Partida Rol por web

En vez de fluir directamente al mar, el Río Delimbiyr (también llamado Rio Brillante) se disolvía en un laberinto de canales que atravesaban y rodeaban bosquecillos cubiertos de musgo, formando un vasto pantano. La Ciénaga del Lagarto era famosa por contener dos cosas: insectos chupadores de sangre y monstruos peligrosos.

Ese era vuestro siguiente destino. 

Sir Isteval os había encargado que encontrarais la guarida del Dragón Negro, así como os había advertido de la presencia de una banda de maleantes orcos que también se escondían en esta ciénaga (y a los que nadie echaría en falta, es más, el agraviado Lord Floshin estaría encantado de recibir el cese de las actividades criminales de esta banda que habían destrozado su hacienda).

Conforme estáis a punto de salir de la Baronía de Cromm, una mujer de unos veintitantos años, ataviada con armadura de pieles y armada con un hacha, se os acerca. La reconocéis como Maechen, una de las milicianas que os habían acompañado desde Vado de la Daga. 

- “¿Así que vosotros sois a los que Isteval va a enviar? He hablado con algunos de los demás soldados y hemos pensado que vais necesitar algo de ayuda extra. He estado en varias patrullas dentro y por los alrededores de la Ciénaga del Lagarto. Lo conozco como la palma de mi mano. Si queréis una guía que es buena con el hacha, soy vuestra mujer, por así decirlo.”

Una vez guardadas las provisiones en la mochila, y la poción en un lugar más accesible y más protegido, el druida está listo para adentrarse en la cienaga. Espera a que sus compañeros terminen de arreglar sus pertrechos y sale del salón con determinación a acabar con el mal del dragón negro antes de que se siga extendiendo.

Cuando el grupo va saliendo de la baronía se les acerca una muchacha a ofrecer su ayuda en la misión, a lo que el druida no demora en responder - Así es, Sir Isteval nos ha encomendado esa misión - alcanza a decir pero luego la chica continúa hablando y detallando su experiencia en la zona - Creo que un explorador que sepa del área será más que bienvenido, ¿ustedes que dicen? - termina dirigiendose al grupo, realmente dudaba que alguien se opusiera, pero no quería imponer su pensamiento a la decisión que como grupo debían tomar

nos viene de maravilla tener a un .... guia o algo, asi, es todo un placer conocerla señoria .... Maechen - hago una reverencia ... aunque me gustaria besar su mano, pero temia que pudeira arrancarmela si lo malinterpretaba

Con todos los datos de la empresa ya terminado. Solamente nos faltaba finalmente impulsarnos a nuestra aventura, y dar caza a la infame bestia. pero antes de realizarlo, una muchacha con armamento y todo en el paquete, se nos ofrece su guia para la mision, yo rapidamente, no pierdo la oportunidad de mirarla de arriba y abajo en busca de analizarla. La cual, no me da una mala impresion entre mas personas en nuestro grupo, mejor nuestro desempeño-Yo opino lo mismo, tenerla a ella no los haria mal en el viaje. Yo dijo que si aceptemo su propuesta de ayudarnos.

Con la determinación marcando cada uno de sus gestos, Magd Bruhne había partido con sus compañeros hacia la ciénaga del lagarto. O al menos eso habría hecho de no ser porque antes de salir una muchacha les interceptó para hablarles acerca de su experiencia como guía y para ofrecerles su ayuda. Aquella muchacha tenía sin duda el porte de una guerrera curtida y, si lo que decía era cierto, su ayuda podía ser efectivamente inestimable.

 -Sir Isteval nos pidió que nos ocupáramos de esta misión y nos explicó los riesgos a los que nos exponíamos. Hemos aceptado porque consideramos que no hay riesgo que supere la deshonra de ser un cobarde para con tu propia gente. Dices haber viajado mucho por la ciénaga del lagarto, conoces los riesgos también y aún así te ofreces voluntaria.

Magd se acercó para dar una palmada en el hombro a Maechen.

 -Un espíritu tan fuerte siempre es bienvenido en este grupo. Guíanos por esas tierras. Confiamos en ti.

- Entonces no se hable más. Pongámonos en marcha. - Comenta la mujer con bastante entusiasmo. - La ciénaga cuenta con un par de cuevas y alguna que otra ruina del pasado. No se cuál será el escondrijo de esa sierpe, pero no podrá esconderse por mucho más tiempo.

Seguidamente partís por fin de la Baronía de Cromm, dejando atrás la protección de los muros y la comodidad de la civilización. Os adentráis en una zona pantanosa, donde la atmósfera es sofocante debido a la humedad, y la molestia que producen los insectos es constante...

EL grupo acepta gustosamente la nueva compañera de esta mision, restaba solamente ver su desempeño y con suerte. Nuestra misión sera ahora mas aligerada y menos complicada de vencer. Pero faltaba una cosa mas que hacer, la planificación de la marcha, y sabiendo esto de detengo y consideros mis habilidades del tema.

-Muchachos, si ustedes están de acuerdo. Me postulo para cartografiar el pantano, tengo conocimiento del tema y no es la primera vez que lo realizo por mis viajes durante mis excursiones, sera útil por si llegamos a perdernos en tan fogoso terreno.

Yo sabia que nuestra nueva compañera seria mas eficiente con la orientacion asi que ayudaria con la cmida y madera y rastrear ...

- Creo que tengo una mejor capacidad para rastrear y buscar ... recursos para el fuego y comer ...

Asintió al escuchar a sus compañeros.

 -Me parece bien, nadie mejor que vosotros para realizar esas tareas.

La guerrera se golpeó el pecho con el puño.

 -Podéis contar conmigo para abriros camino por la maleza y para ayudaros cuando el terreno se ponga difícil.

Después de todo, las tareas que requerían fuerza eran lo que mejor se le daba. Cosas como encontrar plantas medicinales o hacer mapas estaban mejor en manos de gente con otras habilidades que no fueran exclusivamente el músculo.

El Druida está de acuerdo con las propuestas de sus compañeros, ya que cada uno de ellos se ofreció para lo que se considera más apto, lo que les entregaba mayores posibilidades de tener éxito.

- Pues creo que me ocupare de ir recolectando plantas medicinales y demases, a medida que vayamos avanzando - luego guarda silencio por unos instantes - en caso de que nos comencemos a extraviar, puedo enfocarme en mantener el rumbo constante para no ir dando vueltas en círculos.

Luego se dirige a Maechen y le pregunta acerca de los lugares que mencionó - Maechen, alguna de esas cuevas o ruinas que mencionas se encuentra cerca?, creo que es un buen punto para comenzar nuestra búsqueda - termina de consultar, mientras se desplaza al final del grupo va proponiendoles a sus compañeros el orden para avanzar, intentando aprovechar las fortalezas de cada uno.

- En efecto, una de las cuevas que conozco no se encuentra muy lejos de aquí. Os guiaré hacia ella en primer lugar. Debemos ir descartando los posibles escondrijos de nuestros enemigos. - Responde Maechen a la pregunta de Kvothe.

La exploradora encabezó la marcha junto con Magd. Seguidas por el resto se fueron adentrando en la ciénaga. Los primeros compases de la marcha fueron bastante desagradables debido a los olores propios del lugar. El suelo embarrado en algunos puntos, y anegado en otros, dificultaba un poco la velocidad del viaje, aunque en ocasiones surgían pequeños trozos de tierra seca.

Mientras Maechen establecía el rumbo, Kareen sacó una hoja en blanco y comenzó a esbozar lo que sería el mapa de la zona conforme fueran avanzando. Llegados a cierto punto, Magd intentó apartar unas ramas que obstaculizaban el paso, pero la poderosa guerrera se resbaló en contadas ocasiones, cayendo al suelo y cubriéndose de barro. Por lo que finalmente tuvisteis que rodear dicho obstáculo. Kvothe cerraba la fila y de vez en cuando se iba parando aquí y allá, recogiendo plantas que podrían servir...

Saru había afrontado la mañana con cierto mal humor, la misión no le gustaba mucho, el pantano le gustaba menos, y la llegada de la joven exploradora lo ponía nervioso. 

Lo que conocía de ella no le dejaba especialmente tranquilo. Solo esperaba que no le diera por cortarle la cabeza a nadie durante el viaje. 

Durante las primeras horas del viaje casi no había hablado, iba escuchando la poca conversación y apuntaba generalmente de manera mental los comentarios de unos y otros. 

Estaba discurriendo, una idea. Iban buscando un cubil de dragón, sin duda, este sitio pasaría por ser amplio, donde poder guarecerse de aquel clima infecto, y al mismo atesorar sus bienes de importancia como lo era la efigie que había obtenido de la baronia. 

Pero el dragón habría de moverse volando, y para eso necesitaba una zona amplia y despejada para poder alzar el vuelo. 

Sin darse cuenta, expreso esa misma idea y la preocupación de que pudiera atacarles desde arriba en voz alta. 

.-No se exactamente que tipo de pantano será este, pero en los que conocí antes, no suele haber demasiados claros naturales. Seria interesante buscar uno de esos claros, o alguno que haya sido deforestado hace poco. Sin duda será la zona por la que la bestia alce el vuelo-.

No esperaba respuesta inmediata, en realidad no esperaba respuesta. Pero no dejaba de darle vueltas a ese tema. Así que se mostró muy atento al sitio en el que estaban, e intento vislumbrar a lo lejos si existía un claro como el había descrito. 

La humedad, y la lluvia hacían de aquel lugar un infierno particular, y la visión ante sus ojos le pedía a cada segundo que diera la vuelta y se marchase. De echo, una de sus botas, que ya estaba embarrada hasta la rodilla, le pedía a gritos salir corriendo. 

El pantano era un lugar malo, pero para un mediano incluso mas.

Las dos primeras horas de viaje transcurren sin muchos incidentes. 

Debido a las malas condiciones por las que os movéis, a Kareen le cuesta mucho esbozar el mapa. La humedad moja el papel y constantemente atraviesa las hojas de pergaminos con su pluma, sin lograr un dibujo apropiado al que llamar mapa.

Saru expresa sus inquietudes aunque todos están ocupados con sus tareas y no terminan de responder. El mediano trata de orientarse un poco, alzar la vista y tratar de vislumbrar un claro. Pero todo lo que no tapan sus compañeros o los árboles, lo hace la niebla que hay más allá.

Lideon también permanece atento a su entorno. Si bien no sabe dónde se encuentra, porque no conoce la zona, sabe que al menos no han perdido el rumbo ni están dando vueltas en círculos. 

- ¡Atentos! - Comenta Maechen, poniéndose en guardia - Llevad cuidado por donde pisáis. Esta zona es muy traicionera. La vegetación puede ocultar pequeños...

Antes de que la exploradora terminase de hablar, el suelo cede bajo los pies de Lideon y se abre un boquete en la tierra...

Al parecer sus compañeros no se sentían a gusto en el pantano, Saru lo hacía notar más que el resto del grupo - de seguro debe ser más difícil para el mediano... su visión debe estar más limitada que la del resto de nosotros, pero al menos supongo que no se hunde tanto en el terreno - pensaba el Druida mientras observaba al variopinto grupo

-No necesariamente el dragón se encontrará en un claro despejado, los dragones negros adoran los pantanos y son buenos nadadores, he escuchado historias de que algunos tienen sus madrigueras sumerguidas- le contesta a Saru, ya que el resto del grupo parecía concentrado en no perderse, hacer un mapa, abrir camino, o simplemente no se encontraban de humor para entablar una conversación - Esperemos que no sea el caso, no se que tan bien nadaran sus secuaces...-  

Pero dejo la frase sin terminar, ya que una planta medicinal llamó su atención y se acercó a examinarla, se veía en buen estado y desprendía un buen aroma, por lo que la cosechó satisfecho, al menos la recolección de hierbas estaba dando frutos lo que en parte tranquilizaba a Kvothe, quíen luego dedico su atención a buscar las preciadas plantas que sin duda le serían de utilidad en algún momento

El aviso de la exploradora saca de su ensimismamiento al druida, que comienza a poner más atención a donde pisa, cosa que Lideon no considero importante...

Seguia atento a todo ... pero fue justo las palabras de la exploradora la que me saco de mi concentracion y  - .... JODER ... - siento como el suelo desaparece bajo mis pies ...

Lideon logró reaccionar rápidamente, gracias a sus instintos y sus rápidos reflejos felinos, y de un salto acrobático consiguió sortear del agujero que se abría bajo sus pies. 

- Fiuuu... menos mal que has estado rápido. - comentó la exploradora tras un sonoro suspiro. - Como decía, por esta zona hay agujeros naturales que son difíciles de avistar. Prosigamos, la primera de las cuevas que hay en esta zona no se encuentra muy lejos. 

Aquello me sorprendio ... menos mal que la hermosura de Kareen, Maechen y Magd no me tenian ensimismados en ese momento, sino de seguro que hubiera caido sin remedio dentro de aquella oquedad ..., asi que continue rastreando y investigando para evitar ser sorprendidos ...

 -Maese Lideon, ¿os encontráis bien?

Eso ya era el acabose. Había que despejar camino antes de que alguno de los compañeros se cayera por una de aquellas trampas y se rompiera un hueso o peor.

 -Intentaré abrir todo el camino que pueda, compañeros, hemos tenido suerte de que Maese Lideon no cayera por el agujero, pero podría haber cientos de ellos rodeándonos. -la guerrera miró a Saru- Por cierto, Maese Logrim, si necesitáis una mano para caminar por este terreno enfangado, con gusto os llevaré sobre mis hombros el trecho que haga falta.

Porque no hacía falta ser muy avispado para darse cuenta de que el mediano lo tenía un poco difícil para no hundirse hasta la cintura en el barro...