Partida Rol por web

Adelante con tu conversación! Ya os cortaré yo si tengo que cortaros...

La verdad es que el escáner de casa lo tengo estropeado (o al menos no soy capaz de hacerlo funcionar) y fue una solución de urgencia... intentaré que quede más decente... lo prometo :)

No hay problema, porque Chuspi se ha ido a ver a su sobrina política, pero la verdad es que el establo está ahí al lado y calculamos que Gonzalo le dará suficiente la brasa a la pobre María como para que no pueda hacer mucho más :P

Como lo estoy buscando, espero un posteo de Damián para continuar...

Que creo que nos hemos quedado todos un poco desorientados de estar acostumbrados a darnos réplicas en grupitos pequeños...

Abraham encuentra a Damián donde dijo estar, en su casa. Tras llamar a la puerta, el comerciante debe esperar un poco hasta que ésta se abre y tras ella, aparece por fin el guarda, con evidente cara de haber estado durmiendo o a punto de hacerlo.

- Ehhh, ¿sí?, ¿ocurre algo?..., dice casi entre bostezos.

Abraham se acerca con un ademán de saludo:

- "Siento interrumpirle, pero necesitabamos a ver si nos podría dar unas sábanas viejas limpias para usar como vendajes para mi mula herida. ¿Sería posible?"

El comerciante parecía algo ansioso e intranquilo y algo preocupado por haber interrumpido el descanso de Damián.

- ¿Unas qué?, ¿para quién?, por Dios que debe ser el pedido más extraño que he tenido últimamente, amigo... bien, luego miraré a ver si los monjes nos pueden dejar algún trapo que no les sirva... porque no es tan urgente, ¿no?...

Abraham se queda un poco descolocado ya que pensaba que alguien que vivía en un monasterio sería mucho más piadoso para con las criaturas de Dios.

- "Pues en cierta medida lo necesitaría ahora, hermano. Porque tengo al buen Hicham esperando a mitad de una cura. No creímos que fuera algo tan complejo de conseguir en un monasterio de este tamaño."

La cara de Abraham refleja su preocupación y su necesidad, tal vez comparable a si pidiera algo para un familiar cercano.

Abraham abre mucho los ojos con cara de pena y rostro adusto y con las manos mostrando las palmas hacia arriba, mientras habla las une como si rezara a modo de súplica.

- "Por piedad os pido Damián que nos ayudéis a conseguir vendas para la pobre Bernarda, tenéis que comprender que para mí es muy importante ya que es mi única compañera de viaje durante muchos meses al año y la tengo desde que nació. Puede ser una criatura testaruda y rebelde, pero en el fondo es muy cariñosa y noble... En ocasiones me sorprende su mirada vidriosa, como si tuviera raciocinio y comprendiera lo que le digo. Puedo ver en ella la mano del Señor y no puedo soportar que sufra ni por un pequeño instante... ¿Podréis ayudarnos a que Hicham le de consuelo y reposo?"

El bueno de Damián, conforme va escuchando la súplica del comerciante, va abriendo más y más los ojos y, finalmente, su rostro refleja visiblemente el arrepentimiento que siente al no haber dado importancia a algo que, a todas luces, es realmente importante.

- Perdone señor por mi torpeza, no supe entender la presteza de su necesidad. Ahora mismo veré si encuentro algo que pueda ayudarle..., dice y desaparece en el interior de su casa, para volver a aparecer tras unos momentos con unas telas amarillentas en los brazos.

- Esto es todo lo que he podido encontrar, son unas viejas sábanas que ya no usamos... no creo que Sara las eche de menos... tenga, lléveselas y cure a su animal. Ah, y perdone de nuevo por mi torpeza...

Abraham se torna jubiloso con los retazo de lienzo que le da Damián y poniendo su mano libre en el hombro del guarda con gesto consolador y alentador.

- "No se preocupe buen hombre, comprendo que el cansancio puede nublar la mente del hombre más sabio y se puede decir que ya habéis hecho por nos más de lo cristianamente esperable. Siento abusar de vuestra hospitalidad y perturbar vuestros, seguramente, escasos momento de descanso; pero entended que para mí se trata de un tema de vital importancia y en el que he comprometido mi palabra no puedo dejar ahora al buen Hicham abandonado si los vendajes. Espero poder agradecéroslo como merecéis y os tendré presente en mis plegarias vespertinas. Id pues en paz y satisfecho por el servicio prestado."

- Nada, nada, no se preocupe... sólo espero que Sara no se entere, no sé por qué, creo que esto me va a costar caro... espero que al menos le sirvan para su burra, digo, para su mula... que pase usted buena tarde, señor, seguiré por aquí si me necesita...

Abraham antes de marchar le indicó a Damián que el favor no era gratuito:

- "Amigo, si tiene problemas con su esposa hable conmigo; que seguro que las telas que le puedo dar a cambio de estas serán del agrado de ella."

- Así lo haré, gracias, señor..., dice el guarda y vuelve a meterse en su casa.

Entiendo que Hicham no nos oye...

Que mala leche tienes... ¡Qué no domino el sistema! XD

Jopela, por el canto un duro... Creo que alguna letra me suena.

¿Me enseña la nota?

Yo me fío de su palabra... Que está muy buena... digo... que parece maja.

Sí, ella ha dicho que te muestra el papel y luego se lo guarda.

Bueno, así a botepronto sin estar del todo seguro, te parece que lo que ponía en el papel es básicamente lo que ella te ha dicho que ponía.