Partida Rol por web

El rostro de la Bestia

Escena Privada de María Somontano

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28/10/2008, 19:50
Director
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30/10/2008, 21:07
María Somontano

Cosas que me llevo en el carro:

-Dinero (escondido). Bolsa de los "tesoros" (resultado de su cleptomanía).

-Ropa de viaje y abrigo, cómoda. Botas. Mantas.

-Un par de vestidos de "arreglar", para la visita a la Seo y si tengo algún compromiso. Alguna joya de poco valor. Zapatos. Un frasco de aceite perfumado. Un espejo bruñido.

-Enseres de aseo, de cocina, de costura, herramientas básicas por si hay algún percance en el carro, como cuerda, pico pequeño, pala, hacha, machete, antorchas, sebo, etc.

-Comida, vino y agua, forraje para los caballos.

-Algunos libros, documentos de identificación y avales para casas de cambios.

-Una bolsa con pócimas y ungüentos, vendas, para primeras curas.

-Personal (encima): daga, dinero, objetos de aseo personal, pañuelo.

Notas de juego

Eso es lo que he imaginado, pero puedes amoldarlo a lo que creas.

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31/10/2008, 09:12
Director

Bien, me parece que es una selección bastante correcta. Las herramientas no te las pongas como equipo tuyo, pero si en algún momento crees que las necesitas podemos asumir que están en el carro. Lo de las pócimas y unguentos... pues bueno, pese a que has tenido contacto con una bruja no tienes conocimiento mágico, por lo que aunque hubieses conseguido alguna con poderes especiales no serías capaz de usarla. De la misma manera, tampoco sabes nada prácticamente de primeros auxilios, por lo que puedes llevar un pequeño botiquín sin problemas, pero no serás demasiado eficiente si la cosa va más allá de algún pequeño corte. Si te parece, podemos poner que llevas un sencillo botiquín, con algunas vendas y apósitos y algunas pomadas sencillas (para quemaduras, antiséptico, etc...)

Además, viendo el bonito avatar que te has puesto, me gustaría que te anotases como equipo el colgante que se ve en la foto, que fue el que te regaló tu difunto marido el día que te pidió la mano.

¿Qué te parece?

Bueno, luego si tengo un ratito os pongo la escena introductoria a tu escolta y a ti.

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31/10/2008, 10:21
María Somontano

Me parece todo perfecto.

Lo de las herramientas, sí, en el carro, junto con todos los trastos normales. Lo del botiquín, ya me refería a eso, he puesto pócimas y ungüentos en el sentido de la época, no me refería a que fueran mágicos, sino a que no había otra medicina casera en esos días. Y lo del colgante, pues perfecto.

Ooook!!

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15/12/2008, 15:41
Director

María, intrigada por la nota que el nervioso monje le ha dejado para Gonzalo, no puede evitar la tentación de echarle una ojeada, más por simple curiosidad que por otra cosa.

La nota es corta y está escrita en castellano, con una caligrafía perfecta, la de alguien que está realmente acostumbrado a escribir.

"José sigue aquí, encerrado por el Hermano Claustral.

Ten cuidado"

Un texto sin ningún sentido para María, pero no que no hace más que acrecentar en ella la sensación de que algo no va demasiado bien en San Gabriel.

Notas de juego

No te hago tirar por leer/escribir, considero que eres capaz de leerlo perfectamente.

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13/01/2009, 11:02
Director

Cambiamos de escena a la 01.

Tras la salida en tropel de los monjes de la biblioteca, decidisteis volver a la hospedería a seguir hablando con tranquilidad y lejos de oídos indiscretos.

La sensación de intranquilidad te inunda. Lo único tangiblemente llamativo que habéis presenciado es lo del asunto del primo de Gonzalo, quien parece estar retenido por Dios sabe qué motivo. En cuanto al resto, un par de huéspedes con malestares y una actitud algo nerviosa en los monjes, nada especialmente grave, desde luego. Pero estás intranquila, es como un sexto sentido, quizás eso que llaman intuición femenina: algo no va bien en San Gabriel.

Posiblemente lo más sensato fuera abandonar el monasterio e intentar buscar alojamiento en cualquier otro lugar del camino. Pero, por otra parte, tu curiosidad natural te llama a seguir aquí y descubrir si realmente está ocurriendo algo y, especialmente, qué es lo que le ha pasado al primo del amable Gonzalo, quien, por cierto, no deja de deshacerse en halagos hacia tu persona.

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13/01/2009, 11:25
María Somontano

De acuerdo. Otra cosa que ha picado la curiosidad de María es la actitud de la guardesa. Y el comentario del novicio que ha escuchado Gonzalo, claro, lo del Diablo. Digamos que motivos de intranquilidad por un lado y curiosidad por otro tiene, sí.

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13/01/2009, 11:29
Director

Notas de juego

Joer, claro, lo del Diablo, se me había olvidado que os lo había contado... entonces digamos que las razones de intranquilidad son aún más de peso :)

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13/01/2009, 18:06
Director

Respecto a la comida, no sientes nada en tu interior más allá de algo de nervios, así que, o tu comida no tenía nada, o no te ha afectado, o es aún pronto para saberlo.

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28/02/2009, 08:17
Director

Notas de juego

Joer, te juro que no había visto tu respuesta y andaba esperándote... supongo que es porque editaste el mensaje ese en que me decías que sabías que te tocaba y yo no me di cuenta de que había un mensaje nuevo, porque había alguno de tus compañeros más reciente abajo... qué rabia!!!

Escucha, vamos a hacer una especie de bucle temporal y vamos a seguir la conversación con Sara aquí, mientras se desarrolla la trama en la escena principal y así no hacemos esperar a los demás ni tú pierdes la oportunidad de hablar con la mujer del guarda ahora que has conseguido colarte en su casa.

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28/02/2009, 08:19
María Somontano

-Gracias, Sara. Acogedor hogar el que tenéis aquí, si me permitís la observación.

María se adentra en lo que realmente es un cálido ambiente para ella después del frío contraste con los muros desnudos de la Iglesia, y el duro porte del monje con el que había hablado en ese lugar. Busca un delantal, para colocárselo sin miramientos y ayudar a la mujer en su tarea de amasar pan, o lo que sea que esté amasando.

-No me han hecho nada, no, no es queja de eso de lo que me siento afectada. Es... el trato. Hay una frialdad y una austeridad entre esos hombres que supongo deben ser santos, que no me esperaba. Me... inquietan, ¿sabéis?. Hablan del diablo, ¡Dios nos bendiga!, como si fuera a arrebatarnos la misma alma esta noche. Noche de San Juan... están preparando las oraciones vespertinas con... no sé... ha sido, sobre todo, un Hermano en concreto. Me ha intimidado. El Hermano Claustral...

Y deja caer las palabras intentando que alguna de ellas dé pie a la mujer para tomarla y seguir con el hilo, revelándole con ello más que si hubiera preguntado directamente.

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28/02/2009, 08:21
Sara

Sara aprovecha que María se pone con las manos en la masa para ir a buscar un bote con una especie de semillas con olor a anís, que espolvorea sobre el mazacote blanquecino.

- No se lo tengas en cuenta, los monjes son despistados y muy rectos en sus formas, pero en general se comportan con amabilidad y atención hacia los visitantes. Lo que pasa es que justamente habéis llegado, como bien dices, en la víspera de la noche de San Juan y en este día, todos los años montan una misa nocturna que les tiene bien entretenidos y les cambia de humor. Es como si para ellos esta noche fuese realmente importante, estoy por decirte que incluso más que la noche de Navidad. Luego, en unos días, normalmente todo vuelve a la normalidad hasta el siguiente año. Lo dicho, no se lo tengas en cuenta, los monjes son buenos y se vive bien entre ellos, la mujer hace una pausa, como pensándose si debe seguir hablando, y finalmente añade, - Aunque tienes razón que Antonio de Salinas está hecho de otra pasta, es un hombre avinagrado al que nunca le he escuchado una palabra agradable hacia otra persona. Todos los novicios le tienen miedo y el resto de monjes le respetan, pero intentan evitarle todo lo que pueden...

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28/02/2009, 12:43
María Somontano

-Mmmmm.... huelen bien esas semillas... ¿de qué son, mujer? Pensé que amasábamos pan, pero deben de ser pasteles... instrúyeme: ¿qué clase de ingrediente es ése?

María acerca su nariz a las semillas, las olisquea, y las observa con detenimiento. Después del extraño trastorno intestinal de dos de sus compañeros, la posibilidad del envenenamiento sigue presente en su cabeza. Pero tampoco quiere que Sara se de cuenta de sus sospechas, de modo que muestra un interés disfrazado de aprendizaje e inexperiencia. Luego de la respuesta de la mujer, seguirá con su interrogatorio, pues otra cosa no es, aunque con muy buenas maneras.

-La misa esa de la noche de san Juan me tiene la curiosidad picada. ¿Has estado algún año en una? ¿No te parece raro que le den más importancia a una fecha tan... pagana, que a la misma Nochebuena? Es lo que te digo, estos monjes me parecen algo extraños, distintos de lo que una espera encontrar en un lugar consagrado al Señor. En cuanto al hermano Claustral... ¿y tu opinión sobre él? La tuya personal, digo, lo que a tí te parece... las mujeres somos mucho más observadoras que los hombres, y más receptivas. Aprecio mucho más una opinión tuya que la de diez de los novicios, Sara.

Notas de juego

Bueno, sigo interrogando, tocando los tres temas que me interesan:

-Envenenamiento, comida, etc.

-Misa nocturna

-Hermano Claustral y novicios

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01/03/2009, 08:49
Sara

- Esto es eneldo, crece en las montañas cercanas al monasterio y suelo ir a recogerlo cuando es temporada y guardarlo para el año. Estas semillas darán un sabor muy especial al pan una vez cocido y, además, ayudarán a la digestión de quien las consuma. La mujer parece cambiar hasta el tono de voz cuando se pone a hablar de cocina, como si de inculta campesina se transformase en letrada maestra y es que da la sensación de que los fogones son su pasión y le gusta hacerlo notar a quienes se interesan.

- No, señora, jamás he estado en una de esas misas de San Juan. Los monjes suelen insistir, pero sinceramente no me seduce lo más mínimo pasar toda la noche en vela escuchando sus cantos que se repiten una y otra vez y que encima ni entiendo. Imagínese que me quedase dormida y me pusiese a roncar en mitad de la iglesia..., la mujer rie divertida su gracia con dos risas cortas y explosivas, que son la máxima expresión de confianza que se ha permitido desde que están juntas. Posteriormente parece avergonzarse de haberse relajado en sus formas y vuelve a su semblante serio. - No, señora, dejemos que ellos velen por nuestras almas, al fin y al cabo es su trabajo...

La mujer deja a María con la masa, se acerca a un barreño de agua turbia y mete en él las manos para eliminar los restos de pasta con unos buenos refregones. Luego se acerca a la parte de dentro de la cocina y, de un cajón de madera, selecciona algunas verduras variadas, las coloca sobre el banco y se pone a cortarlas a trozos.

- En cuanto a Antonio, no sabría decirle, se dedica únicamente a ir por ahí por el monasterio olisqueando arriba y abajo en busca de cualquier cosa que pueda ser merecedora de castigo. Yo diría que hasta disfruta con ello, pero no creo que un servidor de Nuestro Señor pueda ser malo, Dios me libre, la mujer se santigua, - es sólo que se toma demasiado en serio su labor

Notas de juego

Hazme una tirada de PERx2

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01/03/2009, 16:02
María Somontano

-Pues claro, pues claro. No es que dude de la Santidad que contienen estas paredes, es sólo que no estoy acostumbrada al trato con hombres de Dios, más que con los que atienden nuestras necesidades espirituales en la Corte, y suelen ser... menos austeros, con los demás y consigo mismos.

María sigue mirando las semillas, y asiente con la cabeza.

-Eneldo, ¿eh? Mmmm.... huelen bien. Debéis disfrutar con la cocina, Sara, pocos disfrutes más debéis tener aquí, sola entra varones. Ni charlas con mujeres, ni compartir con ellas aficiones y problemas. ¿No os sentís sola...? Disculpad mi atrevimiento al haceros preguntas tan personales, a cambio os diré que os encuentro una mujer juiciosa y segura de sí misma, y eso es siempre encomiable.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: PERx2
Dificultad: 30-
Resultado: 79 (Fracaso)

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02/03/2009, 08:23
Sara

- Hay suficiente trabajo aquí como para no aburrirse en un centenar de años. Desde luego que me cambiaría por usted sin pensarlo, pero tampoco puedo quejarme. La vida en el monasterio es austera, pero nunca falta algo que echarse a la boca ni leña para calentar el hogar. Creame, puedo considerarme una afortunada...

Notas de juego

Aunque sea adelantar acontecimientos, durante todo el proceso de preparación de la comida no descubres nada que te confirme la posibilidad de que Sara está alterando a propósito los alimentos para hacer daño a quien los consuma.

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02/03/2009, 08:38
María Somontano

-Mi vida es una cosa vista desde fuera, y otra muy distinta vista desde dentro. Pero sí, os comprendo. Sí sois afortunada, tenéis una actividad incesante, y una tarea de la que disfrutáis, eso se nota a la legua. Os gusta la cocina, y rezumáis ese gusto, lo hacéis compartir.

María sigue ayudando en sus tareas a la hospedera, observando sus movimientos, y complementando en aquello que la mujer le indica. Pero en su cabeza la idea de que alguna causa debe haber conducido a los dolores intestinales de los peregrinos, sigue rondándola. Así que, dándose cuenta de que Sara parece inconsciente de que su comida puede estar siendo la causa de algún grave trastorno, cambia de derrotero su conversación.

-Aunque... ¿comen los Monjes lo mismo que los Huéspedes? ¿Esos pasteles que preparáis, por ejemplo? ¿O su condición requiere una dieta más parca? Imagino que en un Monasterio la sobriedad y la austeridad son norma, incluso e la comida. La frugalidad. ¿Cocináis pues lo mismo para esos Santos Hombres, Sara?

Quizá ella no lo sabe, quizá hay otra mano tras esas indisposiciones. Pero no creo que esa mano, si existe,  perjudique a los Monjes. ¿O quizá sí...?

 

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02/03/2009, 09:28
Director

- No, yo solo cocino para los huéspedes y para mi y mi esposo, los monjes tienen su propia cocina y son ellos mismos quienes se ocupan de preparar sus alimentos. Aunque sinceramente no creo que coman peor que nosotros... les gusta cuidarse y antes se olvidan de un rezo que de una comida..., dice la mujer en tono jocoso, mientras sigue preparando sus verduras.

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02/03/2009, 10:40
María Somontano

-Oh, ya veo. Bien, creo que esto ya está... ¿qué os parece? ¿queréis que me ocupe de alguna otra cosa...?

La noble sigue las evoluciones de la hospedera por la cocina, y se fija en cada movimiento, y en cada ingrediente. Se dirige a la pica de agua para lavarse las manos, como ha visto hacer a Sara.

-Y entonces, entiendo que los Monjes nunca cocinan para los huéspedes. ¿Qué suelen comer? Hombres en los fogones... poco deben guisar... o mal.

Notas de juego

No sé si he entrado ya en un impasse. Si María no tiene posibilidades de "ver" o "descubrir" nada más con Sara, sigamos en la otra Escena. A menos que quieras que haga alguna tirada, o que rolee más conversación. No es que me de pereza, es que estoy indecisa porque estoy interrumpiendo a los demás.

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02/03/2009, 11:35
Sara

- Bueno, se las arreglan bastante bien, la huerta nos ofrece verduras durante todo el año y, además, criamos gallinas y conejos. Luego el Deán se encarga de conseguir algo de leche, harina, legumbres y otras cosas en el pueblo o a través de los comerciantes ambulantes... ya te digo yo que no se cuidan mal y así de hermosos están algunos...

Notas de juego

Yo no puedo decirte si Sara tiene más información que pueda interesarte o no, eso es cuestión tuya. En principio, respecto a lo de meter ingredientes extraños, ya te he dicho lo que te tenía que decir en el mensaje anterior, del resto de cosas, depende si tú consigues sacarle algo más conversando o piensas que ya no tiene nada más que aportarte.

Y no interrumpes nada, de hecho, al contrario, al haber adelantado la trama se puede rolear la conversación sin temor a que los demás se queden esperando. No veo por qué tienes que esperarte a acabar aquí (si es que no lo das ya por acabado) para poder postear donde tus compañeros, al fin y al cabo hay muchos que pueden hablar y no tienes por qué ir explicando todo lo que has descubierto así, de buenas a primeras. No sé si me explico.