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El Reino de la Sombra: Enterrados en el Hielo

Prólogo: Kehalas

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11/01/2013, 20:59
Director

Las Montañas Kehalas. El límite del mundo.

Una inmensa masa montañosa, con picos altos como no se ven en ningún otro lugar de Valsorth, y que parecen perderse en las nubes y llegar hasta el mismo cielo.
Un mundo cubierto de nieves perpetúas.
Un mundo inhabitable en apariencia.

Pero no es cierto. No para el águila blanca que planea en lo alto. Estos son sus dominios. Su terreno de caza.
De pronto, la penetrante visión del ave detecta algo allá abajo. Y planea hacia allí para descubrir de qué se trata.

Los puntos oscuros sobre el blanco de la nieve que destaca en el ancho valle que discurre entre montañas parecen diminutos e insignificantes desde tan considerable altura. Resulta especialmente extraordinario ver algo así en el centro de su territorio, una extensión que cubre la zona oriental de las montañas Kehalas. Pero cuando el águila desciende majestuosamente en su vuelo para explorar el terreno, los puntos crecen para convertirse en algo insólito en estos parajes helados de Valsorth.

Una escuadra de orkos a plena luz del día.

Mientras planea en el cielo azul y sin nubes, el águila percibe más detalles de los orkos: Seres encorvados pero musculosos, con la piel de tonos oscuros y grisáceos y rostros con hocicos y grotescos colmillos amarillentos. Visten armaduras de cuero negro endurecidas y se cubren con pieles de animales para evitar el frío.
El ave ignora que se trata de guerreros, y que ella recuerde, este tipo de seres permanece apartados de este valle entre montañas.

Sin embargo, sus agudos sentidos le permiten reconocer algo más, a otros seres, prácticamente ocultos a una vista tan aguda como la suya y que se encuentran en el camino del grupo de orkos.

Con un extraño desasosiego, la gran águila blanca vuela en círculos por el cielo azul y aprovecha una corriente de aire caliente para impulsarse hacia lo alto, hasta que se hace casi indistinguible desde tierra firme, desde el valle nevado y los boscosos picos que lo circundan...

 

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11/01/2013, 21:00
Director

El líder orko alza el puño en alto, y toda la escuadra se detiene.

Los seres humanoides imitan a su cabecilla en cuanto éste deja caer la mochila que porta y desenvaina una larga cimitarra con la mano derecha.
Con la izquierda señala hacia delante y susurra algo en el gutural idioma de su raza.

Porque delante suyo la ruta está bloqueada.

Después de toda la jornada caminando duramente por este valle, atravesando una capa de nieve que les llega casi hasta la cintura, en un día despejado como este que les obliga a llevar las capuchas para proteger sus ojos de la claridad del maldito Sol, encuentran un desprendimiento de rocas que les bloquea el camino.

Rocas enormes. Rocas que han caído recientemente desde el desfiladero próximo. Oyeron el desprendimiento antes de verlas, ya que resonó con estrépito por todo el valle.

Y el líder de la escuadra desconfía.

Justo ahora. Justo en mitad de su camino. Qué apropiado para una emboscada.
Un grupo numeroso podría estar escondido tras ellas.

Así que elige al que él considera el más débil de su grupo para que investigue.

El orko elegido gruñe ante la orden, pero el líder ruge mostrando sus colmillos y hace callar al insubordinado, que baja la cabeza, se adelanta al grupo y se interna con mucho cuidado entre las rocas con su arma desenvainada y en alto.

 

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11/01/2013, 21:01
Director

El orko desaparece entre los grandes peñascos.

Entonces se oye un ruido.

La escuadra se pone en tensión, atenta a lo que pueda suceder.

Y desde las rocas algo sale volando, cayendo apenas a un par de metros del cabecilla y hundiéndose en la nieve.

El orko se adelanta un poco, rebusca entre la nieve y extrae la cabeza de su explorador, que lo mira con los ojos muertos todavía abiertos. De su cuello cercenado gotea sangre negra.

En ese momento, de entre las rocas aparece una alta figura.

Más de tres metros de alto, humanoide, tremendamente musculosa, piel azulada, pelo largo blanco que enmarca un rostro endurecido como la piedra, donde brillan dos ojos negros que relampaguean con odio ante la vista de los orkos. Viste una amplia capa de pieles de tigre de las nieves y un simple taparrabos.

Entre sus manos sostiene una desproporcionada hacha de doble filo, constituida toda ella en el mismo material traslúcido y azulado, como si el arma estuviera hecha de hielo.
La luz del sol se refleja en sus filos, cegando a los orkos.

El gigante lanza un grito de guerra con tal fiereza que hace encogerse de miedo a toda la escuadra.

El cabecilla orko ruge a su grupo para hacerlos reaccionar. Después se encara con su adversario, que permanece de pie junto a las rocas.

¿Qué hace aquí uno de los llamados gigantes azules, tan lejos de sus territorios de las Colinas de Terasdur?

No importa. Pronto estará muerto.

El líder refrena su impulso y el de sus orkos de lanzarse a por el gigante. Podría ser una trampa. En cambio da ordenes para que carguen las ballestas. Lo abatirán a tiros antes de arriesgarse a acercarse a las rocas y de esa manera...

El nuevo grito de guerra hace que el líder vuelva su mirada sorprendido hacia el gigante azul, que de pronto carga hacia ellos a través de la nieve con su hacha en alto.
¿Está loco? ¿Un gigante azul contra quince orkos armados?

El cabecilla alza la cimitarra en alto y se dispone a rugir la orden de ataque cuando se da cuenta de que no puede.

Porque una jabalina le acaba de atravesar de parte a parte el cuello, llenando de sangre su garganta.

Cae de rodillas mientras muere gorgoteando, oyendo como los rugidos de rabia de sus orkos se transforman en aullidos de terror animal.

Porque alrededor mismo de su escuadra surgen, en medio de explosiones de nieve, los gigantes azules que se ocultaban bajo el blanco manto de la superficie, y ahora atacan a los desprevenidos orkos con una ferocidad tal que los monstruosos seres sólo pueden quedar paralizados ante la fuerza de los gigantes azules, que comienzan a hacer pedazos a la escuadra de orkos.

La masacre ha comenzado...

 

Notas de juego

Orko

Iniciativa +1
Defensa 11 (Desprevenido 11) (Crítico 24)
Reducción de daño 3
Ataque de cimitarra +2 (Daño 1d6+1)
Puntos de Resistencia 28
Umbral de Herida Grave 9

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11/01/2013, 21:03
Director

El grito de su viejo compañero Korn es la señal que Romt estaba esperando.

Se impulsa con fuerza hacia arriba apareciendo desde debajo de la nieve que lo cubría y lanzando un letal tajo con su espadón de acero stumladés al orko más próximo, que cercena de cuajo la pierna de la bestia, que cae de bruces aullando y sangrando a chorros.

El gigante avanza entre el caos que se crea entre la escuadra de los orkos supervivientes, pisando en el proceso la cabeza del moribundo y al mismo tiempo golpeando con fuerza la parte plana del espadón contra su escudo y rugiendo, mientras busca su próxima víctima.

 

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11/01/2013, 21:03
Director

Notas de juego

Al  ser el primer combate, voy a guiarte un poco por el proceso.
En este primer asalto, Romt gana la Iniciativa contra su enemigo, por lo que puedes atacar directamente.
Recuerda, al atacar con el Espadón, tira 1d20 y súmale +7, tu bono de ataque.
Si superas la Defensa del Orko, que es 11, enhorabuena, le has dado.
Recuerda que obtienes crítico si en el dado de 20 obtienes un 18, 19 o 20. También obtienes crítico si el resultado de tu ataque es 24 o más.
Si le has dado, pasa a tirar el daño, que será 2d6+5. Si hubieras obtenido un crítico, el daño sería 4d6+10.
Una vez obtenido el daño, le tienes que restar 3, que es la Reducción de daño del Orko. El resultado son los puntos de resistencia que pierde el Orko. Si son 9 o más, has superado su Umbral de Herida Grave, por lo que lo has matado directamente.
Puedes describir el resultado de tu ataque (exitoso o no) en tu post. Después de eso tendrás que esperar a mi post para continuar.

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11/01/2013, 21:04
Director

En cuanto Urm huele la sangre derramada surge con un poderoso salto desde el montículo de nieve donde se encontraba oculto.

En sus manos sostiene un largo mango que termina en un gran bloque de piedra que mueve en un amplio arco gracias a la fuerza de sus poderosos brazos. El ataque termina con la cabeza del martillo impactando contra la cabeza de uno de los orkos que, literalmente, explota en una nube roja.

Entre los gritos de horror de otros orkos, Urm rie mientras no deja de mover en círculos el martillo de piedra, listo para matar de nuevo.

 

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11/01/2013, 21:05
Director

Notas de juego

Al  ser el primer combate, voy a guiarte un poco por el proceso.
En este primer asalto, Urm gana la Iniciativa contra su enemigo, por lo que puedes atacar directamente.
Recuerda, al atacar con el Martillo de Piedra, tira 1d20 y súmale +4, tu bono de ataque.
Si superas la Defensa del Orko, que es 11, enhorabuena, le has dado.
Recuerda que obtienes crítico si en el dado de 20 obtienes un 20. También obtienes crítico si el resultado de tu ataque es 24 o más.
Si le has dado, pasa a tirar el daño, que será 2d8+8. Si hubieras obtenido un crítico, el daño sería 4d8+16.
Una vez obtenido el daño, le tienes que restar 3, que es la Reducción de daño del Orko. El resultado son los puntos de resistencia que pierde el Orko. Si son 9 o más, has superado su Umbral de Herida Grave, por lo que lo has matado directamente.
En el caso de matar a tu oponente, tu Dote de “Ataque Sometedor” te permite atacar a otro oponente adyacente a ti. Por tanto, si matas al primer orko, puedes realizar otro ataque más contra otro orko, de la misma manera que antes.
Puedes describir el resultado de tu ataque (exitoso o no) en tu post. Después de eso tendrás que esperar a mi post para continuar.

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11/01/2013, 21:05
Director

La señal convenida. El grito de guerra de su padre.

Es lo que hace que Unks se alce sobre la nieve, sacudiéndosela de encima mientras lanza hacia adelante la cabeza de su pesado martillo de piedra, que acaba empotrándose en el pecho de un orko, al tiempo que se oye el crujido de su caja torácica quebrándose.

El orko sale disparado hacia atrás varios metros, y termina hundiéndose en la nieve, alrededor del resto de sus compañeros, que se enfrentan al temible gigante.

 

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11/01/2013, 21:06
Director

Notas de juego

Al  ser el primer combate, voy a guiarte un poco por el proceso.
En este primer asalto, Unks gana la Iniciativa contra su enemigo, por lo que puedes atacar directamente.
Recuerda, al atacar con el Martillo de Piedra, tira 1d20 y súmale +3, tu bono de ataque.
Si superas la Defensa del Orko, que es 11, enhorabuena, le has dado.
Recuerda que obtienes crítico si en el dado de 20 obtienes un 20. También obtienes crítico si el resultado de tu ataque es 24 o más.
Si le has dado, pasa a tirar el daño, que será 2d8+6. Si hubieras obtenido un crítico, el daño sería 4d8+12.
Una vez obtenido el daño, le tienes que restar 3, que es la Reducción de daño del Orko. El resultado son los puntos de resistencia que pierde el Orko. Si son 9 o más, has superado su Umbral de Herida Grave, por lo que lo has matado directamente.
Puedes describir el resultado de tu ataque (exitoso o no) en tu post. Después de eso tendrás que esperar a mi post para continuar.

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11/01/2013, 21:06
Director

Desde las rocas, el joven bárbaro contempla con satisfacción como su jabalina atraviesa el cuello del capitán de la escuadra. Pero no hay tiempo para celebrar su puntería, ya que su padre sale a la carga hacia los orkos con un atronador grito de guerra.

Corm no duda un segundo y corre detrás de su padre, moviéndose con rapidez a pesar de la nieve, mientras sostiene en alto su otra jabalina, preparándose para arrojarla contra la primera de esas bestias que se ponga a tiro.

Su padre lo ha dejado muy claro antes, cuando planeaban la emboscada: No se dará cuartel a los orkos.

 

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11/01/2013, 21:06
Director

Notas de juego

Al  ser el primer combate, voy a guiarte un poco por el proceso.
En este primer asalto, Corm gana la Iniciativa contra su enemigo, por lo que puedes atacar directamente.
En este primer asalto, Corm está a distancia por lo que para atacar tendrá que lanzar la jabalina que le queda mientras corre hacia el combate.
Recuerda, al atacar con la Jabalina, tira 1d20 y súmale +7, tu bono de ataque.
Si superas la Defensa del Orko, que es 11, enhorabuena, le has dado.
Recuerda que obtienes crítico si en el dado de 20 obtienes un 20. También obtienes crítico si el resultado de tu ataque es 24 o más.
Si le has dado, pasa a tirar el daño, que será 1d6+3. Si hubieras obtenido un crítico, el daño sería 2d6+6.
Una vez obtenido el daño, le tienes que restar 3, que es la Reducción de daño del Orko. El resultado son los puntos de resistencia que pierde el Orko. Si son 9 o más, has superado su Umbral de Herida Grave, por lo que lo has matado directamente.
Puedes describir el resultado de tu ataque (exitoso o no) en tu post. Después de eso tendrás que esperar a mi post para continuar.

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12/01/2013, 01:11
Urm, hijo de Korn

Urm sonrió haciendo una extraña mueca en su rostro marcado por el combate. Había visto como sus hermanos acababan con los orcos y estos, incrédulos, morían sin poder hacer nada para evitarlo. Aquellos miserables no verían otro día.

El gigante agitó su martillo por encima de su cabeza, moviéndolo con inusitada rapidez, clavó el pie en la nieve frente al primer orco y, ayudado por el impulso, lo golpeó en el pecho. Se escuchó un sonoro crujido, cuando los huesos de este se rompieron en el interior y salió volando unos metros hacia atrás para no volver a levantarse. Pero Urm ni siquiera se preocupó de mirar si el orko se levantaba. Aprovechando el golpe anterior hizo un movimiento circular cambiando las manos en la posición de la maza y asestando un golpe desde abajo a otro de sus adversarios. El impacto golpeó mandíbula que se hizo una masa sanguinolienta con su cráneo y estuvo a escasos centímetros de piel y hueso de separarse de su cuerpo..

- Tiradas (4)
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12/01/2013, 08:17
Director

Notas de juego

De los 11 orkos supervivientes de la escuadra, Urm acaba de matar dos, que ya no podrán actuar.

Esperaré a que actuen el resto de personajes, para que los orkos que sobrevivan vuestro ataque contraataquen.

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13/01/2013, 01:50
Corm, hijo de Korn

Corm siempre se había sentido obligado a dar más de lo que podía. A entregarse al máximo e cada ataque y a comportarse como si realmente fuese un gigante azul. Esto le había llevado en ocasiones anteriores a comportarse de forma impulsiva, tratando de demostrar su valía. Aquella vez no fue una excepción y, sin mostrar satisfacción por la importante baja provocada, corrió en dirección a la escuadra que parecía despertarse de su estupor inicial.

Sin dudarlo, lanzó con fuerza la jabalina que le quedaba contra el orko que se acercaba a su padre. La jabalina se clavó firmemente en el hombro de la despreciable criatura pero no pareció afectarle demasiado. Tratando de no pensar en ello desenvainó la espada, preparado para la lucha, como siempre.

- Tiradas (2)

Notas de juego

4-3=1

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13/01/2013, 07:30
Unks, hijo de Korn

Asiento con la cabeza tras lanzar al orco por los aires. Me muevo lateralmente por su descompuesta columna, hasta hace un momento bien ordenada. Intento ir cerrandoles el paso por este lado. Desde mi altura los observo con ojos fríos como el hielo. Me encaro con uno de ellos y muevo mi arma en un amplio circulo. El pesado martillo va cogiendo velocidad y pasa a escasos centímetros de mi enemigo, que ha tenido la habilidad de deternese en seco. Su pelo se mueve por el viento levantado por el arma.

Levanto muy ligeramente una ceja, agarro el martillo con ambas manos y abro las piernas esperando el contraataque.

- Tiradas (1)
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13/01/2013, 10:52
Director

Notas de juego

Corm ha herido levemente al orko al que ha lanzado la jabalina, pero no lo ha eliminado. Sin embargo, como todavía se encuentra a distancia de él, no tiene que preocuparse de su contraataque, y mientras, corre hacia ellos desenvainando su espadón.

En el siguiente asalto de combate, Corm actuará el último (tiene que llegar hasta el orko más próximo) y además tendrá que sufrir antes el ataque del orko.

En cuanto a Unks, ahora debe esperar al contraataque del orko antes de que pasemos al siguiente asalto.

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13/01/2013, 10:58
Director

Notas de juego

Como ves, las jabalinas de Corm son armas de apoyo a distancia, no demasiado poderosas para de un sólo ataque acabar con un orko (a no ser que obtengas un crítico, que no sólo en tu caso es un 20 directo, sino sacar al menos 17 en tu tirada porque con el +7 que tienes al ataque con esa arma ya obtienes un resultado total de 24, lo necesario para obtener critico).

El espadón es otra historia. Bastante más dañino. Además te recuerdo que posees la Dote Furia (descrita en las Notas del personaje) que aumenta el daño que harás. Esta dote puede ser usada una vez por escena, dura un máximo de 5 asaltos y te da bonificaciones (pero te baja 2 en tu Defensa), aunque luego te penaliza si no paras a descansar.

Si quieres probarla es un buen momento para hacerlo, no creo que la escuadra orka resista 5 asaltos completos.

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13/01/2013, 11:07
Director

Notas de juego

Unks ha fallado su ataque contra el orko. Si quieres obtener bonos a tu ataque, te recuerdo que hay algún modificador al combate que puede ayudarte (por ejemplo, el combatir agresivamente, que te da un +2 al ataque, pero te resta 4 en Defensa).

Ahora le toca el turno al orko para atacar, pero estate atento, ya que si falla en su tirada, Unks tiene la Dote de Contraataque,  lo que te permitiría de manera inmediata volver a atacarle, y además con un bono de +2.

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13/01/2013, 11:37
Director

Uno de los orkos, más decidido que el resto, chilla de forma animal mientras salta hacia adelante blandiendo su cimitarra, buscando sajar la pierna de Unks, pero éste, bien plantado en su posición y tranquilo, no tiene apenas que preocuparse por el torpe intento de ataque, que se queda lejos de su objetivo por medio metro.

El estúpido orko no sólo ha perdido su oportunidad, sino que ha quedado expuesto ante el contraataque del gigante...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ataque del orko (cimitarra) a Unks: 1d20 +2 -1(Sensibilidad a la luz solar).

Resultado: 3 FRACASO

Ahora sólo falta resolver el Contrataque de Unks, el ataque de Romt y después pasaremos todos al siguiente asalto de combate.