a avisar a sus padres: ¡Papá! ¡Mamá! ¡Le he dado! ¡Le he dado al avión! Lo que el niño no sabía era que el avión había participado en un combate y otro le había disparado antes. No sean niños... Ustedes no mataron a nadie... simplemente no han podido hacer eso. ¿Comprenden?

Richard señaló con cierta repugnancia los restos de los soldados muertos esperando que de una vez por todas sus compañeros recapacitaran.

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25/04/2016, 21:15
Heikki Mäkelä

Heikki estaba inmerso en su mundo. Todo era nuevo, todo era distinto... las palabras con las que los demás inundaban la caverna entraban y salían de los oídos del norteño sin que este hiciera un mínimo ademán por prestarles atención. No había nada que le interesara por el momento, solo tenía ojos para los dibujos, las estatuas que quedaban inertes y los textos que acababan de aparecer a su vista y que parecía medio entender... cosa que le sorprendió. 

No se enteró de la milagrosa curación, ni de las actitudes de unos y otros... la sorpresa, el enfado, la incredulidad... para Heikki aquello era secundario, por ello, se acercó a donde estaba el dibujo que Danica comentó que él llevaba tatuado y buscó por la zona por si hubiera algún texto que leer y arrojara información sobre su significado o algo que le diera un poco de sentido a esa pesadilla que estaban viviendo en primera persona...

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02/05/2016, 00:10
Danica Dvorák

Tras enseñarle a Syria su tatuaje Danica se había apartado un poco del resto. Sus ojos se alternaban entre los que iban hablando, pero siempre volvían a su mano. Ni siquiera le escocía y esa extraña revelación que había sentido también la hacía mirar hacia la teniente, estudiando sus movimientos, lo exultante de su mirada y lo fuerte que parecía una vez curada.

Por su parte, ella no soltó el machete ni perdió la tensión de sus músculos. Todavía se sentía a la defensiva. Muchos de los presentes estaban asustados y ella sabía que alguien con miedo podía resultar impredecible y peligroso. Pero una y otra vez, sus ojos volvían a su mano y la abría y cerraba con inquietud. Los cerebritos no parecían ponerse de acuerdo y ella les dedicaba miradas torvas mientras su impaciencia crecía.

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03/05/2016, 14:09
Tobías Quinn

Tobias se encogió de hombros. —Supongo que saldremos de dudas en cuanto salga el sol... —porque... el sol saldría y ellos ya no podrían verlo, ¿verdad? Si el mito del vampiro era cierto, así sería.

—Creo que debemos ocuparnos de los cuerpos de nuestros amigos caídos, quizá podamos enterrarlos aquí mismo. Luego quizá deberíamos plantearnos probar nuestras habilidades y si son suficientes para comenzar a controlar y exterminar a los Strigoi. Yo me siento mejor, pero no se si seré más fuerte o más resistente o me afectará menos su mordisco.

Francamente, sólo eso ya sería una ventaja brutal contar los gusanos. 

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03/05/2016, 20:24
Syria Keogh

Syria seguía absorbida por los grabados del monolito, aun intentado asimila lo que coño había pasado. Quizá fueras débil que el resto, pero no podía ponerse a hablar tan ligeramente de lo que son ahora. Tenía miedo y estaba confusa. En el fondo no había visto tanto mucho. O en el fondo, no era consciente de lo que hacía hasta ahora.