Partida Rol por web

- Lo mejor es que sigamos explorando ...-

Que no implica. Es obvio que debemos seguir explorando.
Nada ha descartado que este no sea el escondrijo de ese maldito Dragón.

Y si esos lagartos tenían la enfermedad, es muy probable que este por aquí.

Ya se había resignado a que la arriesgada misión no terminaría hasta tener una idea clara de dónde dormía la poderosa bestia.

Y cuanto antes terminaran, antes se podría marchar.  

Sin más empezó a moverse hasta uno de los corredores laterales, a ver que encontraba. 

-"Opino lo mismo, sigamos investigando. Hasta que no encontremos pruebas fehacientes de que el dragón se encuentra aquí no deberíamos de dejar de buscar."

Seguí a Saru en su escrutinio del pasillo lateral.

El último en la fila, Kvothe avanzó siguiendo a los demás.  Buscaba signos de que por ahí hubiera pasado el dragón o alguno otro de los guardias del templo. 

Avanzásteis por un pasillo que se adentraba en la oscuridad. Había tres puertas a lo largo del pasillo (3), (4), (5) y unas escaleras que descendían a un nivel inferior. 

La poca luz que había en la sala principal del templo, así como en la sala donde se encontraban los escarabajos cautivos, no llegaba hasta este lugar por lo que teníais que ir avanzando despacio y tanteando bien el terreno antes de dar un paso.

¿Qué puerta elegir? Estaba claro que tendríamos que investigar todo este lugar, estancia a estancia.

-"Amigos, ¿qué os parece si nos dividimos por parejas y vamos mirando estas salas? Si hay peligro gritaremos para avisar y los demás vendrán en seguida. Ganaremos tiempo y podremos salir de aquí antes. ¿Qué decís? También tendríamos que encender alguna tea, empieza a escasear la luz."

Mientras que les pregunto, miro por el pasillo y me asomo un poco a la oscuridad de la escalera descendente.

Kvothe sacó un antorcha y la encendió.  

Vamos Kareen, voy contigo hacia la puerta más cercana.   Antes de entrar, aguzó el oído para percibir ruidos en su interior que revelaran lo que había. 

- Vamos juntos todos, no me fio de este sitio nada ... -

Saru se movia con agilidad pasando entre sus compañeros, y se acerco a la primera puerta.

Toco la tabla con la que estaba fabricada, y luego echo un vistazo al marco y a la cerradura.

Antes de intentar forzarla, comprobó, si él picaporte giraba. 

 -Ir juntos es importante, pero si no hay demasiado peligro podemos ir en grupos más pequeños. Abramos la primera puerta juntos y depués nos podemos separar si no hay peligro.

tras decir aquello, Magd se colocó delante del umbral que Saru intentaba abrir, a una distancia suficiente como para dejar que el mediano pudiera trabajar pero lo bastante cerca como para lanzarse a por cualquier cosa agresiva que se lanzara a por ellos. Si había algo peligroso dentro, ella se ocuparía de inmediato.

 -A la más mínima señal de peligro, cierra la puerta o apártate, ¿de acuerdo, Maese Saru?

Agazapados sobre la primera puerta, Kvothe enciende una antorcha para arrojar algo de luz y después pega la oreja con el fin de escuchar algo a través de la misma. Pero al otro lado no se escucha nada. 

Saru por su parte comprueba el pomo de la puerta y éste cede ante una ligera presión, tras lo cual la puerta se abre y ante vosotros se extiende un pequeño pasillo que luego gira hacia la izquierda. El pasillo da a una sala más grande, húmeda y cubierta de moho que está iluminada por lándulas de escarabajo de fuego metidas en huecos situados a lo largo de las paredes.

En mitad de la habitación hay un trono hecho de piel de lagarto estirada sobre una estructura de huesos y madera, todo ello cosido con hiedra. Cadáveres de pájaros y peces cubren el trono, creando un horrible espectáculo mórbido.

Una pila de tesoro está extendida alrededor de la base del trono. De entre las sombras de detrás del trono vienen a toda carrera
dos monstruosos reptiles...

Sigo al grupo esperando que no nos encontremos nada, cuendo de repente abre una puerta y .... - JODER QUE ES ESO ... -

¿Lagartos naturales? -se preguntó el druida.  

Si pueden evitar hacerles daño, los buscaré sacar de este sitio.  ¡Que crueldad tenerlos aquí encerrados en vez de dejarlos libres en el pantano!  -Intentaría sacarlos de ahí.  

Si es que no lo mordían  antes. 

Al abrir la puerta y seguir por el pasillo veo salir a dos grandes cocodrilos que se dirigen hacia nosotros, con las mandíbulas llenas de dientes amarillentos y afilados.

Pues estamos con una suerte tremenda.

Dice el mediano al tiempo que saca la ballesta y recula para cubrirse con el marco de la puerta, ofreciendo la “menor” cantidad de cuerpo a aquellos fabulosos enemigos. 

Lideon fue el primero en reaccionar ante la brusca aparición de los enormes lagartos. El bardo felino tenía unos reflejos muy desarrollados y parecía tener un sexto sentido para el peligro.

Kvothe echó mano de todos sus conocimientos sobre este tipo de criaturas. Se trataban de lagartos gigantes, una raza que vivía en zonas pantanosas como aquella maldita ciénaga. Eran criaturas muy territoriales y, además, solían coexistir con los hombres lagarto. A menudo los segundos usaban a éstos enormes lagartos como "perros guardianes", y dado que había tesoros en aquella sala, nada parecía indicar lo contrario.

 Sabia que podria darle un golpe el primero, pero si impactaba esas horribles criaturas me devorarian ... peor tampoco sabia si podria conseguir que atacara a la gran Magd, y no a los demas que estaban en desventaja, asi que decidki arriesgarme y atacar ... si uno moría estariamos todos mas a salvo ...

Comienzo cantando una cancion de valor ... ( Canción de Batalla y Inspirar Bravura : +10 a la facilidad para impactar, y al daño le sumais el bonificador de carisma ) de las heroicas valadas de Drizgal, apra darme mas  valor y daño a esas horribles criaturas.

Lideon, comenzó a hacer su baile de muerte mientras entonaba si canción de valor , saltaba y sus espadas cortaba, desgarraba y hacia que cientos de trozos de lagarto salieran por todos lados, haciendo un destrozo en la criatura.

Lideon se lanzó  el primero contra los dos enormes lagartos guardianes. Comenzó a entonar una canción inspiradora pero antes de desatar el poder de su voz y que ésta tuviera un efecto mágico sobre sí mismo y sus compañeros, decidió pasar a la acción directamente y acuchillar con sus dos espadas al más cercano de los lagartos. La primera hoja se hundió entre las escamas del lagarto, cortando su carne y arrancándole un movimiento convulso. Pero la segunda tan solo cortó el aire.

El mismo lagarto que había sufrido el lacerante corte de Lideon abrió sus fauces y las cerró con fuerza, atrapando la pierna del bardo. Sus dientes rasgaron la carne peluda de Lideon y sus mandíbulas lo dejaron apresado, ejerciendo tal presión que al bardo le resultarían imposible moverse de su sitio mientras el lagarto estuviera ejerciendo su presión.El otro lagarto intentó morder también a Lideon, pero su mordisco fue más impreciso y ni siquiera llegó a rozarle. 

Fue entonces cuando Magd salió corriendo para ponerse junto a su compañero felino. La guerrera agarró con fuerza su enorme mandoble y descargó un tajo vertical contra el lagarto que tenía apresado a Lideon. El golpe fue prácticamente mortal, pero la criatura seguía consciente y no parecía querer soltar a su presa mientras le quedase un soplo de vida.

El druida sabía que los cocodrilos habían sido domesticados por los hombres lagartos, y en este caso defendían su territorio de extraños.  Un poco como los perros habían sido igualmente transformados por sus equivalentes mamíferos inteligentes, como lo eran sus compañeras, o los tejones por aquellos como Saru, o los guepardos por el pueblo de Lideón.  Así que vio difícil que en este caso los cocodrilos recordaran su naturaleza original y le hicieran caso a Kvothe, o que lo harían pero demasiado tarde para salir con vida de este encontronazo con el metal blandido.   Por ello decidió mejor invocar a la naturaleza del pantano para que salvara a sus criaturas. 

Un canto druídico pidió a una masa de enredaderas, vainas y raíces que salieran de la tierra para que enredaran por completo, tanto al lagarto que no estaba herido como a aquel que tenía apresado al felino.  No podrían moverse y así podrían sacar a Lideón de la presa de alguna otra manera.

No los ataqueis. -pidió a sus compañeros mientras el crujir de raíces en crecimiento y enredamiento llenaba la caverna.