Partida Rol por web

El Reino de la Sombra: Enterrados en el Hielo

La Caverna

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28/02/2013, 00:39
Urm, hijo de Korn

Urm como hijo Korn y del hielo sabía lo que aquello significaba. Había escuchado historias sobre los dragones pero ahora le tenían delante. No solo eso si no que estaba a unos metro de ellos y era aterrador. Jamas hubiera podido imaginar que aquella criatura tan negra como la noche pudiera ser a la vez tan grande y magnífica. Los cuentos que había oido a su padre no podían compararse con lo que ahora veía. Era el mismisimo rosto del miedo.

El gigante se levantó sujetando su martillo dispuesto a dar la vida para salvar a sus hermanos.

- Tiradas (1)
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28/02/2013, 00:43
Corm, hijo de Korn

—Urm...calma...agacha...calma...instó Corm a su hermano—No nos verá, te lo prometo, agachate

La voz de Corm trataba de reflejar optimismo y de transmitir fuerzas a su hermano para que no cometiese una acción que terminase con todos... y por lo tanto con el mundo tal y como lo conocían.

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28/02/2013, 00:49
Unks, hijo de Korn

Miro con los ojos desorbitados la escena. Elfos, Dragones, orcos. Demasiado para asimilarlo de una sola vez y en ese momento empieza a subir por la columna. Nos va a descubrir a todos. Tengo la boca apretada y miro con algo muy parecido al miedo como la muerte alada se acerca. ¿Nos habrá olido? ¿tendrá poderes... hummm... todopoderosos? No me puedo mover aunque quisiera. Estoy en todo el medio. Genial.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sólo dificultad 17? te estas ablandando... teodiomazoacuerdatequetambienexitenlosnumerospordebajodelquince.

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28/02/2013, 12:50
Romt, hijo de Kun

Todo se mueve lentamente. Los segundos parecían horas. El tremendo gemido de la bestia apaga todo sonido que pudiese ser escuchado dentro de la gran caverna. Instantes después, todo es silencio. Un silencio incómodo e interminable. La calma que antecede a los tormentos. Mi sangre parece helarse al instante que el alado negro emite ese terrible gruñido. Mis oídos parecen explotar. Mi cabeza retumba como una gran orquesta de timbales. Llevo las palmas de mis manos hacia mis orejas como un intento inconsciente por bloquear los tremendos sonidos que emitía aquella bestia negra. De ninguna manera consigo bloquear, incluso disminuir, aquellos alaridos. Un tremendo escalofrío recorre mi cuerpo. Se siente un frío no natural nunca antes experimentado. Un frío que pareciera nunca calmar ni con todo el calor del universo.

Puedo sentir, ahora, como toda la estructura sobre la cual nos encontrábamos comienza a sacudirse rápidamente. Al ver lo que estaba produciendo esos sismos, mi rostro queda inmutable. Sin vida. Atónito miro hacia abajo, por un costado del puente de hielo. No podía creer lo que estaba ocurriendo. Más temible y gigantesco que en los cuentos, la bestia alada posa con sus enormes y afiladas garras sobre la columna que sostenía el puente. Sus ojos rojos como el mismo infierno, y sus dientes parecían enormes estalactitas aflorando de su grotesca boca puntiaguda. Nunca había visto nada parecido en su vida. Parecía una bestia inmortal. Imposible de derrotar. La criatura mas poderosa que en mi vida había visto.

Ahora, el miedo es infinito e interminable. Otro escalofrío invade mi cuerpo, al ver al dragón avanzar por la columna hacia nosotros. Tranquilo Romt...tr...tranquilo. Trato de calmar mi mente de estos tormentos. Pero no es cosa sencilla. Intento sacudir mi cabeza para alejar pensamientos oscuros y recuerdos sobre el pasado. Historias contadas por el mismísimo Korn, que pobre yace moribundo, sobre terribles criaturas, parecen cobrar vida. Trato de calmar a los muchachos para ocupar mi mente con palabras pero tengo la boca dura. Mi voz sale como un débil hilo de susurro que imposible sería escucharlo - mmmuuchaachozzzzzzzzz... - y termina en un idioma inexistente. Mi lengua pareciera estar paralizada por el más fuerte veneno. 

Transcurren unos minutos hasta que finalmente mi mente vuelve en sí y mi boca comienza a tener sensibilidad nuevamente. Las imágenes habían sido suficiente sufrimiento y no tenía necesidad de volver a voltear. Rápidamente, sin a mirar hacia abajo, agacho todo mi cuerpo contra la superficie helada del puente y comienzo a deslizarme cual serpiente, fuertemente aferrado a los bordes, hacia el extremo en el que se encontraba Corm. Levemente inclino mi cuello por un costado y volteo hacia atrás, hasta dar con los rostros de Unks y Urm que reflejaban pánico - Muchachos no se detengan. Continúen deslizándose lenta y cuidadosamente hasta llegar a la columna. Tranquilos! El Dios Orn nos protege desde el cielo -

Aquella criatura mítica de cabellos dorados salida de un cuento de adas? No puede ser! Ha matado sin sentir el menor remordimiento a un hombre de Stumlad. Algo no andaba nada bien. No había visto un elfo es mi vida, pero sabía bien que no eran criaturas malignas. Eran seres naturales, amante de la maravillosa vida animal y sobretodo vegetal. Por lo menos así es como los relataban y describían los chamanes en sus historias.

- Tiradas (1)
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28/02/2013, 19:23
Corm, hijo de Korn

Romt No...por el otro lado...por el otro lado

El bárbaro susurraba apremiante, todos sus compañeros parecían haber perdido los nervios, algo comprensible teniendo en cuenta el tamaño y fiereza de aquel ser. Sin embargo, Corm siempre había estado ante seres mucho mayores que el, como eran los gigantes y , aunque estaba aterrado no había perdido la cordura y la frialdad a la hora de pensar.
Viene hacia este lado...ir para el otro

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28/02/2013, 19:50
Director

Cada vez que el dragón clava sus garras de hueso endurecido en la superficie de la columna, a medida que sube por ella, ésta se estremece de manera violenta, tal es la poderosa fuerza de la bestia. Desde lo alto de la caverna, las vibraciones causan la caída de pedazos de hielo, algunos son meras esquirlas, pero otros son grandes y letales como la cabeza de un orko.

El bárbaro es el único capaz de pensar con claridad en medio de esta locura, mientras que Romt y los hermanos quedan atrapados en el estrecho puente, que parece mentira que no se venga abajo debido a los golpes que recibe el enorme pilar que es la columna.

Se acerca. Corm puede sentirlo. Sabiendo que quizás sólo tenga una oportunidad, apoya su espalda contra la columna y desenvaina el espadón de acero con ambas manos mientras nota como su boca se le queda seca y su corazón late como un potro desbocado.

Si logra tomarlo por sorpresa cuando llegue… Cuando asome su testa sobre el saliente sobre el que se encuentra y que lo escuda de la mirada del dragón que viene desde abajo… entonces podría tener una oportunidad, una única oportunidad de lanzar un ataque contra su cabeza o su cuello.

Todo o nada. El bárbaro afianza los pies y levanta en alto su acero, dispuesto a descargar su arma en cuanto aparezca el terror negro.

Tenga éxito o no, quizás su ataque les dé una oportunidad a los demás. Este pensamiento es lo que le anima a medida que el dragón se le aproxima.

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28/02/2013, 20:32
Director

Súbitamente, algo cruza el campo de visión del bárbaro, una enorme mancha borrosa oscura.

La impresión le hace echarse hacia atrás, hasta que su espalda choca contra la columna. Sin aliento, Corm comprende que lo que acaba de pasar ante sus ojos es el mismísimo dragón, que acaba de saltar desde la columna hasta la pared de la caverna, cerca del techo de la misma.

Con los ojos como platos, observa como el monstruoso ser atraviesa a zarpazos el hielo de una zona del techo, abriéndose hueco y metiendo su cuerpo dentro, mientras trepa hacia arriba.

En cuestión de segundos, del dragón ya no se ve ni la cola. Ha desaparecido por el túnel que ha excavado (o que ya estaba) en el techo de la caverna.

Los temblores y las sacudidas han terminado. Todo queda en calma igual que antes, y Corm se deja resbalar hasta quedar sentado de nuevo, mientras trata de recuperar la compostura.

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28/02/2013, 20:47
Corm, hijo de Korn

Corm, posado en el suelo, aun con la espada en la mano, miró hacia su clan. Estaban temblando, algo lógico, teniendo en cuenta las circunstancias, pero peligroso. El bárbaro temía que su familia cayese al vacio por lo que poco a poco se fue acercando para tocar en el hombro a Romt, que era el que estaba más cerca.

No podemos seguir aquí...ha pasado el peligro...avancemos

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28/02/2013, 20:57
Director

Han transcurrido unos minutos desde que el dragón desapareció excavando su camino hacia el exterior de la montaña, y estáis todos reunidos en la gran columna, concretamente sobre el saliente que la rodea.

Aún os encontráis algo conmocionados por lo vivido, pero poco a poco podéis poner vuestras ideas en orden y pensar sobre lo sucedido. Mientras, allá abajo, en el suelo de la caverna, los orkos han vuelto a su tarea. No queda rastro del elfo ni del séquito que lo acompañaba.

Del humano, del caballero de Stumlad, sólo queda como recuerdo un charco de sangre roja sobre el hielo.

Habéis permanecido en silencio desde hace un rato. Ahora, vuestros pensamientos vuelven al pasado, a cuando descendisteis la sima que encontrasteis en la montaña y que os condujo aquí.

Recordáis el terremoto que casi os sepulta cuando bajabais por ese peligroso abismo.

Ahora comprendéis que no se trataba de ningún terremoto: Se trataba de uno de los dragones, abriéndose paso hacia el exterior a través de otra sima seguramente muy cercana a la que vosotros usabais para bajar.

De hecho, seguramente esta montaña está llena de esas simas. Caminos que conducen del exterior a esta inmensa caverna. Es casi seguro que hace siglos, los dragones las usaran para entrar en este lugar en busca de un sitio seguro para su letargo.

Ahora que vuelven a despertar, las usan para volver al mundo. A Valsorth.

Notas de juego

Lógico ¿no?

¿No os parecía demasiada casualidad encontrar a primeras de cambio una sima en la ladera de la montaña que conduce precisamente a su interior? No, encontrásteis una de las muchas que hay.

Y el terremoto sufrido durante el descenso... ¿causas naturales? Por supuesto que no. Era un dragón escapando, claro.

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28/02/2013, 21:11
Director

Notas de juego

Podéis comentar lo sucedido entre los personajes, pero mientras tanto, os detallo las rutas a seguir.

Ahora mismo estáis en una de las grandes columnas que se alzan en medio de la gran caverna.

Habéis llegado hasta aquí desde uno de los lados de la caverna, a través del puente de hielo.

Desde esta misma columna surge otro puente similar al que habéis atravesado y que lleva a la pared del otro lado de la caverna, donde hay otra cornisa por la que podéis seguir avanzando.

En este caso, esa cornisa está a menor altura que la del otro lado, por lo que esperáis que en algún momento la altura sea lo suficientemente corta como para poder descolgaros hasta el suelo de la caverna usando la cuerda que tenéis.

Además, en la misma dirección, está el agujero en el techo por donde el dragón ha escapado. Podría ser una posible salida para cuando queráis volver al exterior. Podríais tratar de llegar hasta allí escalando unos metros por la pared y explorarlo un poco para ver si es una buena ruta o no. Por supuesto, eso lo podríais hacer después, cuando estéis de vuelta. Además, quizás más adelante encontréis otra ruta de escape mejor…

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28/02/2013, 21:38
Urm, hijo de Korn

Urm se movió hasta llegar al pilar donde estaba su hermano y Romt. Aún le costaba creer lo que había visto. ¿Cuantos Dragones estarían ya surcando el cielo? ¿Por que los habían liberado y para qué?

-Hermano pequeño-dijo fijandose en la espada de Corm- eres valiente, padre estará orgulloso de ti como yo lo estoy. Pero tienes razón será mejor que avancemos y tratemos de no llamar la atención. Esos dragones... Nunca había imaginado algo así.

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01/03/2013, 00:28
Corm, hijo de Korn

Corm  miró sorprendido a su hermano. Entre los gigantes de hielo no existía el halago facil y no se desvituaba la expresión "estar orgulloso de", como hacían otras culturas. Cuando un gigante lo decía lo sentía de verdad y era un gran halago. La sangre subió levemente a las mejillas del bárbaro que trató de quitarle importancia con un gesto.

—Temblaba como un niño, grandullón—respondió quedamente—pero dejemos eso ahora. Hay que conseguir una de esas cabezas y salir de aquí. Salidas parece que tenemos tantas como dra...dragones—añadió tragando saliva y mirando a Romt y Unks. Ellos eran los que debían decidir necesitaban la experiencia de uno y la sabiduría del otro antes de tomar alguna alocada decisión como había estado a punto de hacer Corm. En aquel momento se alegraba de no haber decapitado a la bestia...sin lugar a dudas hubiese llamado la atención de todos los elfos, orkos, trolls y dragones que hubiese en la zona. Y eso hubiese sido imperdonable.

—Por Orm....Un día de estos tratar de ser mas hijo de Orn que los hijos de Orn me va a traer problemas...—pensó el muchacho mientras esperaba las opiniones de Unks y Romt, que parecían recuperarse poco a poco de la impresión.

 

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03/03/2013, 23:52
Romt, hijo de Kun

Cuando todos nos encontramos en esa gran y resistente columna que se alza desde el suelo como un chorro de lava escupida por un volcán, apoyo cada mano en los hombros de Unks y de Urm y comienzo con cierta tranquilidad - El peligro ha pasado por el momento. Debemos darnos prisa - y continuó con la seriedad habitual de mi rostro - Haremos lo mismo que hemos hecho en el puente. Corm pasará primero con la soga atada al cuerpo y así... - detengo mi lengua para felicitar al bárbaro.

Miro fijamente a Corm y digo con una expresión de admiración en mi rostro - Muchacho me has sorprendido. Has actuado con una madurez propia de un gigante guerrero adulto. Tu tranquilidad ha sido asombrosa - cierro los ojos y continúo - Has aprendido bien lo que te he enseñado. Estoy seguro que Korn estaría orgulloso de tí. Todos, hoy, hemos aprendido algo. No podemos actuar según lo que nos dicte nuestros corazones poniendo en peligro la vida de los demás. Corm ha sido sabio y paciente -

El grupo estaba listo para continuar. 

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04/03/2013, 00:48
Unks, hijo de Korn

Me levanto poco a poco en la inestable pasarela y continuo caminando hacia el otro lado. Donde la altura parece ser menor. Lanzo furtivas miradas hacia arriba, por donde ha salido el dragón, haciendo un agujero en la roca. Criaturas perversas sin corazón que socaban las montañas y perforan a las grandes vigilantes de nuestro territorio. ¿Cuanto más habrán?, ¿Cuanto más resistirá sin desplomarse?

Todos eran pensamientos negros, residuales del miedo que había pasado, de la desesperanza que he sentido. Trato de calmarle al llegar a la columna e indicando al siguiente que pase.

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04/03/2013, 02:55
Director

Con el mismo cuidado con el que atravesasteis el puente que os ha llevado hasta la gran columna, pasáis por el estrecho puente que os lleva a la cornisa que bordea el otro extremo de la gran caverna de hielo.

Después de la violencia con la que el dragón negro sacudió la estructura de la columna, sería lógico pensar que la misma ha quedado debilitada, sin embargo lo cierto es que el puente de piedra permanece completamente firme a pesar de lo endeble que parece, debido a su longitud y lo estrecho que es. Las sacudidas causadas por el monstruo alado han hecho caer el hielo que lo recubría, y por lo que podéis ver se trata de una construcción que parece realizada en una sola pieza de roca, por difícil que parezca esto de creer. Tampoco veis ningún tipo de daño, grieta o rotura, y esto os da confianza para atravesarlo y llegar al otro lado.

Cuando os habéis reunido todos en el otro extremo y os agolpáis en el saliente, comenzáis a evaluar vuestras opciones:

Si seguís el saliente hacia la derecha, éste termina embebido en una pared de hielo que bloquea el camino. Pero muy cerca, en el techo, se encuentra la abertura por la que el dragón negro ha salido de la gran caverna. Quizás también vosotros podríais hacer lo mismo, y valga la pena explorarla para saber si es plausible como salida.

Sin embargo, hacerlo os llevaría tiempo y esfuerzo. Y todos sabéis que Korn agoniza allá atrás donde lo habéis dejado. Todos querríais mostrarle la cabeza cercenada de un terror alado para hacerle saber que lo habéis conseguido antes de que el Guía emprenda el último y definitivo viaje.

Siguiendo el saliente hacia la derecha, parece que éste continúa por un largo tramo. Sin embargo, hay algo cerca de vosotros que os llama la atención. Se trata de una abertura en la misma pared de la caverna, a la que se puede acceder desde el mismo saliente. Se encuentra cerca y os acercáis para examinarla.

Se trata de un portal, efectivamente. Una abertura perfectamente rectangular que se mete en el interior de la pared y da a una rampa que desciende lo que parece bastante hacia abajo. La abertura es pequeña: Corm se tendría que agachar para avanzar por ella, y los gigantes deberían bajar andando a gatas. También es estrecha, lo que obligaría a que bajasen de uno en uno.

Y a la pregunta de por qué esta abertura no ha quedado atrapada por el hielo como el resto de este lugar, la respuesta la obtenéis por sí sola en cuanto os asomáis a su interior…

Desde allá abajo sentís una ligera brisa húmeda. De aire caliente.

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04/03/2013, 11:20
Urm, hijo de Korn

Urm se rascó el cuello sopesando las posibilidades que tenían. Aquel agujero, pues para el gigante aquello era un agujero estrecho e incómodo, podría resultar el atajo que necesitaban pero no era un buen lugar para meterse de manera incomoda en un sitio donde los Dragones parecían nacer como si fuesen águilas. 

-Corm, deberías echar un vistazo ahí y ver si es seguro, no me gustaría que me bloqueasen el camino mientras me arrastro, no es seguro-dijo dándolo por hecho- pero ten cuidado, si piensas que es peligroso da media vuelta y bajaremos por ahí-señaló el otro lugar por el que podrían descender.

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04/03/2013, 11:23
Corm, hijo de Korn

De acuerdo, pero iré más rapido sin la cuerda...aquí no sirve de nada. Volveré pronto—respondó el bárbaro metiendose por la cavidad, no sin antes advertirles —No entreís hasta que vuelva...bastante dificil os será entrar.

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05/03/2013, 19:25
Director

Poniendo en común el equipo que lleváis encima, conseguís reunir el suficiente material para improvisar una antorcha que sirva a Corm para adentrarse en el oscuro pasaje. No durará mucho, pero el bárbaro espera que sea lo suficiente para descubrir dónde conduce.

Romt, Unks y Urm observan al bárbaro inclinarse hacia adelante y adentrarse a través del portal. Poco a poco, la luz de la antorcha se aleja hasta desaparecer en lo oscuro.

Pero apenas tienen tiempo de preocuparse, puesto que no han transcurrido ni cinco minutos cuando Corm vuelve de nuevo, apareciendo desde lo profundo, una expresión extraña en el rostro y pidiendo al resto que le acompañen abajo.

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05/03/2013, 21:22
Director

El pasadizo desciende con una suave pendiente por una rampa lisa. Debido a su tamaño, los Hijos de Orn deben caminar a gatas, con sus hombros casi rozando las paredes. Una humedad cálida les llega desde el fondo, algo completamente fuera de lugar en un mundo helado como este, que les hace preguntarse que se van a encontrar más abajo, ya que desde allí  les llega un sonido familiar…

De pronto, el corredor termina y da a parar a una sala de altos techos que os permite erguiros de nuevo. Multitud de sensaciones os asaltan: La sensación de amplitud, la agradable temperatura, la humedad que se percibe y sobre todo el sonido del agua, un goteo y un fluir incesante del líquido elemento.

La débil luz de la improvisada antorcha no parece ser suficiente como para ver con claridad toda la estancia, y tampoco durará mucho, pero entonces el bárbaro se aproxima a una especie de pequeño agujero redondo en el suelo y acerca la llama. Al instante, el líquido que llena el hueco prende y una alegre llamita arroja su luz varios metros a su alrededor.

No se trata de uno sólo, por toda la estancia, en el suelo, hay más de esos pequeños agujeros circulares que, al contacto con una llama, se inflaman, actuando como un inteligente método de iluminación, ya que las llamas son pequeñas, alargadas y no emiten ningún tipo de humo. Por curiosidad os acercáis a alguno de estos huecos para descubrir que están llenos de una especie de aceite mineral que actúa como combustible.

Cuando todos los pequeños huecos del suelo están ardiendo, podéis comenzar a examinar el lugar donde habéis venido a parar…

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05/03/2013, 21:23
Director

Una gran estancia, de altos techos y suelos limpios de hielo o escombros. Todo ello excavado en piedra.

Lo primero que os llama la atención son las fuentes. A ambos lados de la sala hay dos enormes fuentes de agua. Grandes estructuras construidas en mármol, y al parecer talladas directamente en un solo bloque cada una de ellas. La del lado izquierdo está realizada en un tipo de mármol rojizo con vetas blancas. La del lado derecho está tallada en un mármol azul, también cuajado de vetas blancas.

De cada una de las fuentes surge un manantial de agua desde su parte superior que cae en cascada hasta ser recogida en una especie de piscina o estanque circular. El agua que rebosa se derrama al suelo, pero unas rendijas en el mismo se la llevan para evitar que la estancia se inunde. Sin embargo, el color no es la única diferencia entre ambas fuentes. De la de la izquierda salen nubes de vapor, ya que como podéis comprobar en cuanto os acercáis, se trata de un manantial de agua caliente, aunque no lo suficiente como para quemar la piel. La fuente de la derecha en cambio, es un manantial de agua fría, casi helada.

Lo siguiente en lo que se fija vuestra mirada son las paredes de ambos lados de la estancia. Están cubiertas completamente por relieves. Cuando os acercáis más, descubrís que se tratan de runas grabadas en la superficie, runas desde el techo hasta el suelo. Todas ellas juntas escriben en la pared algún tipo de texto que, por desgracia, nunca seréis capaces de entender. Pero las paredes esconden una sorpresa más. Y es que dependiendo de la posición en que se miren las runas, éstas parecen cambiar.

En un primer momento pensáis que es cosa de hechicería, pero al poco de examinarlo concluís que se trata de un extraordinario trabajo artesanal. Si se contemplan las runas desde la entrada de la sala o desde el lado opuesto, sólo son runas, escritura. En cambio, si las contemplas desde la zona central de la sala, las runas forman unos diseños y dibujos en las paredes a lo que contribuyen sin duda el juego de iluminación de las llamas del suelo.

En la pared de la izquierda se crea una imagen de un paisaje montañoso, en el cual se yergue un ser semejante a un humano, pero con una constitución más fuerte y una altura menor. El ser viste una especie de túnica y se distingue por una gran barba que le cubre casi todo el rostro y que es larga hasta más allá de su cintura. El ser está alzando los brazos al cielo y, del mismo cielo, se pueden ver las nubes abriéndose y una gran mano aparece, sujetando lo que parece ser un elaborado martillo de guerra, con un lado en punta y el otro romo. La mano que surge de los cielos parece estar ofreciendo el arma al ser.

En la pared de la derecha tenemos al mismo ser, en esta ocasión con el pecho desnudo. El ser está sosteniendo el mismo martillo de la pared opuesta y lo descarga sobre un yunque. Parece que esté trabajando en una especie de forja. A su alrededor hay más de estos seres, contemplando su trabajo, aparentemente maravillados.

Por último, en la pared de al fondo de la sala está la única salida aparente de este lugar. Unas grandes dobles puertas. Rectangulares. Tan altas y anchas que un hijo de Orn podría pasar por ellas sin ningún tipo de problema. A ambos lados de las dobles puertas hay dos pilares que los flanquean.

Las puertas, realizadas en algún tipo de metal plateado, se encuentran cerradas a cal y canto. No se distingue decoración más allá de un diseño en relieve en mitad de las puertas: Dos grandes martillos, iguales a los representados en las paredes laterales, que se encuentran cruzados, como diciendo que las puertas están vetadas para vosotros.

Por lo demás las puertas no tienen nada parecido a un asidero, gozne o cerradura…