Partida Rol por web

Me pongo de pie rápidamente. Sacando la espada que estaba bajo mi cuerpo. Con la que dormía todas las noches. Respiro agitado por estar sobresaltado antes de sacudir la cabeza para despertarme bien.

-Malditos pictos...-

Murmuro para mi mismo antes de atacar. Pero la oscuridad es bastante densa. Insulto para mis adentros mientras intento atacar.

Ya estaba preparado para la batalla, pero no me esperaba la repentina oscuridad luego de que Bors apagara la hoguera, sin embargo, no lo culparía de nada, quizás sirviera para no llamar la atención de más enemigos.

Despejando mi mente, arremetí contra uno de esos ideseables y le abrí un enorme tajo en el vientre, del cual empieza a salir muchísima sangre. El picto abre sus ojos desmesuradamente y cae al suelo con una expresion entre atónita y de sufrimiento.

Rápidamente, me giro y me pongo en guardia para enfrentar a otro malnacido.

Adormilado reaccioné ante los gritos de Tristán, desenvainé las espadas y a pesar de no ver con claridad, permanecí en silencio, concentrándome todo lo que podía para averiguar los movimientos de nuestros adversarios.

La emboscada le cogió por sorpresa, incluso el sueño hizo estragos en él haciendo que sus ideas no fueran lógicas, ya que al apagar el fuego les dió ventaja al enemigo.

- ¡¡¡Morid, malditos bastardos!!! - exclama dando palos al aire e intentando no recibir ninguno.

Vamos moveros!!! Todos en formación!!! Mis musculos están atenazados por el sueño y mis reflejos sólo me permiten parar los ataques mientras me repliego con mis hombres.

 Los pictos son como sombras, no les veis venir, se escabullen de vuestras estocadas e intentan golpearos e incluso un picto cayo ante la certera espada de Gawain, sin embargo conseguís mantenerlos a ralla. Parece demasiado fácil...

Los caballos están nerviosos, el ataque les pillo por sorpresa incluso a ellos, lo que demuestra lo hábiles que son en esas circunstancias.

Arturo ordena que forméis una formación para defenderos mejor, pero el ataque ha conseguido separaros, y no conseguiréis uniros de nuevo a no ser que logréis esquivar a vuestros agresores.

Esta es la situación:

- Tristan se encuentra medio dentro del bosque intentando buscar cobertura entre los árboles.

- Galahad y Lancelot han conseguido mantenerse firmes junto a lo que antes era la hoguera, pero un grupo de pictos os separan del resto.

- Gawain, al matar al picto, se giro y entre sus compañeros y el se encuentra un picto que le amenaza con un hacha.

- Arturo, Bors y Dagonet Han conseguido permanecer juntos, pero están rodeados de mas pictos que ninguno.

Golpeo a un picto, que detiene mi golpe con su escudo

-Maldito…-

Alzo la espada y una cuerda de impide bajar el brazo, se estrella contra mi espalda un garrote, dejándome de rodillas y con una respiración dificultosa

-¡¡¡Arturo…honor…!!!- grito sacando fuerzas de flaqueza.

Recibo otro garrotazo en la cabeza y siento como soy arrastrado hacia el interior del bosque.

Mi espada había terminado con el anterior maldito, sin embargo, teníamos que retomar la formación. Al girarme, veo a un endemoniado armado con un hacha y mucho más pictos en la cercanías, pero logro mantener mi posición e intento reunirme con el grueso de mis compañeros.

¡¡¡Honor!!! - acompaño a Tristán al escuchar su grito, pero su voz se corta repentinamente y empiezo a ver lo mal que están las cosas -

Espada en mano  me mantengo en guardia.

Esquivo varios golpes y veo como arrastran a Tristan a los bosques. En ese momento busco a su líder con la mirada. Deduzco que el hombre q da indicaciones desde detrás y salgo corriendo a toda velocidad hacia él al grito de HONOR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Viendo que cada vez aparecían más pictos, retrocedo unos pasos hasta quedarme cerca de la hoguera, por el rabillo del ojo veo que se están llevando a Tristán, miro con furia a las pictos que me rodean y me abalanzo sobre ellos. Desgraciadamente los pictos me superan y comienzan a golpearme y me quedo en el suelo intentando aguantar escupiendo sangre por la boca.

-Arturo...-digo en un susurro.

El número de pictos era superior, y sus técnicas de emboscada habían logrado darles ventaja. A duras penas, Borst había conseguido mantenerse junto a Arturo y Dagonet... hasta el momento en el que capturaron a Tristán y el movimiento de Arturo en su busca distrajo a Borst, que cayó en las garras de dos pictos a los que había estado manteniendo a raya a duras penas hasta ese momento.

Las cosas pintan mal ,son demasiados  y nos estan rodeando ,estaba claro que nos estaban espernado,tenemos que salir si queremos salir airosos de esta.

Maldita sea !!!!! nos estan rodenado ,tenemos que hacer un circulo defensivo esplada contra esplada son demasiados!!!!!!!!!

El sudor frio me recorre por el cuerpo ,la tensión de cada momentome hace sentir que un paso en falso y hoy morire aquí mismo.

Dejo escapar un gruñido de molestia. Nos estaban alejando de los demás y eso no era buena idea sin duda. Teníamos que volver a donde estaba Arturo y poder unirnos.

-¡Malditos sean! ¡Voy a partirlos en pedazos!-

Grito enfurecido mientras aferro con fuerza mi espada para atacarlos.

 El combate es un caos, hay cuerpos esparcidos por toda la ladera, y algunos de vuestros compañeros, si no están heridos, están presos... y cada vez son mas.

Un cuerno suena en el bosque. Parece que los pictos se retiran, pero no es así se mantienen en guardia, apuntándoos con sus armas para que no os acerquéis a ellos. Un hombre aparece con un callado en su mano y se pone en medio de la carga de Arturo con los brazos abiertos, haciendo que el general romano se pare en seco y no pueda acabar con la vida del asustado "capitán" picto.- El jefe de estos hombres soy yo, es a mi a quien deberías matar Arturo, no te preocupes por tus hombres, estarán a salvo, y los que han sido heridos serán tratados. Pero tenemos que hablar tus hombres y yo. ¿Que decis? ¿dejáis las armas y hablamos? ¿o tienen que morir mas hombres hoy?

Bors cesó en su forcejeo. Él no estaba en condiciones de elegir, pero si su líder optaba por luchar, él lo apoyaría con todas sus fuerzas.

¿A qué venía aquel diálogo? ¿Por qué aparecía aquel hombre en aquel momento en el que estaban en inferioridad?. ¿Quizás le tendrían miedo a los sajones y querrían tratarlo con Arturo?

¡Envainad! Mire a aquel hombre con una mezcla de curiosidad y estrañeza... ¿Todo esto para intercambiar unas palabras?

¿Qué es lo que tienes que decir, anciano? ¿A qué se debe la intesificación de vuestros ataques? ¿No era más fácil que enviaras una paloma mensajera, o un oso, lo que te fuera más fácil?

Estaba apunto de atacar a el picto que tenía delante cuando aparece su "líder"...

Al principio, me rehúso a envainar mi arma, no atacando pero manteniendome en guardia...aunque, unos segundos después, Arturo da la orden y, a regañadientes, envaino...

No es que quisiera que esto se tranformara en una sangrienta lucha para ambos bandos, principalmente porque nos veíamos superados en número, pero estos pictos ya me estaban colmando la paciencia...

Observo al hombre con aire molesto. Sin duda era una trampa aquella y al guardar las armas, nos cortarían la garganta a todos. Pero Arturo había dado su orden y como era el Líder yo le seguiría en todo. Guardo la espada, acercándome a el, para quedar solo a unos pasos detrás, cuidándolo.

Cuando parecía que todo estaba perdido, apareció un hombre, que parecía ser el líder, los pictos dejaron de golpearme pero se pusieron en guardia, me apoyo sobre una de mis espadas y con esfuerzo consigo levantarme. Arturo da la orden de que envainemos, obedezco su orden mientras camino con lentitud hacia mi líder... La situación se estaba volviendo extraña.

 - ¿Acaso habrías escuchado mis palabras si no aparezco en persona? Estos hombres decidieron acompañarme para protegerme de los sajones del norte, ya nos hemos cruzado con algunos grupos de rastreo... Pero seguidme, este no es lugar para hablar.- Dice mientras da media vuelta y con un ligero gesto de su mano alzada todos los demás pictos le siguen, algunos incluso ayudan a transportar a los heridos, como Lancelot, que cae inconsciente y al que ahora arrastran entre 2 pictos que le cogen de los brazos, y Tristán, sin embargo, este ultimo decide seguir solo, y de un ligero empujón se deshace del improvisado compañero.

El anciano hombre os conduce hacia un campamento donde mujeres, hombres y niños parecen preparados para la guerra... todo os hace indicar que se preparan para un asalto, pero no os impresionáis, los sajones vienen por el norte y no saben distinguir romano de picto.

Al final, junto a una hoguera, el anciano os invita a sentaros y os ofrece algo de comida, comida que comparte con otros tantos guerreros, hombres y mujeres.- Mi nombre es Merlin, y soy el guía de todos estos hombres y mujeres. Os he traído aquí para que juntos podamos combatir a la amenaza proveniente del norte. Se que os dirigís al norte para salvar a esos romanos... no os impediré hacerlo, pero sabed que cada vez os queda menos tiempo, y este se agota rápidamente. Uno de mis jinetes os guiará por los bosques para que logréis llegar a tiempo, pero necesito saber si estáis dispuestos a ayudarnos a defender nuestra tierra.

Al terminar, se hace un silencio en la hoguera, y en todo el campamento, todos están a la espera de vuestra contestación. Lancelot parece despertar poco a poco y se sorprende de donde se encuentra, mientras que Tristan se acaricia la cabeza que ya no le duele tanto, y Bors... bueno, Bors come.