Partida Rol por web

Burna-Buriash. Ese nombre te sonaba. Ese awilu se hace pasar por mushkenu y frecuenta una cantina de exclavos y muchedumbre mundana. Realmente esa expedición prometía ser interesante.

¿Podría ser esas ruinas la fabulosa ciudad que habla las tablillas de Adap Belit-Sheri? Tu mente se traslada al pasado: la visión de esa ciudad fantasma con aquellas antorchas encendidas: las monturas estaban nerviosas y esa presencia siempre amenazante. Te prometiste regresar con mejores recursos, quizás fuera la ciudad de la que habla las tablillas.

Sonrio ante la ingenuidad de Burna-Buriash y le contesto ante su opinion sobre las expediciones:- Solo puedo hablarle desde mi conocimiento como aventurero, que la confidencia es tan necesaria como útil. No creo que nadie se interesaría por la visita a un pariente de una ciudad lejana con una buena tropa de compañeros y lacayos, pues bien es sabido de los peligros del desierto a pesar de los buenos caminos que tiene el imperio. - Con la jarra cogida le doy un pequeño sorbo para mojarme los labios y sigo con mi platica.- Pero una búsqueda de ruinas siempre llama la atención, incluso yendo uno solo, más lo sera si llevamos a un buen grupo con nosotros... Más solo es mi opinión y le acompañare según sus propias indicaciones.- Pues la ciudad de la que hablan me interesa... Demasiado para dejar la oportunidad por muy disparatado que sea el plan de acción.

¿Podría invitar a otro wardu conmigo?  Es un aliado y alguien con quien debo explorar las ruinas.  Es destino. 

Por supuesto Ibraam la única condición que pido es que dentro de dos días os reunáis en mi casa para firmar los contratos de trabajo.

Seguro.  Se hará.  ¿Donde es su casa, compañero de visiones?

Dentro de dos días por la tarde os reuniréis aquí con Akbar el os guiará. Al día siguiente  al amanecer saldremos de la ciudad. Ahora si me disculpáis, debo de irme tengo mucho que hacer .

Me levanto y le hago una pequeña reverencia al Awilu:- Hasta que nos volvamos a ver, que los dioses te sean propicios...- Ya mirando al resto les digo:- Yo tambien tengo cosas que preparar, por lo que hasta que nos volvamos a ver...- Y sin decir más dejo el pago de la bebida y me marcho.

Un placer Bel - Shanaar , un placer Ibraam.

Acto seguido salgo de la taberna a la misma vez que Bel-Shanaar.

Una vez fuera de la taberna  Bel-Shanaar me acuerdo que querías hablar conmigo, acompáñeme a mi casa, allí hablaremos más tranquilos.

Ibraam se dirigió a la mansión donde vivía Enmerkar.  Lo buscaría para invitarlo a recorrer el desierto en búsqueda de esas ruinas a las que iban.   

Recorrió esa parte de la ciudad que le era tan conocida, y después de convencer y pedir permisos a toda una serie de guardias y gestores, pudo llegar a uno de esas avenidas llenas de mansiones y jardines, esas donde no había hambre entre sus habitantes, ni siquiera entre los esclavos, y las ropas que cubrían a la gente decoraban y no tenía agujeros o raídumbre alguna.  Encontró el sitio exacto y al ser recibido, le dijo al wardu de grandes astas que había aparecido ya dos veces en sus sueños:

Dentro de dos días, por la tarde, saldrá una caravana que nos llevará a unas ruinas.  

Quizá ahí encontraremos a nuestro destino, o a nuestra muerte.  -O ambas cosas, pues en toda vida hay siempre un momento donde lo segundo es lo primero.-   

Pero no hay que rehuir el riesgo cuando nos ofrece una posibilidad envuelta con su navaja.  Algo me dice que este awilú que nos lleva, Burna Buriash, tiene un sueño profético que ayudará al nuestro, como una rama que sirve a una enredadera que crece.

Quiere que vayamos de incógnito, para no atraer miradas.  Dirá que vamos a comerciar.

Pasaré a buscarte ese mediodía.  ¿Vendrás?

Ante la propuesta de Burna-Buriash hago un asentimiento y digo:- Por supuesto, acepto, quisiera hablar más de los detalles de nuestra expedición. Y de mi objetivo en ella.-

—Recordad lo dicho—les digo mientras me despido de ellos—dentro de dos tardes en este mismo lugar. Yo os haré de guía esta vez hasta el punto de partida.

Me muestro sereno y deferente hacia ellos, pero dejo entrever que solo tengo un amo y señor. Los acontecimientos se precipitan...¿de pronto vamos a salir de Kish, a la aventura? No estoy seguro de querer abandonar las calles de mi ciudad, pero tampoco tengo elección, parece, y de todas formas no dejaré a mi señor a solas con desconocidos de inciertas motivaciones.

Miro a mi amigo y señor Kadashman que ha escuchado las palabras de Ibraam puesto que está conmigo, espero su aprobación al plan de Ibraam. Miro a Kadashman y le digo:

- Ahora es el momento amigo, tú futuro está ligado tambien al de los wardu y su libertad, si nos acompañas tus deseos pudedn que se cumplan y cosnigas lo que siempre has deseado. Debemos ir con ese tal Burnia-Buriash, el es la llave de nuestros destinos.

Akbar al salir de la taberna me ve a mí y a Bel-Shanaar hablando , ha oído que le invito a mi casa para charlar más tranquilo, una vez terminada la conversación nos disponemos a ir hacia allí.

Éste wardu... no deberia haberle comprado. Qué error. Me llama... amigo. ¿Amigo? ¡"AMO", MALDITA SEA! Ésta raza cada vez está peor. Mas sucia... mas impura.

Pero... no me queda nada aqui. Y se me presenta un camino por delante. Mi wardu está contaminado por la estupidez... pero sigue siendo mi protección. No es una elección... ya que no tengo mas remedio.

Bien. Pero no olvides a quien le debes lealtad, ya que yo te liberé. Sino, aún estarías luchando por tu vida por la diversión de otros.

Mañana los esclavos tendrán preparado mi equipo y... el tuyo. Si vas a protegerme, al menos debes de estar equipado lo mejor posible. Tu llevarás la carga de nuestras pertenencias, asi que descansa hoy.

Conmigo en las puertas, no habrá problema con los guardias. Saldremos sin preguntas.

De éso se encargará mi padre. Aun no me he ido de casa.

Eso... será mañana.

Vamos caminando por las calles hasta que entramos en el barrio noble, la diferencia es brutal desde el tipo de suelo bien lujoso, la limpieza se hace ver, las viviendas están formadas por grandes casas con jardín donde vive una familia, tienen el espacio de 10 viviendas situadas en el barrio pobre. Se reconocen por estas calles altos dignatarios de la ciudad que pasean y saludan a Bel - Shanaar , pues tanto Akbar como yo vestidos de viajeros creamos inquietud , pero creen que Bel - Shanaar es el noble y nosotros sus invitados de lejanas tierras, la presencia de guardias se hace más presente en este barrio para que no halla gente pobre por estos sitios.

Ummmm, sin duda mi amo quiere tratar de una vez por todas el asunto de las tablillas con el extranjero. Me mantengo un paso por detrás, atento al entorno pero tratando de seguir la conversación. De todas formas, no creo que se diga nada importante hasta estar a salvo en la casa de mi señor.

Sin duda alguno de los transeúntes me reconocen, habituado a caminar por las calles en cumplimiento de mis tareas. Saludo a aquellos que reparan en nosotros, de una manera casual, como intentando quitar importancia a nuestra presencia.

Antes de llegar a la casa, y como quien no quiere la cosa, sin importarme la presencia de Bel-Shanaar, pregunto:

—Los sueños del wardu...¿no os parecen un tanto misteriosos, que causan inquietud? ¿Qué habrá querido decir? Pues de mi dijo que aparecía en uno de ellos...me intriga y me preocupa, amo.

Ardo en deseos de averiguar algo más.

Mi fiel Akbar no tenías que haber venido ya te lo dije , podías haberte quedado más tiempo con Ibraam para hablar de estas cosas. Con gesto decidido abro la puerta de mi casa ya que estás aquí mi fiel Akbar hagamos un buen recibimiento a nuestro anfitrión. Cogiendo una de esas lámparas que teníamos en el recibidor me dispongo a ir a mi despacho venga Bel-Shanaar hablaremos mejor en mi despacho una vez allí dejo la lámpara sobre la mesa sentándome, ofreciendo a mi huésped el asiento contrario.