Partida Rol por web

El Secreto de los Buenos Hombres

Una aldea perdida en la sierra

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21/05/2011, 03:30
Aziz, el Adulador

Escucho cómo la Tsimize se dirige a mí y atiendo a sus palabras cuando pronuncia eso de "buen Aziz". Me acerco hacia ella para atender mejor a sus palabras susurrantes. Oh vuelvo a contestarle entre susurros, haciendo la conversación un poco más misteriosa en el escenario en el que estamos. Así que le han advertido sobre mí... sonrío Creo que no hay nada que advertir, soy un comerciante que ha sabido hacerse su hueco en la ciudad de Barcelona. Puede que mi oficio y la gente que frecuenta mi local no sea del agrado de todos, pero no me escondo tras rezos ni politica. Creo, sinceramente, que soy la persona más aptar en quien puedes confiar. Sino... no te estarías dirigiendo a mí ahora mismo. ¿Por qué no has llamado a Silvina o a Bernardo? Sonrío levemente y miro a María a los ojos. Creo que podríamos llevarnos  bastante bien, muy muy bien. Tras dedicarle una última mirada, desvío mis ojos hacia el lugar del que viene el murmullo oratorio que se había hecho más fuerte.

Estúpidos campesinos. ¿Qué hacen en mitad de la noche interrumpiéndonos? ¿Estos paletos no saben quedarse en sus casas? Tsk.. ¿y ese Bernardo quiere imponerse a todo el pueblo? Supongo que es eso a lo que me llaman fe.

 

Camino con mi presencia natural hacia aquellos campesinos que venían pidiendo explicaciones. ¡Tranquilos, compañeros! Intento poner algo de orden levantando las manos y tranquilizando a Bernardo y a los culpables de la herejía de la que hablabla el Fraile. Estáis en todo vuestro derecho de pedir explicaciones, pero no necesitamos ponernos violentos.

- Podemos solucionar nuestros problemas hablando, creo que es mejor para todos. Seguramente Bernardo ha malentendido vuestros actos y quizá yo no soy quién para juzgar lo que un pueblo entero ha elegido, pero el fraile así lo ha creido conveniente. ¿Por qué no discutimos nuestras opiniones de una forma pacífica? Rectificaremos nuestro error poniéndoles de nuevo en la cruz si es lo que queréis. No queremos problemas para nadie, estoy seguro de que sois un pueblo sabio e inteligente, y habéis tomado esta decisión bajo las palabras de dios y vuestra propia seguridad. Las palabras de Aziz sonaban convincentes, como acostumbraba cuando solía hablarle a la gente. Pero no era fácil convencer a todo un pueblo totalmente desconocido, pero había que intentarlo.

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24/05/2011, 04:17
Director

El sujeto que parecia estar a la cabeza de esos campecinos pasea u mirada por todos como si tratara de entender que hacia un grupo tan variopinto en esos lares y a esas horas de la noche. Luego les dice:

- Nosotros no sabemos nada de inquisicion ni de esas cosas. El hermano Juan es el unico que nos dice lo que es correcto alos ojos de Dios. Ahora el va a decidir que hacer con ustedes.

Notas de juego

Si faltan acentos es que la tablet con la que escribo no los tiene.

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24/05/2011, 10:38
Fray Bernardo

El Lasombra se puso en pie, a la espera de ver llegar a ese hermano Juan.

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24/05/2011, 11:36
María de Urgel

Me quedo en el sitio donde estaba, junto a la mujer, y mientras los aldeanos se acercan no puedo evitar mirarla con desprecio. Está al borde de la muerte, por lo que parece. Vuelvo a ignorar su respiración agitada y poso la vista en los campesinos. No podemos permitirnos más retrasos. ¿Por qué tuvimos que parar los carros por una pandilla de moribundos? Como si fuesemos almas caritativas, y no lo que realmente somos...

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24/05/2011, 11:58
Aziz, el Adulador

Así que el hermano Juan os avisa de lo correcto y lo incorrecto. Supongo que tiene un don especial de dios, pues ajusticiar de esta forma solo lo hacen las almas que más se acercan a nuestro señor. Vuestro hermano Juan tiene que ser un hombre sensato, seguro que sabe alzar la palabra antes que blandir la espada, que salga por favor. Tenemos que arreglar esto de la mejor de las maneras, al fin y al cabo, todos somos hombres de dios. Si nos matamos entre nosotros ¿qué va a ser de este mundo?

Aziz mantuvo la compostura, a pesar de estar rodeado de tanta gente, primero tenía que manipular a las masas y si aún así no conseguía pararle los pies, todavía le quedaría dinero y mujeres por ofrecer para detener ese ataque contra ellos. A menos que me lo digan expresamente, pienso llevarme al niño. Ahora tengo curiosidad por ver quién es ese hermano Juan y por qué ha hecho esto. Además, siempre puedo vender al crío si no es lo suficientemente apto.

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26/05/2011, 02:17
Director

Los campecinos escuchan la alocución de Aziz como si se tratara de los relinchos de un caballo. Simplemente no le dieron mucha importancia y fueron al grano.

- Ustedes han entrado en las tierras de nuestra comunidad y tendrán que explicar lo que hacen aquí al hermano Juan. No sé si son cátaros disfrazados o solo viajeros muy tontos, pero no dejan de ser sospechozos. Por eso es que ahora vienen todos con nosotros al pueblo.

Por lo visto, todos esos palurdos no estaban dispuesto a ningún tipo de negociación. Ustedes los acompañarían si o si.

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27/05/2011, 12:31
Fray Bernardo

-¿Es que no me habéis oído? -se quejó Fray Bernardo-. Soy un hombre de Dios en misión especial del obispo y estos son mis compañeros. No vamos a ir a ninguna parte, sino que traeréis a ese hermano Juan para que responda ante mí por sus crímenes contra la ley divina.

Por lo general, Bernardo era calmado y juicioso, pero esta situación lo sacaba de sus casillas. No sabía quién era ese hermano Juan, pero estaba seguro de que no estaba en condiciones de guiar a nadie. La ley eclesiástica era clara y su voluntad férrea. Ungido con la sangre de Cristo que permite la resurrección y la vida eterna, no permitiría a un grupo de palurdos iletrados que le dijeran lo que había que hacer.

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27/05/2011, 15:41
María de Urgel

- Somos libres de caminar por las tierras que nos plazca, ya que vamos en nombre del obispo - les suelto con visible impaciencia - Si ese señor desea tener audiencia con nosotros, que venga a vernos. Pero no podemos desviarnos de nuestro camino, y no se hable más.

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27/05/2011, 20:40
Silvina Schibaldi

 ¿Por qué se asustan estos descerebrados? Nos ha caido un pequeño ejército del cielo, un puñado de hombres que siguen a lunático que será fácil de arrodillar ante nosotros, no será difícil subyugar a quien quiera que esté al mando. 

 María, estamos en las tierras del señor Juan, que cuenta en su poder con unos hombres piadosos y fuertes, estoy segura de que podremos entendernos con él, nuestras intenciones son buenas, y seguro que nos comprende y nos apoya. ¿Quién sabe? Quizá de este peregrinaje salgan más cosas buenas de las que pensábamos.

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28/05/2011, 18:26
María de Urgel

Observo a Silvina con una mirada gélida. Esta mujer parece tonta, pienso instantáneamente.

- Ellos son unos simples campesinos. No pienso acatar las órdenes de un inferior, y tampoco creo que debamos demorarnos más. El obispo nos ha encomendado una misión, por lo que respondemos cuentas solo ante él. Pero si los demás miembros de la comitiva deciden cometer la imprudencia de ir a encontrarse con el hermano Juan, así sea - añado estas últimas palabras mientras comienzo a dar golpecitos en el suelo con el pie.

Mi opinión sobre ciertos miembros del grupo comienza a decaer en picado, lo cual no es precisamente algo bueno.

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29/05/2011, 19:15
Director

Los campecinos no parecen muy interesados en la discusión entre María y Silvina ni en las airadas palabras de Bernardo. Simplemente alzaron los asadones y otros implementos queusaban como armas en forma de amenaza. Entonces el que hacía de cabecilla les dice:

- No sé si son mandados por el obispo o por el mismo diablo. En cuanto a ser hombres de Dios, los cataros también dicen eso. Lo que harán ahora es venir con nosotros al pueblo por las buenas o simplemente acompañarán a los que ya están crucificados.

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30/05/2011, 15:36
Aziz, el Adulador

Miré la situación, había muchos campesinos enfadados. Me seguía preguntando qué hacían a esas horas de la noche deambulando por ahí un grupo de gente tan grande... ¿qué propósito les había llevado a despertarse en la madrugada? ¿No se dice que la noche es para dormir? Bien podrían descansar todos en el infierno...

Escuché la conversación de Silvina y María, con la que compartía totalmente la opinión. No podíamos detenernos por unos campesinos de tres al cuarto. Unos cualquiera no podían detener nuestra comitiva como si nos tratasemos de simples viajeros y ellos de los centinelas de las ciudades. Esto no era así y distaba mucho de como debería ser. Pero lo pensé dos veces antes de levantar la palabra contra aquellos imbéciles sordos como la misma piedra. Estamos en un pequeño embrollo... quizá deberíamos salir de aquí tan rápido como podamos. Pero no podemos salir a paso ligero con los caballos y las carretas en este terreno escambroso... maldita sea, tenemos el viento en nuestra contra.

Estas situaciones de entre la espada y la pared en las que no se podía negociar hacían que Aziz perdiese un poco la compostura. Afortunadamente aún faltaba un poco para que su lengua se convirtiese totalmente en un arma de verdad.

- Miren, buenos hombres. Dijo Aziz levantando la voz por encima de los demás pero con el tono sereno. Nosotros no podemos desviarnos de nuestro camino, así que vamos a hablar como hombres que somos. No somos no somos cátaros, tenéis que confiar en nuestra palabra. Y sino mirad los ropajes de nuestro amigo Fray Bernardo. Somos hombres de dios como vosotros y coger las armas en señal de violencia no nos llevará a ninguna parte. Tenemos que solucionar esto con palabras tal y como dios lo hace. ¿O no promulga el señor su credo mediante las palabras? ¿No os habla el hermano Juan? Hice una pausa y me detuve mirando al suelo. No somos animales, por favor. Somos hombres, y como tales tenemos que solucionar nuestros problemas sin lanzarnos al cuello del que intente entrar en nuestro territorio. Creo que estaréis conmigo en eso, ¿no? Me pensé dos veces el seguir hablando o dejarles responder. Pero las palabras, a mi parecer, iban por buen camino, así que seguí hablando para convencerles.

- Os puedo ofrecer dinero y ayudaros a dejar a esa gente en el lugar donde estaban y nos marcharemos sin problemas. El dinero ayudará a mejorar vuestro pueblo y vuestra iglesia. Nosotros no os causaremos problemas, palabra. Dije mientras me besaba los dedos formando una cruz. ¿Qué os parece? Todos podemos ganar si hablamos adecuadamente.

Notas de juego

Me están desesperando los campesinos estos xD

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31/05/2011, 15:33
Fray Bernardo

Bernardo no dijo nada más. Poco había que añadir. Se posicionó junto a Aziz. Ellos tenían la fuerza de Jesucristo de su lado, la sangre sagrada. Eran prácticamente indestructibles. Con la ayuda de Dios saldrían de aquel entuerto y podrían abrir los ojos al pueblo denunciando a ese hermano Juan.

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13/06/2011, 19:40
Director

los campecinos no reciben muy bien el ofrecimiento de dinero. Con solo mirarlos era evidente que se trataba de fanáticos que seguían siegamente a ese susodicho hermano Juan. Entonces uno de los palurdos grita y en una jerga engorrosa informa que el hermano Juan se acerca.

Los campecinos abren paso y forman un pasillo para la llegada un monje de sucio hábito blanco , con el rostro tapado por su capucha y una tosca cruz de madera colgándole del cuello. No obstante, lo que les pone a todos los nervios de punta es una sensación de rechazo casi instintiva por ese personaje.

Cuando llega cerca de ustedes, el monje se saca la capucha y ven su rostro cubiertos de marcas de lo que pudo ser lepra, con una cicatriz que le cruzaba el ojo derecho, el cual tenía un color blanquecino. Con fiera expresión en su rostro pasea su mirada por todos ustedes y dice:

- Digan quiénes son y qué los trae por estas tierras olvidadas.

No hay ningún tipo de cordialidad ni respeto. Simplemente les ordena responder.

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14/06/2011, 00:05
Fray Bernardo

-¿Quién eres tú? ¿Cuál es tu Orden y, en el nombre de Dios, cómo has podido hacer eso? -preguntó fray Bernardo sin poder contenerse.

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14/06/2011, 00:16
María de Urgel

- Viajamos en nombre del señor obispo, y por culpa de sus... aldeanos - hago una breve pausa antes de continuar - vamos muy retrasados en el cometido que se nos ha encargado. Así que si no os importa, dejadnos continuar con nuestro camino.

No puedo evitar observar el siniestro aspecto del monje con manifiesta repulsión. No es solo su asquerosa apariencia, algo más me hace sentir un automático rechazo hacia ese personaje al que los estúpidos campesinos parecen venerar.

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14/06/2011, 06:02
Silvina Schibaldi

 Este monje le da mala espina, Silvina se prepara para lo peor, esperando defenderse en cualquier momento, dirige sus ojos al lugar donde su daga va escondida, y da un pequeño paso atrás, como si eso la fuera a ayudar mucho. 

 Mi nombre es Silvina Schibaldi, dice con tono un tanto asustado, mis compañeros y yo nos dirigimos al norte, el obispado nos ha encargado investigar una comitiva cátara que se dirije hacia tierras catalanas, creemos que pueden ser peligrosos por lo que vamos a decirles que no son bienvenidos, que deben dar la vuelta y volver a Francia.

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14/06/2011, 15:24
María de Urgel

En cuanto Silvina pronuncia esas palabras, no puedo evitar dirigirle una mirada de enojo. ¿Por qué diantres ha tenido que revelar información sobre nuestra misión a esa pandilla de harapientos mendigos? ¡Hemos sido nombrados por el mismísimo obispo, y esta mujer comienza a parlotear con unos campesinos insignificantes sobre nuestro cometido!

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15/06/2011, 11:03
Aziz, el Adulador

Observo al hermano Juan. ¡Por fin se presenta! Pienso al ver su figura acercarse y salir de entre las masas. Estoy seguro de que podré hablar con ese hombre y llegar a un acuerdo, estos campesinos solo entienden verduras y cerdos. Sonrío cuando se destapa la cara, con rostro cordial y le saludo a pesar de sus malas maneras, que hacen que Aziz vaya perdiendo más y más su habitual tranquilidad y control de la situación.

- Buenas noches. Debe ser usted el hermano Juan, mi nombre es Aziz. Hemos tenido un pequeño malentendido y vamos con algo de prisa, estoy seguro de que usted también tiene montones de cosas que hacer y la noche la creó Dios para descansar. Será mejor que arreglemos esto lo antes posible y sigamos nuestro camino. No tenemos por qué hacer de esto un teatro más largo. Las palabras del setita sonaban convincentes, ¿para qué alargar más aquello? Además, ya les había ofrecido dinero. Cualquier persona con los pies en la tierra ya habría aceptado. Esa gente estaba muerta y los que se habían salvado... poco se podía hacer por ellos. Habiendo recibido ya su castigo, ¿por qué no recibir más después? Pero parece que ese "hermano" Juan no iba a tender a razones, no tenía cara de buenos amigos.

Mientras espero la respuesta del hermano Juan a mis palabras y a las directas de Fray Bernardo, así como a la proposición de María, la rubia rompe la calma dando más información de la que debería. ¡¿Qué haces zorra desgraciada?! ¡Ahora van a apresarnos y a interrogarnos! ¡Oh Dios, espero que ese imbécil de Juan no haya escuchado de la misa la mitad lo que ha dicho Silvina. Tsk, estúpida. Si no sabes mantener la boca cerrada, úsala para algo que dé dinero, como mis queridas acompañantes. Al menos son más útiles que tú. 

A pesar de todos los malos pensamientos que pasaban por la cabeza afeitada de este hombre, evitó una mala mirada. Como siempre, Aziz era una máscara, y lo que decía y lo que pensaba podía ser exactamente eso o totalmente distinto. Aún así, no había que ser muy inteligente para saber que se había ido de la lengua.

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16/06/2011, 04:43
Director

El monje escucha con atención todo lo que ustedes le dicen y no se inmuta ante las exigencias de Bernardo, lo altanera de María, la piel ponsoñosa de Aziz o las revelaciones de Silvina. Simplemente los mira a cada uno como si viera a través de ustedes. 

Cuando parece que todos han hablado, el se digna a decirles:

- Yo ya no me concidero parte de ninguna agrupación, pero en algún momento fui seguidor de Cister, luego peleé con los sarracenos por Tierra Santa y fue castigado por mis pecados con la lepra y ahora he vuelto a estas tierras entendiendo que no se puede luchar contra los infieles mientras hayan herejes dentro de las tierras de Cristo. Si es verdad que ustedes son enemigos de los cátaros, entonces podeis iros en paz y con mi bendición.

Entonces alza la mano y hace la señal de la cruz, pronunciando una bendición en latín.

 

- Tiradas (1)

Tirada: Bendición de Juan
Resultados: 6,3,2,4,3,5,6
Resultado final: 7

Notas de juego

La bendición de Juan les produce malestar, aunque no se ven impulsados a escapar ni nada. Hagan una tirada de manipulación + subterfugio a dificultad 7 para ver si no se les nota la incomodidad.