Partida Rol por web

El posadero está de espaldas colocando nueva mercancía, botellas de vino y licores, en los estantes, cerciorándose que todos están no sólo límpios sino perfectamente colocados en la estantería.

El Posadero se gira a la velocidad del rayo y te mira incrédulo..., sus palabras, pronunciadas casi tartamudeando, son una mezcla de indignación y preocupación que inundan tus oídos. La otrora amabilidad del posadero te parece como una fábula. Ahora sus palabras atropelladas son claramente de reproche e indignación, incluso notas como los colores suben a su cara y comienza a ponerse rojo.

Pero Señor Lindel... ¿Con que tipo de gente cree que trata mi mujer?

No me puedo creer que después del trato que le hemos dispensado piense que mi mujer, yo o cualquiera de nuestros amigos somos vulgares ladrones o timadores...

La Señora Alenka es un miembro reputadísimo del pueblo, es, por todos los dioses, la mismísima ama de llaves del Arl de Stenhold...

De verdad, no me esperaba esta actitud de usted señor Lindel, de verdad que no...

Notas como te da la espalda y sigue a sus quehaceres tras la barra de la posada.

 Me apresuré a disculparme:

 - No era mi intención ofenderos, señor, por supuesto que estoy agradecido de vuestra amabilidad y contáis con mi amistad y confianza, solo quería entender los motivos de esa mujer. Me ha dado largas y ha mantenido mucho misterio sobre el trabajo que quiere darme y quería estar seguro de que podía confiar en ella, nada más... Lo lamento mucho si os he ofendido.

 Mi cara era la viva imagen del pesar...

El posadero vuelve a girarse y te mira aún visiblemente enfadado pero quizá algo agradecido por tus disculpas.

Mire Señor Lindel, Alenka es de total confianza y si no le dice el motivo del trabajo será porque el Arl desea mantenerlo en secreto, así de simple. Yo ya no puedo hacer más por usted en este sentido. Ahora si me disculpa, tengo clientes a los que atender.

Observas como el posadero sonría amablemente a unos clientes de una de las mesas de la Taberna y se dirige apresuradamente a atenderles.

 Suspirando, salgo de la posada y me dirijo a la zona donde vivían los elfos, en las cabañas de paja...

Sales de la cabaña en dirección al castillo de Stenhold. Tu camino por las calles del pueblo discurre con normalidad, absorto en tus pensamientos y en tus dudas sobre si aceptar el trabajo propuesto o no.

El castillo de Stenhold corona una loma, perfectamente visible desde el pueblo. Afortunadamente para tí, parece que está dejando de llover lo cual te permite incluso quitarte la capucha de tu capa. No obstante el barro durante el camino hace que el paseo hacia la loma se torne cada vez más lento y pesado.

Finalmente, tras media hora de camino, alcanzas a divisar las casas de paja de las que el elfo te habló. Notas como hay varios elfos por el lugar, unos cargan leña, otros preparan la comida e incluso divisas a varios niños jugueteando....

 Permanezco observando a los elfos durante un momento, observando, pese a las diferencias obvias, la gran semejanza entre esta comunidad y mi antigua tribu...

 Finalmente avanzo y saludo a mi hermanos urbanos:

 - Saludos, me llamo Lindel Winbow, encantado de conoceros. ¿puedo dirigirme al líder de esta comunidad de elfos, por favor?.

Te sientes realmente observado, todas las miradas se centran en ti, incluso los niños han detenido su juego y se acercan a ti sorprendidos.

Notas como varios de los elfos adultos hablan entre sí. Uno de ellos se mete en una de las pequeñas casas de paja. Oyes ruido de conversación dentro de ella....

Al cabo de unos minutos una elfa adulta, sale de la casa y se planta justo delante de ti.

Bienvenido hermano, mi nombre es Lory. Siempre es bienvenido un Dalshiano entre nosotros. ¿Que se te ofrece?

 La saludé con una reverencia:

 - Tengo preguntas, sobre esta ciudad y sus habitantes, y me gustaría conocer vuestro punto de vista acerca de todos ellos, por favor...

Bueno, hermano, no hay mucho que contar, pero pasa y trataré de resolver tus dudas lo mejor que pueda...

La elfa te guía de camino hacia la casa de paja de la cual la has visto salir hace unos minutos...

 La seguí en silencio al interior de su vivienda, esperando que pudiera resolver las dudas que me atenazaban...

La elfa se introduce en el interior de la casa de paja y tú detrás de ella. Hazto seguido notas el olor a comida... y tus tripas después del corto aunque duro camino, estallan en un sonoro concierto sin que seas capaz de contenerlas...

Tranquilo joven, te daré un poco de mi estofado casero, no es que sea gran cosa pero calmará tu hambriento estómago.

Con una mano te hace gestos para que tomes asiento en la alfombra, se dirige al puchero y sirve un cuenco que deposita en tus manos. El estofado está caliente y su sabor es agradable, aunque no  una exquisitez.

Bueno hermano, mi nombre es Lory y si en algo puedo ayudarte, lo haré. ¿Cuales son tus preguntas?

 Le dedico una reverencia en señal de agradecimiento:

 - Gracias por el estofado. ¿podías decirme como es la vida de los elfos de este lugar?. Tengo entendido que los nuestros suelen sufrir muchos abusos a manos de los humanos.

Lory asiente ante tu agradecimiento pero inmediatamente sus ojos y sus gestos facciales se tornan en tristeza, notas como la oscuridad se instala en su alma y su pesar es patente para todos y cada uno de tus sentidos.

Y no entiendes mal querido hermano, así es... Si te dijese que los elfos de ciudad, como nos conocen habitualmente, somos felices con esta vida estaría mintiendo.

Deseamos y soñamos conque nuestra raza tenga su tierra propia y poder vivir lejos del yugo de los humanos pero, mientras tanto, no nos queda más remedio que sobrevivir en esta semi-esclavitud...

 Asentí entristecido al oír aquello y le pregunté:

 - ¿Que me puedes decir de Alenka, la ama de llaves del Arl Neruda y del propio Arl?. ¿Son gente de confianza?. Me gustaría saberlo, porque he conocido a la mujer y no se muy bien como evaluarla, ni tampoco a su amo...

Lory te sonríe. Su sonrisa es cálida y maternal, casi te parece interpretar que esté hablando con uno de sus hijos, incluso su tono de voz te produce esa sensación.

Hermano... no creo que sea la persona más indicada para hablarte de Alenka y del Arl, al fin y al cabo todos nosotros (hace un gesto con los brazos como si intentase abarcar todas las casas de paja que has visto) somos esclavos del Arl y como tal se nos trata... No se si me explico con claridad.

Hermano, somos los despojos de la sociedad en Stenhold, hacemos aquellos trabajos que nadie quiere hacer: cargamos con peso, edificamos, limpiamos alcantarillas y hasta el fango de las calzadas de la villa.

¿Que puedo decirte de ellos? Son nuestros señores y les debemos respeto. En cuanto a si son de confianza o no... no creo que sea la persona más indicada a quien debas preguntarle...

Lory se levanta y llena un cuenco con el estofado que aún continúa caliente en el puchero. Después se sienta nuevamente enfrente tuyo y comienza a comerlo, muy lentamente, saboreando cada olor y cada textura de la comida.

Cuando termina te mira y pregunta:

¿Qué has venido a hacer a Stenhold hermano?

 - Busco trabajo, he oído que tenéis problemas con los engendros tenebrosos y quería ofrecer mi arco para ayudar, pero no se si podría aceptar ordenes de alguien que no respeta a los de mi raza... - Respondo con seriedad, no necesitaba saber toda la verdad, solo la parte menos dolorosa.

Bueno hermano, tú eres un aventurero y nosotros.... bueno nosotros sólo somos esclavos o sirvientes.

Lory te sonríe y señala tu arco.

Seguro que tu arco será bienvenido en la lucha contra los engendros tenebrosos y seguro que mis hermanos y yo nos sentimos más seguros si sabemos que un elfo cuida de nosotros.

 Le dediqué una sonrisa compresiva:

 - Y yo prometo hacerlo lo mejor que pueda, ¿hay algún sitio por aquí donde podía pasar la noche, por favor?. No necesito comodidades, solo un lugar limpio y seco, es que me apetece pasar la noche aquí, con vosotros, si me lo permitís...

¡¡¡Por supuesto que sí hermano!!! Justo ahora te iba a preguntar si deseabas pasar la noche. Como puedes ver nuestras casas no son demasiado cómodas pero puedes dormir en mi casa si lo deseas.

Mientras hablas Lory te señala una esquina de la cabaña donde puedes ver una alfombra y un cojín que interpretar como el lugar que Lory te está ofreciendo para dormir.

Eres bienvenido a nuestra comunidad y, por supuesto, eres libre de ir donde te plazca, hermano.

 Asentí agradecido:

 - Muchas gracias, a cambio estaría dispuesto a ayudar en cualquier cosa que pudierais necesitar, como pago, por favor...